Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2

El cuerpo del omega sudaba y temblaba, conforme las feromonas del alfa aumentaban, al igual que aquella intensa y oscura mirada.

- Ni se te ocurra tocarme, a-asquerosa araña.- habló el omega casi ahogándose, e intentado retroceder, arastrandose de rodillas en el suelo.

Jimmy no tenía más el control de lo que ocurría, sino su alfa, y este lo único que queria en ese momento era callar a esa mariposa con su miembro.

Por lo débil y docil que estaba, las alas de Yoonie dejaron de estar a la vista, comenzado a toser por el fuerte aroma de Jimmy.

El alfa retiró la estorbosa bata junto a sus lentes, para después inclinarse y levantar a Yoonie del suelo.

- Uh... - Yoonie soltó un leve jadeo, al sentir el apretón y la espinosa piel de Jimmy, tocar la suya. Este lo acercó a su torso, asfixiandolo con su fuerte y afrodisíaco aroma de celo. - No quiero aparearme contigo, ¡déjame ya...! - la mariposa pataleo con las pocas fuerzas que tenía, mientras Jimmy solo lo observaba excitado.

- ¡No! - gruñó Jimmy. - Me voy a aparear contigo en este momento.

Sin querer hablar más, Jimmy tiró a Yoonie a la cama, trepandose encima de él. A simple vista, era un doctor queriendo coger a su paciente, pero en realidad, se trataba de una araña en celo queriendo aparearse con una mariposa.

Yoonie trató de empujarlo por su pecho, pero Jimmy apretó sus muñecas en el colchón.

- Ahhh...- se quejó Yoonie por el agarre, mientras removía su cuerpo, tratando vanamente de escapar. El omega lo único que quería era huir de aquella estresante y asfixiante habitación, pero nunca pensó que su plan se vendría abajo por culpa de ese alfa de araña en celo. En estos momentos es cuando anhelaba a ese estúpido doctor llamado Jungkook, el cual siempre lo consentía.

- Hueles delicioso... - le susurró Jimmy, mientras se apegaba más a su cuerpo, y hundía su cara en el cuello de este.

Cuando Yoonie sintió la humedad de la lengua del alfa lamer su cuello y parte del lóbulo de su oreja, arqueó involuntariamente su cuerpo. Prácticamente estaba saboreando la piel de aquel lugar, jadeando extasiado. Aquello tuvo consecuencias en el omega, pues aunque no quería, no podía impedir el placer que su cuerpo sentía y que las feromonas del alfa le provocaban. Era un aroma varonil, que causaba sumisión.

La boca de Jimmy fue subiendo hasta llegar a la mejilla de Yoonie, casi por la esquina de sus labios.

- Puedo percibir el aroma de tu humedad - dijo con una pícara sonrisa, llegando hasta la comisura de este. - Estás listo para mi.

Yoonie no pudo responder nada, pues Jimmy cubrió la boca de él con la suya. Comenzado un salvaje beso, acompañado del restriego de sus cuerpos.

Las falsas embestidas cosquilleaban la entrada de Yoonie, la cual rebosaba de lubricante y latía ansiosa.

Cuando Jimmy sacó la lengua de la boca de Yoonie, lamió su labio inferior, mordisqueandolo, y sacándole un fuerte quejido al omega cuando clavó uno de sus pequeños colmillos, depositando un poco de veneno para someter totalmente el cuerpo de la mariposa.

Yoonie jadeaba y se retorcía por el ardor en su labio y su cuerpo. En segundos, se sentía relajado y como si estuviera volando. Leve, sin peso y tensión.

Dejando un último beso en los labios de Yoonie, Jimmy fue bajando por el cuerpo de este, soltando sus muñecas, hasta llegar a su vientre. Alzó su buzo, para empezar a devorar la tersa piel de su pancita.

Yoonie jadeaba y cerraba sus ojos cada que sentía los dientes del alfa morder su piel, pero de pronto los abrió al sentir como era despojado de su pantalón junto con la ropa interior. Su mirada seguía los movimientos de Jimmy, embelesado por los fornidos brazos que recién notaba del alfa.

Pero los brazos del alfa dejaron de llamar la atención del omega, cuando esté abrió sus piernas, metiendo su cabeza entre ellas, y percibió el embriagador aroma del lubricante.

- ¡Uhhh! ¡Uhhh! - gritó Yoonie, mientras se retorcía como consecuencia de las lamidas y chupadas que le daba el alfa a su entrada. Las fuertes manos de Jimmy lo sostenían, impidiendo que se alejara de su boca.

El alfa estaba más que satisfecho con el sabor de aquella mariposa, ansiaba seguir probando, pero necesitaba aparearse con él de una vez por todas.

Al punto de prácticamente arrancar su cinturón, se deshizo de su bragueta y jaló su ropa interior hacia abajo, tomando su miembro con la mano.

Yoonie tragó grueso, con su corazón y entrada latir desesperados por el miembro de aquel alfa, que ya chorreaba pre semen.

Sosteniendo las caderas de Yoonie, Jimmy alineó su miembro, entrando de una estocada en este.

- Ahhh...ahhhh...ahhhh~ -  gritó y gimió Yoonie, cuando el grueso miembro del alfa desfloró su entrada. Jimmy se acomodó, abriendo más las piernas del omega, mientras jadeaba complacido y se removía por la calidez y humedad que rodeaba a su miembro.

Yoonie no sabía de dónde agarrarse ante la quemazón y cosquilleo que estaba sufriendo su entrada. Jimmy se recostó sobre él, apartando el sudado cabello de su frente, con una tierna caricia.

- Shhh...comencemos, pequeña mariposa. - le susurró, mirándolo a los ojos, a la vez que empezaba con sus embestidas.

Los dos laboratoristas que estaban en el turno de la noche en el panel, habían salido a ver qué es lo que pasaba en uno de los pasillos, dejando a Nam Joon solo, quien estaba expectante ante lo que ocurría en las habitaciones, sobre todo en la siete.

Oh no, gran error. Nam Joon se arrepentía de no haber salido junto con los otros laboratoristas, al observar lo que sucedía en la habitación de aquel omega de mariposa monarca.

- P-Pero... - con los ojos abiertos como si hubiera visto un fantasma, observó el momento en el que Jimmy se colocó encima del omega.

Negando con la cabeza, totalmente asustado, apagó las cámaras de aquella habitación lo más rápido que pudo, y aún con las manos temblorosas, desconectó la regleta a la cual estaban conectados aquellos monitores.

- ¿Pero que mierda? - susurró con la mirada perdida.

Entonces recordó lo que Jimmy le había dicho cuando estaban en su oficina: "No te preocupes, en dos días comenzará mi celo, y ya estoy sintiendo síntomas".

- Carajo...s-su celo...

No entendía que es lo que estaba pasando, pero lo único que si sabía es que lo que vió fue muy traumante para él.

Por otro lado, en el pasillo frente a la habitación siete, se encontraban los enfermeros, algunos laboratoristas y Jungkook. Todos preguntándose que estaba pasando allí dentro.

Jungkook era el más desesperado, pues temía que Jimmy saliera herido o algo peor a causa de Yoonie.

- ¡¿Qué hacen aquí?! - gritó Jungkook, a los laboratoristas del turno en la noche que habían ido prácticamente de sapos. - ¡Vayan al panel y vean que está pasando! ¡Jimmy puede estar en peligro!

Rápidamente uno de ellos salió corriendo hacia el panel para saber que estaba sucediendo.

Los enfermos murmuraban entre si, preocupados por el jefe Park Terranova, mientras Jungkook se sentía muy culpable.

Sudados y sin nada de ropa, se encontraban los cuerpos del alfa y omega en aquel sofá negro.

Jimmy penetraba con desespero a Yoonie, quien estaba sentado en su regazo con las piernas enredadas en su torso. El omega se mantenía afianzado a los hombros de él, mientras gemía en su oído.

Hasta que Yoonie, empujó a Jimmy quien quedó acostado en el sillón, y este se acomodó para comenzar a cabalgarlo. Lanzando su cabeza hacia atrás, Yoonie gritaba y jadeaba, cediendo al deseo y placer que rebosaba en todo su cuerpo.

Las alas de Yoonie salieron de su espalda, abriéndose por completo. Para el alfa aquella vista fue gloriosa, excitante y demasiado atractiva.  Afianzando sus manos en los glúteos de Yoonie, los apretó y movió más rápido las caderas, encontrandose con los saltos de este.

Una pícara risa se escuchó de parte del omega, seguido de sus gemidos. Estaba encantando con la deliciosa sensación que el alfa le estaba dando en su apareamiento.

Para ambos, lo único que tenía importancia en ese momento, era poder alcanzar el anhelado clímax. Ignorando todo el desastre que había detrás de aquella puerta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro