YoonGi Único.
Historia dedicada a ElizaHernandez662
Ella lo miraba desde lejos, YoonGi era parte del club de baloncesto,era de los principales y aún que siempre lo miro nunca se acercó, era tímida y temerosa, casi no tenía amigos permaneciendo ella en soledad.
—Sigo sin entender que le vez...es un hombre sudoroso.
Key su amiga de la infancia hablaba mientras su rostro mostraba asco, ese chico no le agradaba.
Pero detrás de ese odio había una razón, ella sabía por qué él se había acercado a Mía, lo escucho hablar con sus amigos sobre llevarla a la cama y hacer que se enamorara pero mantenía el silencio, pues después de años lo unico que quería era ver sufrir a Mía.
—Hola chicas... Mía ¿Nos vamos?
La joven se sentía tan emocionada pues YoonGi parecía estar muy decidido a estar con ella. Hace más de un mes fue que se acercó a ella.
Era un día como cualquiera, mientras ella estaba en su aula escuchando atentamente al profesor, YoonGi estaba junto a su equipo hablando de la fiesta de hace algunos días.
—Fue asqueroso...solo ví vómito por todos lados.
—Te dije que no te metieras con ella, le gusta demostrar algo que no es, y toma como si el alcohol se lo regalarán.
—Crei que sería divertido...tiene un cuerpo muy sexy.
—Key es bonita pero no es tan buena.
—YoonGi lo sabe muy bien ¿Verdad amigo?
Este hizo una mueca de asco—Ni me lo recuerdes...estuve una vez con ella y fue suficiente, creyó que seríamos pareja después de eso.
—Es increíble el poder que tienes. Las chicas se vuelven locas solo con una noche...¿Será igual?
Hablo sin especificar quien dejando una duda creciente en sus amigos —¿De quién hablas?
—Mia...la rarita.
—¿Mía?¿Quien es mía?—YoonGi pregunto sin saber realmente de quién se hablaba.
—La chica de último año, tienen álgebra juntos.
—¿La de lentes?
—No, la castaña bajita de cabello corto, siempre está viendo te.
—Ah...esa rarita.
—Ya me dió curiosidad.
Todos estaban atentos a la plática como a de un juguete se tratará —¿Cuánto crees que tarde para entregar se a ti?
—Soy rápido, menos de un mes.
—Yo digo que un mes y medio.
—Dos semanas.
—Es rara así que yo digo dos meses.
—¿Cincuenta dólares?
—Que valga la pena, unos mil.
Solo un días después YoonGi se acercó a ella, fue cauteloso dejando en claro que solo quería conocerla pues según él, a un conocido ella le gustaba.
Mía había caído ante sus encantos, le creyó llevando nos a la actualidad, ella confiaba en él dejando se ver cómo era en realidad.
—Entonces...¿Vendrás conmigo?
—No lo se...me da pena ir a tu casa, tus padres...
—Ellos no estarán tranquila, solo quiero que me ayudes con álgebra.
Y así como con todo ella le creyó, asistió a su casa ,fue guiada por él hasta su habitación, al principio fingiendo poner atención a su explicación pero lentamente acercando se hasta que estuvieron codo a codo , YoonGi actuaba inocente lo que causaba que Mía se sintiera más nerviosa, YoonGi había sido su amor platónico desde hace tiempo, era su hombre ideal pues cada faceta que revelaba terminaba encantando la más.
—¿Entendiste?
—Ah...si claro.
Él volteó a verla dejando así sus rostros cerca, cosa que utilizo como ventaja, pues lentamente él se acercó más repartiendo miradas de su boca a sus ojos así hasta que él pudo tocar la.
Un cálido tacto lo llevo a fruncir su ceño, Mia besaba torpemente pero era tan dulce y tierna que incluso lo hizo querer dejar de lado ese juego que tenía con sus amigos. Ya había un sentimiento confuso desde hace semanas aún que nunca pudo confirmar de que se trataba hasta ese día.
Una necesidad creciente ante un simple tacto.
