Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35

Capítulo 35

Hace poco tiempo que acaba de salir el sol con sus rayos tibios para iluminar mis ojos abiertos y cansados por el sueño. Alumbra intensamente, como cuando un faro guía a los barcos hacia el muelle.

Su luz me irrita, desespera y lastima, pero no me inquieta porque es el anuncio del reinicio de un nuevo día, del reinicio de todo... Y que todo vuelva a comenzar desde cero es lo que estoy necesitando. 

¿Pero los “nuevos comienzos” podrían aplicarse para todo?. Bueno, técnicamente podría decirse que sí y hasta parece que Paul cree en eso. Lo digo porque los comentarios que me dijo ayer fueron alentadores y desvergonzados, inclusive cualquiera creería que sabe perfectamente lo que me va a ocurrir próximamente… 

¿Será posible que mi camino se enlace al de Jonathan?》

—Amelia te puedo asegurar que mañana el sol saldrá a pleno y el día estará espectacular para salir a noviar con mi amigo. Cambiá la cara porque no ha muerto nadie y pronto podrás hablar con él. Dale un par de horas de soledad y lo tendrás de rodillas— ¿noviar?, podía imaginarlo pero no sería real, no podría serlo.

—Sos un atrevido y tu iniciativa es descarada. Mejor ve a hablar con Charlotte, parece que tienen mucho para decirse— le dije porque me inquietó con su comentario—. Mejor no, esperá, parece que mi idea es mala, no quisiera estar presente en la escena del crimen— dije dudando al ver que Charlotte se encontraba sentada en la arena hablando con mi amiga, parecía que estaban entretenidas mirando el mar mientras yo caminaba al lado de Paul y tomaba mi lata de cerveza. Se notaba que su cara no era la misma porque hacía un rato atrás no estaba relajada como ahora, antes se encontraba tensa por la presencia de su novio.  

—Definitivamente tienes un gran carácter Amelia Luxor. Nunca he visto a mi amigo con alguien que tenga tu personalidad— me guiñó el ojo y realizó una mueca. 

—¿Eso fue un halago o una ofensa?— sentí que me miraba con respeto y quizás un poco de orgullo. No podía terminar de detectar lo que me decían sus ojos. 

—Una aprobación. No puedo imaginarme a otra mujer al lado de Jonathan Lennox— me daba el visto bueno levantando su lata al cielo… Me parecía una actitud ridícula y extraña, viniendo de parte del amigo de Lennox. No es un comentario que suelen hacerte con normalidad antes de conocerte en profundidad, pero debía admitir que era tierno y me gustaba escucharlo.

—Gracias— no podía responderle más, tampoco menos. Después de todo, pensándolo mejor, era el amigo de Jonathan y era lógico que quisiera ayudarlo con sus comentarios. Pero en realidad también me ayudaba a mi, a continuar con mi iniciativa de apostarlo todo. 

En fin, ese pequeño diálogo fue el más importante de la tarde de ayer o al menos es el que más fijado tengo en la mente.  Y ahora que indago mejor mi mente, tengo que admitir que después de todo, no había pasado tan mal momento dando vueltas con mi amiga y ese par de locos… 

¡Por qué había que decirlo! Paul y Charlotte eran un par de desquiciados. Una pareja intensa, extraña y única, con un humor ácido pero adictivo. Eran como los caramelos de frutas ácidas que a lo primero no te agradan, pero después te acostumbras a comerlos y te terminan pareciendo dulces. 

Parecían un matrimonio gastado y aunque se complementaban bastante bien, era evidente que ellos mismos no se daban cuenta de lo bueno que realmente tenían porque se la pasaban discutiendo por nada. 

Pero puede ser que ese trato tóxico, se debía a la situación actual. Tanta tensión y problemas alimentaba su malestar, ese dolor fomentaba su trato arisco, ese enojo los convertía en felinos furiosos. 

Y sinceramente al verlos, entendía sus miradas intensas. No podría haber esperado reacciones diferentes entre ellos teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, hasta diría que no les veía un buen futuro, al menos por ahora. 

