Capítulo 4 - Because of you
- ¿Doctor, que tiene la niña? Preguntaba la madre de Nadia asustada, la señora de cabellos teñidos y rostro pequeño le gritaba al doctor molesta, se notaba que eran aquellas esposas trofeos que la mayoría de los empresarios conseguian en la universidad, que aún entrada en sus años conservaba la frescura de una veinteañera— ¿volverá a bailar? Su hermano me dijo que la encontró con varios trozos de espejo en sus pies y los — el doctor la interrumpió.
- Ella esta mejor. La encuentro Estable, incluso detuvimos el sangrado de sus muñecas...¿ Pero usted esta consciente de todo lo que ocurre? — le Preguntó el doctor y la mujer lo miró ofendida – no me mire asi, Creó que tiene que ver con su estado de ánimo, después de que la encontraron y estabilizamos, al estar consciente vomitó en la cama, debemos hacerle un examen mas para saber .
- ¿, ella vomitó y se desmayó eso es lo que ustedes dicen?¿Esta poseída,? Preguntó preocupada.
- No. Creo que solo está agotada.¿ Cuantas veces como al día? ¿Ella a que colegio va? Es bailarina según usted me dijo ¿ no? — la empezo a interrogar aquel doctor que intentaba hacer la historía clínica de la niña, anotando en la libreta llena de pocos datos.
- ¿Como que cuantas veces come? Las necesarias.- le gritó enojada la mujer.
- No voy al colegio, estudio en casa. Ensayo las horas que pueda entre 12 horas con intervalos de descanso. - Respondió Nadia suspirando agotada por la charla sin sentido de su madre y abriendo los ojos —. ¿Saben que estoy frente a ustedes? Agregó irónica.
- Ya veo.. jovencita.. tú.. veamos.. ¿acostumbras a vomitar después de cada comida? Pregunto él doctor y Nadia colocó los ojos en blanco, por lo visto estaba viva, estaba decepcionada por haber sobrevivido.
- ¿Cómo va a insinuar en mi cara que mi hija es bulímica? Tiene tan solo 10 años- vámonos Nadia- . Le gritó ofendida mientras le quitaba la sabana a la muchacha y la intentaba levantar de la cama.
- Yo.. a veces lo hago. Solo es si bailo mucho y bailo después de comer-respondió nerviosa, y suspiró —vámonos, mamá- dijo levantándose de la cama antes que el doctor se le ocurriera mandarle a hacer exámenes.
La realidad de su trastorno alimenticio; venía a partir del primer momento en que el señor Mark cruzo los límites con ella lo hacía después de ir a clases del señor Mark, cada caricia que le daba le producían ganas de vomitar, solo estar a su lado oliendo aquella fragancia mentolada - le atemorizaba de un grado que su cuerpo formaba un mecánismo de creación de reflujo que la ahogaba y tenia que desechar.
- ¡NADIA!¿ NO TE DIJE QUE NO PODIAS SER BULIMCA PORQUE ATENTABA A TU SALUD COMO BAILARINA?. – gritó La señora Miller a la pequeña.
- No es la forma de hablarle a la niña, mi recomendación es que la niña tiene que ir a un nutricionista y por las heridas estará mejor en unas semanas... además de un.. psicólogo infantil- respondió el doctor que aún seguía presente y por lo visto la mujer ignoraba.
- Yo no puedo creer esto—. Exclamó la señora Miller molesta.— -¡ Vamos!, la intento tomar en sus brazos y miro al doctor—- hay mejores sitios que este lugar -
- Señora, la niña no puede estar siendo... –
- Silencio, yo tengo dinero para pagar un buen doctor, usted mismo dijo que la niña esta bien, me la llevo entonces. — contesto irritada- el doctor se hizo a un lado mirando a la pequeña, entendiendo el motivo por el cual ella habia tomado ese camino, y lamentaba el destino que tendría si no la ayudaban a tiempo.
(..)
La señora Miller se paseaba de un lado a otro de la habitación, Nadia estaba en la habitación de huéspedes ya que la mayor parte de su cuarto y el salón de ensayo estaban destruidos. Con los ojos enrojecidos la mujer se detuvo frente a la peqieña irritada.
— ¿Mírame por qué hiciste eso? Y tu cabello.. jamás te corte el cabello solo las puntas y ahora mira. Pareces un niño.¿ Que te ocurre? ¿Que te ocurre?— le Gritaba alterada mientras agitaba los brazos molesta de lado a lado , Nadia levanto la ceja y arrugo el ceño para no reírse por lo superficial que se veia su madre ya que solo le importaba las apariencias y era obvio que no le importaba ni un lo mas mínimo.
- Solo es cabello. Eso crecerá. Además ya yo crecí. No quiero una habitación color rosado, otro color seria ideal. – respondió mientras se giraba para acostarse. Aún le dolía el cuerpo pero mucho mas sentía dolor en su alma, pero era un dolor que sentía que no se iría por largo tiempo.
- Eras la hija perfecta. No se que te pasó. -le recriminó llorando llena de drama decepcionada mientras se iba de la habitación azotando la puerta.
" Ni siquiera reclamó porque me había cortado, ni porque lloraba, ni por nada... Solo le molestaba mi cabello" suspiró Nadia mientras se hundía en la almohada y trataba de dormir.
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