3. ¡No está tan alto!
Las estrellas tardaron un poco más en mostrarse aquella noche, corría una brisa fresca y el atardecer había sido más largo: era la primera noche de verano. Hace un año, Baekhyun había aparecido en la puerta de Chanyeol, de cabello negro, inquieto y sin collar.
Y ahora, rubio, enamorado y sintiendo las manos hábiles de su dueño mientras le quitaba el collar rosa para besarle el cuello de manera apropiada, tendidos en la cama iluminados a penas por la luna en cuarto menguante.
La colita sedosa de Baekhyun estaba ondulándose de un lado a otro mientras sentía los labios de Chanyeol recorrer su mentón, ambos respirando pesado, sólo que uno esforzándose por no ronronear de amor, moldeándose en un abrazo acalorado sintiendo piel contra piel y enredando los dedos en el cabello del otro.
—Te ves tan... Precioso —Le susurró el más alto dulcemente mientras pasaba sus manos por la cintura del felino.
—Sólo —comenzó a responder hablando entre besos— hagámoslo ya.
Chanyeol empezó a moverse para cambiar de posición, así Baekhyun quedaba abajo suyo, pero en ese instante las orejitas del chico-gato se crisparon al sentir un llamado muy familiar: su gatita estaba en el primer piso maullando.
Detuvieron las caricias incorporándose rápido, vistiéndose para ir a ver qué le ocurría a Diana. Normalmente dormía con ellos, los tres acurrucados en la cama, pero por esa noche le habían hecho su cama abajo, para que se acostumbrara, claro que, no duró mucho.
—¿Qué le pasó a la gatita más linda del mundo, ah? Awwww, qué linda, qué linda —La mimaba Chanyeol en sus brazos escalera arriba, sintiendo el ronroneo pequeñito en su pecho.
Al volver arriba, vio a su chico-gato metido en el baño lavándose los dientes frenéticamente, entonces le preguntó: —¿Por qué te estás lavando los dientes? Ven con nosotros.
—¿Por qué crees que me estoy lavando los dientes? —Respondió divertido.
Chanyeol captó lo que quería decir y sólo se limitó a esperarlo en la cama mientras jugaba con Diana, que se negaba a quedarse dormida. Le tenía las manos llenas de rasguños suaves, otros no tanto, pero de todas formas le encantaba jugar con ella, simplemente era tan adorable, más aún cuando Baekhyun la cargaba en el hombro, o peor: cuando ambos ronroneaban. Eso destruía al pobre humano de todas las formas tiernas posibles.
Los tres se quedaron jugando por un rato hasta que su hijita se cansó y se rindió a quedarse dormida siendo abrazada por Baekhyun, mientras éste estaba siendo abrazado por Chanyeol por detrás. Antes de quedarse dormidos, el más alto le dio un beso en la mejilla a su chico-gato, que aprovechó de enrollar su cola entre sus piernas, como siempre, y dijo:
—Creo que vamos a necesitar a Kyungsoo.
* * * * * * *
—...Entonces, anota Jongin, tenemos que ir a buscar la comida especial a las cuatro pm, después ir a buscar a Pelusa al veterinario e ir a dejarlo donde Yixing hasta las cinco pm, comprar nuevos collares a las cinco treinta pm e ir a cuidar los gatitos al Cat Café hasta las nueve pm. ¿Lo tienes todo?
El chico-gato negro asintió, mientras fingía que anotaba todo prolijamente en una libreta de notas, pero en verdad lo único que estaba haciendo eran garabatos y dibujos de Kyungsoo y él en forma felina por siempre juntos.
Justo antes de subirse al auto para comenzar el itinerario de aquella tarde, el gato negro recordó algo importante:
—Um, Chanyeol y Baekhyun pidieron que cuidáramos a mi sobrina todo el día.
—¿Cuándo? ¿qué sobrina? ¡Jongin! —Su dueño comenzaba a impacientarse.
—Calma, Kyungsoo ¡con la escoba no! ¡CON LA ESCOBA NO!
—¡No grites! Después los vecinos creen que de verdad te doy escobazos, gatito bobo... —Le dijo acariciándolo en la mejilla, haciendo que el chico-gato se retorciera con los mimos.
Jongin le explicó que Baekhyun le había pedido que cuidaran de Diana por un día entero, comenzando hace diez minutos, así que, sí, estaban retrasados. Y con el horario arruinado. De camino a casa de Chanyeol, Kyungsoo se preguntaba por qué demonios dejaba que su gato dormilón contestara las llamadas de los clientes si era tan descuidado, pero después recordó la expresión de felicidad de Jongin al hacerlo y se le pasó.
Hace unas semanas Yixing lo había ayudado a armar una pequeña empresa gatuna, que consistía en, al principio, cuidar al los felinos del Cat Café, pero luego su trabajo se fue agrandando. Los gatitos necesitaban muchas cosas, y no sólo los de la Cafetería, el negocio de a poco se iba expandiendo como el hilo de la bola de estambre roja con la que jugaba su gato.
—Ah, sí, y hay otra cosa —Jongin prosiguió, agarrándose la cola con las manos y jugando con ella—: Minseok también pidió que nos lleváramos a los gatitos por un día, dijo algo de llevarlos al parque... Creo que eso y-
—AARGHHHHHHHH —Gritó Kyungsoo para sus adentros, viendo que estaban retrasados y que tendría que cancelar todo el itinerario gracias al descuido del bonito Jongin.
Le pidió que fuera a buscar a Diana mientras él se quedaba fuera llamando a todo el mundo para cancelar. En unos minutos, su chico-gato volvió en forma felina corriendo y jugando con la pequeña gata. Kyungsoo se les quedó mirando, dándose cuenta de lo niño que era Jongin aún a pesar de todo.
Tan lindo...
Salió de la ensoñación gatuna para ir a buscar a los demás gatitos al Cat Café. Al entrar allí, todo estaba hecho un caos: no cabía ni un cliente más, Jongdae le mandaba y le mandaba pedidos a Minseok, pero este estaba demasiado ocupado atendiendo los otros; Luhan se apresuraba en la cocina glaseando pasteles, y era tanta la desesperación que hasta Sehun estaba trabajando detrás del mostrador de los helados, que se habían vuelto aún más populares al ver a un chico-gato tan elegante y hermoso como él vendiéndolos.
—Lo que hay que hacer para no vivir en la pobreza... —Se quejaba mientras preparaba un helado en barquillo sabor «ronrofresa» con «menta miau» —¡Gracias por venir al Cat Café! Que tenga un día lleno de dulzura. ¡Mia-ú!
Jongdae no podía evitar reírse por lo bajo ante el entusiasmo de Sehun al decir el lema de la cafetería con ese tono dulce y ese maullido excesivamente empalagoso y después volver a su cara de palo.
—Vine a recoger a los gatitos —Dijo Kyungsoo incómodo tratando de no molestar mientras Jongin lo seguía por detrás con Diana en el hombro.
El dueño del café le hizo una seña para que fueran a buscarlos dentro de la casa, los tomaron en su camita gatuna y salieron en el auto rumbo al parque que quedaba al otro lado de la cuidad, era el mismo al que habían ido para participar en el concurso de belleza hace un tiempo.
Minseok suspiró aliviado al saber que los mininos estarían en buenas manos, y también suspiró cansado porque necesitaba un descanso. No sabía por qué últimamente su Café se estaba volviendo tan popular, quizás era por la gran cantidad de gatitos gordos y peluditos que andaban por ahí a diario: quién se resistiría a entrar a un Café donde puedes, además de comer las delicias que hacía Luhan, ver y acariciar bellos felinos.
Jongdae notó su fatiga, así que fue a darle un masaje en los hombros y a ronronearle juguetonamente por detrás.
—¡Ve a tomar un descanso! ¡Descanso, descanso, descanso! —Le canturreó comenzando a remecerlo suavemente por los hombros.
—Hay muchos clientes...