Pero no es mi problema, por suerte…》

Ya es hora de salir de la cama y de frenar los recuerdos que se me cuelan sin permiso. Me destapo rápidamente para sentir el frío sobre mi piel abrigada por el calor de las frazadas que me cubrían y respiro profundamente para cambiar el aire.

Comencemos el día siendo optimistas, ¿no?》 

Recorro mi cuarto con la mirada y veo el vestido que he sacado del vestidor de Jonathan. Me lo había puesto para deslumbrarlo ayer y quizás en parte lo he logrado. Pero hoy, este permanece tirado en el suelo, se encuentra arrugado y desaliñado, igual que mis sueños, igual que mis esperanzas. 

De todos modos, eso ya no importa en este momento, debo concentrarme en mi día y sacar su condenada imagen sensual de mis proyecciones… 

Sus ojos, su mirada, su piel, su perfume, su sonrisa, su boca, su torso, su cuerpo, él, todo él, no puede seguir aquí. No puede estar jugando su recuerdo conmigo. No puede sabotearme un manojo de nervios ahora. No debe girar el centro de mi tierra únicamente por él… 《Todo mejorará, él solamente necesita su espacio y tú el tuyo.》

Decidí tomarme el día libre, después de todo uno mismo debe de manejar los tiempos de estudio y la universidad no debería manejar mi vida. Al menos es lo que supongo en esta fecha, que no estoy en épocas de exámenes. Porque en otro periodo del año, la realidad sería otra y yo no podría pensar lo mismo.  

Y en cuanto al trabajo, debo decir que tiene sus beneficios ser la encargada… Pues faltar por sentirme fatal es un justificativo bastante aceptable. Es una excusa frecuente y normal, la cual es usada por el 90% de la gente cuando no miente y por el 10% restante cuando sí lo hace. Yo en este caso no lo hago y puedo sentirme parte de ese 90% responsable… 《¿Será al revés?, bueno, de cualquier manera estoy dentro del promedio que dice la verdad.

¿Pero por qué me siento fatal?, realmente no lo sé. Supongo que el motivo es por su mensaje cortante… Al leerlo sentí su rechazo y gracias a eso, la inseguridad dentro mío cobró vida. Pero el mayor dolor para mi, sin dudas, es saber que siente angustia y él no quiere mi apoyo.  

En resumidas cuentas, faltaré al trabajo. Usaré una excusa real que no uso o usaría con frecuencia y mandaré mi empleo al retrete por un instante. Hoy dejaré de ser responsable, correcta y adulta.

Me siento libre》

Me dispongo a realizar una rutina que haría un fin de semana, es decir, haré las cosas que me propongo usualmente cuando tengo el día libre: desayunar, salir a caminar o correr, almorzar, visitar a mi familia, quedarme en casa ordenando o descansando. 

Cuando estoy en la siguiente opción de mi rutina, me encuentro con Charlotte por la calle. Desde ya, se ve como una diosa con su ropa deportiva, pero noto que tiene los ojos rojos y su cara refleja agobio. Lo más probable sea que haya estado llorando y el motivo seguramente lo sé o lo imagino, pero decidí no preguntarle nada que pueda incomodarla.

—Hola, ¿también vienes a correr por aquí?— le digo mientras proyecto mi voz para que Charlotte me escuche a la distancia, la cual voy acortando porque me acerco hasta ella. 

—Hola Amelia— me saluda con un beso en la mejilla—. Usualmente no, estoy yendo al estudio de Jack, quería agradecerle la ayuda que le brindó a Jona— me comenta y luego con voz dudosa me hace una pregunta que me resultó inesperada—. ¿Me acompañas?, ¿te gustaría venir?— ¿debería meditarlo?, pienso. 

—La verdad no creo que sea conveniente, pero me gustaría agradecerle también. Voy contigo— solamente abrí mi boca y mi corazón habló antes que mi razón. Por primera vez dejé que mi corazón decidiera. 

