Ocho
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Ya solo quedaba un mes para que nuestra estadía en la ciudad acabara. Mi mamá había hecho nuevamente su trabajo, y ahora que la empresa se mantenía a flote sin muchos problemas, le darían unas vacaciones.
Sinceramente aun no sé cómo le hace mi madre para que una zona salga a flote sin salir de la casa... Creo que mi madre es bruja, o tiene pacto con el diablo para que nos vaya tan bien.
Yo, por otra parte... no estaba tan bien que digamos. Sufría de insomnios a los que no se les veía fin, y cuando estaba somnolienta me llegaban ideas sobre cómo sería todo en lo poco que nos quedaba si Gabriel se llegaba a enterar que por quien moría era por su padre... Muy contrario a quien él pensaba que me gustaba a mí.
En las semanas anteriores poco a poco pude enterarme de varias cosas acerca de Daniel. Como por ejemplo, que su color favorito es el rojo, que su comida favorita era el sushi, y que amaba escuchar rock clásico.
—Todo esto me lo preguntas, ¿porqué..?
— ¿Qué? ¡Ah! —estaba hecha un manojo de nervios. Lo miré por unos instantes, ¿sabrá mis malas intenciones? ¿Sabe que me gusta su padre? Estaba pensando, pero en realidad no se me ocurría algo bueno para decir.
— ¡Es por tu mamá! ¿Cierto?
— ¡Sí! —Contesté al instante—. Es por ella, ya sabes que... Que le gusta tu papá.
—De ser así te podría escribir toda una lista de las cosas que le gustan, aparte del tennis y de las que te dije, claramente.
— ¿Harías eso? ¡Sería maravilloso!
Seguimos escribiendo el último resumen sobre la invención de la televisión a color. Yo estaba que estallaba de alegría, en ese momento era un conjunto de todos los arcoíris habidos y por haber. Podían verme y verían todos los colores enredados en mí. Sin duda alguna, esa sensación que me causaba Daniel era equivalente a cualquier cosa, menos a miedo.
El tercer martes del segundo mes, llevé la cámara instantánea para tomar fotos para el trabajo de comunicación que se entregaba a finales de mes. Me acabé el primer rollo de instantáneas en mis amigos y sus vidas, en alguna que otra persona que estaba ligando en los pasillos, en las multitudes en cada cambio de clases y su afiche a revisar el celular cada minuto para ver si le habían llegado notificaciones nuevas.
Incluso le tomé fotos a Gabriel en lo que estaba despistado, o eso pensaba... Porque en realidad todo el tiempo sabía lo que yo hacía con la cámara, su cara y el flash... Él sabía que le estaba tomando fotos, y al parecer le encantaba saber que lo tendría impreso en papel de fotografía por la eternidad. Aunque no estaría como la primer foto en el álbum, si eso era lo que pensaba.
Para cuando el timbre que daba fin a las clases sonó, me despedí de mis amigos de la clase de comportamiento organizacional, y me fui directo al estacionamiento de la escuela. Me estaba esperando mi mamá, para que me quedara en el carro mientras ella iba a pagar la colegiatura antes de que le pusieran recargos por impuntual.
—¿No me dejas las llaves del carro?
—¿Para qué, Romina? Tienes la ventana del auto abierta, estás en la sombra... Incluso hay un bote con agua en la parte de atrás. ¿Lo ves? Hay todo lo que necesitas.
—Tú ganas. Sólo apúrate, tengo demasiada hambre.
—¡Ah sí! ¿Y qué más jefa? —dijo mientras se alejaba poco a poco del carro.
Los primeros cinco minutos ni siquiera sentí que pasaron, fueron demasiado rápidos.
Recibí un mensaje de mi mamá, diciéndome que había una fila inmensa para pagar, y para colmo, sólo había una caja abierta para cobrar. Esto se volvería todo una odisea. El cansancio después de una clase aburrida, mi estómago rugiendo, el calor insoportable y un uniforme que cada vez se me hacía más incómodo.
Agarré de la mochila un folder en donde tenía todas las polariods que había tomado en el día. Las empecé a dividir por personales y la del trabajo. Me di cuenta que las fotos del trabajo eran máximo unas diez, y las personales eran veinte. Cuando las estaba guardando, me di cuenta que traía las fotos que había tomado aquella vez en el club, en donde fotografié a Daniel.
Pasaba con lentitud cada una de las fotos, admirando los colores que se veían, y recordando todo lo que sentía ese día. Era una nueva forma de vivir.
Había repetido la secuencia como dos veces, y estaba en la tercera vez que veía las mismas fotos. Estaba a una foto de llegar nuevamente a la foto de Daniel para admirarla como una loca empedernida. Apenas pude verla cuando alguien pegó en el techo. Alcé la mirada y vi a Gabriel, y sin pensarlo ya estaba ocultando las fotos debajo de la mochila.
