Prólogo
Prólogo
Presente.
-¿ Edad de la víctima? — preguntó el oficial de investigación de la policía mientras inspeccionaba el cuerpo colgado de una viga del techo, aquél delgado cuerpo femenino tenía aproximadamente ocho horas de estar colgando en aquel camerino usando un leotardo rosa y aún los calentadores de su último ensayo. Aquella muchacha con su rostro azulado y resaltaban en aquella piel morena —
-— sigue siendo una niña, apenas unos dieciocho años — dijo chequeando los datos en la ficha.
— mi hija menor incluso es mas grande que ella — respondió el otro oficial, los forenses la descolgaron y miraron el rostro de la niña con tristeza.
Al ver todos los días muertos estaban acostumbrados a ver cadáveres en peor estado que este, pero los sueños prometedores de una joven y sobre todo la edad incomodaba a los padres del grupo de nvestigadores.
-— dicen que la danza es un mundo competitivo, debió haber sufrido amenazas — respondio la doctora mientras los forences la translasaban a una camilla.
— sus compañeras decian que ella no era amenaza, ni era alguien que se pudiera decir que tenía enemigos, es bastante lamentable, ¿Qué haras este sabado Sam?— Pregunto el oficial mientras inspeccionaba la sabana que colgaba de la viga haciendo que la mujer suspirara molesta.
-— no saldría contigo ni que me pagarán, pobre chica— agrego lo último con tristeza, la doctora veía las fotos de la muchacha colgada en las paredes, ignorando al hombre otro oficial habló.
— ey, John mira... la chica dejó una carta ¿va también para medicina forense? —Preguntó el otro oficial y él asintió.
— todo lo que encontremos será necesario para adivinar que llevo a esta niña a colgarse justo antes de la noche de estreno de su debut — respondió el oficial mirando aquel pequeño cuerpo ser llevado de la habitación.
El pasillo estaba lleno de chicas llorando la perdida de su compañera, incluso a un lado aquella niña que compartía la habitación con la víctima lloraba desconsolada apoyada de un hombre de rostro frío, uno de los uniformados miró aquél hombre curioso, ya que su mirada demostraba culpabilidad y evitaba el contacto visual, el instinto del oficial Jhons se activó al ver la actitud de aquel instructor y la forma en la cual consolaba a la muchacha en sus brazos
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