—Perfecto— me sonríe aliviada y continúa en dirección al estudio, pero ahora con mi compañía. 

En el camino Charlotte me contaba detalles de la vida de Jack. Me decía quién era, cómo y cuándo conoció a Paul, Jonathan y Michael. Por supuesto también me dijo cómo y cuándo lo conoció ella.

Algunos puntos no me parecieron relevantes, a decir verdad, yo ya sabía parte de la historia y del ambiente que rodeaba a Jack. Inclusive conocía el mundo de Michael, Jonathan, Paul y Charlotte. Pero igualmente nuestra conversación me resultó importante… Porque ella me estaba dejando entrar en su círculo de confianza y quizás más adelante eso podría ser significativo para mí. 

Un rato más tarde llegamos a un centro deportivo, en el lugar se dictaban diferentes tipos de clases relacionadas con el deporte y por supuesto, había varios profesores que enseñaban diversos ritmos de baile. Uno de esos profesores era Jack Moreno y por primera vez tomaba conocimiento de su apellido al verlo escrito en uno de los carteles del edificio. Recuerdo aún el día en que conocí a Jack, él me había entregado su tarjeta personal, pero no recordaba haber leído su nombre completo… Quizás no lo escribía porque su apellido es como su color de piel y probablemente no le debe agradar que hagan comentarios en referencia a eso, podría apostarlo, pero igualmente es una simple suposición.

Ahí lo veo, luce increíble…》

Charlotte levanta su mano y le hace señas a Jack, el cual vemos a través de un vidrio que muestra el interior de un amplio salón de baile. Él sonríe con entusiasmo y nos guiña un ojo, nos indica con su mano que esperemos unos minutos afuera porque tiene que terminar de dar la clase. Nosotras le decimos que sí con un gesto y lo observamos entretenidas mientras dicta su clase de zumba. 

—¡Baila increíble!— me menciona Charlotte mientras estoy hipnotizada con el movimiento de su cuerpo y con su aspecto físico. 

—Sí, debo admitir que lo hace muy bien— lo digo en voz baja para restarle importancia, ya que no quiero levantar ningún tipo de sospecha… 

Mirar un chocolate y desearlo, no es ningún pecado cuando no piensas comerlo, eso es lo que dicen. Pero Charlotte no sabe cuáles son mis verdaderas intenciones. Ella solo puede ver mis ojos embriagados y perdidos sobre el sudor que derrama el cuerpo esculpido de Jack. 

—¡Está bueno el condenado!— la voz en off de mi amiga se instala en mi mente.》

Cuando todas las chicas que están en el salón se retiran porque la clase terminó, Charlotte comienza a caminar para ingresar por la puerta y yo la sigo.

—¡Hola reina!, hace mucho tiempo que no te dabas una vuelta por aquí!— Jack le da un abrazo a Charlotte y luego la corre de su cuerpo lentamente para mirarme—. ¿Son amigas?.

—Conocidas por el momento, ¿y ustedes son amigos?— se gira para preguntarme porque puede intuir que ya nos hemos visto antes. 

—¡Hola Amelia!, no le hagas caso. Me alegra saber que no vas a rechazar mi propuesta nuevamente. ¡Bienvenida!— Jack mira a Charlotte con sus ojos fruncidos y luego estira sus brazos mientras gira en círculo para mostrarme el gran salón. 

—¡Hola!— dirijo mis ojos hacia Jack por un momento y este se acerca a darme un beso en la mejilla—. No somos amigos Charlotte. Solo nos hemos visto en alguna oportunidad— miro a la prima de Jonathan pero no mantengo el contacto visual. 

—Podrían haber sido mis mejores oportunidades— sonríe y me mira intensamente, llevándome a lo profundo de sus ojos azulados. Insiste en llevarme a la profundidad de su abismo, pero me resisto—. Perdón por el atrevimiento, no quería ponerte incomoda— dice al instante que me ve apartar la mirada.