—Deja que Sehun trabaje un poco, mira, lo hace bien —dijo apuntando al gato angora mientras hacía el "¡mia-ú!" tras el mostrador —¡Descanso!
—Pero Sehun va...
—¡Descanso!
Minseok suspiró, estaba siendo mandoneado por su gato otra vez pero tenía razón. Aún así no fue a tomar un receso y sólo se conformó con un abrazo gatuno de Jongdae y sentir su ronroneo en el cuello, eso era mejor que cualquier descanso, ya que cuando su chico-gato encendía sus motorcitos para hacer su purr purr tan tenaz parecía traspasarle energía.
El pastelero pasó tras ellos a dejar unos pasteles al mostrador y se quedó mirando de reojo el abrazo, ¿de qué iba eso?, más tarde enviaría a su chico-gato a investigar.
Se quedaron trabajando hasta la noche, y les pareció extraño que Kyungsoo aún no volviera con los gatitos. Luhan no dudó en llamar, imaginándose lo peor:
—¡Kyungsoo! ¿Por qué aún no llegas? Ya es de noche, que acaso no sabes que los gatitos son pequeños y se pueden resfriar, ya sé que es verano pero aún así necesitan volver a casa, no ves que...
—Ehm, es que, hay un pequeño problema.
—¿Qué es?
—Jongin se subió a un árbol y ahora no sabe bajarse.
—¿QUÉ? —No alcanzó a preguntarle nada más, ya que Kyungsoo colgó, no le daban los nervios para soportar el drama de Luhan. Ya le dolía el corazón al ver al pobre de Jongin arriba de ese gran árbol, asustado, en forma felina y sin saber bajarse.
Todo había comenzado por estar jugando con Diana a quién escalaba más alto, y por suerte la gatita de Baekhyun no era tan temeraria como su tío y se dio por vencida rápido, pero Jongin en un arranque siguió escalando hasta lo más alto. "Miauuuuu, meaaauuuu", maullaba triste desde lo alto diciendo "¡me dan miedo las alturas!", luciendo como una pequeña panterita asustada.
Kyungsoo había llamado a los bomberos de rescate hace un rato, sin embargo, aún no llegaban. Los que sí aparecieron en segundos fueron Yixing y Junmyeon, ya que según ellos "andaban por ahí", y tampoco tenían idea de cómo bajar gatitos de árboles.
—Yixing, usa tu poder gatuno —le pedía Junmyeon, su mayor fan, nervioso.
—Estoy pensando, estoy pensando... Quizás si ponemos algo abajo que llame demasiado su atención, algo que el gatito negro quiera demasiado... —Los ojos del veterinario y del experto en felinos se dirigieron por inercia a Kyungsoo, que estaba llamando por enésima vez a los bomberos —¿Podrá ser? —Junmyeon asintió.
Entonces, Yixing sacó de su bolso algo prohibido y delicioso para Jongin: un peluche de ratón relleno con catnip, y se lo entregó a su dueño, que estaba subiéndose a los hombros del veterinario para así quedar más alto y alcanzar a su gato. Casi se caen de espaldas, pero al parecer estaba funcionando, porque Jongin comenzó a percibir el aroma, mirando hacia abajo a su dueño que le hablaba lo más tierno que podía:
—Jonginnieee, si bajas te doy el ratoncito y un... Un besito. ¡No está tan alto!
Estuvieron así mucho tiempo, más del que la espalda de Junmyeon podía aguantar, el veterinario era el más cansado con los muslos de Kyungsoo en los hombros, pero parecía dar resultado ya que el gato negro comenzó a bajar lentamente, no sabía si estaba más atraído por el aroma del catnip o por la promesa de un besito de su dueño.
Justo cuando Jongin estaba descendiendo a una rama que quedaba al alcance de su humano, llegaron los bomberos al rescate con su escalera gigante y todo eso. Arribaron tan de improviso que Kyungsoo y Junmyeon se fueron de bruces al suelo golpeándose el trasero y la espalda, mientras el gato se encaramaba de susto todo lo que había logrado bajar.
