Tipo:one shot
Advertencia:contenido sangriento

No se cuanto tiempo llevaba corriendo, pero tenía que hacerlo, he escapado de Idia, que, aunque lo amo, esta completamente loco.

Al ser de pomefiore nos clasifica belleza deslumbrante y mucha fama. En mi caso era entre los chicos, Idia no era la excepción. Decidí ser su novia porque el me demostró amarme mucho, prometió matar por mi amor, y por esa misma promesa estoy corriendo de el ahora mismo.

Ha asesinado a un chico que se me confesó, dejando su cabeza rodando en el suelo de un hachazo.

Se suponía que el no usaba esas cosas para nada, siempre fue cariñoso, atento, detallista, a veces muy celoso, pero nada que molestara.

Sentía su voz gritar mi nombre, lágrimas corrían por mis ojos y me maldije miles de veces por las ganas que tenía de virar y abrazarlo, olvidandome de lo que acababa de hacer.

-¿Nina? ¡Cariño, vuelve, no me dejes asi.No me obligues a buscarte!

Esas palabras me hicieron entrar en pánico y correr lo más fuerte posible.

Sentía a Idia llamarme, cosa que me tenía aterrada.

Corrí hasta el dormitorio abandonado.Y al entrar me tropecé, doblandome el tobillo haciendo que cayera de rodillas haciéndome daño en ellas. Vil me mataría por dañarme, pero igual tenía que huir.

A rastras me escondí en una habitación oscura. Donde me senté a sollozar bajito y a pensar en como conoci a Idia.

Flashback

Estaba descansando tranquilamente en el pasto,sola, hasta que aparecio Vil, junto a Rookie y un chico de cabellos azules y ojos amarillos, muy atractivo.

-Querida, necesito que ayudes a el chico con un peinado bonito para la próxima actividad escolar. El es Idia Shroud-Dijo sonriendome y señalando al chico.

-¡Claro, me enorgulleceria ayudarte, soy Nina!

Me gustaba que su pelo fuera tan largo, soy como la peluquera de la escuela así que me encanta peinar a la gente.

Pero con el era difícil. Nos reunimos esa misma tarde en mi habitación para poder peinarlo pero no se me ocurría nada.

-Mirame cariño-Dije amablemente.

Idia me miro sonrojado, una cara irresistible. Decidí probar con una trenza China.Le quedaba hermosa, el era muy lindo.

-¿Gracias Nina, te debo algo?

-Tranquilo, no es nada ayudarte.

-Nina-chan es muy linda.

-Tu también lo eres-Dije nerviosa.

-¿Bueno, emm, mejor me voy si?

-Si-si gustas.

Y él se fue.

Fin del flashback.

Sentí un ruido raro, pero no era nada. Luego de eso trate de acomodarme un poco en ese lugar, viendo una flor marchita en el piso.

Recuerdos de como nos hicimos novios vinieron a mi mente.

Flashback

He recibido un ramo de rosas azules hoy. Cosa rara ya que nadie hacia esto. Las flores tenían una nota

Quisiera decirte lo que siento, esperame esta noche fuera de tu dormitorio por favor.

Estaba un poco emocionada de saber quién sería, pero temía que no fuera quien quería que fuera. Quería a idia a mi lado, en estos meses que lo conocí me enamore de él. Era una persona simple y adorable.

En la noche salí a donde me dijo y apareció ese chico que yo estaba esperando. Idia estaba parado ahí mirándome, y yo sonriente me acerque y le dije.

-¿Las flores fueron tuyas?

-Si, es que, no sabía que detalle darte y decidi q eso era lo mejor.

-Gracias Idia, yo-me interrumpió.

-Yo te amo, soy capaz de matar por tu amor, espero que me Correspondas. ¿Serias mi novia?-Dijo esto con la cara y el pelo rojo

-Claro que si Idia, te amo muchísimo.

Nos besamos y abrazamos mucho ese día. Y así comenzo una hermosa relación de 1 año y medio.

Fin del flashback

Por cosas como esas quería perdonarlo por lo que hizo, pero se me hacia muy difícil.

Soy capaz de matar por tu amor.

Esa frase tan linda como sincera me hacia sonreír pero a la vez temblar.

Por mi cabeza rondaban muchas cosas, si lo perdonaría. Que sería de él.

Seguro me mataría a mi por haber huido. Eso me daba un dolor en el pecho horrible.

No se cuantas horas habían pasado ya. Pero el miedo lo hacían parecer minutos.Llorando en silencio. Tranquila, su vil me veía me mataria, pero la situacion lo llevaba y esperaba que supiera perdonarme.

Me sentía mal, tenía hambre y empezaba a hacer frío, era raro, pero extrañaba a Idia,con el cosas como esas no pasaban, y podía sentirme tranquila con el.

Estaba casi convencida de salir y tirarme a sus brazos a llorar pidiéndole perdón. Pero no se si me haría algo. Me asustaba la idea. El siempre ha sido extremista para todo.

Era extremadamente amoroso, cariñoso, lindo, bueno, amable, noble y sobretodo, extremadamente celoso.

Mi mente andaba en un vaivén de ideas contradiciéndose la una a la otra.

Mis pensamientos se cortaron y mi rostro empalideció al oir una voz demasiado familiar.

-¿Nina?Amor, llevo buscandote por toda la escuela. ¿Dime donde estas?

Estaba muy asustada, confundida, mis pues temblaban demasiado, mi respiración era irregular al igual que los latidos de mi corazón.Sentí que me desmayaria.

Todo eso aumentó cuando ví su silueta delante de mi decirme.

-Menos mal que estas bien amor.

Grite muy fuerte y me alejé de el arrastrandome por el tobillo torcido. El solo se acercaba y mis ojos se volvían a llenar de lágrimas.

Me cargó por mucho que forcejee y solo le pude decir, temblando y llorando.

-No me hagas daño por favor.

El me miro confundido y me dijo secando mis lágrimas.

-Amor.¿Tan mal estuvo lo que hice?

Asenti aún llorando.

-Lo siento. No debi haber hecho algo tan cruel. Pero te amo tanto, cada día te amo más. Y no quiero que nadie nos aleje. Tenía miedo amor. ¿Pero acaso pensaste que te haría algo? Eres el amor de mi vida, nunca te haría daño. Ahora, vámonos, hay que llevarte a la enfermería.

-¿Cómo supiste que estaba aquí?

-Un estudiante me lo dijo.¿Cariño, no tengas miedo, me perdonas?

-Supongo que si.Solo Prometeme que no lo volverás a hacer.

-Sin dudarlo amor.

Idia era demasiado pedir. Tenía que perdonarlo. Empezó a caminar sin dejar de mirarme ni un segundo. Sin dejar de analizar mis reacciones ni mi manera de mirarlo. Siempre cuidadoso.

Como les dije a Vil casi le da un infarto, pero al enterarse de que "Estaba jugando con el y me caí" Se calmó.

Idia no me dejaba caminar, me cargo hasta mi cuarto y me acostó alli,preguntandome cada tres minutos si necesitaba algo.

Yo sonreía ante esa actitud. Volvía a ser el Idia de antes. Él que yo amaba mucho y él que me amaba demasiado. Sonriendonos igual de tontos que al principio. Ese era mi chico, y no había necesidad de temerle, solo de tener cuidado.

Idia miro a la nada, como si estuviera pensando demasiado,sonrojado a muerte y me dijo.

-¿Nina, te apetece que nos casemos?