09 ⏐ Ceniza
Namjoon no regresó a la comisaría luego de aquel fugaz encuentro, y si bien tenía trabajo por hacer a veces sentía que no hacía suficiente; veía a su mejor amigo caminar de un lado a otro todo el tiempo, era consciente de las extensas juntas que mantenía en la oficina del comisario y patrullaba las calles mínimo una vez al día pues irónicamente todo en Seúl estaba tranquilo.
Pensaba en Namjoon y todo lo que podría estar haciendo en una sede más grande, las llamadas, las reuniones, el intercambio de información; y luego estaba él, con la nariz metida en pilas de papeles y correos electrónicos, con el extravagante pelirrojo siendo lo único extraordinario en su rutina.
Inhalando su pesimismo repasó de nueva cuenta la información recabada: Choi Youngjae, veintisiete años, 1.77, nada especialmente llamativo a excepción de un largo tatuaje de cobra en el brazo derecho y un lobo en el centro del pecho. Era el dueño del Tattoo Studio desde hace varios años, teniendo contados encuentros con la policía.
Si lo que Taehyung decía era verdad entonces tendría que vigilar de cerca el establecimiento para notar el cambio de color en las letras, entrar de encubierto para contar las personas dentro y llamar por refuerzos.
Sonaba tardado, lo único que pedía era tener a alguien tras las rejas luego de todo lo que haría por tener éxito.
...
Con el aroma a guardado recibiéndolo Jungkook sintió un peso quitársele de encima, pues ahora con su auto de regreso podría dejar la patrulla y con ella la persistente ansiedad de llamar demasiado la atención. Terminando su turno y aprovechándose de lo ocupado que Hoseok se encontraba se tomó la libertad de conducir lejos de la comisaría sin dar muchas explicaciones.
La brisa de mayo por la noche le relajó los hombros, miró el calmado tránsito y a media carretera Jungkook suspiró pleno. Le gustaba. Aún con sus inseguridades de novato o los días pesados amaba ejercer la profesión que tanta sangre, sudor y lágrimas le costó. Adoraba estar codo a codo con su mejor amigo y encontrar nuevas amistades en compañeros de trabajo.
Le honraba la confianza depositada en sus manos y el futuro próspero que todos parecían ver en él. Por eso y más es que manejaba buscando ayudar a sus superiores incluso fuera de su horario de trabajo.
Los haría sentirse orgullosos.
...
Pudo ver el brillo naranja de las letras a la distancia, por mera costumbre estacionó pocas calles antes y continuó el resto caminando. A mitad de camino se sorprendió al encontrar el lugar abierto y con aparente clientela, con disimulo sacó su celular y apuntó a las letras sacando una fotografía que en el futuro le ayudase a discernir el cambio de color.
Decidido a tantear terreno entró, dentro trabajadores lo recibieron con asentimientos de cabeza, una rápida mirada y ya tenía localizadas salidas de emergencia y posibles almacenes aunque cuartos escondidos siempre eran una posibilidad.
—Buenas noches —un joven con el cabello gris y sonrisa encantadora se le acercó, con múltiples perforaciones en las orejas, una en el labio y tatuajes de porte minimalista por los brazos y el cuello—. ¿Busca algo en específico?
—No realmente, es mi primer tatuaje, ¿Qué me recomendarías?
El chico lo recorrió de pies a cabeza con un brillo especial en los ojos, tal cual pintor frente a lienzo blanco.
—Tienes un cuello atractivo, algo ahí te sentaría bien —Jungkook sopesó sus palabras, buscando algo más discreto y sencillo que pudiese ocultar bajo el uniforme. No necesitaba un distintivo delatándolo todo el tiempo.
—Mmm... ¿Qué tal... —sacó su celular buscando la imagen, pues aquel tatuaje estaba planeado con antelación—, esto?
El peligris observó el delicado símbolo con curiosidad, la gente se tatuaba cosas raras que muchas veces no entendía.
—¿Puedo preguntar qué es?
—Es un símbolo greco egipcio, significa honor.
—Ya veo... ¿El honor es importante para ti?
Jungkook moriría por él.
—Lo es —el joven tatuador sonrió complacido con la seguridad en las palabras del pelinegro.
—Al ser más sencillo podemos cambiarlo a alguna parte del brazo —ofreció y Jungkook no pudo esperar algo mejor.
—Propongo el deltoides.
—Perfecto entonces, pase por aquí por favor —el chico lo pasó a una pequeña habitación, todo más higiénico de lo que había imaginado—. ¿Y a qué te dedicas...?
—Yugyeom —completó, el chico se veía amistoso pero Jungkook no se sentía cómodo dando su verdadero nombre a alguien a quien estaba investigando, tan paranoico.
—Mucho gusto Yugyeom, yo soy Taemin —ordenó los materiales indicándole tomara asiento—. ¿A qué te dedicas?
—Soy estudiante de medicina —a veces le sorprendía lo rápido que pensaba en coartadas, la máquina le tocó la piel.
—Para estudiar una carrera exigente tienes muy buen físico, ¿Entrenas diario? —hizo referencia a los músculos en su brazo, casi lo hace sonreír avergonzado.
—Como desestrés —bromeó siguiéndole el juego.
El tatuaje fue rápido de realizar, en todo momento Taemin mantuvo una conversación entretenida que lo hizo sentir extrañamente cómodo, de vez en cuanto halagando algo en él; el tipo era coqueto por naturaleza, Jungkook descubrió tras finalizar la reunión.
Una vez listo le permitió observarlo en un espejo dejándolo conforme. Jeon nunca había sido fiel admirador de los tatuajes pero reconocía que ese le quedaba bien. Hicieron factura y Taemin le entregó el recibo de pago junto con su número anotado en él.
—Llámame un día que no estés tan ocupado, luces como alguien interesante incluso fuera de la sala de tatuajes.
Jungkook agradeció con una sonrisa y se marchó con el ego quizá algo elevado por el trato recibido. Entablar amistad con un empleado directo podría resultar beneficioso en muchos sentidos y arriesgado en otros pero valía la pena el intento.
[...]
"¿Qué tan profundo es el abismo?
¿O qué tan honesta es la verdad?
Bastó perderme en tintes ceniza para hacerme dudar, para avivar mi curiosidad y despertar mi mal actuar.
¿Qué tan egoísta era querer tocar el fuego sin quemarse, amar sin pulverizarse?
Si descubrirlo es mi destino y mi castigo juntando amabas manos recitaré así será."
STREAM FILM OUT <3
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