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Extra: Un día perfecto




N.A: Hola~ si aún tienen esto en la biblioteca, sepan que tienen un pedacito de mi corazón por esperar tanto. Lo siento. Millones de disculpas no son suficientes. Los quiero! Ojalá les agrade aunque sea un poquitín

Nota importante: En multimedia hay un videito muy lindo, porfi veánlo. Es un Cat Café, para que se hagan una idea♡♡ c:*

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Sehun no podía dormir.

Estaba recostado en la cama, apoyando la cabeza en la palma de su mano y apoyándose en el codo, mirando a Luhan dormir como un angelito. Se veía incluso más joven, más bonito. El chico-gato hizo una mueca porque él no solía pensar ese tipo de cosas, para él, su dueño no era ni bonito ni feo, era simplemente Luhan.

Era difícil de explicar. La cosa era que, nadie era más bonito que él mismo. Obvio.

Faltaba cerca de media hora para que sonara la alarma, pero Sehun había estado dándose vueltas y vueltas hace más de una entera. Es que no podía ser. Planeaba despertar a Luhan, pincharle las mejillas, toquetearle el trasero, cualquier cosa, pero al mismo tiempo quería dejarlo dormir, ya que la noche anterior había cerrado los ojos muy tarde.

Sí, Sehun sí se preocupaba por los demás después de todo. O casi.

Porque resultó que se aburrió de estar tanto solito y, convirtiéndose a gatito, comenzó a lamerse una de sus patitas delanteras. Le ayudaba a pensar, según él. Y decidió que su humano-pareja debía ser despertado.

–¿Qué quieres... Hun? ¿No te bastó con lo de anoche? –le decía entre sueños, dándole la espalda.


Sehun, con su temple de gato fino, se subió encima de él y le puso la cola en la cara, sólo para molestarlo y que se le metiera un pelo blanquecino y suave por la nariz.


–Sehun –lo llamó incorporándose en la cama. El gato había interrumpido su sueño de estar en un concierto de Luis Miguel, Chayanne y Ricky Martin, los tres juntos, con él. Esa sin duda era su fantasía más grande, y viene su felino y se la roba– ¡Estaba soñando algo importante!


–No tan importante como yo –le respondió volviendo a chico-gato.


–¿Por qué te despertaste antes? Normalmente tengo que acariciarte por media hora para que te muevas. Te tengo muy consentido.


–Pff, consentido yo, seguro –se burló.


–Aaaah, ¡ya sé! ¡Estás nervioso! –Dijo Luhan sacudiéndose la modorra de pura emoción, buscando la cola de su chico-gato para cepillarla como todas las mañanas, pero este se había sonrojado, así que se alejó tímido de él.


¿Nervioso, yo? ¡Eso nunca! – se decía el felino para dejar de estar rojo, pero Luhan tenía razón. Estaba muriendo por dentro.


Y es que, le iban a robar su protagonismo.


* * * * *


—¡Me marcho! —Vociferaba el felino en medio de la sala— ¡Estoy harto de ti y de tus mentiras!

—¡Pero Baekhyun...!

—Y me llevo a mi hija —dijo tomando a Diana y acomodándola en su hombro—, ella tampoco quiere verte la cara de... Mono.

—¡No te puedes llevar a Diana! Esto es injusto, haz lo que quieras, pero no me separes de ella.

—Ella no te quiere, no te necesita, ni siquiera puedes hablar con ella. Eres un mal padre, Park Chanyeol. Me voy, adiós, mugrosa.

—¿Mugrosa? ¡Eso no estaba en el libreto! Suena como algo que Sehun diría en un universo alterno...—Diana se bajó del hombro de Baekhyun para ir a repasar el guion junto con Chanyeol, que lo releía con una sonrisa torcida  desde el sofá.