—No, no lo hiciste— mencioné y Charlotte por suerte me interrumpió. 

—No la traje aquí para que intentes conquistarla Jack. En realidad yo venía a agradecerte, bueno, ambas… Por la ayuda que le brindaste a los chicos, especialmente a Jonathan— dice Charlotte y va a rodear a Jack para abrazarlo. 

—Eh, claro. No era necesario que vengan hasta aquí por eso— dice restándole importancia.

—Sí, lo era… La verdad es que yo vengo colada, nos cruzamos en la calle con Charlotte y me propuso venir. Obviamente acepté porque fuiste de gran ayuda, te mereces un agradecimiento y un reconocimiento— digo y me acerco hacía ellos para sumarme a un pequeño abrazo grupal porque Charlotte no lo suelta. 

—¡Okay ladies!, les agradezco su intención pero les repito que no era necesario— nos apartamos para liberarlo.

—¿Preferías un agradecimiento y un abrazo de mi primo?— dice Charlotte con su ceja levantada. 

—¡No!— su respuesta es rápida y rotunda.

—Me lo imaginé— se sonríe y se hace un rodete en el pelo—. ¿De qué propuesta hablaban antes?— debí imaginarme que no iba a quedarse con la intriga…

—La invité a bailar, a tomar algunas clases. Pero parece que no ha estado interesada.

—No suelo tener tiempo— meto unas palabras en medio del silencio, antes de que siga hablando.

—Son excusas, siempre hay tiempo para bailar— me responde.

—¿Te rompió el corazón?— agrega Charlotte cuando Jack me responde con voz herida. Pero Jack al escuchar su pregunta no le contesta—. Tendrás que sanarlo solo, no te recomiendo tocar algo ajeno— no esperaba un comentario tan directo. Charlotte marcaba territorio en nombre de su primo… Me convertí en un árbol para ser marcado en cuestión de segundos, no de forma literal obviamente. Pero me desentiendo de la conversación para no discutir con ninguno de los dos. Lo creí conveniente, además, no quería hablar de Jonathan con ellos.  

—Hermosa manera de agradecerme bebé— Jack le responde con ironía y Charlotte agacha su mirada, avergonzada por lo que le dijo anteriormente. 

—No quería cagarla.

—No importa, lo sé. Te sale ser perra— responde en voz baja, con confianza, sin pena. Después, comienza a ordenar un poco el lugar. 

—Perdón— ella le responde sin ofenderse y comienza a ayudarlo—. Ahora podríamos bailar, hace años que no venía y la verdad que me dieron ganas. ¿Nos das una clase Jack?.

—Podría ser— Jack le responde a Charlotte dubitativo. 

—¿Te parece Amelia?— me pregunta Charlotte. 

—Claro, me gusta la idea. 

Esa mañana fue completamente diferente, mis planes de tener una rutina tranquila y normal desaparecieron en el mismo instante que me crucé a Charlotte. 

Con Jack terminamos bailando diferentes ritmos de forma individual e inclusive bailamos un rato en parejas. La pasamos muy bien los tres juntos… Realmente no podría haber imaginado que me divertiría tanto bailar con ellos dos. Se nos había ido la mañana rápidamente entre pasos, risas y movimientos de cadera. Estábamos eufóricos, disfrutando del ritmo de cada canción. 

Pero cuando apagué la sensación de libertad que recorría mis venas y dejé de sentirme sobre el aire, me percaté de la hora. 

《¡Mierda!, ¡carajo!》

—Debo irme chicos, iba a visitar la casa de mis padres.  

—Oh, es tarde, yo también debería irme, tenía que ir a la casa de una amiga— mencionó Charlotte mirando su reloj. 

—¿Las llevo?.

—No gracias, tomaré un taxi— le respondo a Jack.

—¿Segura?, yo acepto— responde Charlotte mientras comienza a recoger sus pertenencias. 

—No, no, vayan ustedes. Muchas gracias por la clase Jack— sinceramente me había agradado su compañía y había disfrutado de bailar junto a él. 

