Capítulo 20

La comunicación siempre fue primordial, por ello, los humanos a lo largo de la historia utilizaron diferentes medios para interactuar: humo, piedras, cornetas, papel papiro, mensajeros, palomas, cartas y botellas. Con el avance de la tecnología, la comunicación fue cada vez más directa. El teléfono y la computadora fueron algunos de los últimos protagonistas, los artefactos estrella del momento.

Quizás esto era un beneficio para la sociedad en general, pero para mí, era un dolor de cabeza. La vida sería más simple y se disfrutaría mejor, si no existiera un aparato que puede localizarte y conectarte con el mundo las 24 horas del día. El teléfono móvil, no me estaba resultando amigable en este último tiempo.

《Quisiera tener paz por un instante》

Me habían llegado varios mensajes de texto. Claramente no los respondí y no fue por no creer lo que leía. Apenas abandoné la mansión de Lennox averigüé quién era la mujer que estaba en su habitación. Realmente era su prima... Pero no quería charlar sobre ese tema con él por intermedio de un aparato tecnológico.

Tenía muchas ganas de dormir cuando llegué a mi casa, pero en un par de horas comenzaría mi antigua rutina... Hoy regresaba a cursar en la UCLA, por lo tanto, me preparé un baño relajante con mucha espuma y sales aromáticas. Mi mente estaría anudada pero mi cuerpo quedaría completamente relajado.

《Hoy será un gran día》

A la hora acordada, Carolina tocó el timbre de mi departamento y yo bajé con mis energías renovadas.

—¡Hola!, ¿sabías que hoy falta un día menos para terminar la carrera?— Carolina encendió el motor del auto cuando me subí y cerré la puerta.

—Hola, ¿por qué tanto optimismo?, nos falta mucho tiempo aún para recibirnos— mi amiga estaba despampanante, parecía una oficinista con el traje que se había puesto.

—¡No seas pesimista!, me levanté feliz. Y tendrías que estar feliz también. Ya te dije quién era la mujer extraña que llegó a la casa de Lennox. Me debes un favor, no fue fácil sacarle información a Mich.

—Me imaginé... Pero nunca dudé de vos. Sabía que ibas a conseguir esa información. Te quiero, sos una genia, gracias— le apoyé mi mano sobre su hombro.
—¿Por qué tanta felicidad?, soy toda oídos.

—Por nada, simplemente aún no puedo creer que Michael sea tan hermoso, cariñoso, atento, bueno... Podría seguir agregando sinónimos todo el día. A veces creo que estoy soñando, es todo muy perfecto para ser real— sonreía mientras hablaba. —Ayer me regaló una gargantilla, me la entregó en la noria. Siempre tiene detalles preciosos conmigo, lo amo cada día más.

—¡Qué tierno!. Amo verte feliz. Me alegra que su relación sea maravillosa. Ya era hora de que encuentres a alguien perfecto para vos amiga.

—Sí, espero no tener sorpresas más adelante. Siempre aparecen días nublados, supongo que es inevitable— dijo pensativa.

—Puede ser, pero esperemos que no... Igualmente los días nublados en algún momento se van. Y seguro aprenden a sobrellevar esos días juntos.

—Parece que el optimismo ahora lo tienes tú— una media sonrisa se dibujó en su rostro. —¿Cómo te fue con Jona?, quiero saber todo, no me dijiste mucho en el chat.

—Hasta antes de irme puedo decir que fue la mejor noche de mi vida, no dormí— ambas nos ruborizamos, no hacía falta agregar más comentarios.

—¡Joder amiga!, creí que nunca te iba a escuchar decir eso— las carcajadas de Carolina me hicieron reír. —Te vas a dormir en clases, estoy segura, pero seguro valió la pena.

—Valió la pena cada maldito suspiro— nuestras miradas pícaras se encontraron inmediatamente.

—Hablando de suspiros... No me gustó nada la cara de Michael cuando habló con Jonathan hace un rato. Antes de venir a buscarte observé que hablaron durante un buen rato por teléfono y Mich estaba bufando, parecía enojado con él. Me dijo que eran temas de negocios, espero no tener que preocuparme.

—Gorda, estabas muy feliz hace un rato. No creo que te mienta. Michael parece muy correcto, maduro y sincero.

—Sí, no me hagas caso. Vamos a saludar a las chicas, me avisaron hace un rato que andan por el campus, pero seguro ya deben estar por ingresar a clases, es tarde— ya habíamos llegado a la universidad y Carolina estaba estacionando.
—¿Vamos?, ¿qué ocurrió?— Caro me gritaba desde afuera del auto y yo no bajaba. Me había quedado mirando la pantalla del celular con mucha atención. No podía creer que la prima de Jonathan me estuviera etiquetando en un video.

—No lo vas a creer— grité mientras cerraba la puerta del coche y me acercaba al lado de mi amiga.
—Mirá el video— le entregué mi móvil a Carolina.

—¿Ese tipo es Jonathan?, ¿te etiquetaron?— la cara se le transformaba. —No le rompas el corazón Amelia Luxor, es una maldita orden ¡JA-JA-JA!.

—Shhh, bajá la voz— mucha gente estaba escuchándonos y viendo los saltos exagerados que daba mi amiga.

—Los Five boys tiemblan al ver este video. No sabía que bailaba... ¿Michael podrá mover el cuerpo de esa manera?— su pregunta me daba gracia.

—Vas a tener que pedirle que baile— le guiñé el ojo. —Los Five Boys no van a temblar de miedo por nadie. Lennox bailando es un dios sexy, te lo admitiré, pero mi grupo favorito nunca será destronado.

