Capítulo 3
Hojeaba la inmensa cantidad de papeles que el profesor me había encargado, "como la buena delgada que era" palabras del mayor.
Pero todas las cosas que estaba haciendo fueron bruscamente interrumpidos por un fuerte grito de discusión que provenía del pasillo. Y conocía perfectamente de quién era aquel voz de ira, era mi hermana mayor, Ryona, que no dejaba de gritar al teléfono.
—¿Alo? ¿¡Alo!? ¿¡Sigues ahí!?—gritó a su aparato—. ¡Hijo de puta!— lanzó el celular hacia a sofa, y la siguiente fue ella en tumbarse sobre ella dejando escapar un fuerte y pesado suspiro para luego hablar—. El modelo principal terminó en el hospital, el maldito suplente consiguió un trabajo mejor que el que le doy y lo único que me sigue es el... pedido... —esa última palabra, lo dijo como si requería todas las fuerzas de su cuerpo.
Ryona trabajaba siendo fotógrafa, pero últimamente no la está yendo bien, por más que se la pasaba por horas delante de un ordenador editando alguna foto, o estar en la calle buscando un "modelo perfecto" como diría ella y muchas veces terminaba acompañada con un policía y con una advertencia.
Tenía entendido que aquella semana tenía que tomar una foto a una persona que se parezca a un personaje de alguna franquicia, en otras palabras, tenía que hacer un cosplay.
—No te rindas, Nee-san, seguro encontrarás a alguien... —traté de animar, verla decaída daba pena y no me dejaba concentrar en mi trabajo.
—¿Será posible conseguir a alguien que se parezca a Seungho? —hablaba entre tristes balbuceos mientras que mis pensamientos estaban en "¿Quién miérda era Seungho? " —. Diosito, si me estas escuchando allá arriba— unió ambas manos cerrando los ojos como si estuviera rezando —. Por favor, dame a un tipo que sea alto, delgado, musculoso, y si es posible también quiero que tenga el cabello de color negro y largo porque no tengo presupuesto como para gastarlos en pelucas o extensiones— cada descripción que daba me hacía recordar a cierta idiota colmilludo y más aún con lo que dijo después—. También quiero que sea un tonto y menor de edad para poder explotarlo.
—Nee-san —la interrumpí—. Conozco a alguien que cumple con todo tus requisitos...
Me hubiera gustado haber tomado una foto de la cara de mi hermana. Pude ver los destellos en sus ojos, la esperanza había vuelto en ella, después de pronunciar la palabra 《amén》 y me bombardeó con mil preguntas.
—¿Quién es? ¿Cuántos años tiene? ¿Acaso lo conozco? ¿¡Cómo es que tú puedes conoces a alguien como Seungho y yo no!?
Así que terminé hablando sobre Baji ciertamente le había contando algo sobre él pero la mayoría eran quejas sobre el azabache. Pero mi hermana no dejaba de mirarme con cara de boba dibujado una sonrisa en su cara y una mirada que parecía estar burlándome.
—Baji Keisuke, eh... —repitió ese nombre mirando pensativa como si trataba de recordar algo—. Me parece familiar ese nombre. ¿Y es guapo?
Aquella pregunta me sobresaltó—¡¿Pero, qué?!
—Solo es una pregunta, ¿sí o no?.
Me callé para no gritar y terminar rompiendo algo.
—Alguien se ha puesto colorada~
Odié admitirlo.
—Solo cuando deja de usar sus lentes lo es.
Ahora entiendo por qué mi hermana no quería que yo viera esa dichosa comic.
Solo escribí el nombre que tanto Ryona repetía y salían mil fanarts del emperador y su pintor privado llorón, a pesar de que ya sabía en qué lado se inclinaba esta dichosa comic, mis dedos no podían dejar de deslizar hacia arriba y como sospeché, la mayoría de imágenes eran para mayores de dieciocho años. Claro que lo muy sano era dejar de leerlo pero aprovechando que estaba sola y estaba aburrida sin darme cuenta ya había llegado hasta el capítulo 21. Y sería mentira decir que no lo disfruté...
Apagué mi celular de golpe, acompañada con un suspiro que solté por la estupidez que había disfrutado en leer.
—¿Por qué te detienes? Quería seguir leyendo.
Me quedé sin palabras. Mis mejillas ardían a una velocidad rápida no podía creer que entre tantos seres humanos que existían, justo era él. ¿Desde cuándo estaba ahí viéndome con esa maldita yaoi?
—¿Te gusta esos tipos de cosas?
—¡No jodas! ¡Claro que no!
Para la próxima que me iba poner a investigar cualquier cosa que mi hermana sabe y yo no, investigaría en lugares privados.
En cuanto a ese colmilludo, que no dejó de mirarme con esa mirada jodida desde que vió mi pantalla, nació en mi cabeza mil formas de torturarlo y matarlo, pero recordé que por desgracia mi hermana lo quería intacto, sin daños, ni rasguños.
—Te ves linda cuando te sonrojar, ¿lo sabías?
—Baji —volteé a verlo acomodando mis gafas tratando de recuperar mi postura y disimular mi sonrojo—. ¿Me haces un favor?
Un santuario público...
Es muy raro que entre tantos lugares con iluminación natural escogiera esa, aun que creo el lugar las escaleras, caminos, fuente de piedra, los árboles verdes de gran tamaño hacía que el lugar se ambientada como en ese mundo del dichoso fandom.
—Aquí no hace falta luz, viento, ni nada falso y, sobre todo, es barato —guiñó un ojos—. Y ahorro es progreso.
—Y esta tacaña ¿quién es? —preguntó Baji señalando a Ryona.
—Es mi hermana, idiota.
—Tú debes ser Baji Keisuke, ¿verdad? Un gusto, soy Tatsunomi Ryona —agarró mis hombros con una sonrisa—. La hermana mayor de esta pequeña dragoncita. Y te voy a decir un secreto —se inclinó para estar más cerca—. Eres perfecto para ser Seungho.
—¿Quién?
—¡Es hora de que te cambies! —interrumpió entregó la bolsa de cartón que supuse que allí adentro tendría el vestuario-. Puedes irte vistiendo.
—Sí, claro —comenzó levantar la ropa a la vista de todos.
—¡Espera! ¡Baji! —lo detuve antes de que mostrara su abdomen—. Estamos en medio de la gente. ¿No pensarás quitarte la ropa aquí mismo?
—Pues, por mí no hay problema —lo decía tan tranquilo—.No hay mucha gente aquí
—Para mí tampoco, Ryu —respondió mi hermana con esa sonrisa embobada y con el pulgar arriba, entonces con eso, supe cuál era la intención de la maldita pervertida. Ryona tiene suerte de ser mi hermana porque si no, ya hubiera denunciado por acoso.
—Ahí mismo hay un baño público —dije acomodando mis gafas—. Entra y cámbiate.
Baji solo se encogió de hombros y se fue al baño a cambiar y cuando salió de ella vino con ese vestimenta del emperador, que lo hacía ver un verdadero soberano y muy apuesto.
—¡Empecemos! —mi hermana habló y comenzó a tomar fotos a gran cantidad.
Las sesiones de fotos son más minuciosas de lo que creí; de cada veinte fotos que tomaba solo se quedaba con tres y solo llevamos 20 minutos. Baji parece que estuviera disfrutando estas sesiones, se veía más tranquilo de lo normal. ¿Me pregunto quién podría ser Nakyum? ¿Chifuyu?
—¡Descanso!— habló mi hermana quitándome de mis pensamientos, ella se me acerca a mí y me dio un billete—. Ryu, anda compra algo para tomar en la máquina expendedora.
—De acuerdo —me paré y fui a buscar la maquina que cuando veníamos vi por algún lado.
Compré tres bebidas en la máquina expendedora no estaba tan lejos que digamos, cuando volví con los demás no encontré a mi hermana. En cambio vi a unas chicas que rodeaban al colmilludo, tocando su abdomen musculoso y halagado lo fuerte que se veía. Y el tremendo imbécil, Baji Keisuke, se dejaba tocar y sonreía. ¿Y dónde estaba mi hermana? ¿Y cómo dejó que unos terceros lo tocarán?
Apreté las latas de las bebidas.
—Ce, lo, sa? —la voz jodida de Ryona me quitó de mis pensamientos y detuve lo que estaba haciendo. ¿Estaba al lado mío? En serio tenía que poner más atención a mis alrededores.
—¡No, no lo estoy! ¿¡Y por qué dejas que lo toque!? ¡Puede dañar la vestimenta o el maquillaje! —exclamé.
—Las chicas me pagaron por estar con él, claro que solo por 20 minutos, y sin tocar lo que no se debe, además ya falta poco para acabar.
Solo podía fruncir el ceño y ver como esas malditas lo tocaban y Baji disfrutando de la atención de esas zorras.
—Si él fuera de mi edad iría trás él, pero por desgracia no lo es, y no quiero ser roba-cuna y mucho menos quiero tener más problemas con la ley —decía entre una sonrisa.
—Deja de decir estupideces y toma —lancé la bebida hacia Ryona—. Yo me voy, los espero en el auto.
Terminé de hablar y me fui de ahí dejando confusa a mi hermana mientras me veía marchar.
Él no es nada mío.
Él no es nada mío.
ÉL NO ES NADA MÍO.
Me repetía mentalmente para decir a mí misma que no estaba celosa.
"Ryuko" sonaba a voz de Baji en mi cabeza.
Chasqueé la lengua, hasta en mi mente me imaginaba que ese idiota me llamaba a lo lejos. Maldita sea. Sí me gustaba y, lo peor de todo, mucho.
Pero mi puto orgullo no me dejaba hacer o decir cosas que realmente deseaba, lo que realmente quería. Y tenía miedo de que iba a perder al chico que me gustaba solo para mantener mi orgullo.
—Ryuko, te estaba llamando —me sostuvo mi muñeca impidiendo que avanzará a caminar.
—Baji... ¿Qué haces aquí? —dije enojada pero no quería estarlo.
—Tu hermana me dijo que te fuiste furiosa, sin ninguna razón —se notaba un poco preocupado por su mirada.
—Solo estaba cansada —mentí y miré hacia otro lado.
—¿No te gustó que esas chicas me tocarán? —preguntó con su tono de voz juguetón.
—¡No, no fue eso! —otra vez mentí. Mi maldito orgullo.
De repente, me sujetó mis mejillas con sus ambas manos y nos besó y yo correspondí cerrando los ojos.
Me jaló sin decirme nada y cuando me di cuenta estaba en el baño privado de los hombres.
—Baji nos van a escuchar —susurré tratando de ocultar mi sonrojo.
—Entonces... —me miró con ojos traviesos que los extrañaba—. Haz todo lo posible para que no nos descubra.
Me sonrojé por completo y ya tenía un leve calor en mis mejillas. Esto ya era conocido.
—Ryuko... —sujetaba mi mano y dejaba que tocara sus abdominales fuertes y firmes, conociendo cada parte—. Tú eres la única que dejo que me toque como a nadie más...
Había empezado el recorrido por la parte de abajo
-Ahora es mi turno...
—¿Qué?, espera.
Sentí sus manos por debajo de mi ropa y me contuví un grito, acariciándome empezando por la parte de mi vientre y poco a poco subía, calentándome más, deseando más de él.
Ahora sentí una su mano en mi espalda, buscando desabrochar mi brasier. Y la otra mano tocaba mis senos por encima de la copa del brasier, mientras nos besabamos.
Su rodilla me tocaba mi entrepierna tratando de masajear la zona, me sentía un poco mojada y muy exitada.
Pero, un sonido tan particular tenía que arruinarlo todo.