—Por nada, es un placer, espero tenerte más seguido por aquí— mencionó Jack con esperanza mientras me daba un beso en la mejilla y posaba su mano en mi cadera a modo de despedida.  

—Esperamos afuera contigo el taxi— dice Charlotte y yo asentí.

Debido al horario no tenía tiempo de regresar a mi departamento, por lo tanto, fui directamente a la casa de mi familia. Hacía bastante tiempo que no los veía y le había prometido a mi madre que los iría a visitar pronto. Pero en el transcurso del viaje me llega un mensaje inesperado, pero al menos era un mensaje que deseaba. Realmente lo deseaba con todo mi ser y más también. 

Frente a mis ojos leía el nombre de Jonathan Lennox y una pregunta que me inquietó y puso mi piel de gallina 《—¿Podemos hablar?》. Con dos simples palabras logró ponerme de rodillas, me tenía a sus pies. Y claro, claro que podíamos hablar, ¿cómo podría negarme?. Entonces, mis respuestas lo llevaron a la tan ansiada invitación… Él quería verme y yo esperaría impaciente su llegada. 

—Chofer, voy a cambiar el rumbo— solté rápidamente. 

—¿A dónde señorita?— mencioné la dirección de mi departamento porque solo tendría tiempo para llegar y cambiarme. Luego, mandé unos mensajes de texto a mi padre para disculparme. 

……………………………………………………

—Hola papá, me surgió un compromiso, no podré ir hoy. Los veo en la semana. 

—¿Vas a salir con algún novio?— me respondió, pero me doy cuenta que es mi hermano pequeño. Mi padre no escribiría eso de manera tan directa. 

—Enano, no soy tonta. Cuando te vea en la semana te mataré a cosquillas— le respondo y le agrego muchos emojis para disimular mi enojo. 

—Sos inteligente, es obvio que lo va a leer papá— es inteligente también él, sin dudas. Entiende que voy a matarlo, con tan solo un mensaje… 

—¡Oh cariño!, lo lamento, no sabía que me habías mandado un mensaje. Justo tenía mi móvil Richard, estaba jugando.

—No hay problema, me lo imaginé. 

—Tu madre se va a enojar, pero te cubro— hombres hay miles, pero iguales a él ninguno. Tengo el mejor padre del mundo entero. 

—Lo sé, por eso no le escribí a ella. Gracias, te quiero. 

—Besos nena, en la semana sin falta te quiero ver en casa. 

—Sí, besos papá. Te quiero. 
……………………………………………………

Cuando pisé el asfalto, al bajar del taxi, comencé a correr hacía mi departamento para cambiarme. Los segundos siguen avanzando y no puedo quedarme tranquila, necesito estar hermosa, preparada y lista para la ocasión. 

Estoy demasiado nerviosa》

Cuando estaba lista para bajar, después de ver a Jonathan esperándome abajo con su camioneta, mis piernas comenzaron a temblar.  Mi cuerpo presentía un cúmulo de sensaciones alegres y extrañas debido a su presencia. Quizás era porque no esperaba verlo tan pronto, no después de lo ocurrido con su padrastro. 

Pero ahí estaba y yo estaba frente a él, esperando un beso de su jugosa boca… Esperaba sentirlo apoyado en mis labios, pero no pudo ser, debido a nuestros ingenios y apuestas. 

Cuando me ponía el cinturón de seguridad, entendí que la noche sería diferente, comprendí que debería bajar un poco la guardia. Ya era hora de hacerlo. Porque un picnic nocturno y una cama improvisada en la parte trasera de la camioneta no era lo que esperaba ver. Ese gesto me demostraba que sus intenciones estaban cambiando.

Me dejé llevar, le permití a mi cuerpo que se relajara y se sorprendiera por el brillo de la noche, de sus ocurrencias y de sus ojos. Pues no tenía otra opción y tampoco quería tenerla. 