Los hombres, con guantes y cascos, se subieron al árbol a bajarlo logrando en minutos lo que a su dueño le había tardado horas. Ya con las patitas de vuelta a la tierra, se había formado un tumulto, incluso la prensa había venido a curiosear por qué tanto escándalo, entrevistando a Jongin que estaba en forma felina en los brazos de Kyungsoo y lo único que le decía al micrófono era "miau".
Se convirtió a chico-gato tratando de ocultarse tras él en un abrazo porque estaba llorando y le daba vergüenza que lo vieran tantos desconocidos así.
—Estaba muy alto y solito y pensé que iba a morir —sollozaba con las orejitas hacia abajo y la colita entre las piernas mientras Kyungsoo le acariciaba la espalda, pidiéndole que se calmara porque habían muchos periodistas mirando. El felino se limpió los ojos y se dio la vuelta, dando de frente con las cámaras y todos quedaron asombrados porque era un chico-gato demasiado hermoso.
"Es demasiado puro para este mundo", "mira esas orejitas", "no había visto un gato tan lindo desde que vi Los Aristogatos", "¿por qué no es modelo de Catvin Klein?" eran el tipo de comentarios que podían oír. Jongin no entendía nada y sólo dio una entrevista y se fue, quería que su dueño le diera la recompensa por bajar del árbol lo antes posible en casa.
Yixing les ayudó a acomodar los gatitos en el auto, los había cuidado desde que la operación de rescate felino había comenzado, y los tenía bien dormidos en su cama. Al mismo tiempo, Junmyeon revisaba a la rápida al chico-gato negro en caso de que hubiera sufrido algún tipo de lesión, pero parecía estar bien aparte del susto.
Kyungsoo condujo rápido ya que quería salir pronto de allí porque los periodistas seguían tratando de sacar el chisme o de robarle a la belleza de Jongin, además revisó su móvil y tenía cientos de mensajes en el buzón de Luhan preguntándole.
Dejaron los felinos en el Cat Café resumiendo la historia para que el pastelero detuviera su histeria y fueron a dejar a Diana. Les había parecido extraño no recibir ninguna llamada de Baekhyun o de Chanyeol dado que ya era bien tarde en la noche, pero asumieron que se habrían quedado pegados viendo series en Netflix.
Como Kyungsoo tenía una copia de las llaves de su casa desde la otra vez que fue a cuidarla el verano pasado, prefirió no molestar porque probablemente ya estaban durmiendo y la usó, entrando con su gato que traía a la gatita bebé en brazos. Subieron la escalera de caracol sigilosos, pensando que estaban soñando, pero se encontraron con Chanyeol entremedio de las piernas de Baekhyun haciendodiossabequé.
Jongin se apresuró a cubrirle los ojitos a Diana, que de todas forma iba media dormida, y Kyungsoo se apresuró en cubrirle los ojos a Jongin.
—¡Park Chan-Baek... ¿Qué están haciendo?! —Chilló confundido y furioso.
Los aludidos se incorporaron de inmediato, Baekhyun ocultándose bajo las mantas, casi convirtiéndose a felino de pura vergüenza, quedando sólo su colita rubia asomándose al mismo tiempo que Chanyeol se vestía. Se podría decir que el tiempo había volado para ellos, habían estado casi toda la tarde en eso, y no se percataron que ya era muy tarde.
—¿Por qué siempre en nuestro grupo tienen la costumbre de llegar y entrar a las casas? ¿por qué no pueden tocar la puerta? Dios, Kyungsoo... —Reclamaba el más alto poniéndose una camiseta, su chico-gato oyendo todo bajo las mantas con ganas de enterrarse.
—Eso no importa. Chanyeol, ahora eres un hombre con una familia, no puedes estar haciendo esas cosas tan así —le decía tomándolo por los hombros de forma dramática—. Y Diana casi los ve y.... —Kyungsoo se detuvo porque comenzó a reírse como un maníaco.
—¿Por qué te ríes? ¿estás bien?