—¿Esas eran las fotos del trabajo?
—Eh... Sí —alboroté un poco mi cabello. En este punto, Gabriel ya sabía que cuando hacía ese gesto era porque estaba nerviosa.
— ¡Enséñamelas! Quisiera ver lo que has hecho con esa cámara.
—Quiero que sean sorpresa —sonreí de medio lado.
—Me parece muy bien —vi como alzaba la mirada, saludaba a lo lejos y regresaba la mirada mí—. Me tengo que ir, le prometí a Erick que iríamos comer pizza y de ahí a jugar videojuegos en su casa.
—No hay problema.
—Entonces... te veo luego, Romi. Adiós —añadió después de ver que no diría nada más.
Se fue, y sentí un gran alivio cuando lo hizo. Cuando menos me di cuenta, ya tenía la mano arriba de la mochila, con un gesto de protección a las fotos que tenía escondidas. Estuve muy cerca de arruinar el mes que me quedaba.
No me sorprendería que Gabriel se enterara antes de tiempo, porque eso es lo que mejor hago. Tengo el magnífico don de hacer todo mal.
Sonó la alarma del carro, agarré la mochila y las fotos antes de que mi mamá las agarrara para poder sentarse en el asiento del piloto. Entró muy agitada y disgustada, algo le había hecho el cajero que la atendió.
—No me preguntes qué fue lo que me hicieron los inútiles que cobran. Si lo recuerdo me enojaré más.
—De acuerdo —encendió el auto—. ¿Ya podemos ir a comer?
Miranda me volteó a ver con una cara que decía "¿Es en serio? ¿Te preocupa más comer que tu madre?", negó con la cabeza y arrancó.
...
Faltaba poco para el baile escolar. Todas las chicas estaban desesperadas por que el gran día llegara, sin embargo yo no quería. ¿Se imaginan estar en un modo romántico con el chico al que le gustas, mientras el que te gusta está por allí vigilando que nada se salga de control y que no pueda bailar contigo? TERRIBLE. TOTALMENTE TERRIBLE.
A Carolina y Amanda las habían invitado Erick y Carlos, respectivamente. Estábamos en el baño, hablando de todo lo que implicaba salir con alguien a un baile escolar. ¿Le gustaré? ¿Me pedirá que sea su novia? ¿Usaré un vestido rojo? ¿Le gustará el color rojo? BASÓFIA.
—¡De qué te quejas Romina! —exclamó Caro—. ¡Irás con Gabriel! La mitad de las chicas de nuestra generación quieren que por lo menos les hable.
—Creo —exhalé el humo del cigarro— que esa es la razón por la cual me odia Mishel... ¡Créanme que no me gusta Gabriel! Será todo lo tierno que quieran, un caballero y exuberantemente guapo, pero... no es mi estilo —me hundí de hombros.
—¿Entonces quién te gusta? —preguntó Amanda, intrigadísima por mi respuesta.
—¿En verdad quieren saber? —ambas asintieron con la cabeza. Ya no me daba miedo que ellas se enteraran de la verdad, me daba igual. Bajé del lavamanos, y saqué de la mochila las fotos más hermosas que pude haber tomado nunca. Las presioné contra el pecho—. Antes que nada, tengo que decir que es el hombre más increíble del mundo, me encanta que esté lleno de misterio y...
Me detuve en cuanto vi las caras estupefactas de mis amigas.
—¡Sigue! ¡Sigue Romina! ¡Quiero saber quién es el que te trae diciendo todas estas cosas!
—¡Ya da vuelta a las fotos! —exigió Carolina.
Le di vuelta a las fotos, y la cara de Daniel quedó al descubierto.
—¡NOOOO! —dijo Caro, incrédula de lo que veía. Agarró una de las dos fotos y se le quedó viendo— ¡NOOO! —soltó una carcajada— ¿¡Te gusta el padre de Gabriel!? No-in-ven-tes.
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¡Hola caramelossss! Aquí iQueBooks reportándose. ¿Cómo han estado? Espero que bien <3. Bueno, aquí les dejo el capítulo ocho, ¡SOLO FALTAN DOS PARA TERMINARLA!
También quería agradecerles por los 40 votos, los comentarios y los casi 400 leídos con tan solo ocho capítulos. Me hacen querer llorar de alegría. ¡ESTOY SUPER CONTENTA! Me da gusto que les esté gustando esta historia basada en el vídeo de Halsey "Colors".
Díganme que les ha gustado más, qué capítulo, cuál es su personaje favorito... A quién shippean más(? No sé, lo que se les ocurra sobre la novela. Siempre me da gusto leer sus comments.
NO SE OLVIDEN DE VOTAR, COMENTAR Y RECOMENDAR ESTA NOVELA CORTA
Los amo, y... ¡HASTA LUEGO! EN SERIO... LOS AMO.
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