Un nuevo mensaje llegó a mi teléfono.
Suspiré cansada. Era el quinto mensaje de Matt y sabía que debía darle la cara.

Desbloqueé la pantalla y lo revisé.

Matt:
Vas a contestarme el teléfono algún día ? No podemos seguir así.

Matt:
Qué es eso que he oído en la manada de Nathan? Como es que has accedido a ser su mate ?!!!! Me puedes explicar algo?

El teléfono volvió a vibrar de nuevo, esta vez con una llamada entrante.

Hice de tripas corazón y contesté al teléfono con un nudo en la garganta.

–Matt —contesté como saludo sin saber que más decir.

–¿¡Te has vuelto loca acaso o qué mierda pasa contigo?! —Alejé el teléfono de mi oreja con una mueca de disgusto en la cara.

–Hola atí también Matti, te eché de menos —digo sarcástica y poniendo los ojos en blanco.

– Si, hola Selene y toda esa mierda. ¡¿Ahora me explicas qué es eso de ser la mate de mi primo?! —Arrugo la nariz ante sus gritos y suelto un suspiro.

– Mira Matt sé que no lo entiendes, pero no es como lo estás diciendo. Él me pidió un favor y lo estoy haciendo, nada más —digo intentando calmarle y evitando una pelea.

Escucho una carcajada sin humor a través del auricular y frunzo el ceño empezando a molestarme.

–Es que eres tú la que no entiendes donde te estás metiendo, no tienes ni puta idea. Te piensas que controlas la situación, pero una gata no es capaz de entender lo que pasa dentro de una manada de lobos —su voz condescendiente hace que todo mi cabello se erice.

–Vete a la mierda Matt —contesto seca y fría.

–No espera Sel, yo no... —Colgué la llamada.

Lanzo el teléfono a la cama y suelto un grito de frustración.

–Parece que mi primo no se ha tomando demasiado bien la noticia.

Doy otro grito, esta vez de susto y me llevo una mano al pecho.

–¿¡Eres tonto o qué te pasa idiota!? Casi me matas del susto —susurro intentando calmarme cuando escucho una carcajada.

Levanto la vista enfadada y miro a Nathan con ojos asesinos.

¿Es que acaso no tiene instintos de supervivencia o qué?

–¿Quieres que te pateé el trasero no es así? —digo entre dientes y entrecerrando los ojos.

–Si con eso consigo que me toques el trasero... —dice lanzándome una mirada lasciva y sonriendo ampliamente.

Ruedo los ojos y me siento en la cama.

–No tienes caso Nathan. ¿Qué haces en mi casa y cómo has entrado? —pregunto ladeando la cabeza curiosa.

Veo como por una milésima de segundo sigue el movimiento que mi cabello hace al rozarme la mejilla, para después desviar sus ojos para mirarme.

–Deberías contratar un sistema de seguridad, no ha sido difícil colarme—hace una pausa y sonríe de lado—.Lo malo es que no te he pillado desnuda.

Sus ojos brillan y recorren todo mi cuerpo descaradamente.

Me siento instantáneamente incómoda y suelto un bufido de frustración, mirándole con fastidio.

Está apoyado despreocupadamente en el marco de la puerta y cruzado de brazos.

Por un instante me pierdo pensando que para ser un chucho, está realmente bien.

Un carraspeo me devuelve a la realidad y levanto rápidamente los ojos a su rostro, encontrándome con una mirada de diversión y autosuficiencia en su cara.

–Ya sé que estoy endemoniadamente bueno cielo, pero por favor no me mires así, que no respondo —su rostro luce serio y veo deslumbrar fugazmente el amarillo en sus ojos.

Trago saliva y desvío la mirada avergonzada.

–No te estaba mirando de ninguna manera pulgoso —digo seca intentando desviarle del tema.

¿En qué estaba pensando?

Escucho sus pasos aproximándose y me sobresalto cuando coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja.

–Podríamos aprovechar este raro momento de atención hacia mí para... —susurra cerca de mi oreja oliendo mi cuello y soltando un pequeño gemido.

Formo una línea con mis labios y le empujo apartándolo bruscamente de mí.

–Que no se te olvide que esto es un acuerdo. Nada de jueguecitos estúpidos Nathan, no me interesas de esa manera —digo bruscamente y seria.

Él aprieta la mandíbula y los puños a cada lado de su cuerpo, dirigiéndome una mirada oscura y penetrante que provoca que me encoja interiormente.

–Nadie mejor que yo sabe los acuerdos de este pacto gata, tampoco creas que somos amigos o que siento hacia tí algo más que simple diversión o atracción—responde enfadado y frío.

Abro la boca y los ojos con sorpresa.

–¿Acabas de admitir que te atraigo? Que tieeerno —Mi voz burlona le enfada todavía más si cabe y se aproxima violentamente hacia mí.

