Eran cerca de las 2 a.m. cuando Jimin se removió acomodándose en el brazo de Jungkook, dándole la espalda, haciendo así entre ellos, de la cuchara pequeña. Jeon al sentirlo moverse, ajustó su agarre en el cuerpo de Jimin.

—¿Estas despierto? —preguntó, bajito, Park.

A decir verdad, el pelinegro luego de haberse despertado hace como 1 hora, no había podido conciliar el sueño, dado que el embriagante olor de su amigo, el haber soñado con este, y sumado a esto a los episodios de lo que había sucedido con ellos hace una semana, pero que estaban tan frescos en su mente, cierta parte suya estaba algo hinchada.

—Sí —musitó, Jungkook, abrazando el cuerpo de Jimin más cerca, en busca de poder dormirse más rápido, no percatándose que apego también a su "amiguito" ahí abajo más de la cuenta.

—Y por lo que siento, mini-kook lo está también —murmuró, con gracia, Jimin.

Cayendo en cuenta de esto, Jungkook le soltó, algo apenado, puesto que en sus planes no estaba colocarle su erección a Jimin. Park se rio ante esto, dado que lograse poner avergonzado a Jungkook, era algo que no se veía todos los días.

Jimin se arrimó a encender la lámpara que tenía a un lado, a la vez que se sentaba y veía a su amigo a los ojos.

—¿Quieres que te ayude?

¿Que qué? ¿Jungkook había oído bien?

Joder, esas solas palabras bastaron para que Jungkook sintiese un tirón.

Sin decir más, Jimin se metió bajo las cobijas, instalándose entre sus piernas. Jungkook no veía nada, más que un bulto, pero cuando sintió que los bordes de su pantalón de pijama eran bajados junto con su bóxer, levantó la sábana, para después quitarla cuando presenció el momento justo en el que Jimin metió de una su pene a su boca.

A Jungkook le costaba respirar. Su pecho subía y bajaba de forma inestable. Jungkook sentía que podría morir en cualquier momento de lo tan placentero que estaba siendo esto. La imagen de Jimin sacando toda su extensión de su boca, para posteriormente volver adentrarse, lo estaba llevando al borde de la locura.

Por otra parte, Jimin se sentía bastante satisfecho con lo que estaba haciendo, al punto que sintió como su entrepierna empezaba a hincharse más, pidiendo ser atendida. Por lo que mientras seguía mamando y lamiendo el miembro de Jungkook, él llevó su mano al suyo, para acariciarlo aún por encima de la ropa.

Hubo un instante, en el que sintió como el menor lo tomó de su cabeza, para ahora ser él mismo quien dirigía sus movimientos; Jungkook le estaba follándole la boca. Jadeos y gemidos roncos brotaban de la garganta de Jungkook, y estos no hacían más que calentar de sobremanera a Jimin, quien se corrió segundos después en su ropa, mientras sentía como boca era llenada por la esencia de su amigo.

Regulando sus respiraciones, Jimin se subió a su regazo, para empezar a besar el cuello de Jungkook y luego sus labios, mientras que este llevaba sus manos al borde de su camisa de dormir, para quitársela, interrumpiendo así el beso. Jimin se sintió expuesto, y en desigualdad de condiciones, por lo que llevando sus manos a los botones de la que traía Jeon, empezó a quitarla, a la vez que besaba la piel canela que le era expuesta.

Las manos de Jungkook subieron de sus mulos, pasaron por su cadera y cintura, y terminaron el trayecto en su trasero, en donde las metió por debajo del pijama y bóxer, para de esta forma acariciar su piel a su antojo.

—Me vas a matar Jimin.

Ante la declaración, el nombrado gimió, subiendo sus manos por el torso de Jungkook, quien estaba ya bajándole las últimas prendas. Jimin se paró en sus rodillas, para hacerle la tarea más fácil, y teniendo Jungkook el pecho de su amigo frente suyo, empezó a hacer caminos en este por medio de besos y mordidas.

