Colors
Cada persona nacida en el mundo tendrá una visión en tonos grises hasta que se encuentren con su alma gemela, y solo hasta ese momento, el mundo se coloreará con salpicaduras vívidas de tonos de colores en sus ojos. Sin embargo, cuando su alma gemela muere, el mundo vuelve a su estado original. Y, el brazo del alma gemela fallecida tendrá grabado el nombre del vivo.
~(...)~
El mundo era un gran lugar con diferentes tipos de maravillas y bellezas. Un lugar donde los colores existen en todas partes y el amor florece todos los días.
Cada vez que nazca un bebé, solo podrán ver los colores monocromáticos del blanco y negro, con el tiempo estos pasarán a ser grises. Nunca otro color. Es decir, hasta que chocan con su alma gemela. Y entonces, solo entonces podrán ver el mundo en su verdadera forma. Sin embargo, si su alma gemela muere, ellos también se verán afectados. El mundo volverá a su estado original y el nombre del vivo estará grabado en el brazo del muerto.
Jack Darby es un aspirante a hombre de casi 18 años que estuvo bajo el cuidado de robots alienígenas que se encontraban en media guerra y no hace falta decir que le gustó esa temporada. Mucho... Aunque tuviera sus altas y bajas.
Actualmente, el muchacho estaba caminando por el espacioso pasillo de su colegio reconstruido, con su móvil a mano, recordando viejos tiempos en la base Autobot.
Sin embargo, bloqueo el celular poco después y se detuvo cuando escuchó un salto rápido y alegre detrás de él. Un ritmo bastante conocido. Después de unos segundos de pie, esperando que sucediera algo, la visión se oscureció una vez más. Unas cálidas manos cubrían sus ojos mientras una risita alegre brotaba desde atrás.
-¡Hola, Jack!- la persona detrás de él dijo con una voz extremadamente alegre y dulce, las palabras nunca vacilaron -¡Adivina quién es!
Darby suspiró ligeramente mientras cruzaba los brazos -Miko. Se que eres tú- adivinó con una risa.
Las cálidas manos se fueron dejando atrás a su controlador, mientras el mundo colorido regular volvía a su vista. Suspiró aliviado al darse la vuelta, revelando a una chica morena, con el cabello de un color oscuro pero con un mechón de color bastante destacable además de poseer dos coletas con el mismo tinte en las puntas. Se llama Miko Nakadai quién podría ser la persona más entusiasta de la escuela.
La chica aplaudió, aún sosteniendo el cuaderno de bocetos que suele llevar en la mano derecha -Antes era más difícil que supieras quién era...
Jack suspiró nuevamente, sacudiendo su cabeza por un momento. -Miko, te dije que ya luego de un par de veces, deja de tener gracia...- dijo en un tono casi paternal (algo que al parecer el tiempo no se lo quitó), casi recordándole a Miko cómo le hablaría su padre, pero a ella realmente no le importaba -¿Por qué todavía lo haces?
-Por que quise, nada más- dijo en un tono despreocupado -Además, estaba un poco aburrida.
-Aburrida...- murmuró el joven, la lengua le hace clic de vez en cuando mientras pensaba por un momento. Eran las
150 veces, o tal vez incluso más tiempo que había oído hablar a la chica sobre su "aburrimiento". Aunque se entiende, quién mejor entendía su estilo roquero era Bulkhead.
-No me sorprende.
-Si pero no era por mi aburrimiento y mis ganas de que este sitio explote del que quería comentarte- se acercó un poco más a Jack y sonrió -¡Iré a Japón a visitar a mis padres! Creo que luego de todo lo vivido, me gustaría verlos- ella aplaudió, su aura feliz y afortunada la rodeó cuando una sonrisa se hizo evidente en su rostro, lo que indica lo emocionada que estaba por su viaje.