—Mmmmmm— su cara me decía que no me creía.

《Parece que Lennox quiere expresar sus sentimientos》

Creí que Lennox se daría por vencido, creí que no mandaría más mensajes. Pero al verlo bailar, entendí que iba a utilizar otras maneras de llegar a mi corazón. El arte, el medio de comunicación más bonito, se hacía presente para emocionarme y moldearme, dejándome vulnerable ante los flechazos de Cupido.

《Hoy no pensaré en él, enfocaré mi mente en las cátedras》

—Hola chicas, ¿están listas para volver a comer libros?— preguntó Paola cuando nos encontró por los pasillos de la UCLA.

—¡Siempre estamos listas!— dijo Carolina y yo asentí.

—¿Y Ludmila?— le pregunté, era raro no verla al lado de Paola.

—Se quedó hablando con un chico bastante guapo en la entrada, tuvieron un choque de cuerpos... Se le volaron todas las hojas de la carpeta a Ludmi y el pibe no dudó en ayudarla. Ya debe venir...

—Esa historia me recuerda a un choque... Pero fue un poco diferente— dijo Caro mientras sonreía y me miraba fijamente.

—No todas tenemos la suerte de chocar con un caballero— dije y seguí caminando para ingresar al aula.

—¡Carolina!— gritó Pao y comenzó a reír.

—Bueno, alguien tiene que insinuar a Lennox. Los cortaron con la misma tijera, estoy segura, son complejos los dos. Ya quiero verlos juntos, me mata tanto suspenso— mencionó Carolina en voz baja.

—Te puedo escuchar amiga, shhhh—dije con voz gruesa, antes de que el profesor comience a hablar.

《Prepárate para tomar nota y no dormirte》

Las clases en este primer día habían sido demasiado intensas. Ya tenía asignados nuevos libros para leer e incluso me habían dado trabajos prácticos para realizar. Estaba agotada mentalmente... Era un día para el olvido.

—¡Por dios!, extraño las vacaciones. Creo que los profesores volvieron con ganas de matarnos. ¿Vienen a mi casa?— dijo Ludmila mientras nos acercabamos al auto de Carolina.

—Obvio, quiero que cuentes quién es el chico que chocaste, nunca lo vi— dijo Paola.

—Lo cuentan por chat chicas, tengo que dejar a Amelia en el trabajo y después voy a la oficina de Mich— respondió Caro mientras saludaba con un beso a las chicas.

—El deber me llama chicas, lo siento— dije y las saludé. —Vuelvo a no tener vida... Pero necesito trabajar. Igualmente dentro de poco me puedo tomar mis vacaciones. Voy a tener un poco de tiempo para salir.

—No hay problema, nos vemos mañana. Ahora mando audios con todos los detalles sobre Gabriel— dijo con un tono sexy Ludmila mientras agitaba su mano a modo de saludo.

—Adiós chicas— gritó Paola mientras se alejaba al lado de Ludmila.

—Tienes que dejar el trabajo en el local, te explotan, ¿pensaste en la propuesta laboral de Mich?— dijo Caro y recordé el trabajo que me ofreció Michael.

—Estoy muchas horas, pero me pagan bien... No puedo quejarme. Voy a pensarlo, en estos días quizás voy a hablar con él.

—Bueno, es una gran oportunidad y te pagará mejor. No pierdas tiempo pensando— me contestó.

Cuando nos subimos al auto y nos pusimos el cinturón de seguridad, una chica de tacones rojos se nos acercaba... Al ver sus perfectas piernas no pude evitar pensar que me resultaban conocidas. ¡Joder!, la prima de Jonathan venía directo a nosotras. Charlotte se aproximaba rápidamente, ¿qué quería?.

—Amiga, Charlotte viene directo a nosotras...

—Tenías razón cuando dijiste que es perfecta y hermosa, en persona es más linda. En sus fotos es bella, pero en vivo y en directo es una diosa— dijo mi amiga apretando sus labios. —¿Qué quiere?.

—Vamos a preguntarle, no podemos escapar. Ya sabe que la estamos mirando.

—¡Hola!, ¿eres Amelia cierto?— dijo Charlotte al lado de mi ventanilla.

—Sí, ¿tú eres Charlotte?— bajé el vidrio para no tener que gritarnos.

—Sí, un gusto. Veo que estuviste averiguando quién soy— dijo con una voz graciosa. —Mi intención era aclarar cualquier malentendido, ¿te puedo invitar un café?.

—No era necesario que vengas, ¿te mandó tu primo?. No puedo, ahora me voy a trabajar.

—Él no me manda. Es una charla muy corta, te puedo llevar hasta tu trabajo y hablamos— miré a mi amiga... Sin su opinión no iba a aceptar.

—No hay problema gorda, vete. Después hablamos— dijo Carolina.

—Bueno, dale, trabajo en un shopping, ahora te digo la ubicación— le respondí a Charlotte.

—Genial, perfecto, estoy en el Audi negro— Charlotte comenzó a caminar hacia su auto.

—¡No me saludó!, me ignoró por completo. Creo que también me miró mal- dijo Carolina cuando Charlotte estaba lejos.

—Te ignoró pero creo que no te miró mal. Quizás te pareció. No debe saber que sos la novia de Michael y quizás por eso no te habló- dije mientras abría la puerta para salir del auto.

—Puede ser, pero igualmente es una falta de respeto no saludar, besos amiga. Después me cuentas que te dice la muñeca Bárbara— dice mientras se ríe.

—¡Mala!, después te digo...