Quiero estar aquí, con él.》

La experiencia fue mejorando poco a poco, no solo comimos y vimos las estrellas. También tuve un show, un baile erótico en vivo y en directo, de Jonathan Lennox para mi sola. Estaba completamente loco y celoso por el video que compartió su prima en las redes sociales, un video que sinceramente no sabía que existía hasta que lo vi en el taxi, mientras regresaba a mi hogar. Pero gracias a ese detalle demencial que tuvo Charlotte, yo pude ver a otro tipo de estrella. No solamente vi las del cielo, delante de mis faroles veía a Jonathan moverse con sensualidad, seguridad y autoritarismo. 

Pensarlo desnudo, sudar con sus roces, perder la mirada en su vaivén…Todo debería estar prohibido, pero no lo está, al menos no para mí. Yo estaba naufragando en su aroma y tratando de luchar con mis emociones. Trataba de contener mis ganas de atacar, devorarlo y comerlo entero. 

¡Joder!, te gusta jugar conmigo, maldito condenado.》   

Cuando se terminó la música, la magia tenía que irse por un rato, mi locura tenía que apagarse antes de que me robara la razón. Tomé aire y volví a mi papel de chica fría por un instante, aunque ya casi no me quedaba nada de hielo en mi corazón. Porque él había derretido toda la escarcha que lo cubría, él había encendido la llama que estaba apagada hace tiempo. 

Y en el momento menos pensado, cuando intentaba continuar con mis líneas, se me quemaron todos los papeles. Sus palabras retumbaron dentro mío porque creía entender lo que me decía, pero no podía creer lo que escuchaba.

《 —¿Qué me dirías?— me exclama mientras mira la luz de la luna.

—¿Qué te diría?— le respondo con dudas. 

—Ganaste el trato— me afirma y yo aún estoy pensando en su pregunta—. ¿Qué me dirías de esa afirmación Amelí?...
— suelta y se tirá a la pileta creyendo que no encontrará agua.

Pero yo quedo hipnotizada, navegando en el inframundo de mis pensamientos. ¿Será real?, ¿estoy soñando?. Me quedo perdida creyendo que alguien va a despertarme pronto. 《No es un sueño, respondé ya.》

Vuelvo a mí, regreso a mi cuerpo, reacciono, respiro, respiro profundo, paro de rebobinar el tiempo y escucho atentamente su voz. —¿Amelia?— su rostro se acerca al mío y me acaricia.

—Perdón, me quedé pensando en la pregunta y en la afirmación…

—Es realmente una pregunta Amelí. Quiero que seas mi amor oficial, único y verdadero— claramente este hombre quería matarme, estaba recibiendo descargas eléctricas en mi corazón. Me declaraba su amor y yo no podía caer a la tierra, estaba en el cielo. Inclusive mencionaba una frase que yo había dicho, no podía ser más perfecto el momento, él y todo. 

—Pensé que nunca lo dirías— tomé su rostro con mis manos y presioné mi boca con la suya. Logré despejarme un momento de la prisión de sus labios y le susurré algunas palabras maliciosas—.Te dije que este juego no duraría ni una semana— sus labios sonríen cerca de los míos, me besa desesperadamente y luego recorre lentamente mi rostro con besos hasta llegar a mi oreja. 

—Voy a convertir esas palabras en un sí, amor— me derrite con su susurro, me besa nuevamente y continua endulzando mi oído—. Es un honor perder el trato, si es contigo— jalo de su ropa y lo pego más cerca de mi cuerpo. 

—El trato lo perdiste pero el juego recién comienza— respondo con voz sexy mientras siento que se me escapa un jadeo—. Lo quiero todo contigo.

—¿Quieres ser mi novia Amelia Luxor?— él me despega para mirarme a los ojos y esperar mi respuesta. 

—Sí quiero, Jonathan Lennox— le digo con alegría y euforia. 

—¿Puedo besar a la novia?...

—Por supuesto— le respondí y me declaré suya porque somos estrellas binarias, somos un mismo reflejo.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro