catorce
Había pasado ya pasado el examen del viernes. Ahora era sábado, era demasiado temprano, no había podido dormir realmente bien, igualmente tenía que arreglarme porque íbamos a salir temprano. Ya habíamos planeado el día anterior ir a eso del mediodía, antes de que anocheciera y se llenara más la feria al ser el último día. Era una feria temática parque de atracciones, así que sería divertido.
Ahí estaba yo, parada frente al espejo, arreglándome el mínimo cabello que quería salir, retocándome el maquillaje que sabía que se iba a ir dentro de unas horas. Ni siquiera tenía ganas de comer, el apetito se me había ido por los nervios. No es que estuviera nerviosa en salir con una persona, porque ni siquiera una cita. El problema es que si pasaba algo que nos incomodaba a los dos, nos tendríamos que ver la cara sabiendo tal cosa. O si terminamos conociéndonos más y no nos caemos bien, sería complicado...
Bueno también, nunca había salido con un chico antes. Ni siquiera mis amigos cercanos pasarían más de dos horas conmigo.
Lo único bueno que estaba pasando en esos momentos era que mis padres habían salido una hora antes, así que no me estarían vigilando, ni preguntándome que si comí, o si iba a regresar o así. Aunque sabía perfectamente que me estaría chequeando una que otra vez a lo largo del día.
Camine hacia la cama, agarrando el teléfono y viendo como ya quedaban pocos minutos para tener que bajar y esperar a Jaehyun afuera del edificio. Desenchufé el cargador, volviéndome a ver si algo no se me veía bien, ya sea el maquillaje, o la ropa bastante básica que llevaba, una camisa suelta, unos jeans y unos converse. No más, ni menos, era ir a una feria, no a nada importante. Lo último que faltó antes de irme del apartamento fue echarme un poco de perfume, nunca era de menos. Así fue como baje, uno o dos minutos antes de la hora. No quería escuchar mi teléfono sonando por sus llamadas que estaba llegando tarde o ponerme nerviosa y no poder darle la cara a Jaehyun que idiotez.
Cuando salí del edificio y volteé hacia el lado derecho por donde debía de estar el edificio donde vivía a Jaehyun, me encontré con él al frente mirándome a los ojos, como si tuviera unos ojos de cachorro, pero así eran siempre. Ladeo la cabeza de lado a lado, moviendo su mano como saludo, lo examiné por un momento. Cambia tenía unos jeans, unos converses, y una camisa holgada. Que gracioso...
— Wow, que raro pensé que ni siquiera ibas a bajar...
— Todavía tengo tiempo de volver y dejarte aquí.
— No, no, no... No dije nada. —terminó por alzarse de hombros Jaehyun, como si no queriendo meter la pata, así fue como me índico como la cabeza que empezáramos a caminar.
Íbamos a la parada de autobús, mientras caminábamos al mismo ritmo, bueno el un poco más lento al ser sus piernas más largas que la mía y poder caminar un poco más rápido sin darse cuenta realmente. No dijimos nada en todo el camino, era un silencio un tanto incómodo, más que todo porque yo no sabía que decir, él... Seguramente estaba en su mundo.
— ¿Los exámenes estaban fáciles, verdad? —preguntó Jaehyun cuando llegamos a la pared, viéndome y metiendo sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.
— Lo dirás tú, qué eres un poquito genio y tus padres son profesores... Pero yo tuve que estudiar al menos todos los días.
— ¿Tú estudias? Pensaba que ni siquiera pasaba algo por tu mente.
— ¡No empieces otra vez! Cuando dijiste eso una vez frente a la profesora ella pensó que me estaba copiando.
— Piensa que al menos eres inteligente, no estudias pero sacas buenas notas.
— ¡Pero si estudio! —me había quejado, era verdad, no quería problemas con mis padres y quería salir en una buena universidad.
— Ay, ya, ya, no te quejes. No vuelvo a decir algo.
