Capítulo 26
Capítulo 26
Toda la verdad es relativa, en el momento presente podemos estar seguros de saber todo sobre algún tema determinado o sobre la vida de una persona, pero día a día esas hipótesis se van modificando gracias a diversos sucesos. Ayer podría afirmar que Michael Brown me parecía un hombre bueno y confiable, pero hoy… Después de hablar telefónicamente con mi amiga del alma, tengo dudas sobre mis anteriores afirmaciones.
No tenemos pruebas sobre engaños, pero sabemos que Michael se esfumó y que no estuvo al lado de Jonathan. Carolina me afirmó que esa fue la excusa para dejarla sola. Pero yo estoy segura de su mentira.
Mi sistema no podría engañarme, estuve a su lado y no fue un simple sueño. Él vino a verme, mi anhelada perdición estuvo conmigo gran parte de la noche y después durmió en el sillón de mi casa. Entonces, ¿en dónde estuvo Michael?, ¿qué oculta?.
Ahora, solo tengo la certeza de que existe una mentira… Ahora solo me falta investigar cuánto puede llegar a dolerle a mi amiga lo que descubra.
—Te quedaste callada… ¿Qué ocurre?, ¿crees qué me engaña con otra?, ¿será capaz de hacerlo?— me pregunta Carolina en los últimos minutos de nuestra conversación.
—No nos anticipemos amiga. No dije nada porque estaba escuchando atentamente lo que me contabas— en mi cabeza se plantó la idea de preguntarle a Jonathan o espiarlo. Solamente él podría brindarme algo de la información que necesito—. Y estoy mirando que me voy a poner, la ropa de jean la amo, pero estaba pensando en cambiar mi estilo. ¿Qué te parece?— la ropa casual y sencilla, no encajaba en el mundo de Jonathan Lennox. Las mujeres que salían con él vestían como diosas y yo no podía ser menos que el resto.
Últimamente, me preocupaba nuevamente por verme hermosa y destacar a la vista de todo el mundo… Después de tanto tiempo de batallar con miedos, frustraciones y traiciones, mi imagen personal comenzaba a ser una prioridad para mi. Ya no me bastaba con arreglarme para ocasiones especiales, ahora quería estar perfecta en todo momento y lugar.
—Creo que siempre te ves hermosa a tu manera… Pero cuando evitas ser modesta te ves fatal. Pero no necesitas cambiar… Solo te puedo decir que hagas las cosas que quieras hacer cuando sean por iniciativa propia.
Tener a Carolina de amiga, era sin dudas asombroso. Sus palabras podían reconfortarme en todo momento, me nutrían de sabiduría y me llenaban de la energía que necesitaba.
《Soy afortunada de tenerla》
—No tienes que aclararlo… Es por Jonathan, pero en parte lo hago por necesidad propia. A veces es bueno cambiar, me da satisfacción. Además, no te gustaba mi nuevo y aburrido yo, aunque ahora puedo decir que es antiguo— mi voz acusadora logró que Carolina comenzara a reír.
—Puede ser, pero mi deber es decirte que hagas las cosas por vos y no por otros. Pero aplaudo un cambio de imagen.
—Lo voy a tener en cuenta. Gracias… ¿Vamos de shopping?, te espero cuando termino mi turno.
—Ahora que lo pienso, me cambiaste el tema de conversación…— un quejido de resignación se le escapó, pero yo no le respondí nada porque seguir hablando de sospechas no era conveniente—. Sí, nunca te diría que no, vamos de shopping también me hace falta. Por cierto…— Carolina realizó una pausa y luego continuó hablando—. ¿Vas a trabajar en la editorial?, Mich me ofrece un trabajo también y quisiera que vayamos juntas. Sería un nuevo comienzo, una nueva aventura para las dos.
Cambiar de trabajo, aceptar el trabajo de mis sueños… Me parecía mentira tener que decidir entre un trabajo seguro y uno que por el momento es incierto e indicado para mi. En definitiva, estaba caminando por la cuerda floja hacia un mismo sitio, con un mismo objetivo.
—Estuve pensando bastante en eso. Es una gran oportunidad, pero… — me costaba terminar la frase, no quería decepcionar a Carolina.
—¿Pero qué?— su tono de voz me perforaba, sentía su angustia y la hacía propia. Decirle que no a ella, era lo más difícil del mundo.