Otra vez ese jodido pitido de mi celular, esa canción tan horrible que me indicaba que era mi hermana quien me estaba llamando.
—Espera, Baji —gemí cuando sentí su mordida en mi cuello—, es mi hermana Ryona, me está... —jadeé —, llamando...
—<<¿Dónde están? Ya la policía me esta llamando la atención por invasión a un lugar público, casi se lleva mis cosas >>— se escuchaba de fondo como Ryona peleaba con otras personas "¡Hey! Si tocas eso, ¡mueres!—. <<Necesito que me ayuden a transportar las cosas antes de que pierda la paciencia>>.
"Maldita pervertida fujoshi que se mete en problemas con la policía cada 20 minutos" dije dentro de mí.
—Estaremos ahí... —colgué la llamada con furia que casi lo iba hacer polvo—. Baji—suspiré —, continuamos otro día...
Fuimos al lugar con mala gana y encontré a mi hermana no con un policía sino con tres, y uno de ellos le entregó un papelito a mi hermana y ella a regañadientes lo tomó.
—Está bien, lo pagaré pero no prometo ser una ciudadana ejemplar.
Tal vez los policías estaban cansados de discutir, que dejaron a Ryona con su ira, dejándola sola, sin más escándalo gracias a Dios.
De camino a casa, en el coche, mi hermana no dejaba de maldecir a las autoridades, quejándose de los malos tratos y jodiendo su paciencia. Se veía que le quemaba la sangre por las policías, y lo que más lamentaba era haber perdido 2000 yenes para pagar la multa.
Pero parece que Baji se divertía con las reacciones de Ryona que no dejaba alentar en decir groserías hacia las autoridades y creo que eso ayudó a calmar a Ryona y ya manejaba en silencio.
—Algún día —me habló —. Quiero que conozcas a Mikey y los de la ToMan. Son unos tremendos idiotas —decía entre una sonrisa.
—Si son igual que tú, estoy segura que son —devolví la sonrisa.
Mi hermana se detuvo cerca del departamento de Baji y él bajo del auto.
—Hasta luego, Ryuko —. Se acercó a mí oído y susurró —. Espero que el "otro día" llegué rápido.
Me tapé las orejas y me sonrojé por ese comencé e iba dar un golpe al idiota pero él ya estaba fuera de mi alcance.
—¡Jodete!
De camino a casa en el coche mi hermana parecía estar ocultando algo o intentaba disimular algo de nerviosismo jugando con el volante, como si estuviera dudando en decir o no.
—Ryu —por fin habló —. Sabes muy bien que yo soy la que te deseo tu felicidad más que nadie. Que la finalidad da haber salido de casa del Señor Arashi es para tener un futuro que nos merecemos. Y... —hizo una breve pausa jugando una vez más con el volante—. Estoy segura que sientes algo por Kei-kun —brinque por la sorpresa al mismo tiempo que mis mellizas se volvieran coloradas en tan poco tiempo, además, no creí que mi hermana haya percibido tanto—. Y antes de que lleguen a algo más... es mejor que te alejes de él.
¿Qué tal? Hola
Ya quería actualizar ya con este capítulo de una, una vez.
Quería dar una buena impresión de la hermana de Ryuko, Ryona, (juro que batallé para elegir su nombre xd). Y nada se le escapa a esa fujoshi.
Apariencia de Tatsunomi Ryona
Ah, también quería mencionar algo de Seungho, (aún que creo que la mayoría ya lo conocen). Es del cómic yaoi, coreano que yo sí me lo leí toda xd. Y me di cuenta que se parecía un poco a Baji y lo usé.
Uno cosita más, ahora tengo pensado subir una historia de Izana ahora, el temible pandillero moreno muy fuerte para mí. Y siendo sincera me va a salir muy toxica la historia. Xd es un pequeño adelanto puede ser que lo publique como no.
En fin, gracias por llegar hasta aquí. Con estrellas o comentarios son bienvenidos.
Nos leemos.
Fifinixx
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro