Capítulo 22
Capítulo 22
—Tú eres mi mundo— susurró la rubia que estaba apoyada en mi pecho desnudo sobre la cama que estaba en el estudio de grabación.
—Te amo Lucero, nunca volveré a perderte— solté mientras acariciaba su pelo y miraba la cámara del techo…
—¡Corten!. Jonathan quiero que la veas a los ojos mientras dices la línea— gritó el director de mi nueva película—. Hacemos un descanso— dijo y se retiró cabreado. Yo había llegado tarde y eso estaba influyendo en el humor de todo el equipo.
En otra época de mi vida no me hubiera importado no cumplir con mi horario laboral, pero ahora siento que estoy defraudando a muchas personas que son importantes en mi vida. A muchos compañeros del elenco los considero mi familia, hemos pasado demasiado tiempo juntos grabando en varias películas y no me gustaría generar un mal clima. De ahora en más tengo que ser estrictamente responsable y profesional, no solamente porque debo, sino porque quiero hacerlo.
《¿Qué hará Amelí en este momento?》
En los minutos que tenía de descanso no quería comerme la cabeza pensando en Amelia, entonces decidí irme al motorhome para llamar a Paul.
—¡Hola cabrón!, me tienes un poco abandonado… ¿Te dijo mi prima que vengas a la noche?, te espero en casa.
—¡Hola hermano!, me dijo pero no voy a poder ir… Tengo asuntos pendientes— su respuesta me hinchó los testículos. Andaba en quilombos y se daba el lujo de ignorarme.
—Charlotte me contó sobre tus asuntos. ¿Qué anda pasando?— no tenía tiempo para hablar y quería respuestas claras a la brevedad.
—¿Qué te dijo?— su voz sonaba preocupada.
—Ya debes saber lo que me dijo. Lo que quiero saber es quién le robó al sorete de tu hermano. Porque yo no creo que seas tan idiota de robarle a él— suspiré. El hermano de Paul era un traficante de drogas. Tacker era el hombre más respetado de la zona, nadie se atrevía a tener problemas con él y Paul tampoco los quería, por ese motivo también se había alejado de su familia—. Decime la verdad, Charlotte tiene miedo por vos… ¿Le seguís haciendo favores a ese mal nacido?
—¿Cómo sabes que el problema es con él?. No le hago favores, el drama fue que el negocio andaba mal y necesitaba pagar unas deudas. Le pedí un ladrillo para vender por mi cuenta… Y a causa de eso, me pidió algo. Lo voy a solucionar Jona. No quiero meterte en más quilombos— dijo firmemente.
—Siempre tienes problemas con él, es obvio. No necesitaba una bola de cristal para saber— bufé—. Tendrías que haberme pedido plata a mí. Dime Paul, ¿qué ha pasado?, esa no es toda la historia.
—No eres un banco, no quiero tener que pedirte más nada— es un maldito orgulloso—. Tacker piensa que yo le robé un cargamento y tuvimos una fuerte pelea por eso. Además, discutimos porque no quiero hacerle favores.
—No soy un banco pero soy tu amigo, ¿cuánto necesitas?. ¿Por qué piensa eso?— me quedé atento a sus respuestas.
—Basta Jona, no hay vuelta atrás, ya solucione mis deudas— tenía razón, no era tiempo de lamentarnos—. Uno de sus burros le dijo que yo le robé. Y Tacker dice que confía en su palabra porque yo iba a realizar el traslado. Me había pedido que vaya para darle indicaciones al pibe. Me dijo que era por última vez… Fui un idiota porque le contesté que lo haría pero el problema es que nunca aparecí en el punto de encuentro— mi amigo metió el pie muy adentro de la mierda, pensé—. Me arriesgo cada vez que salgo y Charlotte no aguanta más esto. Ya había dejado todo en el pasado, le había prometido que por ella iba a cambiar. Entonces, no fui por ella e igualmente estoy en problemas. ¡Joder!, me salió todo mal.
—¡Me hubieras dicho todo!, yo podía ir, ¿no confías en mí?— esperé su respuesta.
—Hermano, sos la sangre que elijo. Pero no quería que tengas líos. Esto lo voy a resolver… El camión debe estar en algún depósito, estoy llamando a mis viejos contactos y ya hablé con Lucas también, para tener información de otras bandas. En algún momento alguien va a vender al traidor. Solo es cuestión de esperar, pronto voy a descubrir quién ayudó al capullo— Paul lo iba a resolver, era una tarea difícil robarle un camión a Tacker.
—Coincido con vos, seguro la idea es hacerlo plata más adelante. Ahora debe estar escondido. ¿Pero la amenaza de muerte?, ¿qué hay con eso?.
—Sí, me amenazan pero no es mi hermano, algunos códigos tiene y me ha dicho que voy a trabajar indefinidamente gratis por toda la pasta que perdió— ¿quién sería entonces?, me quedé pensando. Pero la respuesta era obvia… El sorete que amenazaba, era el mismo que robó el camión.
—Y yo no pienso hacerle más trabajos de ningún tipo, por eso estoy hace días siguiendo el rastro de ese cargamento. Saldo mi supuesta deuda con mi hermano y se terminó el problema. Pero estas lacras llaman a Charlotte para intimidarme. Saben que mi debilidad es Charlotte y si ella se preocupa voy a dejar el camino libre. Pero no saben con quién se han metido.
—Charlotte me dijo que quieren el camión o la plata. ¿Estás seguro que son los mismos que lo tienen?— le pregunté al instante.
—No tengo dudas, seguramente su idea es conseguir un camión más… Se han engolosinado, es mucha pasta la que tienen y pueden llegar a sacar el doble.
—¿Piensas que ellos creen que vos pensas que las amenazas son de Tacker?.
—Claro.
—Entonces, es el maldito transa con el que ibas a ir Paul, ese es el que anda llamando. Vamos por él y asunto resuelto.
—No tengo ni idea quién es Jona. Tacker tiene gente nueva todo el tiempo. Pero aunque lo supiera no voy a ir por él, es obvio que lo ayudaron y quiero descubrir quién fue. Si me tomo el trabajo haré que todos coman mierda. Esa es la única solución que encuentro para que no molesten más.
—¿Quién sabe lo del ladrillo?— había recordado algo.
—Nadie, lo vendí en otra zona.
—Amelia me dijo que andabas en las drogas.
—¿Y ella cómo lo sabe?...
—Ese es el punto amigo, ya sabemos a quién caerle. Jack nos va a dar la información que necesitamos— me prendí un cigarrillo para calmar mis nervios.
—Estoy seguro de que no sabe nada del ladrillo y tampoco sobre el cargamento. Igual voy a preguntarle, pero tú no vienes.
—¡Voy a ir!— en ese instante que discutía con mi amigo me ingresaba un mensaje de texto en el móvil. Era mi guardia de seguridad… Sabía que su mensaje sería importante por eso no seguí insistiendo en ir con Paul—. Bueno no voy, me tienes informado, Charlotte se va a quedar en mi casa unos días, dice que no quiere verte. Pero puedes ir cuando quieras.
—Mmmm, ¿te acordaste de que tienes un compromiso?, voy a ir pronto a reclamar lo que es mío no te preocupes— mientras no reclame a mi prima en mi habitación me tiene despreocupado lo que hagan pensé.
—Sí, yo tengo el compromiso de cuidar a mi prima, la estoy rastreando.
—Yo también la cuido… Espero que no pienses lo contrario amigo. Me vas a pasar sus coordenadas— su voz me indicaba que era una orden.
—No príncipe, no quiero que me mate. Cualquier cosa te aviso. Me voy a trabajar, nos hablamos.
—Chau Lennox.
Al terminar la llamada, abrí el mensaje para leerlo.
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—Señor, podemos localizar el auto de su prima en la UCLA. No es un lugar habitual, ¿la seguimos?.
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¿Mi prima en la UCLA?, ¿qué hará esa mujer en la universidad?, ella odia leer y nunca tocaría un libro… Tenía razón mi empleado de seguridad al decirme que no era un lugar habitual.
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—No, voy a ir yo. Gracias por avisarme.
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Volví al estudio para terminar la escena de sexo con mi compañera… Deseando poder finalizar cuanto antes porque quería saber qué era lo que estaba haciendo Charlotte.
—Buenas compañero, ¿estás listo para mirarme a los ojos y derretirme?, ¿podríamos salir después?— desde que comenzamos con las escenas más intensas mi querida compañera intenta provocarme. Un poco de diversión no me vendría mal, pero no deseo involucrarme con ella.
—Listo, es mi segundo nombre. Ya tengo planes compañera, tendrás que buscar a otra persona para salir.
—No creo que otro pueda darme lo mismo que tú— la rubia toca mi espalda con su mano disimuladamente y la desliza hasta llegar a mi culo. No esperaba esa acción, me ha dejado con la boca abierta pero no desesperado-—. No te olvides las líneas Lennox— me guiñó el ojo y yo la miré con seriedad apartándome un poco de ella.
《Esa gata quiere fiesta… Pero se va a quedar con las ganas》
Un rato más tarde terminamos de grabar y yo me preparé para ir a la UCLA en mi moto, pero antes de hacerlo me aseguré de que Charlotte estuviera en el mismo lugar.
Cuando llegué me estacioné lo más lejos posible para que ella no pudiera verme. Al instante la encontré, la vi al lado de la chica más hermosa que habían visto mis ojos, quedaba jodidamente hipnotizado cuando la veía. ¿Por qué hablaba con Amelia?, maldita Charlotte, me iba a estropear todo con ella.
Amelia subió la ventanilla cuando mi prima se fue y al rato bajó del auto de Carolina. Ella comenzó a caminar hacía el vehículo de Charlotte con cautela. Vestía un jean azul que le marcaba perfectamente el culo, tenía unas botas negras con taco aguja y una blusa blanca… No llamaba mucho la atención su look, era discreto, pero para mí le quedaba hermoso. Tanto que no podía dejar de verla y babear por ella.
Charlotte arrancó el auto unos segundos después de que mi bella Amelí cerró la puerta. Parecía que tenían prisa y mis instintos me dictaminaron seguirlas porque la curiosidad me estaba consumiendo.
Un par de cuadras después algo me llamó la atención, una moto negra estaba persiguiendo a mi prima… Cuando miré la Ducati tuve un mal presentimiento, esa marca solía ser usada por los transas de Tacker. Seguramente ese mal nacido era el hombre del que me hablaba Paul, el muy hijo de su madre estaba siguiendo a mi prima y a la chica que embelesa mi mente.
Charlotte iba acelerando y esa acción me confirmó mis sospechas, ella se había dado cuenta de que el piloto la estaba rastreando… Intentaba perderlo, pero a pesar de que manejaba como una profesional, no podía lograr escapar de su vista.
Inmediatamente puse el “manos libres” de mi móvil y llamé a Michael.
—Hay problemas con Charlotte. Tiene rastreador, decile a la seguridad que te mande el acceso para seguirla— no había tiempo para saludarlo.
—¡¿Qué?!, me vas a tener que dar explicaciones después hermano. Estoy con Carolina… Ahora veo que excusa le digo para desaparecer.
—Gracias, te daré las que quieras después, pero ahora mismo quiero que te encargues de que mi prima vuelva a la mansión sana. Hay una moto que la sigue, ahora mismo la voy a desviar.
—¿Estás loco?, ¿ahora en qué andan metidos?, ¿y Paul?. ¡Lo voy a matar!. Decime que maneja tranquila por favor— Michael me gritaba y me ponía nervioso.
—Maneja de puta madre Mich, tuvo un buen maestro— Michael amaba ir a los autódromos, manejaba como los dioses y le había enseñado a Charlotte porque ella le rogaba que lo hiciera—. Paul ahora no puede venir. Te voy a cortar Mich, acaba de estacionar. Hablamos en otro momento, vamos a tener asuntos que resolver— no quería involucrar a mi hermano, pero ahora necesitaba saber que Charlotte y Amelí estarían bien.
—Adiós, estoy a diez cuadras— lo sabía, Mich llegaría enseguida.
Me puse al lado de la Ducati, el piloto esperaba atentamente a unos metros del auto de mi prima.
—¡Hey!, ¿quién mierda sos?, quítate el casco— el piloto giró su cabeza para verme pero no podía descubrir mi identidad porque yo también tenía el casco puesto.
—¿Quién mierda eres tú?, lárgate ahora, me estorbas— el pibe agitó sus dedos para señalarme que me vaya.
—¿Te gusta seguir a ese Audi negro?— se lo señalé y volví a mirarlo—. Una cuadra más que te veo seguirlo y te juro que será lo último que harás— mi grito pudo intimidar al tipo de la moto, pero no le quitó el coraje. Esa lacra no le tenía miedo a nada, estoy seguro.
El motor de la Ducati comenzó a rugir y aumentó su velocidad rápidamente, pero yo no podía quedarme de brazos cruzados… Tenía que saber quién era el hombre que seguía a mi prima. Salí disparado detrás de él y comencé a seguirlo dejando atrás a Charlotte y a Amelia.
《Es hora de correr》
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