—Ah, es que... Esto de actuar es muy difícil... —Se quejó Baekhyun acomodándose a su lado. Estaba usando la sudadera de su novio, que le quedaba más como un vestido, así que no llevaba pantalones. El humano sentía que así se veía aún más apretujable, si fuera por él, dejaría que su gato usara su ropa todo el tiempo, porque su colita quedaba sobresaliendo entre sus piernas.


Qué ganas de tirar esa cola.


—Fue tu idea. Pasaste toda la noche en mi computadora tipeando el libreto, y te reías solo, y te veías muy bonito y no me dejabas dormir con tu ronroneo y el de Diana. Además, dejaste todo lleno de faltas ortográficas y le cambiaste el fondo de pantalla al escritorio a una foto tuya...

—Pero es que deberías tener una foto mía, para que la veas en el trabajo y te enamores más de mí y te den ganas de purr purr purrr —Baekhyun, ocultando sus mejillas sonrosadas en el abrazo de su dueño-novio, se distrajo con las caricias por detrás de su oreja.

—¿Quieres que me distraiga y termine como Kyungsoo?

El chico-gato negó con la cabeza, claro que no quería eso, le gustaba el trabajo de Chanyeol porque tenía que ir de traje, y él se veía demasiado guapo con traje. Era bonito verlo así. Sólo quería que su dueño lo amara un poquito más —si es que eso era posible.

Su idea con el libreto era practicar para convertirse en actor felino, porque si Jongin podía ser modelo de revista, Jongdae estar en una cafetería y Sehun creerse estrella de hollypurr, ¿él qué? Aunque Chanyeol insistía en que no necesitaba nada de eso, ya era suficiente con su existencia tierna y dulce, pero hacer entender a un gato era casi imposible.

Además, su talento para la actuación era nulo.

—¿Ensayamos una vez más? —le preguntó el humano haciéndole cosquillas y volviendo a tomar el libreto.

—Hmmm —Baekhyun se pasó la mano por una de sus orejitas, acariciándola levemente con los dedos, pensativo y con ganas de ronronear— ¿a qué hora nos dijeron que teníamos que estar ahí?

—A las diez y... ¡Estamos retrasados!

Se levantaron del sofá en un segundo y Chanyeol le ayudó a Baekhyun a ponerse pantalones y a acomodar su cola. Sí, así de atrasados estaban. Aunque al chico-gato le gustaba que su humano lo vistiera, le parecía tierno y lindo, era tan delicado con él.

Salieron en un apuro, con Diana metida en el gran bolsillo de la sudadera de Chanyeol sin saber por qué esos dos iban tan de prisa tomados de la mano. Pero ellos sí sabían: aquel día el Cat Café se convertiría en un Cat Café de verdad.

Lo que no sabían, era que Baekhyun por accidente había adelantado el reloj en una hora.

La cafetería de Luhan y Minseok siempre había permitido que sus gatos —en un principio sólo el mimado de Sehun— se pasearan por allí sin ninguna  restricción, saludando a los clientes, pidiéndoles comida y dejándose acariciar en algunos casos. Alejaba muchos clientes alérgicos o anti-felinos, pero atraía a varios más, más aún cuando comenzaron a llegar más y más gatitos bonitos, como Jongin, Jongdae tras el mostrador, los cortos periodos en que Baekhyun había sido gato común y, últimamente, los hermanos de Diana.

Resultó que, cada vez que Minseok pegaba los afiches de "se regalan gatitos" cerca, o le entregaba un folleto junto con el menú, minuciosamente diseñado por Jongdae en Photoshop —sí, el chico-gato ahora sabía hasta de diseño gráfico con tal de agrandar el negocio—, Luhan iba y los tiraba, rompía o arrebataba a sus espaldas. Era un vil plan, pero no quería que se llevaran a esas tres preciosuras. Hasta les tenía nombre ya: Luis, Miguel y Thalía... Aunque, lo estaba considerando aún.

Al final, el dueño del Café se dio por vencido y aceptó que cuidarían de esos gatitos. En todo caso, Diana estaba tan acostumbrada a verlos siempre que le daba algo al corazón separarlos, se imaginaba que estaba alejando a Jongdae de Jongin y Baekhyun.

