↝ 3 ↜
Pedido por: Lemondemongirl
Pareja: Sanemi x Mitsuki
Temática: Fluff
Idea: Shinazugawa y Kanroji tienen una misión de 4 días para exterminar demonios, pero durante este tiempo logran conocerse mejor, hasta ligeramente comienzan a enamorarse...
Espero que disfrutes de tu pedido.
Una misión comprometedora
Algo que jamás pensaría que iba a ocurrir, ocurrió.
Ahora Mitsuki se encontraba caminando dos metros detrás de aquel otro Pilar, ambos habían sido llamados para que junto vayan a una misión bastante lejos. Pero la pelirrosa se encontraba algo nerviosa al estar a solas junto aquel explosivo pilar.
"Qué haré~" Pensó, a la vez que terminaba por regresar a ver por cuarta vez aquella espalda ancha del peliblanco, para su suerte este no iba tan rápido como esperó. Pero al cabo de unos minutos solamente suspiró agotada de como matar este silencio tan incómodo.
—Oye— La pesada voz de Shinaguzawa, hizo que la pelirrosa soltara un pequeño jadeo asustadizo.
—¡S-SÍ!— Se acercó más rápido para escuchar bien lo que iba a decir el peliblanco.
—No tenemos tiempo que perder, apresura tu paso— Y sin más, el más alto se giró en dirección al norte y comenzó a correr con bastante velocidad, dejando una nube de polvo como prueba.
Kanroji parpadeó varias veces y miró el camino que recorría su extraño compañero, esperaba que le hubiera gritado o algo. Pero a los pocos segundos se dio cuenta que se estaba quedando atrás y se perdería.
—¡Ah! ¡Shinazugawa-san, espérame!— lloriqueó.
Luego de varias horas, una agotada mujer de trenzas entraba por las puertas del hostal en donde iba a hospedarse con el peliblanco, pero al abrir la puerta un jarrón fue lanzado hacia un costado de su rostro impactándose en la pared.
—¡ME ESTÁ DICIENDO QUE SOLO TIENE UNA HABITACIÓN!— Vociferó el peliblanco. Mitsuki observaba con algo de temor—¡Envié una carta con mi cuervo para reservar las malditas habitaciones!— Golpeó la mesa de la recepcionista quien solo lloraba mientras pedía una y otra vez disculpas.
—¡Lo lamentamos muchísimo estimado cliente!— Mitsuri se acercó hasta colocarse a un lado del pilar del viento y tratar de calmar la situación.
—Cre-creo que no hay problema si-si hay una habitación— Habló con sus mejillas algo sonrojadas— Comprendo que haya una alta demanda por la festividad, cierto?— La pobre empleada miraba con ojos de salvación a la amistosa pelirrosa.
—¡Exactamente! Igual nuestro jefe les brindará la adecuada disculpa... se les dará un descuento en su estadía— Mitsuri subió su mirada hacia un más calmado Shinazuwaga quien solo rechistaba.
La empleada colocó la llave sobre el mostrador y enseguida el hombre de cabellos blancos se marcha con fuertes pisadas, dejando a ambas mujeres en un silencio incómodo.
—S-su esposo está bastante enojado— Habló la empleada, provocando un sonrojo muy fuerte sobre las mejillas de Kanroji.
—Am... cre-creo que estará bien— Respondió y sin dejar a oportunidad de que la empleada hablara.
Para Kanroji, esto serían 4 días complicados.
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Había pasado un día completo en aquel pueblo y ambos pilares regresaban cansados al hostal, Kanroji saludo a la empleada de ayer, mientras que Sanemi solo le daba una mala cara. La pelirrosada ahora seguía los pasos del más alto hasta la habitación que ambos compartían.
Pero no era lo que se imaginaba, cada uno dormía en un futon separado por varios metros de distancia, además, por idea del pilar del viento, colocaron un separador de bambú entre ambos colchones.
El silencio incomodo de ayer se mantenía latente y Mitsuri estaba pensando en una forma para establecer una conversación con su compañero de trabajo. Esta vez tomó fuerza y levantó su dulce voz para parar al peliblanco, quien pensaba irse a los baños.