—Es que, esto es tan absurdo... Tuvimos un día horrible y encontrarnos ahora con esto, no sé. En momentos así, sólo se puede reír.
—Estás perdiendo la cabeza, Kyungsoo —Recalcó Chanyeol siendo contagiado por el ataque de risa del más bajito.
—No. Ven y dame un abrazo —Le pidió con los brazos abiertos. Su amigo no entendió nada y sólo se lo dio, quizás de verdad necesitaba uno o estaba volviéndose loco.
—¡No lo abraces! ¡Chanyeol es mío, ghhh ghhh! ¡tú no eres gato, vete! —Baekhyun reclamaba de forma tierna asomando la cabeza entre las mantas, engrifado. Vio a Jongin sin hacer nada y le dijo— Y tú haz algo, ¿cómo no te va a dar...? Espera, ¿estás drogado?
En efecto, el chico-gato negro estaba bajo los efectos del catnip dentro del ratón de juguete que había encontrado en el auto de su dueño, sintiéndose un tanto perdido. Todo era un caos en la mente inocente y felina de Baekhyun hasta que Chanyeol se separó del abrazo de Kyungsoo y le explicó que eran sólo amigos, y que los amigos pueden abrazarse también.
—Pero no puedes besarlo, ¡besos no! —Hacía escándalos de celos mientras su dueño-novio lo ayudaba a ponerse su pijama. Tan tierno.
—Besos sólo para ti, mi gatito hermoso —Afirmó dándole un besito en la frente.
—Ew —se metió Kyungsoo—, ustedes son demasiado. Vámonos Jongin, y dame ese ratón, te dije que te lo daría en casa... Qué voy a hacer contigo.
Dejaron a Diana en su camita con ellos y se marcharon. Habían sido demasiadas emociones por un día y el humano quería dormir, pero su gato no. Tuvo que quedarse toda la noche mirándolo dar vueltas por la sala y jugar con cualquier cosa, mirando la televisión a ratos por si salía en el noticiero.
—Tú me debes algo —Recordó de pronto Jongin acomodándose en el sofá junto a él, sacudiendo la cola contra los cojines de forma traviesa.
—Oh, sí. Cierra los ojos —Le pidió adaptándose en su asiento para quedar cara a cara—. Estira los labios.
El chico-gato le hizo caso, pensando que si esa era la recompensa se subiría a árboles y no bajaría más seguido. Kyungsoo se quedó mirando lo guapo que era hasta que se acercó y le robó un besito muy corto y delicado, pero el felino no estuvo conforme con eso y se lanzó sobre él como un tigre sobre el sofá, despeinándole el cabello y con la cola bien parada.
Estaba comenzando a quitarse la camiseta cuando su dueño prestó atención a la televisión, aún encendida, porque estaban ahí, subiéndole el volumen.
—Eso no importa, ahora sigamos con esto —le reclamaba con voz gruesa dándole besitos en el cuello.
—Espera, es que creo... Creo que ahora eres famoso.
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Créditos gif en multimedia: happymonsters.tumblr.com
N/A: ¡Hola! ¿Tardé mucho? ¡Lo siento! He estado un poquito ocupadita con ciertas cosillas supersecretas jejsj(?) y además estaba bloqueada ; ; ¡Graaaaaaaaaacias por leer! El cap es más larguito de lo normal por la demora ♡♡♡ (y bien deforme)
Por si no saben, esta es la segunda parte de "Patitas suaves y ronroneos", les recomendaría que leyeran esa primero, porque si no van a quedar un tanto colgadas/os con ciertas referencias jajaj, ¡sólo si quieren! c:
Le quería dedicar este cap a ByunnieBiased12 que hace unos días estuvo de cumple ¡muchas felicidades y muucho cariñito para ti!♡♡♡
Espero les haya gustado aunque sea un poquitín! Y espero también que tengan una lindo día, recuerden tomar agüita y ponerse protector solar, así se verán lindis por dentro y por fuera♡
¡Nos leemos prontito!
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