Entonces, su chico-gato, que ya se creía el patrón de la cafetería, sugirió que cambiaran la ambientación del Cat Café para darle más protagonismo a los mismos gatitos, incluido él, por su puesto. Por ello, compraron más rascadores, camitas, adornos, le crearon un fanspage en Facebook a la cafetería, promocionaron en Instagram también, consiguiendo muchos likes de catlovers de toda la ciudad. Jongdae era un genio de las finanzas y la publicidad con orejitas, ronroneo y colita incluida.

Habían programado un gran evento de re-apertura del lugar, con globos, gatos y todo dentro, a las diez en punto. Y Chanyeol y su familia de miaus iban retrasados –en verdad, adelantados en casi una hora, y a Sehun le iba a dar gastritis de tanto nervio, se le erizaba el pelaje hasta la punta de su cola.

Es que, el angora blanco temía por su protagonismo en la historia.

Pensaba que, como los gatitos eran más pequeños y adorables, además de ser automáticamente más bellos que él por ser hijos de la gata Baekhyun —que admitía era muy hermosa en forma felina—, se iban a robar todas las luces y las miradas del público. Y él, todo bonito, peludito, con ojos de distinto color, finura pura, quedaría en el olvido máximo.

¡Ah! Que se le iba a quebrar una garrita por estar afilándose en el pantalón de Jongdae con tanta fuerza a causa de la ansiedad.

—¡Auch! ¿Qué te pasa, Sehun? Me duele, ¡me duele! —El gatito se detuvo, miró hacia arriba al chico-gato ordinario con desdén, y prosiguió, sacando aún más sus garras.

—¡Sehun! —Pero Minseok llegó justo a tiempo para salvar a su querido Jongdae, tomando al angora blanco en brazos— Compórtate, ¿si? Ve a molestar a Luhan por lo menos, pero deja a mi gato en paz. Sé que estás nervioso, todos lo estamos, pero no hagas eso, ¿qué van a pensar los clientes si te ven?

Sehun bajó la cabecita, como avergonzado, y se convirtió a chico-gato para irse a la cocina a fastidiar a Luhan mientras Jongdae le decía bromas o burlas, no le prestó atención de todos modos a ese gato-perro.

—Deja de ignorar a Jongdae, no seas tan cruel, amor. Te estaba hablando —le dijo Luhan mientras hacía mezcla para un pastel.

—Una leona no se gira cuando una perra ladra, Luhan.

El pobre pastelero sólo pudo rodar los ojos y seguir mezclando. ¿A dónde iba a parar con ese gato tan mimado?


* * * * * *


—Yixing— llamó Junmyeon entrando tras el estudio del fanático de los felinos—, vine de improviso porque quería preguntarte al-¿Qué estás haciendo? —se trabó al verlo en una posición extraña sobre una alfombra delgada en el piso.

Estaba haciendo yoga muy concentrado aquella mañana, sin embargo, al ver a su amigo, deshizo la posición de la rueda y volvió a sentarse sobre la alfombra muy tranquilo ante la mirada atenta de Junmyeon. Ahí se dio cuenta él de que Yixing era bastante flexible, y comenzó a pensar cosas que nunca antes había imaginado.

—Disculpa —lo interrumpió, sacándolo de sus fantasías—, ¿qué querías preguntarme?

—Ah-ah s-sí. Em... Quería saber si podías ayudarme en la consulta por la tarde. Ya sabes...

—¡Sí! —Respondió animado, levantándose del piso— Pensé que ya habíamos quedado.

Junmyeon siempre era así con él, debía confirmar una y mil veces sus planes porque creía que para Yixing no eran tan importantes, o que lo había olvidado. Tenía una memoria un poco frágil. Además de una vida ocupada, o eso se imaginaba el veterinario en su mente.

—También venía a buscarte por lo de...

—La cafetería —completó cambiándose de ropa en la pequeña habitación contigua—. Junmyeon, yo también quería preguntarte algo, más bien, pedirte algo.

El corazón del veterinario comenzó a latir a mil por hora, casi podía jurar que se escuchaba en toda la estancia.

Bum bum bum.

—¿S-si?

—El otro día me enviaron una invitación para una conferencia acerca de gatitos. Me dijeron "hey, trae a un amigo", y pensé en ti. ¿Quieres ir? Es un poco tarde y...

—¡¿Soy tu amigo?! —Junmyeon sentía que iba a llorar, pero se ponía muy feo cuando lloraba y no quería arruinar el momento.

—Claro que sí, ¿por qué no ibas a serlo? Eres mi mejor amigo, Junmyeon bonito.

—¿Y... No te gustaría ser algo más que amigos?

—¿Cómo qué? —Yixing no entendía a qué iba con eso. Era demasiado inocente. Comenzó a cerrar su estudio para ir a la cafetería.

—Como... No importa. ¿Estará Yifan en el Cat Café? Hace tiempo no lo vemos, ah... —lo utilizó para desviar el tema.

—¿Te interesa mucho él? —preguntó mientras se subían al auto.

—Ehhh, más o menos.

—¿Te gusta?

—¡No! Me gusta... Otra persona.

—¿La conozco por casualidad? —Yixing se había emocionado bastante con el asunto.

Así se fueron todo el camino, el experto en felinos intentaba adivinar quién era, pero lo único que lograba eran negativas y sonrojos del otro. Si Yixing se hubiese nombrado él mismo no habría sabido qué hacer, por suerte nunca lo hizo.

Al llegar al Café todo estaba más bonito, como nuevo. Arribaron justo a tiempo para ver cómo Baekhyun y Chanyeol entraban con paso apresurado y Diana colgando, se veían como una familia muy gatuna y adorable.

Entraron, y de verdad la cafetería estaba distinta. Era mucho más felina, tierna, les daban ganas de ir y abrazar a un gato de lo dulce que era todo.

Pero faltaba alguien, un par más bien: Jongin y Kyungsoo.


* * * * * * *


¿Y quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca le abandone? ¿Quién me tapará esta noche si hace frío...? —Le cantaba Jongin a Kyungsoo una canción de un tal Alejandro Sanz,  para distraerse del hecho de que estaba sobre un avión.

Quien te va a callar la boca gato partío —Pero su dueño estaba más o menos harto.

—¡Oye!

—Este vuelo va retrasado. Estoy nervioso. No me hables. Quiero ir a decirle al piloto que se apresure. Pero si se apresura podría caerse el avión. Y moriríamos. Y no quiero morir tan joven. Quiero dormir contigo otra vez por lo menos. Si cantas me pones nervioso. Y pasaría lo que te acabo de decir. Así que silencio.

—Pero es que me da miedo estar aquí...

—Aunque pensándolo bien, el piloto no puede apresurarse de todos modos. No. No puede. No moriremos. Aún así en un ataque de ira puedo ir y quitarle el mando y matarnos a todos...

—Chiquitito, cálmate —se metió Yifan, que venía al lado de Jongin. Junto a él venía Irene y Margarito también—. Estaremos en tu casa antes de que intentes matarnos a todos. Relax.

—No me pidas que me calm...— Pero su chico-gato no lo dejó terminar, porque comenzó  a hacerle cosquillas en las costillas y en el estómago, causando que se retorciera de risa y desesperación porque detestaba las cosquillas. Le daban pánico, casi.

Jongin luego comenzó a hacerle cariño, para que se calmara un tanto. Kyungsoo se había puesto un poquito imposible desde que su vuelo se atrasó. La estaba pasando muy bien hasta el momento.

Habían ido de viaje de negocios a una ciudad muy turística y bonita a tomar unas fotos en la orilla de un lago más cristalino que las vitrinas en las que Luhan guardaba su mercancía de Luis Miguel. Últimamente hacían esos viajes muy seguido, ya fuese para Catvin Klein o para la revista, pero siempre cuidando de que Jongin no se sintiese cansado o no quisiera ir. Amor a los gatitos ante todo, ese es mi lema —decía Yifan. No sabía por qué muy poca gente le creía.