—¡Shinazuwaga-san!— El más alto se giró algo sorprendido aunque no quisiera demostrarlo—¡No perdamos las esperanzas y pronto encontraremos la guarida del demonio!— Las esmeraldas de la mujer se clavaron en él.
Pero a ojos de Sanemi, en ese momento Kanroji lucía demasiado linda, como si fuera de un cachorro pidiendo atención. "Deja de pensar estupideces" Se regañó mentalmente y solo pudo asentir para luego salir corriendo de la habitación.
—¿A-Acaso me respondió?— La chica estaba impactada y apretaba sus mejillas para comprobar que no estuviera soñando— Y no insultó, esto es un avance— Sonrió para sí misma mientras comenzaba a buscar sus cosas para un baño también.
Mitsuri: 1
Sanemi: 0
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La mañana siguiente ambos se despertaron temprano para buscar información necesaria de aquel demonio, debían resolver todo eso antes del festival que se llevará acabo en su pueblo. Pero como si fuera de algo natural, Kanroji y Shinazuwaga se saludaron al mismo tiempo.
Y provocó unos segundos de silencio.
—Oh, Kanroji— Sanemi llevó su mano a los despeinados cabellos bicolores de la contraria y deslizó sus dedos hasta la comisura de su boca.
Kanroji en ese momento se despertó completamente, y su rostro quemaba.
—Estas comiendo tu cabello— Y sin más retiró los dichosos mechones y se giró en dirección a la puerta de su habitación y se marchó.
Mitsuri por su parte, aún seguía parada sin poder reaccionar y todo su rostro estaba encendido. Ella acabó de conocer una nueva faceta de Shinazugawa.
Mitsuri: 1
Sanemi: 1
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Esa misma tarde, los exhaustos pilares regresaban bastante tarde a la hostal. Pues durante el día fuero a buscar información entre los pueblerinos y cuando la noche llegó, ellos encontraron algunos demonios de nivel inferior, su plan era interrogarlos antes de matarlos, pero estos solo se suicidaron antes de decir alguna palabra.
Sanemi llevaba una vena hinchada en su sien mientras que sus puños estaban apretados a más no poder. Mitsuri por su parte se preocupó por él y sabía que desde el fondo debía hacer algo, o mejor dicho debía decirle algo.
La pelirrosa esperó hasta la hora de dormir, para hablar con su compañero. Rezando internamente para que nada malo vaya a pasar.
Escuchó como la puerta era abierta con violencia y supo que Sanemi había vuelto, un tantito más calmado. Respiró hondo para luego encararlo.
—Shinazugawa-san— El hombre solo la miró con su habitual ceño fruncido y cara de pocos amigos. Pero eso no la intimidó— ¿Te encuentras bien?
—Eso no es tu asunto— Cerró la puerta con la misma intensidad y caminó hasta su futon con intensiones de ir a dormir, pero la pelirrosa caminó hasta su lado y se sentó a un costado del futón— ¿Se puede saber que mierda intentas, Kanroji?— Entre sus palabras cargadas de odio, explícitamente le dijo "No deseo hablar contigo ahora".
—Yo... yo solo intento... uhm... animarte— El peliblanco solo se volteó para darle las espaldas y Mitsuri solo suspiro— Escucha, sé que es frustrante que ambos siendo pilares no hayamos resuelto este problema y el tiempo se acorta.
—Si tu intención es animarme, estás haciendo lo contrario— Se quejó.
—¡Ah! Lo siento, pero a donde quiero llegar, es que no solo te enfrasques en la frustración tu solo— Sanemi prestó atención pero aún seguía sin darle cara— Me tienes a mí, ya que ambos somos compañeros y yo también estoy envuelta en esta misión.
Hubo un momento de silencio y Mitsuri sabía que debía marcharse a su lado de la habitación. Se levantó del tatami y giró delicadamente sus pies para poder marcharse, pero la voz del contrario logró detenerla.