No habían senos con los que él solía jugar, pero las tetillas acarameladas de su amigo, le hicieron la boca agua, por lo que prendiendo sus labios en una de ellas, las succionó, al mismo tiempo que apretaba las nalgas níveas de Jimin. Park pegó un fuerte grito ante tanto placer producido a un mismo tiempo. Separándose del cuerpo de Jungkook, se encargó de quitar todo rastro de prenda en él, para dejarse caer sobre la nueva erección que el castaño ya tenía, a la vez que le pasó sus brazos por su cuello.

—Dios, ¿por qué haces esto tan bien? —musitó, moviendo su trasero sobre el creciente miembro—. Me encantas tanto.

Jungkook lo acercó más así sí, tomándolo de su espalda baja, al mismo tiempo que con una mano, tomó uno de los condones que tenía en la mesa a un lado suyo, el cual Jimin se encargó de destapar y ponerle.

Separando las ambas mejillas traseras de su amigo, Jungkook se adentró lentamente en él.

Joder, podría jurar que se sentía mejor que la última vez.

—Tan grande~ —gimió, Jimin, con sus ojos cerrados y empezando a mover sus caderas de manera tortuosa.

—Me voy a volver tan adicto a ti —aceptó, entre delirios, empezando a dejar marcas con sus labios en el cuello de Jimin.

Y es que eso quería. Quería dejarle marcas para que cualquiera que lo viese —en particular una persona—, supiese al instante de que Jimin ya le pertenecía.

—Mío —musitó, ido, subiendo sus labios a por la mandíbula de Jimin.

—S-sí~ solo tuyo~

Con esto, Jungkook tuvo para tomarlo de la cadera, y hacerlos darse vuelta, dejando de este modo a Jimin bajo su cuerpo. Estando aun dentro suyo, se aproximó a dejar un fogoso beso en sus labios, sintiendo como Jimin enredaba sus piernas en su cintura. Separándose un poco de él, y dejando sus codos a ambos lado del rostro de su amigo, Jungkook empezó a dar estocadas fuertes, tocando en la primera, el punto dulce de Jimin.

—Ahí~ ahí~ —gimió, ronco, acuñándole la espalda.

Jimin estaba hecho un desastre. Pero para Jungkook, Jimin era su obra maestra.

Su mejor amigo era un mar de jadeos y gemidos, implorándole que le diera como solo él sabía darle, y Jungkook no era quien para negárselo. Sus pieles resonaban en toda la habitación, y el ruido de la cama que parecía que se iba a caer en cualquier momento, hacía que el ambiente fuese completamente tan obsceno.

—Ya no aguanto~ oh, sí~ —como pudo, Jimin le hizo saber.

Jungkook sentía también lo mismo, por lo que no fue nada raro que entre un par más de estocadas, ambos se corriesen por segunda vez en la madrugada. Jungkook acabó esta vez en el condón, y Jimin en medio de sus cuerpos.

Al rato de ya recuperar un poco la respiración, Jungkook le tomó del rostro para darle un beso, beso que fue bien recibido por Jimin, quien le abrió su boca para que se adentrara y adueñase de ella.

Separándose segundos después, Jungkook salió de su interior, parándose de la cama, fue al baño, amarrando el condón lleno, para tirarlo en la basura. Jimin, por el contrario, tomó su pantalón de pijama, limpiándose con el, dejándolo luego en un lado en la habitación. Estaba ya por volver a meterse a la cama, cuando sintió como sus caderas fueron tomadas desde atrás.

—¿Estás bien? —preguntó, Jungkook, colocando su mentón en su hombro.

Jimin giró un poco su rostro, dejando un beso en su mejilla.

—Estoy más que bien —le sonrió, acariciando las manos sobre él.

La situación lucia un tanto romántica, pero al parecer ninguno se había percatado de esto, o no le dieron mayor importancia, dado que así mismo como estaban —sin prenda alguna que les cubriese su desnudez—, entraron a la cama, descansando en los brazos del contrario. O al menos uno de ellos, dado que el otro estaba ya teniendo cierto conflicto interno con respecto a lo que se estaba volviendo su relación.

𐙚 nota:

¿quién creen que esté teniendo ya ese conflicto? ¿Será Jimin? ¿Jungkook? Descúbrelo en el próximo capítulo, solo aquí, y por esta cuenta hsjsh ❤️