-¿Viaje a Japón?- preguntó Darby, una mano ahora frente en su barbilla. Sorpresa escrita en toda su cara. Bueno, sinceramente, no debería sorprenderse. Es Nakadai de quién se habla -¿Te dieron el permiso a mitad de año?
-¡Claro que sí!- Miko respondió alegremente -¡Mañana iré a Japón!
-Bueno, eso es increíble Miko- dijo Darby mientras se reía del comportamiento de su amiga. La niña ahora agitaba los brazos en el aire cuando su salto se detuvo abruptamente, sus ojos que él siempre consideraba hermosos brillaban de emoción y asombro mientras ella asentía.
-Se que mis padres anfitriones son buenas personas y demás pero es más que obvio que les doy miedo- comento Nakadai mientras se acercaba de nuevo al joven -Además que luego lo sucedido con Megatron y toda la invasión que ocurrió...- dijo esto en un estilo de susurro para mantener la confidencialidad sobre lo que sucedió - Creo que estará bien el que vaya a verlos.
-Bueno, viéndolo de esa perspectiva... No lo veo como una mala idea- dijo en un tono tranquilo, acariciando su cabeza ligeramente.
-Nunca dudes de mi persona, Bro- ella respondió con su habitual voz alegre.
Esa declaración saco una pequeña risa al joven Darby, la mayoría de situaciones sucedidas con los Autobots o Decepticons, de alguna forma eran por ella. Estando en peligro de muerte en más de una ocasión.
Pero mientras ella esté bien, él también estará bien. Jack asintió y miró el reloj que estaba encima de ellos, indicando las palabras -Son las 7:56 AM. Cuatro minutos para la clase ...- soltó en tono casual a sabiendas que a la chica enfrente suyo, no le agrada la idea.
Notó como la expresión energética de su amiga, cambio a una de amargura y aburrimiento total.
-Bueno, solo iré a la clase para "mantener" mis notas y poder ir a Japón sin problemas- comento Miko - ¡Vamos!
Y tan pronto como dijo que el "vamos" , sin previo aviso, Miko inmediatamente corrió hacia la clase arrastrándolo por su camino. Lo que podría o no haber hecho que Jack dejara escapar el tercer suspiro por la mañana. Sacudió la cabeza ligeramente mientras lo seguía, siguiendo el flujo bastante entusiasta de Miko.
Sin embargo, su ritmo cardíaco se aceleró y se sintió un poco extraño. ¿Tenía... Sentimientos por ella? Posiblemente, pero no estaba seguro. Además de que han vivido demasiadas aventuras como para tener eso presente. Entonces, él no hizo nada y barrió el pensamiento.
Solo la siguió al salón de clases donde estudiarían y se encontrarían con Rafael después de la clase, como es costumbre.
El colegio pronto comenzó, y también la clase.
Y el día continuó. Tener lecciones y tal. Tener que lidiar con el trabajo escolar, lo típico. A veces extrañaba el estar en media guerra alienígena.
Al día siguiente ambos estaban en el aeropuerto, Darby le deseó buena suerte y le recordó que tuviera un poco de cuidado ya que viaja sola, etc. Ella le dijo que hablaba demasiado en serio y él lo respondió dándole una pequeña conferencia de diez minutos de duración. Pero ella se encogió de hombros de todos modos.
-¡Okay, Jack!- le dijo, tratando de hacer que baje el tono de su sobreprotección -Estaré bien, confía en mí.
Ok, tal vez lo estaba llevando demasiado lejos con todas estas habladas... Él pensó eso... Bueno, solo un poco, pero finalmente asintió con la cabeza -Muy bien, Miko solo pido que seas cuidadosa, por favor.
-Yo se que ella estará bien- comento un Rafael un poco crecido -Estás hablando con la persona que le dió una paliza a Starscream junto a Knock Out y le hizo frente a Soundwave.
-Lo se pero...- Jack fue cortado en medio discurso.