Ni siquiera habíamos durado mucho cuando ya estábamos en el autobús, yo iba en la ventana (gracias a que él me dejó sentarme ahí) y Jaehyun al lado. No decíamos mucho, sencillamente él jugaba con su teléfono y yo veía por la ventana. Cuando llegamos sencillamente nos bajamos del autobús, caminando hacia la fila. Todo era más rápido de lo que pensaba, porque en unos diez minutos ya me estaban colocando una cinta en la muñeca para saber qué ya habíamos pagado y podíamos montarnos en los juegos.
— ¿A cual quieres ir primero? —fue lo primero que escuche de Jaehyun cuando entramos y empezamos a deambular.
— El yo-yo...
— ¿El qué? —preguntó alzando una ceja, mientras veía el juego que le señalaba.— Oh no.
— Oh si.
Dije antes de empezar a correr, viendo como no había un grupo tan grande esperando para entrar al juego, sabiendo que podríamos meternos con ese grupo, claro si Jaehyun venia tras mío. Pero si vino, sorprendentemente, me siguió y solo se me había quedado viendo por unos minutos, como si preguntándome si realmente quería entrar al juego, pero ya era tarde. Porque ya ambos estábamos entrando al mismo puesto.
— Te odio...
— Oye, Jaehyun, tú eres fuerte, siempre te estás divirtiendo... Yo debería de ser la que me esté odiando, sabiendo que no me pongo muy feliz al estar en una altura alta.
— No me molesta el juego, pero para ser el primero, ya nos quieres matar. —bromeó solo. Aunque se quedó callado, cuando los trabajadores revisaron si tenías los cinturones para saber qué estábamos así.
Cuando empezamos a ascender, agarre la mano de Jaehyun, escuchándolo reír ahora él porque no sentía nada y tampoco había empezado a dar vueltas. Pero se quedado callado, cuando apreté su mano y el juego empezó a dar vueltas, empecé a gritar y aunque pensé que estaba siendo muy fuerte, Jaehyun estaba peor que yo, aunque lo disfrutaba. No podía parar de reír, al ver al chico con los cabellos totalmente desastrosos, su cara roja como también se escuchaba reír bastante. Era extrañamente satisfactorio verlo de esa manera.
— Quiero montarte otra vez... —habló cuando terminamos por bajar y me aferraba a él por las vueltas.
— No, no al menos ahorita, no quiero vomitar tan rápido. —respondí, viendo como le había producido una cara de disgusto que me hizo reír.
Nos dirigimos a una más suave que era para niños pero que iba aligerarnos el tenso juego que tuvimos minutos antes. Lo malo es que también eran de vueltas, eran las tazas giratorias, pero no nos iban afectar fuertemente. Así que solamente duramos pocos minutos ahí.
Estoy mintiendo... Si me afecto y ahora la cabeza me daba vueltas y tuvimos pararnos en una de las filas para un juego que era larga y así podía calmarme. Jaehyun no podía parar de reír una y otra vez, creo que se reía de mi tonto comportamiento y como yo estaba cerca de casi vomitar.
— Montémonos en esta. —oh, esta también era de dos y se veía divertida. Aunque sabía que no lo era al ver que dabas vueltas en el aire solo que encerrada como en una cápsula.
Ahí fue donde acerté otra vez, al ver como habíamos dado como unas diez veces, mi cabeza casi se me había golpeado con el techo, igual que con la puerta, mientras gritaba a cada momento como amaba a mis padres o hasta Jaehyun.... Y aunque Jaehyun estuviera riendo, también decía lo mismo.
— Vamos otra vez.
— ¡No! —pedí, agarrando la muñeca del chico, cuando habíamos bajado del juego, necesitaba un descanso de tantas vueltas, solo sentía que iba a vomitar una y otra vez. Me daba asco vomitar así que no pensaba hacer eso y menos enfrente de una persona que no conozco del todo.
— Ahora si te acobardas...
Negué con la cabeza, Jaehyun solo llevando a un puesto de comida, para comprar agua.— Toma, calmémonos un poco para seguir montándonos en otras, se está volviendo mejor ahora que esta atardeciendo.
Solo asentía ante cada palabra pero mi cabeza daba vueltas, algo que se había dado cuenta porque me empezó a cuidar para mejorarme, al menos por los minutos.
Era raro pero me sentía un poco segura con él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro