
NamJoon único.
Historia dedicada a ElizaHernandez662
Fueron años eternos donde ambos estaban recios a no querer conocerse, la vida los unió o más bien un amor los unió.
Ellos no eran hermanos, no tenían ni siquiera una pizca de ADN igual, solo eran los hijos de los matrimonios pasados de sus padres.
Eso fue difícil, verlo feliz y fingir estarlo cuando los unían como si fueran inseparables. Lo odiaban, sentían repulsión por el otro hasta que las cosas empezaron a cambiar, él se hacía más grande, su cuerpo cambio al igual que su voz, ella lo miraba en silencio esperando a que algún momento sus manos rozaran por un mísero segundo.
Para ella NamJoon era esa fruta prohibida que cada día le hacía más difícil no sentir tentación.
Ese día como muchos después de que ellos se mudaran a su casa, ellos dos desayunaban mientras que sus padres se preparaban para el trabajo.
—¿Puedes llevarme?—pregunto de pronto viendo como él ni siquiera levantaba la mirada.
—No puedo, los chicos vendrán por mi.
—¿Puedo ir? Mi escuela queda en su camino, no quiero ir en autobús.
—Emma, he dicho que no.
Se levantó dejando su desayuno atrás y ella solo pudo suspirar. Llevaba días tratando de que él la llevará, quería estar en un mismo lugar, sentir su respiración, escuchar su voz repasando algunos temas, ver cómo sus manos se aferraban al volante y las venas se marcaban en lo largo de ellas.
Pero sabía que no sería fácil, por mucho que lo intentará él no la miraba, no la veía fuera del "la hija del esposo de su madre".
Irritada se levantó,tomo sus cosas y salió de casa sin despedirse, la escuela quedaba a solo dos estaciones de su casa y la mayoría de veces elegía caminar, ese día no era la excepción, a pesar del día nublado ella se fue por el mismo camino de siempre, solo minutos después vio el carro ya conocido de uno de sus amigos pasar por su lado, resopló dejando salir su enfado y continúo con su camino sin alzar la mirada.
En su mente solo estaba formulando una idea, al menos para que él dejara de ignorar la, de pronto el sonido de una bocina siendo tocada la asustó.
En su lado izquierdo estaba el auto que minutos atrás vió, NamJoon estaba en el lado del copiloto pero él no la miró, mantuvo su vista enfrente casi como fastidiado de esa situación.
—¡Hola Emma!¿Vas a la escuela?
Ella miro a Jin,el mejor amigo de NamJoon y después se miró a ella misma repasando en su uniforme —No, sabes me gusta pasear por la cuidad con uniforme escolar.
Soltó sarcástica mirando lo con una sonrisa, los amigos que venian atrás sonrieron viendo la —Muy graciosa, sube pasamos a dejarte.
Ella dudo viendo a NamJoon quien seguía en la misma posición —Solo ignóralo...se comporta como una cría —YoonGi el segundo en su grupo soltó, abriendo la puerta al terminar.
Sin poder negarse ella se subió, saludo al otro chico del cual aún no sabía su nombre pues solo tenía semanas de haber se unido a ellos.
—¿Jungkook tu vas en la misma escuela que ella verdad?—Él chico asintió pero no habló —Genial, Emma él es Jungkook, es primo de un conocido y se acaba de mudar enfrente de mi casa, asi que cuidalo por mi...aun que no parezca se mete mucho en problemas.
—Bueno...no creo que sea la indicada para eso.
—Cierto también se le da por hacer tonterías.
Un viaje corto donde las rosas se mantenían en alto, cuando llegaron a su escuela, Emma bajo agradeciendo por acercarla a su escuela siguiendo le Jungkook.
—Vendremos a la salida por ustedes.
—Jin—por primera vez él miro a su amigo deteniendo sus palabras —No.
—Vamos ya no es una niña, y no haremos nada malo, solo lo mismo de siempre,jugar videojuegos y ya, tampoco la privez de convivir con nosotros,que cuando vamos a su casa siempre nos ofrece incluso la consola de su habitación, así que calla.
—No es necesario que se peleen, agradezco tu invitación pero hoy saldré con alguien.
—Uy la pequeña ya tiene novio.
Vio como NamJoon se removía en su asiento —Aun no somos nada...
—Pero te gusta, está bien, esa una bonita etapa, ahora ya vayanse o los van a regañar.
Fue así que paso su día y justo al termino del horario escolar, vio como Jungkook subía al auto de Jin y momentos después desaparecían.
—Hola...¿Esperaste mucho?
Dylan un chico un año mayor que ella ,era tímido pero bastante popular, ellos dos se habían conocido en una reunión donde sus amigos conocían a su mejor amiga, cosa que las hizo incluirse en su grupo, hasta el momento en que ellos dos se conocieron, eran los amigos que se gustaban pero no hacían nada más que lanzarse miradas coquetas.
Ese día justo cuando el cielo se pintaba con tonos naranjas fue que él se le declaro, su amor tan lindo y tierno los tenia a todos deseando verlos pues eran una pareja llamativa.
Cada fiesta, cada reunión escolar ellos dos permanecían juntos, cuidando se mutuamente, dándose tiernos besos y demostrando que su unión era bastante fuerte.
Pero como todo siempre uno quiere o siente la necesidad de más, Emma ya no era una niña a sus 17 años ya sabia que queria sentir esas manos en otra parte de su cuerpo, pero Dylan cada vez que los besos subian de intensidad, parecía temer,se alejaba diciendo que no era el momento, pero desde el inicio de su relación hasta ese día ya había pasado mas de un año.
Ella pensó y pensó en como lograrlo hasta que un día donde su padre y su madrastra saldrían a cenar fue que lo invito, le dijo que verían una película mintiendo al menos al inicio, la película inició y ellos estaban con la mirada fija, Dylan no sospechaba nada hasta ese momento en dónde Emma se acercó a su cuerpo, se colocó a horcajadas encima de sus piernas y con una sonrisa coqueta y un tanto burlona le dijo.
—No puedes retractarte...estamos solos y yo... realmente quiero esto.
Él coloco sus manos en sus glúteos empujando hacia si su cuerpo logrando que sus partes se tocarán.
—Emma...
—No seas suave...
Dylan la miró con intensidad —No puedo...no puedo hacerlo.
—¿Porque?
—Emma...me será inevitable parar...
—¿Quien te dijo que lo hicieras?
Sin esperar ella lo beso de forma desesperada, si bien todo eso lo hacía para olvidarse de esos sentimientos extraños que cada vez se sentian mas invasivos, también la llevaban a imaginarse que quien estaba debajo de ella tomando su trasero con fuerza y besandola con la misma necesidad que la suya era nada mas que NamJoon, mismo que parecia verla mas como un fantasma que como una mujer.
Ella se quitó la blusa dejando ver su brasier dejando que Dylan logrará tomarlos con una mano y depositando besos con su boca dejando ese caminito hasta poder descubrirlos por completo, ya estaba desnuda de la parte de arriba, soltaba pequeños quejidos por la excitación hasta que un gemido lento y profundo se escuchó pero no fue ella, ni de Dylan.
—¿Que fue eso?
Se vistió con rapidez saliendo de su habitación para ver a los alrededores pero no había nada, ni un apice de la presencia de que alguna vez hubo alguien.
—No hay nadie...podemos seguir.
—No... realmente no es el momento.
—¿Y cuando lo será?
—Emma...quiero que sea mejor que esto, te lo mereces.
—Te dije que no me importa nada de eso, serás mi primera vez si , estoy consciente de eso pero...lo haces tan eterno...
—Quiero que estés segura de ser yo.
—Dylan...por favor.
—¿Nos vemos en la escuela?
Estaba cansada, era imposible que él logrará resistir se tanto a la tensión, empezaba a ser incluso extraño su negatividad.
Se sentó en el suelo viendo lo salir y momentos después escuchar la puerta siendo abierta y al instante ser cerrada, recargo su cabeza en el filo de su cama sintiendo todo su cuerpo, los latidos de su corazón rápidos, la pequeña capaz de sudor que había generado en ese momento y la pulsante necesidad de su entrepierna.