—Gracias, Kanroji— Mitsuri sonrió satisfecha de que su mensaje le haya llegado al arisco de Sanemi.
Ambos durmieron con un pequeño sentimiento cálido creciendo en su pecho.
Mitsuri: 2
Sanemi: 1
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Una nueva mañana comenzaba para ambos jóvenes pilares, se despertaron a la misma hora y se saludaron con un poco más de cercanía, hasta conversaron más casualmente.
—Shinazugawa-san— Habló la pelirrosa mientras sujetaba con sus palillos un pedazo de tortilla—¿Puedo llamarte Sanemi-san?— El peliblanco se atragantó con un bocado de arroz y tosió fuertemente.
Fue inevitable que se sonrojara por la cercanía que ahora tenía con Kanroji. La misma le pasó un poco de té para que pasara la comida.
Nuevamente pasaron un par de minutos para que el joven Shinazugawa recuperara el aliento y su compostura. El resto de su desayuno fue muy callado y la mirada de la pelirrosa estaba decaída, tal vez aún no tenga la confianza de su compañero. Antes de que una empleada del lugar entrara para retirar los recipientes, Sanemi tomó la palabra.
—Puedes llamarme como quieras— Dijo un poco avergonzado y Mitsuri le dedicó una amplia sonrisa provocando que el de cabellos blancos volteara su rostro mientras cubría con su boca con ayuda de su mano.
"Carajo, es demasiado linda"
Mitsuri: 3
Sanemi: 1
—Está bien, Sanemi-san— Dijo con alegría mientras se levantaba para salir de la habitación y correr hacia el baño para asearse y limpiar su boca.
—¡No te vayas a demorar, Mitsuri!— Gritó el hombre mientras sacaba su rostro hacia el pasillo, pero observó como la nerviosa pilar se tropezó con su pantufla y casi cae.
Mitsuri: 3
Sanemi: 2
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Por la tarde, ellos escucharon que el último intento de rapto fue hacia una pareja recién casada, lo que le dio a entender a los pilares que debían ir en cubierta. Mitsuri y Sanemi fueron a una tienda para alquilar algún kimono como disfraz y aparentar ser una pareja.
Algo que al principio les fue complicado.
—Estás muy rígida— Le susurró el peliblanco que ahora caminaba al mismo nivel que la mujer peinada en trenzas.
—Lo-lo siento, hace mucho que no-no uso Kimono— Internamente Kanroji estaba muriendo ya que la asistente apretó mucho su obi.
A pesar que el día de mañana comenzaba oficialmente el festival, varias tiendas abrieron y las luces de papel estaban adornando toda la entrada al lugar. Sanemi siguió instintivamente a Mitsuri quien caminaba hacia los puestos de dulce.
Ese olor dulzón los atrajo a ambos y observaron dangos recién hechos y varios ohagis colocados en vitrina para vender.
—¿Que les puedo ofrecer a los enamorados?— Ambos se sonrojaron y trataron de calmar sus nervios.
—Uhm...— La inseguridad de la pelirrosa estaba a flor de piel, pero esta vez fue el turno del más alto de tomar las riendas de la situación.
—Estamos casados— Soltó sin más— Y deseamos llevar seis de esos pinchos de dango y una caja de ohagis— Explicó con seriedad.
—Cla-claro, en un momento tengo su orden— Y sin más el vendedor se agachó en busca de los platos y colocar la orden. Luego se incorporó— Aquí tienen su orden, serían— Sanemi ya le extendía el dinero y tomó de la mano a la pelirrosa para buscar un lugar donde sentarse.
Aún así el vendedor les vio con una sonrisa.
—Ay, envidio a esa joven pareja...— Soltó junto a un suspiro.
—Dijiste algo, cariño— El vendedor tembló en su lugar.
Por otra parte, Mitsuri no comprendía la iniciativa de su compañero, al igual que su corazón que comenzó a latir como loco. Ella se hace llamar el pilar del amor y aún así no se da cuenta de los sentimientos que está desarrollando.