El chico-gato negro terminó dándole besitos y tomándole la mano a su dueño para que se olvidara de todas sus suposiciones, y al mismo tiempo se le quitaba el miedo a él mismo.

Si Jongin se ponía así de cariñoso cuando se alteraba, entonces Kyungsoo pasaría de malas, pensó. Su chico-gato era tan lindo, ronroneando y meneando la cola, tan negra que llegaba a brillar.

Ya era toda una celebridad, de hecho, al bajar del aeropuerto lo esperaban algunas chicas que eran fanáticas tanto de la revista como de él, para pedirle una foto o que les pusiera la patita en algún papel. Sin embargo, Yifan se puso por delante con su cabeza toda calva y sus tres metros de altura para que no perdieran más tiempo y avanzaron con Jongin en forma felina metido entre el abrigo de Irene, mientras Kyungsoo sostenía a Margarito para espantar a las niñas un poco y hacer que el chico-gato negro se pusiera celoso.

Fue un buen plan: Jongin fue dándole más amor a su dueño en el coche para probar que él era mil veces mejor que el pobre Margarito, y llegaron mucho más rápido a su barrio.

Yifan descendió como toda una estrella de hollypurr del coche, quitándose sus lentes de sol y caminando como si de una pasarela se tratase. Se podía notar que el Cat Café estaba bastante concurrido, y diferente a la vez.

Jongin entró en forma felina aún, y todas las miradas se dirigieron a él porque era otro gatito, y uno negro muy bonito. Lo acariciaron y le dieron un par de galletas, consintiéndolo mucho, haciendo que se sintiera casi tan divo como el mismo Sehun, que andaba pavonéandose por todos lados, subiéndose a las mesas y todo para demostrar que él era el rey de todos esos.

Claro que los hermanos de Diana no andaban por allí todavía, estaban durmiendo de lo mejor en una de las casitas para gato mimetizadas en el lugar, nadie parecía percatarse ya que estaban bien acurrucados en una esquina sin hacer ruido.

–¿Estamos todos? –Preguntó Minseok. Comenzó a contarlos, uno, tres, cinco... Doce. Y cuatro gatitos. Estamos todos. Que bien que llegaron a tiempo.

–¿No estábamos atrasados? –Baekhyun no entendía, aún no se daba cuenta de que había adelantado la hora. Chanyeol sí, pero no había querido decirle nada.

–Eres cruel, Chanyeol –Luhan lo miró feo y le explicó al chico-gato al mismo tiempo que su dueño-novio se reía por detrás.

Mientras estaban en eso, Jongdae le pidió ayuda a Sehun para mover un pastel con forma de gatito recubierto de fondant blanco. Era un bizcocho en que el pastelero había estado trabajando un tiempo, y por fin logró hacerlo justo a tiempo para la re-inauguración. Antes, en cambio, lo tenía pensado para el cumpleaños de su angora blanco, por eso el gatito era muy parecido a él.

–Que bien que se están llevando mejor –los felicitó Minseok al verlos llegar tan armoniosamente. El chico-gato níveo rodó los ojos, pero Jongdae de verdad pensaba que ya eran amigos.

Estaban todos expectantes a partir el pastel porque todos amaban cómo los hacía Luhan, era muy bueno en ello. Pero antes, fue a buscar un trío que ronroneaba, haciendo que Sehun volviera a tensarse y comenzara a abrazar a Jongdae, el gato ordinario, de puros nervios.

–Aquí viene mi perdición –le dijo. El chico-gato rubio le respondió con un purr purr purr muy juguetón, estaba feliz de por fin ser amigos.

Junmyeon, Yixing y Luhan despertaron a los gatitos y los trajeron hasta el mostrador, reuniéndolos con Diana y en pocos segundos el lugar se llenó de ronroneos. Hasta Jongin se tentó y sacó su purr purr mientras miraba a Kyungsoo con ganas de agarrarle el trasero.

