05 ⏐ Carmesí
—¿Cuándo traerán tu auto? —preguntó Hoseok llevando la tostada a su boca. Jungkook terminó de servirse sentándose frente a él.
—Si todo va bien, la próxima semana. Me pone de los nervios tener la patrulla afuera, llama demasiado la atención —se quejó probando un bocado del desayuno. Siempre había sido un hombre muy correcto y prudente, así había sido educado.
—Si te molesta mucho puedo esperar a que termines y nos venimos en el mío —Jungkook negó.
—No voy a disponer de tu tiempo, hyung. Pero te lo agradezco —Hoseok despeinó su cabello con cariño.
—Eres demasiado considerado, pero de verdad, puedo esperarte —insistió.
—Sé que puedes hyung, por eso te digo que no. Tienes que descansar o te saldrán ojeras y no te verás bonito para Yoongi hyung.
Hoseok se atragantó con el tocino a medio masticar en su boca, tosiendo ruidosamente con un explosivo sonrojo apoderándose de su rostro. Jungkook lo miró con la indignación titilándole en las pupilas.
—¿Cuándo ibas a contarme sobre ustedes? —se llevó una mano al corazón—, como tu mejor amigo me siento ofendido. Me duele, justo aquí hyung.
Habló con tanta seriedad que luego de estar al borde de la muerte, Hoseok soltó una carcajada.
—Lo siento, no pensé ser tan obvio —Jungkook lo miró escéptico.
—¿Bromeas? Olvida la tontería de tus ojos brillan al verle, ¡Todo tú brillas cuando estás cerca de él! Y ni hablar de que te la pasas todo el día metido en su oficina como una garrapata —contó con demasiada rapidez—. Y él, aún si no lo conociera pensaría que le gustas porque siempre está observándote y se hace el desinteresado tan rápido volteas a verlo, ¡Es hilarante!
Jungkook ríe, su corazón sintiéndose cálido al ver a su mejor amigo con el rostro rojo y una enorme sonrisa.
—Pero en serio... ¿Cuándo planeabas contarme?
—Bueno, cuando fuéramos algo —admitió, su felicidad decayendo un poco.
—¿Ustedes no han hablado del tema? —Jungkook terminó su desayuno.
—No directamente, pero me ha dado a entender que por el momento no está interesado. Ya sabes, carga mucha responsabilidad en sus hombros como para agregar una carga extra.
—Tonterías —trató de consolar, el mayor se encogió de hombros.
—No puedo obligarlo a corresponderme, y aún si está interesado en mí respeto sus motivos para no querer avanzar más.
—Estoy seguro de que también le gustas hyung —recogió ambos platos y besó cariñosamente su mejilla, haciéndole saber que sin importar cómo terminara todo, él estaría ahí—, quizá solo necesita tiempo.
Hoseok asintió y se levantó también, rodeando con sus brazos la cintura de Jungkook, quién lavaba los platos. Agradeció en su oído y lo apretó contra sí, sólo apartándose al ver la hora en el reloj de la pared.
Terminaron su rutina matutina y se dirigieron por otro arduo día de trabajo a la comisaría.
[...]
"Quizá no necesitamos de besos pasionales para sentirnos amados.
Quizá todo sentimiento se origina al ver nuestras carencias en el prójimo, desesperados en poder repararlos. Sin recordar que a la única persona que podemos arreglar es a nosotros mismos.
Quizá nos aferramos a la idea de un amor de película y no nos permite ver que el amor nace de los pequeños momentos.
Aquellos en los que te miras al espejo y descubres partes lindas, o cuando tenemos la dicha de ver el carmesí en mejillas ajenas. Ya sea por vergüenza injustificada o sonrojos de quién ha sido atrapado.
De quién ha mentido, reído o se ha enamorado.
Quizá luego de vernos, podemos ver el amor en el resto."
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