Todo es en blanco, negro y gris.

Los ojos de su madre, los pequeños juguetes que usó al crecer, la bufanda y el paragüas que la protegieron del frío otoñal, los diferentes lápices de colores que hay en su estuche (de los cuales aún no entiende para qué utiliza), aquel arco de gran extensión que se formaba en el cielo después de llover, las flores del jardín de su madre, el imponente cielo y sus esparcidas nubes, las diferentes frutas en la canasta sobre la mesa, su habitación, toda la ropa que usa y todas sus cosas favoritas con las que pasa toda su vida...

Todo es en blanco, negro y gris.

¿Dónde encuentras la felicidad en un mundo sin color? ¿El nacer simplemente es un mal, un pecado que el universo castigaba al no enseñarte lo maravilloso que es la vida pintada en colores?

Todo es igual para Chaeyoung. No encuentra más que blanco, negro y gris. Cree que todo es una maldita broma, que alguien allá arriba, o tal vez alguien allá abajo, quiere que el ser humano viva sin disfrutar nada. Al menos no hasta cierto momento.

Aunque debería sentirse agradecida, ella está viva: puede ver, puede oír, puede oler y sentir, puede probar y saborear.

Puede que sus quejas no tengan fundamentos, no cuando hay siempre algo por lo que estar agradecidos, no cuando todos pasan por lo mismo y nadie se siente tan miserable como ella, o al menos no siempre.

Pero de qué sirve disfrutar todas las cosas de la vida cuando su mundo se ve tan deprimente, tan monótono y aburrido, tan vacío. Todos los días era como si se avesinara una tormenta, nubes negras y grises, un clima deprimente, el cielo nunca sin volver a ser claro, el sol nunca en su máximo esplendor iluminando su día, como si se quedara atrapada en una película de los 40, sin color.

Ella lo desea, con toda su mente, alma y corazón, desea poder ver a color aquel arcoíris que su madre le señalaba cada vez que iban a las montañas donde el clima era más fresco, las rosas del jardín, el paisaje rural y urbano, la comida que servían en su plato, el cabello supuestamente rubio de su mejor amiga, sus películas favoritas, todo. Disfrutar del momento pintado a color y ser agradecida de la hermosa obra de arte creada únicamente para ella.

Y ella, como todos, espera. Espera tan impacientemente a la persona que le dará, no solo el don de ver colores, sino también la hermosa compañía como su alma gemela, la persona que la complementa en todo y que debería estar en cualquier parte del mundo, esperando con la misma intensidad que ella, esperando a amar la vida con ella, a amarse por la eternidad, o bueno, eso espera que así sea. Sabe que es muy fantasiosa. Que no siempre es como lo pintan las historias y los dramas con finales felices.

Así que pueden llamarla soñadora, también pueden decirle egoísta e ilusionada, pero en el momento en que la encuentre, a su alma gemela, vivirá siendo agradecida, vivirá disfrutando de la vida, y vivirá con un amor tan grande que nadie ni nada podrán quitárselo. Se promete a sí misma ser la mejor amiga, la mejor compañera, la mejor novia y amante.

Y en caso de que esta persona no la quiera, cuando la ola de colores se avecine y en lugar de juntar sus manos, separen sus caminos, entonces ella se distraerá del dolor que seguramente se causarán y luego podrá continuar con sus sueños de pintar su propio mundo.

Ella era una dibujante y pintora, y sí, es algo estúpido tratar de pintar algo cuando ella no veía los colores, pero sabe que cuando los vea se promete ser la mejor pintora de todo los tiempos. Por ahora, a ella le gustaba aprender sobre los colores y practicar con ellos. Aunque no era nada fácil.

ㅡ Oye, Mina, ¿Cuál es el rojo? ㅡ Señalando con el pincel la tableta de plástico con sus acuarelas de colores, Chaeyoung le pregunta a su mejor amiga quien, en su entretenimiento propio, juega con su Nintendo Switch.

Las dos chicas pasando el rato en un extenso parque de la ciudad. Sentadas en la hierba, disfrutando del clima primaveral.

Todo es tan relajante y cómodo, la hierba que pulla sus muslos, escuchar a los pájaros cantar, la sonrisa de los niños que corren de aquí para allá con las advertencias de sus padres, y la brisa que resuena en las hojas del árbol por encima de ellas, que les brinda una cálida sombra.