–Desde ahora –habló Minseok– estos serán nuestros gatitos, de todos. Ya no los daremos en adopción. Nuestro Café será un Café para gatos y chicos-gato, para que duerman, jueguen, y se diviertan. Por eso la decoración y la reapertura.

–También –agregó Luhan– ayudaremos a los gatitos que estén en la calle cerca del barrio, como hogar temporal y centro de adopción, para buscarles dueño y ponerlos casi tan bonitos como mi Sehun –el angora blanco sonrió triunfante. Sí, soy bonito, dilo Lu, dilo, pensó.

–Awwww, ¿entonces va a ser igual que antes? –preguntó Baekhyun, mientras era abrazado por Chanyeol.

–No...

–Porque antes también nos dejaban entrar –continuó, con el ceño un poco fruncido al recordar, viéndose adorable–, y nos dejaban jugar, nos dabas comida y... Chanyeol, no veo la diferencia. Ayúdame a pensar.

–Está bien, gatito, ya la notarás –le respondió dándole un beso en la frente.

–Por fin Luhan hace algo útil –añadió Kyungsoo enjugándose una lágrima falsa–. Qué bonito. Ahora parte el pastel o saco la pistola.

El pastelero le hizo caso, y comenzó a repartir el bonito pastel haciendo pedazos la figura gatuna escultural de Sehun parte por parte, desde las patitas, la cola y hasta las orejas. Todo era comestible.

Le regalaron un trozo a cada uno de los clientes por ser todos tan guapos –o eso dijo Yifan–, y Luhan terminó irónicamente comiéndose el trasero de Sehun gatito.

Fue un día bastante lindo y memorable: la gente amaba a los gatitos. Todos amaban a los gatitos. Incluso el angora blanco tenía su espacio de protagonismo. Varias chicas reconocieron a Jongin también, mientras otras amaban la relación tan adorable de Baekhyun y Chanyeol, y como trataban a Diana, que estaba encantada de jugar con sus hermanos en ése Cat Café tan precioso.

Era el paraíso gatuno.

Mientras Yifan grababa un vídeo de la cafetería con todos los gatitos ronroneando al mismo tiempo –era un evento demasiado maravilloso como para no documentarlo–, Yixing se le acercó:

–Oye, te diré algo.

–¿Qué? Si vienes a decirme que soy un maldito...

–No, no no... –Rió, y no se dio cuenta de que Junmyeon lo seguía de atrás–. Es que creo que le gustas a Junmyeon.

–Mentira... –Yifan no se lo podía creer. Pero el veterinario fue más rápido.

–¡Yixing! No. Nunca dije que me gustara este. Nunca te dije quién era, bobito.

–¿Entonces quién es? –le preguntó.

–¿Qué acaso no lo ves? –Se metió el Director Editorial con recelo por haberle mentido– ¡Es obvio que eres tú!

Yixing quedó en shock. Pudo asegurar que sus chakras se estaban alborotando de pura emoción. Le preguntó al veterinario si acaso era verdad, a lo que este contestó muy avergonzado que sí, y se abrazaron casi por cinco minutos mientras Yifan aplaudía sintiéndose solitario, hasta que Irene se dio cuenta del papelón que estaba haciendo y se lo llevó a una esquina a hablar, así que pronto se olvidó de su amor universitario.

–Junmyeon –le habló Yixing, rompiendo el abrazo–, ¿podemos estar juntos por siempre?

El veterinario asintió, esto era demasiado bueno para ser verdad. Era casi como estar con tu ídolo.

–Dejen sus confesiones amorosas para más tarde –se entrometió Kyungsoo entre los dos, rompiendo la atmósfera–, y vengan a tomarse una foto con nosotros.

Estaban todos juntándose en el mostrador para tomarse una foto "familiar", porque los que habían venido allí ese día eran parte de la familia gato que habían formado.

