Lee y Bang se miraban entre sí, esa tarde les había enviado un mensaje diciendo que quería hablar con ellos y eso sólo hizo que se preocuparan por Hyuck.

Las manos de Donghyuck sudaban un poco y estaba segura de que sus mejillas estarían rojas en cuanto intentara explicarle a los chicos lo que sucedía, pero tenía que arriesgarse y sacarlo de su pecho.

— Hyuck, ¿Sucede algo malo? —habló Chan al ver que el moreno no decía nada pero parecía que necesitaba hablar.

— Es que tengo que contarles algo y no sé por dónde empezar. —suspiró.

— Haechan, nos conoces lo suficiente, puedes decirnos lo que sea. —Felix sonrió hacia al surcoreano, haciendo que esto sonriera levemente.

— Es que comencé a ver colores —habló bajo, haciendo que ambos chicos fruncieran el ceño—. Y creo que es un problema.

Donghyuck esperaba que alguno de los dos dijera algo, pero estos se mantenían en silencio mientras esperaban que el más alto continuará hablando. Para Felix y Chan eso había sido un golpe bajo, ya que no estaban seguros de que Donghyuck viera esos colores junto a ellos.

— Yo estaba muy confundido cuando esto empezó y preferí guardarlo para mi, pensé que algo estaba mal conmigo y luego noté que-... —tomó aire—. Yo veo colores junto a ustedes, pensé que quizás sólo era con uno, pero no es así y no sé si... Sea así para ustedes también. —susurró lo último mientras miraba sus manos.

— Nosotros nos alejamos porque notamos que veíamos colores junto a ti. —soltó Christopher, haciendo que Hyuck lo mirará.

— No queríamos decirte porque no queríamos que te alejes de nosotros. —añadió Yongbok.