Todo sería perfecto si tan solo... viera más que tonalidades blancas, negras y grises.

Ella suspira. Se pregunta como estos niños se ven tan felices cuando ven el mundo igual que ella, incoloro, seguramente aún sin haber encontrado a su alma gemela, pues las personas suelen ver los colores por primera vez durante la adolescencia (Y sí, Chaeyoung es parte del 20% de las personas que aún no ven los colores a esa edad).

Aunque se regaña por sus tontos pensamientos luego, a un niño realmente no le importa no ver a color todavía, solo se preocupan por corretear y jugar con sus amigos. Al menos no hasta que crecen y ven lo deprimente que puede llegar a ser la vida así, como Chaeyoung.

Escucha el pequeño quejido de su amiga, al parecer la había desconcentrado, perdiendo una vida en su videojuego. Por suerte para Chaeyoung, existe el pausar en su partida, sino ya estuviera muerta por interrumpir a la rubia.

Con desgano, Mina apunta con su dedo a uno de los colores en la tabla de acuarelas que tiene Chaeyoung sobre el suelo. ㅡ Es este ㅡ, luego señala hacia adelante, a los niños que corrían a unos metros de ellas ㅡ y la camiseta que lleva ese niño y los pantalones que lleva esa niña, y también el auto que está estacionado por allá, son rojos.

Chaeyoung chasquea la lengua, sabe que Mina se estaba burlando descaradamente
de ella, su venganza por interrumpirla, sabiendo que Chaeyoung necesita más que la descripción del color de camiseta o pantalón para saber a qué niños se refería, tal vez mencionar la marca del auto al cual señalaba aunque sea.

ㅡ Para~ ㅡ le dice, empujando hombro con hombro a su amiga molesta, para continuar con su dibujo en el lienzo sobre sus piernas.

Ella no sabe qué está haciendo sinceramente. Ella solo dibuja y pinta, sin ningún ritmo, sin inspirarse en algo, sin ninguna idea en mente. ¿Cómo podría una daltónica hacer bien un dibujo lleno de colores brillantes después de todo? Sería un desastre incoherente y, aún así, Chaeyoung se las arregla. Porque a ella le gusta hacer esto, porque quiere pintar porque se le da la gana, aunque siga sin ver absolutamente nada.

Esta celosa, en cierto sentido, de su mejor amiga y de las demás personas que sí pueden distinguir los colores y que pueden pintar bien las cosas de una manera realista al menos. Ellas puede ver el color azul y pintar el cielo, o pueden utilizar el color rosa, amarillo, púrpura y pintar las flores. A diferencia de Chaeyoung, que solo ve lápices, que solo ve acuarelas, que solo ve objetos grises por todas partes.

Aun así, agradece que Mina siempre esté ahí cuando necesite su ayuda, enseñándole cuál color necesita para esto o para aquello, ayudándola a diferenciarlos. Aunque ella solo vea tonalidades grisáceas en su tableta.

Mina se rie entre dientes traviesa, sabiendo que Chaeyoung no se molestó realmente con ella cuando continuó su dibujo con una pequeña mueca de concentración, ella también prosiguiendo con su juego.

ㅡ ¿Y bien? ㅡ Chaeyoung pregunta la opinión de su amiga luego de unos minutos más, llevando el lienzo de sus piernas al cielo. Sonríe, no sabe cómo salió realmente, pero con sólo ver sus garabatos debería al menos ser calificado como bueno.

ㅡ Hmm... pues... depende. ㅡ Mina dice, tratando de no reírse de la pintura de Chaeyoung.

Ella la admira, sin embargo, al ver las técnicas de dibujo y lo bien que es pintando, puede decir que Chaeyoung es una increíble artista.

Una pintora que no necesita ver los colores para ser buena en lo que hace. Y cree que si ella los conociera, sus obras serían completamente perfectas.

Aunque, pensándolo bien y conociendo a su mejor amiga, Chaeyoung le diría que ese era el propósito desde el principio. Crear el dibujo de una pintora que no conoce los colores. Tan desordenado y a la vez tan metódico y bien pensado. Después de todo, ella no es la única que se atreve a experimentar con los colores cuando ni siquiera los ve. Y sin embargo, algo en ella, en Chaeyoung, es diferente a todo artista.

Pero muy en el fondo, en el interior negativo del corazón de Chaeyoung, sabe que su dibujo es una completa mierda. Sin bromear aunque le gustaría.

ㅡ ¿De qué? ㅡ pregunta la artista, con una ceja hacia arriba, sin quitar su atención al dibujo, tratando de ver lo que Mina está viendo.

Mina se permite soltar una risita. ㅡ ¿Fue a propósito que hiciste la pradera azul y a los árboles completamente rojos o fue porque confundiste los colores?

ㅡ Mierda ㅡ susurra.

No habían dudas, los paisajes no son lo suyo.

Debería memorizar el orden de los colores que coloca en su tabla de acuarelas. Chaeyoung puede saber qué colores necesita o qué quiere utilizar, pero su memoria no es tan funcional como para recordar los colores después de ponerlos en su tableta y pintar ¿Debería utilizar la acuarela del mismo tubito de plástico y olvidar la tableta? ¿O tal vez comprar la próxima vez frascos en lugar de los tubos de pintura?

ㅡ Mejor continúa con tus dibujos surrealistas que nadie entiende ㅡ, le dice Mina dándole palmaditas en su espalda ㅡ así al menos los colores que utilizas pueden no tener sentido.

Chaeyoung suspira, tal vez Mina tenga razón, pero sabe que es su lienzo, es su dibujo, son sus colores, y aunque no los vea, ella puede hacer y crear lo que ella quiera. No le importa que alguien venga y le diga que los colores están mal, que no tienen sentido, cuando ella lo sabe, cuando ella sabe muy bien que nunca podría diferencias el rojo con el rosado, el cómo es el azul y decir las similitudes que tiene con el púrpura, ni el amarillo con el naranja, y, sin embargo, a pesar de sea una completa ignorante de los colores, ella crea algo, sí, desordenado cromáticamente, pero de igual manera, hermoso.

Mina ve la pequeña sonrisa que se forma en los labios de Chaeyoung mientras mira su creación y se confunde, al principio parecía estar decepcionada con el dibujo después de su comentario, pero ahora parece estar feliz con lo que tiene en sus manos.

Mina se arrepiente de sus palabras y trata de recuperarse ㅡ Pero creo que es una buena pintura, Chaeyoung-ah.

Chaeyoung ve a su mejor amiga, reflejando la misma sonrisa que tiene en su rostro.

ㅡ Tiene su propia rareza y me gusta, siento que es tu propia marca, tu forma de pintar.

La rubia le revuelve el cabello corto a su menor con una sonrisa, escuchando las quejas y recibiendo empujones de Chaeyoung para que deje de tocarla. Y la menor está feliz, pues, a pesar de que ella no vea absolutamente nada en su pintura además de un paisaje supuestamente pintado, a su mejor amiga le gusta, y eso es más que suficiente–

ㅡ Hola.

El saludo que escucharon a pocos centimetros de sus orejas las sobresaltaron por completo. Mina y Chaeyoung gritaron tan fuerte que llamaron la atención de varias personas que pasaban cerca.

Al darse la vuelta para ver de quien se trataba (aunque ya se hacía una idea) Mina suspiró llevando una de sus manos al pecho y Chaeyoung casi quiso asesinar a la chica que se acercó tan silenciosamente a ellas para saludarlas justo detrás de sus espaldas.

ㅡ Oye, tú, ¿Quieres morir? ㅡ Amenazó Chaeyoung con una mirada de muerte mientras se recuperaba del susto ㅡ¿Estás loca?

La suave risa de su alma gemela de alguna manera tranquilizó el corazón sobresaltado de Mina.

ㅡ Lo lamento. ㅡ se disculpa Tzuyu tratando de evitar las risas (caso imposible), cayendo de trasero al césped de su anterior posición agachada. ㅡ No pensé que se asustarían así de feo.

Mina, ni siquiera Chaeyoung, podía enojarse demasiado con la menor. Ellas saben que Tzuyu no tiene tan malas intenciones, simplemente quería hacer una broma por primera vez.

Mina vuelve a suspirar y es inevitable sentir la necesidad de ser sostenida por su novia, por lo que se acomoda hasta llegar a la más alta y, viendo las intenciones de la rubia, Tzuyu abre sus manos y deja que Mina se recueste en su pecho, con la condición impuesta silenciosamente por su alma gemela, de ser abrazada todo ese tiempo. ㅡ Te odio. ㅡ Le susurra Mina, Tzuyu sonríe, inclinándose hacia su mayor y reposando su barbilla en el hombro de la rubia, sintiendo el calor de la mejilla de Mina en en la suya. Sabiendo que el "te odio" no era en serio.

ㅡ Buen dibujo. ㅡ señala Tzuyu, ignorando la mirada burlona de asco que Chaeyoung les da a ella y a su novia por ser tan afectuosas. ㅡ Aunque la elección de colores no es tan–

ㅡ Ya sé, soy daltónica pero ya lo sé. No tiene nada de sentido este dibujo ¿Qué quieres que haga, en serio? ㅡ La pregunta lo dice más bien en un murmuró molesto para sí misma. Sus amigas se ríen del pequeño puchero de Chaeyoung, uniéndose a ellas después.

A ella le gustaría ver el pequeño sonrojo carmesí en las mejillas de Mina por tanto reír y le encantaría ver también los hermosos ojos café de Tzuyu que sonríen y que Mina tanto le encanta mencionar.

A ella le gustaría ver lo verdaderamente gracioso que son los árboles rojos que pintó.  "¿Confundiste la pradera con el cielo?" Pregunta Mina con una sonrisa traviesa tratando de molestarla un poco, burlándose de su cielo rosado y sus praderas azules. A ella le gustaría reírse de verdad, ella no quiere fingir que entiende el chiste de sus dibujos nunca más.

Chaeyoung comienza a recoger sus cosas metiéndolas en su mochila (al igual que el lienzo que sorpresivamente entra en la mochila, sin importarle que la pintura aún está húmeda y podría arruinarlo), hoy realmente no se siente muy bien, hoy parece que el mundo quiere burlarse de ella por no ver colores, el gris le está dando un fuerte dolor de cabeza. ㅡ Me tengo que ir.

ㅡ ¿Cuando Tzuyu acaba de llegar? Qué mala eres, lastimas el pequeño corazón de Chewy ㅡ Mina se quejó en broma acariciando la mano de Tzuyu que rodeaba su estómago.

ㅡ Sabes que no me gusta verlas tan cariñosas, y tengo cosas que hacer. ㅡ Chaeyoung sonríe, con una pequeña mentira al final, no desea lastimar a sus amigas aunque ellas la entienden.

Es cierto, se siente un poco celosa de que ambas hayan encontrado no solo el color en la vida gracias a la otra, sino también la felicidad y el amor que se otorgan como almas gemelas.

Además, sabe que es imposible que una persona no muestre afecto a su alma gemela, pero estas dos son naturalmente cariñosas ya, y estando con ellas dos juntas, Chaeyoung solo puede ver abejas revoloteando en su empalagoso momento dulce y meloso. Y realmente no es una gran molestia, pero ella prefiere estar lejos por hoy, sintiéndose imposible de soportar tanta dulzura, estando hoy más que ningún otro día impaciente por querer sentir lo mismo.

ㅡ Está bien, ten cuidado al regresar. ㅡ Le dijo Tzuyu con una sonrisa, haciéndole saber que no le molestaba su decisión de marcharse, después de todo ella llegó al lugar sin previo aviso, Tzuyu no la obligaría a quedarse si no quería.

ㅡ Les escribo luego.

Chaeyoung se despide agitando su mano mientras se aleja de la pareja, dejándolas en su amoroso momento juntas.

Se dirige hacia el lavamanos público del parque y limpia su tabla de acuarelas (no usó mucha pintura, por lo que no le molesta la pérdida), vio la pintura aguarse en el lavabo y, aunque la mezcla de todos esos colores se combinaron en uno, Chaeyoung solo veía cómo el agua incolora se transforma en un color gris puro yéndose directamente al desagüe.

Las lágrimas no tardaron en llegar y Chaeyoung se apresura a inclinarse hacia el lavamanos para echarse agua en la cara, tratando de refrescarse y despejarse un poco mientras que sus lágrimas se combinaban con el agua (camuflaje perfecto solo que el sonar de su nariz la delataba un poco).

Ella detiene su llanto, no era momento para sentirse miserable, tal vez cuando llegue a casa pueda continuar con ello.

Seca la humedad que quedó en la tableta ya limpia con varias sacudidas fuertes al aire y lo mete en su mochila.

Agradece que el camino a casa no es tan largo, realmente no soportaría ver toda una ciudad nublada en gris, ya era suficiente para su corazón ver el parque así.

Se dirige hacia la estación de tren subterránea bajando las escaleras de la entrada con ganas de llegar por fin a casa y descansar de este dolor de cabeza. Tomarse una siesta eterna no estaría nada mal.

Hace una fila para pasar su tarjeta del metro y pagar su pasaje, pero cuando es su turno, el sistema de pago no la deja pasar, mira hacia la pantalla y se da cuenta de que su tarjeta no está recargada. Deja salir un suspiro al aire.

ㅡ Me está jodiendo. ㅡ Murmuró para dirigirse hacia las cajas de recarga. Una fila más larga, peor que la primera, y no tiene más remedio que esperar un poco más para ir a casa.

Cuando por fin cruza el sistema de pago de la estación, se dirige hacia el tren que la lleva lo más cerca posible de su hogar, pues aún tiene que recorrer unas cuadras más para llegar a ella.

Mira hacia ambos lados, ninguno de los dos trenes, de la primera y de la segunda línea, han llegado, por lo que solo ve el gentío esperando en sus teléfonos o conversando en las dos líneas. Chaeyoung camina hasta las líneas amarillas (justo en el límite, donde se supone que nadie debería sobrepasar aunque muchos lo hacen) donde las compuertas del tren deberían detenerse y ella espera como todos.

Escucha el chirrido de los frenos de un solo tren a su izquierda, falsa alarma para ella, es el tren de la otra línea al frente suyo, el que se dirige al lado contrario. Ve como el tren se estaciona y abre sus compuertas, para dejar y recoger a las personas.

La chica suspira, se siente cansada aunque mucho no había hecho hoy. Se siente un poco tensa, por lo que mueve sus hombros, brazos y cuello, estirándose un poco con los ojos cerrados mientras escucha el murmullo de las personas a unos metros enfrente suyo entrar y salir del tren.

Fue cuando, de repente, siente un escalofrío, uno casi indescriptible, como si una suave mano pasara sus dedos por su columna vertebral desnuda. Un vaho caliente por la parte superior trasera de su cuello.

Es extraño. Nunca antes sentido.

Como si dos ojos estuvieran mirándola.

Una brisa moviendo su cabello. El bullicio y el ruido se detiene así como todo el mundo.

Todo es cuestión de segundos ahora.

Segundos que parecen horas.

Abre sus ojos, mientras aún mueve su tenso cuello, tratando de averiguar si es cierta su rara sensación y mira hacia el tren delante suya.

Ve la figura de una mujer dentro del tren, justo en frente suyo, esta viéndola desde la ventanas de las compuertas contrarias de éste. Parece estar escuchando música con auriculares. Su corazón late tan rápido mientras sigue el hilo de los audífonos hacia el rostro de la desconocida.

¿Qué es esta sensación tan abrumadora que siente cada milisegundo antes de mirarla?

Entonces, ella hace contacto visual con la persona en frente suyo, que se ve exactamente igual de deslumbrada y abrumada. Y, de repente, como una bomba que tenía día, hora y minuto predeterminados antes de detonar, cinco, cuatro, tres, dos, uno. Combinado con cada latido, cada ritmo de su corazón.

Explota el mar de colores y con una enorme ola pinta su mundo. La sensación de felicidad eterna invade su ser cuando experimenta y ve los colores por primera vez.

El universo, cual pintor con su pincel, empieza a colorear el lienzo a sus ojos, siendo la mujer enfrente suyo, el comienzo de todo.

***

Espero haber expresado bien los sentimientos de mis protagonistas en este capítulo así como en los siguientes skdlcjsk,
La verdad es que este es un nuevo concepto que sinceramente nunca he leído, sí existe obviamente, pero aparte del concepto del daltonic au todo es originalmente mío, no me inspiro realmente en nada, así que espero que a  todos les guste mucho, así como a mi me gusto la idea en un principio hehe <3

Gracias por esperar este capítulo, estoy muy emocionada por saber sus opiniones finales respecto a la historia en un futuro, espero hayan disfrutado, y nos vemos pronto, chau ^-^

-misskim🦉🤍🖤