Para mala (buena) suerte de Sehun, Jongdae quedó a su lado, y la chica que les iba a tomar la foto les pidió que se juntasen más, quedando abrazados de forma incómoda. Entonces, el gato rubio rompió el hielo y se apegó al angora con todas sus ganas, dándole un abrazo de gato a gato de forma tierna.

Sehun alcanzó a tocarle la cola al felino corriente y se dio cuenta que su pelaje era muy fino, y, abrazándolo así, se fijó que no era tan ordinario después de todo; así que lo abrazó con ganas también, olvidándose de todo lo que le había dicho y hecho en el pasado.

–Awww, yo sabía que eras bueno, Sehun –le dijo el chico-gato.

–Cállate antes de que me arrepienta –sentenció comenzando a ronronear.

Luhan y Minseok los miraban enternecidos desde su posición, así que se abrazaron ellos también como los mejores amigos que eran, posando bien bonitos para la foto. Eran el mejor equipo.

A un lado estaba Junmyeon con Yixing riéndose de cualquier cosa mientras Yifan sostenía a Irene con Margarito porque la secretaria era un poco bajita y temía que no saliera en la fotografía, y era demasiado bonita como para no hacerlo.

En el centro estaba Kyungsoo con Jongin. El chico-gato posaba como modelo de revista mientras clandestinamente le agarraba una nalga a su dueño, con ganas de volver a casa para ir a hacer otro tipo de cosas con él. Ya habría tiempo para ello también, ya que la revista le había dado vacaciones. Se sorprendió al sentir el beso en la mejilla que le dio el más bajito, erizando su colita hasta la punta de emoción. Kyungsoo era tan lindo a su manera, quería estar pegado a él por mucho tiempo, y ronronearle hasta que se cansara.

–¿Y eso por qué fue? –le preguntó el felino.

–Porque te ves lindo. Y porque te quiero. Mejor no preguntes –respondió coloreando un poco sus mejillas.

Y, abajo, sentados en el piso, estaba Baekhyun bien abrazadito a Chanyeol acunando a los cuatro mininos para que no huyeran de la fotografía. El chico-gato se veía tan dulce con gatitos que el humano iba a reventar de ternura uno de estos días, y no se aguantó de pincharle una mejilla mientras tomaban una foto.

–Voy a salir mal en la foto –se quejó bajando las orejitas mientras escuchaba el "sonrían" de la fotógrafa– Miauu.

–Tú nunca sales mal, eres demasiado dulce para eso –Baekhyun, al escuchar ello, se puso a ronronear, apegándose a su dueño-novio para hacerlo sentir su purr purr purr tan delicado y suave en su pecho, mientras Diana ordenaba a sus hermanos pidiéndoles que se quedaran quietos.

–¡Salieron perfectas! Son todos tan guapos y tiernos –dijo la fotógrafa muy animada devolviéndole la cámara a Luhan.

Las fotos, igual que el día, eran perfectas. Se podía sentir el amor, la amistad y la ternura, también las colitas suaves, las orejitas y los miaus. Pero sobre todo, los ronroneos.

–¡Adiós! –Se despidió la chica, ya que iban a cerrar pronto.

–¡Adiós! –Respondieron al unísono todos–. ¡Nos vemos pronto, gracias por venir!




♡♡♡♡♡♡♡



N.A: ¡Adióoooos! Los personajes ya se despidieron de ustedes (ustedes eran la fotógrafa hihihi c:), ahora me toca a mí decirles adiosito. ¡Gracias por leer! Me da peniiita, hay un cap de agradecimientos para no dar la lata aquí porque este extra es larguísimo:(, si quieren leerlo, es el que sigue de este ♡

*El vídeo me lo enviaron dos niñas muy amorositas, y les prometí que lo iba a usar porque es exactamente lo que tenía en mente. Espero lo hayan visto. ¡Gracias por enviarmelo!

¡Nos leemos en los agradecimientos y miaus♡!

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