Bajo su mano dejando la sobre su vagina sin introducir la, sentía esa parte caliente y como con ese solo roce le pedía sentir más.
Cerró los ojos cuando ella misma presiono con un poco más de fuerza y un suspiro salió de sus labios para después escabullir su mano por debajo de su ropa, con un solo dedo empezó a tocar cada parte de ella solo para acostumbrarse a esa sensación y momentos después fue agregando más dedos hasta empezar a sentir esa ola de calor en todo su cuerpo.
De forma rápida se levantó deshaciendo se de toda su ropa, se recostó en su cama tomando con una mano su pecho y tirando de su pezón logrando ponerse más sensible,con la otra acariciaba su abdomen bajo acercando se lentamente hasta su intimidad, lentas y torturosas.
Sus ojos se mantenían cerrados y su ceño se fruncía más seguido hasta que por fin su mano tocó aquella parte tan necesitada, se empezó a masturbar moviendo su cadera al ritmo y por la excitación los gemidos no tardaron en salir, su mente la traición haciendo la ver a quien invadía sus sueños, en esa imagen NamJoon era quien la tocaba, quien atendía sus pechos y tocaba su intimidad, era quien con besos y palabras necesitadas le decía que era hermosa.
—NamJoon...
Soltó su nombre en un susurró el cual fue escuchado.
—Mierda...
Escucho su voz haciendo la abrir sus ojos y frente a ella justo en donde estaba la entrada de su habitación estaba él, su mano presionaba su pantalón más específico en su falo, su cara mostraba lo reprimido que se sentía y el sudor lo excitante que sentía.
Con una sonrisa ella se acomodó para quedar a la vista de él, se levantó un poco y sin pena alguna abrió sus piernas ante él —¿Que haces aquí?
Pregunto en voz baja y sensual viendo como él mantenía su mirada fija en su sexo.
—¿Te he hecho una pregunta?
—D-debo irme...
—Antes de que lo hagas....—no terminó su frase cuando empezó a mover sus dedos masturbándose frente a él —Ah...
Echo su cabeza hacia atrás y después la levanto viendo si él aún estaba ahí, y así era ,estaba hipnotizado.
—NamJoon...—gimio su nombre y eso fue suficiente para que él se acercará,se deshizo de su camisa y mientras avanzaba desabrocho su pantalón.
—No juegues conmigo....
Dijo después de subirse encima de ella—A mi me gusta jugar...castiga me...castiga a esta niña mala.
Él bajo para besar la reclamando sus labios con fuerza y necesidad, el fue bajando hasta su cuello y al final tener uno de sus pechos en su boca.
Ella no lo sabía pero desde que su cuerpo empezó a tener cambios, desde que su ropero dejó de tener ropa estampada y más escotes ella había estado en su mente. Ya no era una niña, ya no más.
NamJoon bajo más su boca hasta estar en su intimidad,la devoraba dejando la sacar esos gemidos altos y vibrantes.
Emma sin poder soportar más lo alejó empujando lo hasta que él terminó debajo de ella—Montame...vamos pequeña monta mi polla como tanto deseas.
Pidió ya sin soportar la necesidad de estar dentro, la vio como con su pequeña mano tomaba su miembro y lo introducia en ella, lento y suave, su abdomen se contrajo y su rostro se frunció, era grande y largo,dejando la sentir ese dolor característico.
Se sentó en él ya cuando estuvo con todo su largura dentro y espero a que su cuerpo se acostumbrara a la nueva sensación.
Lentamente se fue moviendo alzando sus brazos hasta sus hombros para tomarse de él. NamJoon por su parte solo la veía tan fascinado por sus gestos.
Ayudando la tomo sus glúteos y los acercó a él y después los alejó marcando ese vaivén que empezaba a sacarles gemidos.
Él se acercó hasta su rostro pero volteo un poco su cara para hablarle al oído —¿Esto era lo que querías?—pregunto para después darle una mordida a su oreja tirando un poco de esta—Dime Emma...¿Esto era lo que querías?
—Si...dios sí.