–¿Cuál es tu problema? —pregunta a escasos centímetros de mí mientras sus ojos lanzan chispas.

–¡Mira esa es fácil!—exclamo con aparente alegría—.Tú eres mi problema.

Me empuja bruscamente contra la pared y me arrincona impidiendo que haga cualquier movimiento.

–Tú aceptaste este pacto—pronuncia lentamente cada palabra.

Sonrío de lado y le miro divertida.

–Y aún estoy a tiempo de retractarme, así que apártate—espero a que se mueva,pero él sólo me mira serio—.¡Ya joder!

Retrocede dos pasos  a regañadientes  y yo me re acomodo la ropa con las manos.

–¿Sabes? Deberías aprender a respetarme si quieres que te ayude —digo mientras doy vueltas por la habitación.

Me giro para mirarle y le encuentro sentado en la cama con las manos enterradas en su cabello.

Me deja descolocada verle en esa posición tan vulnerable, nunca le había visto tan... desesperado y conteniendo un suspiro de fastidio, me siento a su lado.

–Mira Nathan, voy a hacer lo posible por ayudarte ¿vale?, pero necesito que tú también cooperes—levanta el rostro prestándome atención con sus ojos oscuros—.Sabes que odio que me des órdenes y voy a reaccionar así si lo haces.

Vuelve la vista al frente pensativo y no puedo evitar admirar su perfil.

El arco de su nariz, el cabello rizado rozando sus pómulos y esa tez morena que resalta con toques dorados.

Un tatuaje en su brazo me llama la atención ya que parece ser reciente.

Es un lobo que refleja una profunda tristeza y nostalgia observando una figura de espaldas de la que solo se puede apreciar el largo cabello.

Toco la piel donde está el dibujo y resigo la silueta femenina, preguntándome qué significaría para él.

Un estremecimiento recorre su cuerpo cuando toco al lobo y levanto la vista encontrándome con sus ojos mirándome con intensidad.

Bajo la vista nuevamente al tatuaje y dejó caer la mano lentamente, mirando mi regazo.

–¿Qué significa? —la curiosidad siempre me ha podido y ahora no va a ser la excepción.

Un profundo silencio se extiende entre nosotros y cuando voy a abrir la boca para cambiar de tema, el eco de su voz me hace detenerme.

–Algo que quiero, pero que no puedo tener —dice con voz profunda y levanto los ojos con sorpresa hacia él.

–¿Estás enamorado? —la sorpresa en mi voz es evidente y le veo fruncir el ceño con disgusto.

–No estoy enamorado—dice con fastidio desviando la mirada—.Sólo es...lo que la Diosa eligió para mí.

Asiento creyendo entender por dónde iban los tiros.

–Esta noche te presentaré a la manada y al consejo —su voz me trae de vuelta y le presto atención de inmediato.

–Eso quiere decir....—susurro más para mí misma que para él.

Le noto acercarse a mi oído y contengo un estremecimiento al sentirle tan cerca de repente.

–Debería marcarte cuanto antes, sí —ronronea en mi cabello y se aparta mirándome fijamente, esperando mi respuesta.

Me quedo paralizada y un escalofrío de miedo e incertidumbre me recorre todo el cuerpo.

¿Realmente iba a hacer esto?

Aunque pensándolo bien, ya lo había hecho.No por decisión propia, pero él ya había dejado su marca en mí y dolió como el infierno.

–No voy a hacerte daño, ya te lo dije el otro día —dice con un ligero toque de lástima y remordimiento en la voz.

–Si acepto hacer esto, ¿me explicarías las consecuencias de...marcarme? —la duda en mi voz es clara y me siento vulnerable a más no poder.

Se queda pensativo unos segundos, meditando la respuesta.

–Estaríamos conectados de una manera difícil de explicar. No como la otra vez, porque no fué consentido y esta vez sí lo será.—hace una pausa cuando le miro asustada y responde con rapidez—.No será nada permanente, lo juro.

Asiento tragando saliva para deshacer el nudo que se ha formado en mi garganta y armándome de valor, le contesto decidida.

–Está bien, acabemos con esto.

Lo último que veo es una sonrisa triunfal que hace que se me hiele la sangre.

* * *

Nos vamos acercando al centro de la trama y he estado pensando en publicar capítulos más largos.

¿Qué pensáis sobre todo lo que habéis leído?.

¿Qué creéis que pasará en los siguientes capítulos?.

Me encantaría saber que os ha parecido hasta ahora y qué sugeriríais para los siguientes.

Gracias por leer y espero que sigáis apoyándome, recordar que votar si os ha gustado es sólo un segundo y me ayuda a seguir creciendo como hasta ahora ❤️❤️❤️