Luego de un rato encontraron un lugar para sentarse y comenzaron a comer con suma casualidad. Mitsuri aún no probaba los dangos que tenía sobre su regazo y los miraba con algo de duda, al igual que subía a ver el rostro con la hermosa sonrisa que pudo hacer Sanemi en ese momento.
Los ojos de color esmeralda quedaron prendidos de aquella tranquila y suave imagen que tenía de su compañero de misión.
—¿Sanemi-san, a ti te gustan los ohagis?— Preguntó dudosa.
—Sí, me encantan— Él mismo estaba sorprendido de haber confesado algo que era un secreto.
—Oh! Desearía probar uno, ya que no sé a que saben—Sin más, el mismo Sanemi le extendió uno, internamente pensó que ella no lo aceptaría pero la delicada mano de la mujer lo tomó y se lo llevó a la boca.
Sus ojos se abrieron y mostró una sonrisa mientras degustaba de aquel suave dulce, algo tan delicioso y lo mejor era que Sanemi se lo había dado.
—¿Qué tal están?— Ahora el dudoso era él.
—¡Están super deliciosos!— Expresó contenta— ¿Quieres probar uno de mis dangos?— Aunque su apetito era algo interminable como un hoyo negro, el querer compartir algo le hacía feliz.
Sanemi por su parte tomo el pinchito y comenzó a comer de aquellos suaves y esponjosos dulces de colores pastel, no quería admitirlo, sabían bien pero no tanto como su amado Ohagi.
—¿Qué tal?
—No saben tan mal...
—¿Eh? Deberías ser más honesto Sanemi-san.
—¿Me estás ordenando algo, Mitsuri?— Ahora la expresión del peliblanco era una ligeramente retadora, pero la pelirrosa sabía como manejar la situación.
—Lo estoy haciendo.
Se miraron unos segundos, pero después comenzaron a reír por lo ridículo que era esa situación. La tarde ya se había convertido en noche y había llegado el momento de actuar.
—Debemos marcharnos— Habló el de cabellos blancos mientras le extendía la mano hacia la más baja. Ella lo miró confundida— Tú mano, debemos aparentar ser una tonta pareja de casados para que ese bastardo aparezca y acabarlo— Y sin dudarlo Mitsuri lo tomó.
—Tienes razón, debemos evitar que siga tomando vidas de inocentes— Y así ambos continuaron su camino por el pueblo.
Mitsuri: 3
Sanemi: 3
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Finalmente, aquella noche acabaron cortando la cabeza a aquel demonio que atormentaba al pueblo y a las jovenes parejas recien casadas. Ahora que les sobraba un día, Sanemi y Mitsuri se tomaron el día libre y decidieron ir al festival por la mañana.
Hablaron bastante acerca de cosas banales, Mitsuri le comentó acerca de su desgracia por no encontrar a un esposo más fuerte que ella y Sanemi tuvo que soltar que a pesar de que la mayoría de su familia murió, aún tenía un tonto hermano que quiere convertirse en Demon Slayer. Pero mantuvo su calma y no sabía por qué con la pelirrosa se le hacía fácil abrirse.
Tal vez, él vio que no existe maldad en sus ojos y ella es lo suficientemente fuerte tanto física como moralmente, ella es una mujer de admirar.
—Que estúpido fue tu ex-prometido— Refunfuñó el de cabellos blancos mientras caminaba con tranquilidad junto a la más baja.
Pero ella no alcanzó a escuchar lo que dijo.
—¿Dijiste algo?—Dijo algo curiosa mientras lo regresaba a ver.
—Nada.
Y así sin más, aquellos cuatro días de misión, los acercó a dos personas con personalidades totalmente opuestas en lo que pudo conseguirse en años.
Fin
2397 palabras
Vaya, es la primera vez que escribo tanto en un Color Club, espero no haberlos aburrido con mi narración, sobre todo a lemondemongirl ya que su idea fue espectacular, al igual que las demás.
Ojalá te haya gustado.
Att: Mint-sama en colaboración con Color_Club
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