Se movía en su falo marcando un ritmo bastante rápido, su pecho seguía sus movimientos mientras que su cabello se fue pegando a su piel.
Sin duda alguna ella estaba cometiendo uno de sus más grandes deseos y ahora sabía que no eran solo de ella.
NamJoon la quito de encima, la hizo ponerse en cuatro y sin esperar empezó a penetrarla de forma rápida sintiendo como su interior era tan estrecho logrando que su cordura se perdiera.
Tomo con una mano su cabello tirando hacía atrás y la otra mano empezó a masturbar la logrando que su cuerpo se retorciera bajo él, temblaba a cada movimiento y penetración logrando que aquellos gemidos se alzaran más.
NamJoon sintió en su polla como ella ejercía más presión lo cual supo identificar como su orgasmo, así que sin medirse aumento el ritmo logrando que ella explotará en gritos , gemidos y placer, él salió de su interior y empezó a masturbarse solo para también llegar al orgasmo, su mano se movia rápidamente hasta que por fin, su semen salió manchando el cuerpo de Emma.
Al terminar, volteo a Emma solo para ver si rostro, ese que ahora estaba con sus mejillas rosas, sus labios húmedos y todo su rostro con una capa ligera de sudor, sus ojos a penas y permanecían abiertos, de manera lenta se acercó besando sus labios y mordiendo los logrando que ella estuviera más alerta, su cuerpo fue tirado por sus brazos logrando que pecho con pecho se pegan.
Su beso húmedo permanecía tranquilo pues ella al ser su primera vez no tenía la misma energía que él.
Aquel encuentro fue el primero de muchos, ambos se dejaron llevar por sus necesidades, ella reclamando su cuerpo y él apreciando cada parte suya ,enseñando le a conocer su cuerpo y sus gustos. Al menos así fue hasta ese día.
NamJoon se iría a una universidad en otro país, no hubo tiempo de nada, ni siquiera de un último encuentro, a escondidas, ellos dos se otorgaban un último beso, lleno de miles de sentimientos guardados y silenciosos y también en ese momento sellaban alguno que nunca tuvo nombre.
—Busca...busca con quién ser feliz Emma.
—No quiero...—le respondió con un susurró.
—Debes hacerlo...es lo mejor.
—Tu eres lo que...
—No lo digas, esto no está bien, no podemos hacerlo, ellos no lo merecen...
Sus padres nunca se enteraron de aquella relación, nunca supieron nada simplemente creyeron que al fin ellos lograron llevarse bien.
—... NamJoon....—ella lo miro con sus ojos brillosos por las lágrimas —Te amo...
Él solo la podía mirar detallando sus rostro en la oscuridad —Emma....te amo.
Él se fue dejando la con el corazón en las manos, año tras años paso y la vida continúo, él al terminar la universidad nunca volvió, ni siquiera para los días de vacaciones, no podía hacerlo, no sentía la fuerza suficiente para verla, así que permaneció alejado de ella en específico.
Después de casi siete años, la noticia de su regreso se regó, en la noche de un martes fue que el timbre sonó, la puerta fue abierta recibiendo a quien quedó ausente en tanto tiempo.
Emma lo vio con una sonrisa aquella misma que creció cuando lo vio acompañado de alguien más —NamJoon—se acercó a él abrazando lo sintiendo la nostalgia cubrirla —Tu debes ser Minnie...es un gusto conocerte, soy Emma.
—El gusto es mío.
Todos pasaron encontrando se con una casa muy diferente a lo que había en sus recuerdos.
—Papa, mamá, NamJoon está aquí.
Grito llamando la atención de todos, fue en ese momento que NamJoon noto una nueva presencia —Al fin nos conocemos...es un gusto, soy TaeWoo el prometido de Emma.
Si final llegó, desde ese día supo que no volverían a verse con los mismos ojos, debían ser lo que ahora eran y esa era la prueba, debía ser feliz de la misma forma en que se lo pidio a ella.
—El gusto es mío.
Un recibimiento cariñoso, amoroso y nostálgico dónde solo los recuerdos quedaban en sus memorias, dónde un amor fraternal debía de crecer solo para así ser lo que debieron ser.
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