-¿Ves a Jack? ¡No hay porque estar preocupado!- ella lo interrumpió, poniendo una sonrisa -¡Yo estaré bien! No por nada se defenderme- se acerca a ambos para abrazarlos -Recuerden que ayudamos a robots alienígenas- soltó a los chicos con una risa carismática.
Rafael por su parte, sonrió de forma sincera, le guarda confianza. Jack por su parte, aún mantiene cierta preocupación en su mente.
El grupo de amigos continuó hablando pero luego se detuvo cuando llegó un anuncio en vivo.
-Llamando a todos los pasajeros para el número de vuelo CE 218 con el avión Colossal Express que se dirige a Japón desde Estados Unidos, este es el último período de tiempo para facturar el vuelo. 30 minutos para el vuelo.
El anuncio los tomó por sorpresa de inmediato, pero se recuperaron un tiempo después. Miko agarró la maleta que había apretado mientras miraba un panel eléctrico que mostraba todos los vuelos cercanos. Su vuelo estaba a solo media hora de distancia, y no podía perdérselo.
-Bueno, supongo que deberías registrarte ahora, Miko- Jack le sugirió, casi forzándolo de alguna manera. Él tampoco quería que ella perdiera el vuelo. Incluso si eso significara que su conversación tendría que ser interrumpida. Su vuelo era demasiado importante por el momento. Necesitaba ir con su familia.
-Claro, por cierto... Volveré como en unos 4 o 5 días...- abrazo por última vez a sus amigos.
-Muy bien Miko, cuídate- él respondió, con la voz tan tranquila.
-¡Si señor!
Luego trotó hacia una puerta, le dio su tarjeta de embarque y entró por la puerta. Pero ella no lo olvidó. Ella no se olvidó de decirles un pequeño adiós, a lo que ellos respondieron. Él le devolvió el saludo un poco mientras una sonrisa se curva en su rostro. Satisfecha, ella entró al aeropuerto, se registró y todo eso mientras Jack llevaba a Rafael a su casa para luego ir él a la suya.
Él espera que ella aterricé a salvo.
Lo que él no sabía es que esa sería la última vez que hablarían entre ellos, y la última vez que él volvería a verla sonreír.
~(...)~
Pasaron algunos días más, y Jack solo pasó esos días solo, estudiando sobre la astrología. Realmente no sabía qué hacer, ya que generalmente discutía sobre diversas cosas con Miko y Raf, este último actualmente se encuentra haciendo una breve investigación relacionada con el portal a la Némesis. Según se entiende, quiere saludar a Bee.
Miko era también su mejor amiga. Siempre pensó que acabaría siendo un solitario si nisiquiera una oportunidad de invitar a la chica que le gustaba, vaya que no se arrepiente de haberse montado en esa motocicleta al salir de su trabajo.
-Han pasado ya los 4 días... Hoy es el día en que Miko regresará...- dijo para sí mismo, con la mano derecha en la mejilla para sostenerse y el codo en el mango de la silla. Su mano izquierda solía pasar las páginas de derecha a izquierda para que continuara la lectura -Me pregunto qué cosas me dirá esta vez...
Sus ojos recorrieron su libro, las palabras canalizando en su mente. Las palabras fueron escritas en caligrafía bellamente escrita, y una marca de libro verde hecha a mano estaba presente con las palabras :¡Feliz cumpleaños Jack!
Recuerda cuando Miko le regaló ese libro, fueron unas semanas después de que comenzara su entrenamiento con el Agente Fowler (también esto con influencia de su madre por su mejor futuro). Debido a que terminó incluso yendo a Cybertron, pues a la japonesa le pareció interesante un libro relatando el espacio.
Era solo una situación normal de leer y leer. Pero sin embargo, sucedió algo increíblemente extraño.
Los colores se fueron escurriendo lentamente de sus ojos. Los tonos que van del rojo al granate se reemplazan lentamente por los colores monocromáticos del blanco y negro. Ahora todo era muy diferente. Y no en el buen sentido. Esto estuvo mal. Muy mal. Solo una cosa podría salir de esto.