—No veo futuro, algo estable y Jonathan es uno de los dueños de la empresa. No quiero mezclar el trabajo con las relaciones personales.
—¿Algo cambió entre ustedes?— Carolina parecía gratamente sorprendida.
—No, no somos nada. Tenemos una especie de apuesta, tengo que contarte sobre eso personalmente.
—¿Apuesta?, claro que me vas a contar, no me vas a dejar con la intriga. ¿Entonces qué sucede?.
—Pensaba que quizás algún día eso pudiera cambiar. No estoy muy segura de nada en este momento y prefiero seguir trabajando en la tienda— esperaba que mis palabras no le hicieran daño, pero ya lo había hecho.
—Supongo que lo entiendo, pero no creo que sea una buena decisión— disimulando con sus palabras ella me demostraba ser fuerte. Y al escucharla sentía que mis pensamientos comenzaban a mezclarse nuevamente.
—Por el momento es la mejor decisión, más adelante tendré nuevas oportunidades. Estoy segura de eso… Vas a brillar amiga, estoy segura de eso también. Te irá increíble en este nuevo proyecto— apoyarla era lo único que podía hacer en ese momento, al menos podría remediar lo que dije.
—Te quiero mucho. No me cae bien tu decisión, pero eso seguro ya lo sabes— Al menos su frustración la puede camuflar y no llega a irritarse completamente.
—Te quiero más. Te acompaño a la fiesta de inauguración…
—Siempre tienes las palabras precisas. Al menos me das el gusto de ser mi acompañante, gracias.
—¿Quién sería tu compañera de tragos?, es obvio que no puedo faltar.
—Tengo otras amigas… Nos vemos en un rato alcohólica— Carolina se despide.
—Solo irías con tu mejor amiga y sabes que no es verdad, la que ama beber eres tú, besos.
《¿Qué vestido podría usar?》
La mañana en la universidad, la tarde en el trabajo y un par de horas comprando ropa con mi amiga, me habían permitido olvidar por un momento que extrañaba a Jonathan y que necesitaba hablar con él sobre las extrañas actitudes de su hermanastro… Aunque no eran las únicas actitudes extrañas que he notado últimamente, mi querido Lennox es un experto en engaños.
Guardaespaldas, vida un poco solitaria, posibles dramas familiares, rechazo al amor… Más me acerco, más quiero conocerlo. Es como una luz brillante en el cielo que no puedes dejar de observar. Es un enigma provocativamente adictivo que te cautiva.
《Es como el Lucero del Alba: único, especial y solitario》
Aún no logro descifrar que es lo que me preocupa o lo que me enloquece de Jonathan, pero estoy dispuesta a conocerlo y espero que él me permita descubrir la transparencia de su ser.
Antes de seguir pensando, asumo la seguridad que tengo en el momento. Camino hacia mi cartera y busco mi móvil con rapidez para comenzar a teclear los números con velocidad.
《¡Vamos, contestá la llamada!》
—¡Hola!, ¿no ibas a llamarme en todo el día?, me parece que la falta de comunicación no te va a dejar ganar ninguna apuesta galán— se escuchan golpes de puño y quejidos que me afligen al instante en cuanto dejo de hablar.
—Me parece que tu galán no puede atenderte en este momento. Puedes dejar un mensaje después del tono— la llamada se corta de manera intencional y el sonido intermitente del pitido en mi oreja me deja paralizada. Esa voz gruesa, masculina y sin escrúpulos me inundó de miedo. Logró hacerme sentir pequeña y congelada, como las lágrimas que recorren mi rostro en este momento.
《¿Qué hago?》
La voz de mi conciencia me dice que necesito buscar ayuda de manera urgente. No tengo tiempo para perder…
—Hola, ¿por qué me llamas Amelia?, ¿Carolina te mandó a investigarme?— no puedo tranquilizarme, no puedo dejar de llorar imaginando lo que le sucede a Jonathan. No puedo decir nada, solo puedo escuchar la voz de Michael—. ¿Por qué lloras, qué sucede Amelia?, ¿Qué ocurre?.
—No tengo idea. Creo que algo malo le sucedió a Jona.
—Mandame la dirección, voy a buscarte.
《A la estrella fugaz solo le pediría un deseo… Salvarte》
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