-¡¿Multimouse?! Pero maestro, sólo Ladybug puede purificar el akuma.- exclamó la muchacha confundida y nerviosa.

-Y Ladybug hará su aparición en el momento adecuado. Pero en esta misión, necesitaremos algo diferente.- afirmó el maestro, haciéndole entrega del collar rosa.

-¿Y que hay de Cat Noir? ¿Qué se supone que le diga cuando aparezca alguien diferente de nuevo en mi lugar? No creo que esto salga bien. Marinette no podía dejar de preocuparse. Tantas cosas que podrían salir mal.

-Siempre sabes que hacer, joven Ladybug, pero en esta ocasión deberás confiar nuevamente de manera ciega en que esta elección de miraculous es adecuada para la ocasión.- explicó Fu con total serenidad.- He analizado bien lo que sucede allá afuera y estoy seguro de que puedes obtener el triunfo, pero con un miraculous diferente. No te preocupes.¡Buena suerte!

Dudosa, la joven miraba el miraculous con recelo al momento que el maestro se retiraba a un lugar apartado. Dio un último vistazo a sus espaldas para ver a su mentor desaparecer en las sombras. Nunca se había equivocado con un consejo. Tan sólo esperaba que aquella no fuera la primera vez...

Los ruidos resultantes de los ataques del nuevo villanos hacían eco entre las paredes de la edificación, acompañados de los gritos de los turistas aterrados. Marinette estaba más que lista para saltar a la acción, pero no se sentía completamente segura de hacerlo utilizando un miraculous diferente apesar de que el suyo se encontraba completamente a su disposición. Su habitual kwami colocó sus manitas sobre el dije del artefacto.

-Confía en el maestro, Marinette. Si él cree que Multimouse es la respuesta ahora, debe haber una buena razón. Confía en su instinto.

La muchacha asintió aún con duda en su mirada y colgó el pendiente al rededor de su cuello, invocando a su kwami.

-Saludos de nuevo, Marinette. ¡Me alegra verte!

-Y a mi me alegra verte a ti, Millo.- respondió la joven con una tierna sonrisa. Tikki saludó brevemente a su compañero antes de apartarse para dejar trabajar al nuevo dúo temporal.

-Lamento que el maestro Fu te pidiera esto tan de repente. Sé que estás acostumbrada a Tikki para situaciones así y que preferirías luchar con ella.- explicó la criaturita.- Pero haré mi mejor esfuerzo para que esta misión sea un éxito.- Conmovida, la muchacha acarició la cabecita del keami.

-Juntos seremos un gran equipo hoy, Millo. De eso no tengo duda.

Marinette corrió fuera de la exhibición en busca del mejor lugar para transformarse. El lugar era ya un caos. Las luces del sitio habían sido reemplazadas por elegantes lámparas, de cada rincón se podía ver emerger vapor en distintas cantidades y ya la mitad de los presentes en el museo vestían extravagantes vestimentas victorianas.

No se veía rastro del villano cerca de allí, de manera que la chica pudo moverse con algo de libertad. Encontró una esquina segura lejos de la vista del público y sin pensarlo dos veces corrió hacia ella, sin notar hasta unos pocos instantes antes de llegar que ya estaba ocupada por alguien conocido...

-¿Marinette...?- exclamó un alertado rubio con la mirada de un niño que acaban de pillar haciendo una travesura, siendo este el miraculous en su mano y el kwami de serpiente flotando a su lado. Los ojos azules de su compañera de abrieron de par en par en sorpresa.

-A-A-A... ¡Adrien!- No había nada que ninguno de ellos pudiera decir o hacer para convencer al otro de que lo que veían no era lo que sucedía. Dos kwamis, dos miraculous y dos chicos buscando ocultarse del resto.

-Ese es... un bonito collar...- aseguró Adrien con una sonrisa incómoda señalando la joya en el cuello de la chica. Esta se sonrojó.

-S-Sí, bueno... creo que no hay mucho que explicar aquí. ¿Sabes como Ladybug y Cat Noir a veces necesitan una ayuda extra en algunas misiones?- tartamudeó ella en busca de encontrar las palabras correctas.- Creo que hoy nos tocó a nosotros.

-Lo sé. Mi l... Ejem, Ladybug me entregó esto.- dijo el chico mostrando el brazalete de la serpiente. Marinette lo observó incrédula. Ella no le hizo entrega de ese miraculous, no ese día al menos. Mas tuvo que detener su lengua para evitar meterse en problemas.

-¿De verdad? ¡Es asombroso! Cat Noir me entregó mi miraculous. Creo que seremos compañeros super héroes hoy.- respondió sonriente. Adrien quedó tan confundido como ella, pero era el mismo caso. No había forma de que pudiera contradecirle sin exponerse.

-Siempre he pensado que ese gato tiene buenos gustos.- aseguró él. La chica sintió su corazón dar un brinco.- Es una locura. Nosotros, super héroes, ¡será asombroso! Seremos una gran pareja.

-Una pareja...- dijo la chica por lo bajo, comenzando a dejar su imaginación desviarse.- Es decir, ¡lo sé! Sólo espero no arruinarlo todo.- rió Marinette.

-Lo harás genial, estoy seguro. Y si algo sucede, correré en tu rescate. No tienes de qué preocuparte.

-Puedes correr a mi rescate todas las veces que quieras...- murmuró ella con ilusión.

-¿Has dicho algo?

-Eh, no, no... Yo... ¡Que podemos comenzar cuando quieras!- exclamó en voz alta la apenada joven. Su compañero sonrió.

-No se diga más. ¿Estás lista?- Marinette asintió.

-Millo...

-Sass...

¡Wiii!

Se pone pilas a escribir... se queda sin internet...

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