Su alma gemela que ni siquiera sabía quien era había muerto. La mayoría de la gente pensaría que si tu mundo ya está lleno de hermosos tonos y colores, ya sabrías sobre tu alma gemela, quiénes son, cómo se veían. Sin embargo, él no lo sabía. Solo recuerda que su mundo se volvió colorido cuando empezó a suceder todo los relacionados a robots del espacio. En ese momento pensó que talvez al tener contacto con seres que no sufren de dicha "condición" pues tendría algo que ver.
-No, no...- se dijo a sí mismo mientras sacudía la cabeza violentamente -¡Esto no puede ser!
Y, por desgracia, sucedió. Todo era más o menos blanco o negro para él ahora. Nada puede ser cambiado. Su alma gemela ha pasado a mejor vida, encerrada lejos de él en lo alto.
Estaba en pánico. ¿Por qué él? ¿Por qué su alma gemela? Ni siquiera sabe quién es su alma gemela. Diablos, ni siquiera sabe si conoce a su alma gemela o no. Posiblemente si. Excepto que tal vez nunca se haya dado cuenta, pero, de nuevo, podría ser un no y no conoce a su alma gemela en absoluto.
En medio de los pensamientos de pánico, el teléfono en el bolsillo de la camisa vibró y sonó, 5:30PM era la hora actual, se muestra en el lado superior derecho junto a la identificación de llamada como su principal hazaña. Al principio, no quería responder y simplemente quedarse en su estado. Sin embargo, tan pronto como vio la identificación de la persona que llamaba, que era su mejor amigo, Rafael Esquivel.
-Jack. ¿Me escuchas?- la voz extrañamente triste de él llegó a sus oídos. Extraño, pensó.
-Sí- Jack respondió a su pregunta. Intentando sonar como siempre -¿Cuál es el problema?
No escucho mucho, solo el pánico en su voz y un poco de temor, es posible que estaba llorando -¡Enciende el canal de noticias ahora mismo!
Se escuchó un clic inmediatamente después, indicando que había colgado, Jack inmediatamente hizo lo que Raf le dijo que hiciera. Se levantó de su asiento y buscó lo que vio como un televisor remoto azul brillante con todo tipo de botones de colores que ahora era simplemente blanco y negro.
Luego apuntó el control remoto al televisor que estaba a solo cincuenta centímetros de él, y presionó el botón de cambio de canal y el canal presente en la pantalla vidriosa se convirtió inmediatamente en el canal de noticias. Y lo que estaba en sus titulares hizo que su corazón cayera.
-¡Noticias de última hora! ¡El Colossal Express con el número de vuelo CE 769 desde Japón con destino a Estados Unidos se ha estrellado!
Sus ojos ahora estaban bien abiertos con su mano cubriendo su bica en estado de shock y sorpresa.
«E-Eso es... El avión de Miko...»pensó para sí mismo mientras observaba la situación del accidente, parecía que había fuego en todas partes y el avión se había estrellado y roto gravemente. Parecía que la posibilidad de supervivencia apenas existía.
No... No... No, no había forma de que esto esté sucediendo. Primero su alma gemela murió y ahora Miko también podría tener la posibilidad de ser uno de los fallecidos.
-No, no hay forma de que Miko muriera, seguro que está viva- pensó una vez más en voz alta, y aun así estaba nervioso. ¿Quién no? Existe un alto riesgo de que ella muera en ese accidente mirando su situación, y las cosas ya no serían las mismas.
Una periodista en la escena del accidente aéreo sostenía un micrófono, con una pequeña lista en la mano cuando comenzó a hablar. Reportando en vivo desde la escena.
-Este es el informe xxxx xxxx de la escena del accidente aéreo de Colossal Express- la periodista comenzó a decir, su voz monótona mientras miraba la lista en su mano -El total de víctimas de este accidente es de 48 personas, y hay 29 heridos, su probabilidad de supervivencia es muy baja, pero actualmente están siendo enviados al Hospital, uno de los identificados se trata de Miko Nakadai...
Solo se escuchó un golpe.
Sus ojos se volvieron vidriosos, mientras se mostraba una imagen de las víctimas en la pantalla, y una de ellas era ella, magullada e incluso ensangrentada con algunas marcas de quemaduras en la mejilla. Su puño se cerró y una sonrisa pacífica pero forzada en su rostro. Su cabello ahora estaba enredado.
El cuerpo no se movió, ni un poco cuando fue llevada a la ambulancia y enviada al hospital.
Tenía que actuar rápido. Él no quiere verla morir así como así. Ella era su mejor amiga. Alguien que ha estado allí para él durante mucho tiempo. Alguien que lo alegraría con sus payasadas que amaba mucho. Alguien que lo hizo feliz y amado en su vida... No había forma de que la perdiera. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará.
Pero...
¿Por qué estaba más preocupado por ella que por esa alma gemela que murió unos minutos antes que ella? Claro, puede que nunca haya visto a dicha alma gemela antes, pero una pregunta aún permanecía en su mente... '¿Él... Realmente amaba a Miko?' No, no en este momento. Solo tiene que verla, ya sea la última vez o no. Él solo quiere verla.
Salió corriendo de su casa, corrió hacia su motocicleta y encendió el motor. Tan pronto como escuchó el motor encenderse, ni siquiera esperó a que se calentara. Inmediatamente salió de su casa.
El hospital estaba afortunadamente cerca de su casa, a solo diez minutos a pie que disminuiría en cuatro minutos si conducía. Pero en cada segundo que conduciría el auto, estaba preocupado, la sensación de pánico recorría sus venas mientras rezaba a la famosa All Spark de los Cybertronianos o quien sea que sea para que ella no muera. No puede, simplemente no puede perderla. Especialmente no después de que su alma gemela desconocida había muerto.
Después de algunos derechos e izquierdas, un pequeño embotellamiento y estacionar su moto, salió corriendo de su vehículo y se dirigió directamente al hospital a través de su entrada principal. Tuvo que detenerse de vez en cuando, ya que algunas multitudes le bloquearían el paso, pero finalmente él mismo encontró el camino hacia una enfermera.
-Eres Jack Darby ¿Verdad?- preguntó con voz tímida, esperando no causar ningún malentendido.
-Sí, de hecho lo soy...- respondió lo más calmado que pudo, sus ojos reflejaban sus preocupaciones mientras resoplaba por correr justo ahora -¿Sabes dónde está Miko Nakadai...?
En este punto, ni siquiera se preocupaba por nada más. Ni siquiera sobre su alma gemela. Solo estaba preocupado por Miko. Le preocupaba si ella sobrevivió a ese horrible accidente, si estaba bien, si murió o si todavía estaba viva pero en mal estado. Estaba preocupado por ella. No quería que ella simplemente muriera.
La cabeza de la enfermera se agachó, mirando directamente al suelo mientras un indicio de ansiedad permanecía en su tono -Me temo... Que...- luego lo miró, esperando enviarle el mensaje directamente, reuniendo todo su coraje para decir las palabras sin tartamudear.
-Lo siento mucho. La señorita Nakadai ha sido declarada muerta.
Con los ojos muy abiertos, sacudió la cabeza, sin creer lo que oía. No puede ser No no no no puede ser, por desgracia, sucedió. No había duda. Este hospital era un hospital muy conocido y usaría todas sus fuerzas para ayudar a sus pacientes a estar saludables y una vez que anuncien que el paciente está muerto, no hay duda. Estan muertos
-¿Estás segura de que está muerta...?- preguntó a pesar de saber la respuesta, simplemente no podía creerlo, no podía aceptar la realidad, no quería aceptar la realidad. No quería ver su cadáver acostado pacíficamente en la cama del hospital, no quería ver a aquella roquera mal herida, no quería verla sin decirle sus últimas palabras. No quería nada de eso.
-Por desgracia sí...- ella continuó con su voz más formal, levantando el portapapeles en su mano izquierda -Intentamos usar Countershock para tratar de despertarla, pero...- se detuvo por un momento, mientras la tensión en el aire crecía -Ella... no pudo ser salvada. El accidente del avión fue demasiado para ella, tampoco ayudó que fuera la última en ser encontrada y la última en ser llevada al hospital... La oportunidad de ella para sobrevivir apenas estaba allí... Sin embargo... Su cadáver no ha sido envuelto. Si lo deseas...
No terminó la frase ya que Jack le interrumpió, en un tono bastante dolido.
-Iré, quiero verla.
Él no pensó antes de asentir vigorosamente, queriendo verla, incluso si ella podría estar muerta, al menos una vez más. Una vez más antes de que sea enterrada. Una vez más antes de que él nunca la vuelva a ver, una vez más antes de que sea enviada de regreso a la famosa All Spark. Sólo una vez más.
-Sígame por favor- la enfermera dijo mientras se daba vuelta para guiar a Darby a donde podría ver a su mejor amiga, caminando por el pasillo hacía cierta habitación mientras Jack la seguía ansiosamente. Los pasos resonaron por todo el espacio mientras ella se detenía gradualmente en una sala.
Abrió la puerta al muchacho y reveló la vista de un cadáver enfermizo de aspecto pálido de la roquera alguna vez, viva y enérgica Miko Nakadai. Con todo tipo de cosas unidas a ella, el monitor cardíaco a su izquierda sonó, se formó una línea recta y ella estaba acostada allí con una máscara de oxígeno, en esa cama de hospital blanca con esa sonrisa forzada todavía pegada en su rostro mientras agarraba lo que parecía un trozo de papel muy apretado.
-Te dejaré en paz- le dijo y salió de la habitación para volver a sus deberes. Dejando a Jack y su amiga de hace un tiempo ahora muerta solos en la habitación en blanco solos juntos.
Él se acercó un poco más a la cama, los pasos nunca vacilaron y miró su cuerpo, mirando sus rasgos por última vez, de pies a cabeza, su ropa estaba dañada, casi completamente quemada, no fue una suerte. Y estaba casi completamente intacto. Sin embargo, había una cosa que llamó su atención. Había algo grabado en su piel. Y luego de una inspección más profunda, las palabras fueron claras, y lo sorprendió.
En él, estaban grabadas las palabras, Jack Darby.
Y ese fue el último clavo en el ataúd. Recordaba todo ahora.
~(...)~
Todo empezó ese día después de ver a dos robots gigantes pelear entre otros más. Al salir de la escuela vio la motocicleta estacionada en frente del lugar, como si lo esperará mientras que una especie de automóvil amarillo recogía al chico menor.
-¿Quiere que nos subamos en él?- cuestionó al observar como la puerta se abría sola.
El vehículo soltó unos curiosos pitidos.
-No, solo yo- hablo con confianza Rafael -A ti te esperan por allá- dijo la indirecta hacía la moto y se subió al vehículo.
Jack por su parte, decidió ignorar a la femme e irse por su camino. Esto no paso por alto en Arcee quien fue tras él, aunque no presto atención a la chica japonesa la cual le estaba dibujando desde que se escapó de las últimas clases.
-¿Qué?- volteó a ver a los lados al no ver al vehículo, hasta que escucho el motor a lo lejos y pudo ver cómo la motocicleta se manejaba sola hasta la parte de atrás de la escuela -Genial.
Se acercó y pudo escuchar varios sonidos mecánicos muy repentinos, se asomó hasta que pudo ver a la robot totalmente transformada e intentando convencer al muchacho de ir con ella, debido a que como ayer los vieron juntos pues la probabilidad de que los Decepticons vayan a por él eran mayores.
Aunque. ¿Que son esos Decepticons?