Con extrema delicadeza paso su mano por su nuca atrayendo la más a él y lograr que se sentará en su regazo.
Mía acunó su rostro entre sus manos mientras bajaba ambas hasta sus glúteos. Ella era diferente a lo que acostumbraba ,no había necesidad sexual solo una atención ante los roces y una lentitud por probarlo.
Ella a pesar de ser callada no dejaba de lado su atractivo, un cuerpo esbelto escondido por ropa cómoda ,un cabello largo y con un tono claro. Algo a lo que nunca habia prestado atención.
Se sentía todo tan real, tan lindo.
YoonGi inclinó hacia adelante su cuerpo dejando que su cuerpo tocará el colchón, se acomodo en medio de sus piernas dejando sentir su erección en su centro.
—E-espera... y-yo.
—Esta bien si no quieres...
—No...yo quiero hacerlo pero estoy nerviosa.
YoonGi sonrió levemente, actuaba tiernamente causando un revoltijo dentro suyo.
—Tranquila no haré nada que no quieras.
Beso levemente sus labios antes de volver a unirse a ella, con rapidez introdujo su lengua mostrando se más necesitado está vez
Mía dejando se llevar por el momento deslizó sus manos hasta bajar a donde su falo se encontraba, siendo torpe desabrocho su pantalón e introdujo su mano rozando la punta de este causando que un suspiro fuera soltado por él.
YoonGi bajo su cabeza dejando la reposada en su hombro, sintiendo los movimientos de su mano en su miembro, un gemido surgió de él cuando ella empezó ha acelerar sus movimientos. Mía lo empujó quedando arriba de él, lo observó con profundidad viendo como este mantenía sus ojos cerrados con fuerza, como sus cejas se contraían y como sus labios ahora rojos se mantenían abiertos.
Sin pensar más ,bajo su cuerpo hasta que su rostro estuvo a la altura de su miembro, lamió la punta dejando que el cuerpo de él sufriera de espasmos por la humedad y el calor que le otorgaban su lengua.
YoonGi alzo su rostro forzando se a mantener sus ojos abiertos solo para ver a la joven introducir su falo en su boca, tan lento y torturoso que simplemente lo estaban volviendo loco.
Mía aceleró más sus movimientos utilizando su mano solo para ayudarse a darle atención a todo él. YoonGi por su parte sintiendo por primera vez que su cuerpo lo estaba traicionado rompió con ese tacto solo para poder quitarle la ropa y pasar sus besos por su cuello y pecho.
Mientras continuaba con ese trabajo, con su mano buscaba entre sus cajones un preservativo logrando conseguirlo, de forma rápida se lo colocó para después alinear su miembro en su entrada acariciando con la punta antes y entrando lentamente disfrutando como sus paredes se abrían ante él.
Con un vaivén marcado,los suspiros surgían y los gemidos iban en aumento logrando que ambos se mostrarán vulnerables ante el otro, dejando ver una imagen diferente a lo que se conocía.
Para él, ella no era la rarita del salón, solo era una chica reservada que a pesar de todo entregaba su corazón a la gente que se acercaba para conocerla, aún que su único defecto era que confiaba rápidamente en las personas incluso llegando a enamorar se.
Para ella, él era un joven brillante que aún que siempre se mantenía con su círculo de amigos cerrado nunca dejaba que eso fuera impedimento para poder convivir con otras personas, era alguien bueno en todo lo que hacía y solo para ella, él era alguien de sentimientos genuinos, dejando de lado el poco tiempo que tenían conociendo se y también obviando la fama de casamentero que tenía.
Al día siguiente, YoonGi y sus amigos descansaban en las gradas mientras hablaban sobre un juego importante, cuando uno de sus amigos noto algo en él.
—¿Que es eso?—se acercó a él bajando el cuello de su camisa revelando un moretón cerca de sus clavículas —¡Oh! ¿Ya sucedió?
Todos pusieron atención a su hallazgo dejando que las celebraciones y burlas los consumieran.
—¿Cuánto fue?¿ Un mes y medio o ya los dos meses?
—Un mes y medio, me debes mil dólares amigo.
YoonGi bajo su cabeza sintiendo ese pesar en su cuerpo.
—Chicos...N-no seguiré con esto...ella realmente me gus....
—¿Era solo parte de una apuesta?
De la parte trasera de las gradas apareció Mía llamando la atención de todos en especial de YoonGi.
Los amigos de él se reían en su cara sin disimular su actitud.
—Mia...
—Responde.
—Y-yo...
—Claro que sí..en serio crees que uno de nosotros estaría con alguien como tú...
—¡CÁLLATE!—YoonGi habló molesto mirando con furia a su amigo —No tienes derecho de hablar por mi... Mía déjame explicarte todo, y-yo, lo admito al principio fue así pero mientras más te conocía más me arrepentía de acercarme así, ayer me confirmé que realmente logré sentir algo por tí...
Ella lo veía con sus ojos llenos de lágrimas —¿C-como puedo creer lo que dices?¿Que me asegura que lo dices con la verdad? Te entregué todo YoonGi...confíe en tí.
—Mía...
—Creí...que realmente te gustaba.
—¡Lo haces! Maldita sea...Mía realmente me gustas.
Más sus palabras ya no eran confiables para ella, sin mirar atrás ella huyó mientras escuchaba su voz llamarla.
—¿Hablas en serio YoonGi?
—¿Quien eres tu para hablar por mi?¿Por qué tenías que abrir la boca?
—Yo creí...
—No me interesa si nos conocemos de años...acabas de terminar con el poco respeto que te tenía.
YoonGi se fue del lugar buscando a Mía pero ella para ese momento ya no estaba ahí.
Día con día él trataba de acercarse pero Mía huía, logrando así tener un último semestre lejos de él. El día de graduación llegó, mientras ella estaba en su casa, una fiesta era celebrada por los demás estudiantes, YoonGi miraba todo y a todos tratando de verla pero aquello no se hizo posible.
—YoonGi...
Uno de sus amigos se acercó a él, siendo este el único que mantenía contacto con él pues a los demás no les agrado que eligiera a una chica antes que a sus amigos.
—Nam..¿Que pasa?
—Vine a darte esto...
Una hoja doblada le fue entregada—¿Que es esto?
—La dirección de la casa de los padres de Mía...ella está ahí.
YoonGi alzo su mirada dejando le ver a su amigo el brillo en sus ojos.
—¿Cómo...
—Mi madre los conoce, son vecinos...no sabía si decirte lo pero te he visto y creo que es lo correcto. Ve con ella, deja que escuche tus sentimientos.
Se acercó a su amigo abrazando lo con euforia para después salir del lugar hasta su auto y manejar en esa dirección, su corazón latía con rapidez y justo cuando su auto fue aparcado ,la mujer torturaba sus pensamientos apareció.
Ella vestía un conjunto suelto, su cabello estaba suelto dejando lo moverse por el viento, ella corría mientras jugaba con un cachorro. La veía sonreír grandemente mientras llamaba al perro hasta tenerlo cerca y poder hacerle cariñitos.
YoonGi aún observando la salió del auto acercando se y logrando llamar su atención, casi como si de una plaga se tratará ella trato de entrar en su casa.
—Se que no tengo el derecho de pedir algo...pero por dame una oportunidad para explicarte todo.
Ella miro hacia atrás viendo la puerta de su casa abierta, estiró su mano cerrando la por completo, se agachó tomando al cachorro que en todo momento la siguió y dejo firmemente su mirada en él.
—Es verdad que todo inició por una apuesta...pero mientras el tiempo pasaba, mientras más te conocía, mis sentimientos empezaron a confundir me, nunca me sentí así es decir claro que me he enamorado pero contigo fue diferente por qué todo lo que hacía lo hacía feliz,como si realmente esforzarme valiera la pena...ese día donde nos entregamos mutuamente, supe que ...quería todo contigo —para ese punto él ya estaba llorando, sentía un revoltijo de emociones —Estaba dispuesto a todo por tí, el día que te enteraste, que escuchaste todo...yo les iba a confesar lo que sentía por tí, les iba a dejar claro que ya no sería parte de sus juegos que iría en serio y no me importaba si perdía su amistad solo por estar contigo... Mía todo el tiempo fui sincero,fui realmente yo, y se que lo que que diré ahora se escuchará mal...pero si no hubiera sido por esa maldita apuesta nunca hubiera tenido este acercamiento contigo aún que no es justificación para mis sentimientos...