-Ven con ella- soltó Miko intentando ayudar a la robot, mirando así la cara de sorpresa de ambos.
-Chatarra- soltó la robot para así volver a su forma vehicular -Ella también vendrá.
-¿¡Qué?!- soltaron ambos humanos, uno con sorpresa y la otra por emoción.
-Optimus no espera, suban. Les explicaremos todo allá.
Los dos jóvenes obedecieron sin problemas, Jack se subió a la motocicleta seguido de Miko, ahí sucedió algo que lo dejo bastante sorprendido. Los colores comenzaron a aparecer en brevedad. ¿Su alma gemela estará cerca? Pero por la situación, prefiero ignorarlo.
Durante el trayecto, le hicieron unas cuantas preguntas a la robot sin entrar mucho en detalle (son meros desconocidos después de todo), una de ellas fue el tema del alma gemela y los colores.
-¿Colores? No, nosotros no poseemos eso, nosotros vemos colores desde siempre sin necesidad de un Sparkmate o alma gemela como uds le dicen.
-Bastante interesante- hablo Miko.
Al llegar a la base Autobot, fueron recibidos por un mech verde bastante enorme y por uno que por sus colores, se puede deducir que es el médico del lugar. Aunque su emoción y asombro no paraba ahí, ya que un pequeño temblor o mejor dicho, pasos se acercaba a ellos.
-Wow...
Ante los 3 humanos, se hizo presente el líder del grupo, Optimus Prime.
Esto en definitiva es el inicio de una aventura muy interesante. El destino es muy curioso al juntarlos para este momento.
Sin embargo, lo que no sabían es que los dos ya estaban destinados juntos. La dama del amor atando sus almas para entrelazar sus corazones. El destino ya los tenía juntos desde hace mucho tiempo. Por los siglos de los siglos....
~(...)~
Volviendo a la realidad, los ojos de Jack se volvieron mucho más vidriosos, las lágrimas comenzaron a resbalar por el rabillo de sus ojos cuando sus piernas comenzaron a rendirse, cayó al suelo, un pequeño golpe salió de su acción, cuando comenzó manchar la cama con sus lágrimas. Todo este tiempo, él nunca se dio cuenta, nunca se dio cuenta de que ella, su mejor amiga desde hace rato, era en realidad alguien con quien debía pasar la eternidad.
Él sostuvo su brazo, casualmente haciendo que el trozo de papel en la mano de Miko se deslizara y aterrizara en el suelo, donde inmediatamente lo recogió. Lo abrió y resultó que no era un trozo de papel normal. Era un dibujo que ella había hecho, de ellos 3 juntos la última vez que vieron a los Autobots.
-Lo siento mucho Miko...- susurró, esperando que su voz llegara a donde ella estaba ahora -Lo siento mucho...
Las palabras resonaron por toda la habitación, su cuerpo frío, quieto y, sin embargo, para él hacía calor. No no en realidad. El cuerpo no estaba tibio. Algo más estaba tibio. No era él, el piso, la cama, ninguno de ellos. Sin embargo, eran brazos. Sintió cálidos brazos envolviéndolo en un abrazo suave, apretado pero suelto. Los brazos que lo hacían sentir amado le resultaban tan familiares. Sin embargo, no sabía quién era. Es decir, hasta que una pequeña voz débil susurró en el aire, una voz que él conocía tan bien, una voz que amaba, una voz que pertenecía a su alma gemela, diciendo
-¡Yo siempre te cuidará desde arriba, Jack!
Los cálidos brazos que lo envolvieron desaparecieron y lo dejaron solo una vez más. Y eso, ese era el límite para él, las lágrimas finalmente rompieron su barrera, deseó que esto nunca sucediera. Deseó haber podido evitar que ella fuera. Deseaba poder rebobinar el tiempo. Deseó haberla convencido de que no ir a Japón. Deseaba haber podido evitar que ella entrara en ese maldito avión.
•Fin
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