Mía se mantuvo sería en todo momento más por dentro un nudo en su garganta le impedía hablar, quería mostrar se fuerte como su sus acciones no la hubieran lastimado pero la realidad era otra.
—N-no se...—hablo dejando salir su tono de voz tembloroso —No se si puedo creer todo lo que dices...
—Soy consciente de eso...
—Pero...si realmente es verdad todo...debes luchar por qué te crea.
Era una decisión difícil y hasta estúpida pue el hombre que la lastimo aún seguiría en su vida después de destruirla pero los sentimientos que tenía dentro suyo no la dejaban alejarlo sin antes darle una última oportunidad.
—Si arruinas esto...sera mejor que te alejes por completo de mí.
—No sucederá te lo prometo.
Mientras el tiempo pasaba, Mía empezó a ser una nueva versión de ella misma, era más segura y profesional, consiguiendo un buen empleo después de meses de haber salido de la universidad, su trabajo a pesar de demandarle un horario estricto siempre encontraba tiempo para ella misma y en ocasiones cada vez más recurrentes pasarla junto a YoonGi.
Él que siempre estaba pendiente de ella, que realmente se propuso demostrarle lo arrepentido que estaba y lo decidido que iba con ella.
Ese día donde sus días de descanso se alinearon fue que él la invitó a su departamento, con una cena rica y bebida especial.
Ella llegó vestida casualmente sin esperarse aquella sorpresa.
—¿Que es todo esto?
—Solo...una cena.
Ambos disfrutaron del resto del día platicando y degustando las delicias hasta que la última copa se sirvió.
—¿Quieres ver una película?
Ella acepto dejando se guiar por el hasta la sala.
YoonGi preparo todo hasta poner la película, las palomitas y bebidas se encontraban en la mesita de centro mientras ellos estaban sentados uno a lado del otro viendo el inicio, Mía no sabía que película había escogido así que espero a que la intro que aparecía en la mayoría de películas terminará.
Mas cuando está llegó a su fin no se mostró nada de una película conocida si no que una voz se escuchó. Ella miro a YoonGi sin entender nada.
"Ha pasado ya mucho tiempo desde que obtuve una segunda oportunidad, todos los días me esforcé el doble solo para pudieras ver qué realmente estaba arrepentido "
Dijo aquello para después mostrarse en la pantalla imágenes donde ella se encontraba sonriendo a causa suya.
"Tuve una batalla interna durante mucho tiempo pues no sabía si ya era el momento indicado para hacerlo, aún mi pasado se interpone en mi presente haciendo más difícil todo...pero creo que esto"— en la pantalla se mostró una foto donde ambos sonreían —" es lo que quiero vivir por el resto de mi vida...quiero demostrarte lo valioso que esto y dejarte en claro que eres tan importante en mi vida que simplemente ya no podré seguir con mi vida normal si no te tengo en ella"
Una última foto se mostró, una dónde ambos habían asistido a una boda, los dos arreglados con un traje y un vestido y desapareciendo después dejando que un texto apareciera.
—¿Me dejarías estar contigo Mía?
(¿Serías mi novia?)
Ella lo miraba mientras sus ojos se llenaba de lágrimas, para momentos después asentir —Si...
Él se acercó hasta ella para abrazarla y por consiguiente dejarle un suave beso en sus labios.
Cuando una persona está dispuesta a cambiar por ella misma y por quien ama, siempre hace el esfuerzo por qué eso suceda, aún si hay días malos siempre superará todo solo para recuperar aquello que estuvo a punto de perder.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro