Capítulo 25- Surrender
Nadia abrió los ojos lentamente, tenía una luz en todo su frente enceguecedora, asumiendo su muerte trato de levantarse con la cabeza dándole vueltas para ver su nuevo hogar en el infierno.
–¿ el infierno es así de frío?— se dijo a si misma mientras se incorporaba, sintiendo la frialdad calando sus huesos y su espalda. – señor lucifer, ¿Por qué me duele la cabeza? —Musito molesta. Era difícil tratar de moverse, parecía que había tenido un entrenamiento intenso todo el día y cada movimiento que hacía lo sentía pesado, con el olor a humidificador y a antibacterial inundando su nariz.
- ¿Infierno?¿ Esta bien? ¡Esta delirando!—Nadia escuchó las quejas de su madre alarmada acerca de su fragmento. Abrió más los ojos y miro su alrededor, a su lado estaba Cedric y su madre del otro.
- ¿Qué hacen aquí?—preguntó tratando de levantarse y mirandose en una cama de hospital.
– esperábamos que despertaras... Después de lo que pasó. — comento con incomodidad Cedric, Nadia miró a su madre con los ojos hinchados y miro muñeca vendada y una intravenosa de un lado.
—Tranquila no dejará tanta marca, comprare las mejores cremas, te lo aseguró y laser — Dijo ella sonriendo para consolarla, Nadia coloco los ojos en blanco, a la habitación Entro una doctora de unos 40, con una sonrisa amplia miró a Nadia y empezó a chequear todo sus signos vitales.
- ¿Despertó? Tiene mucha suerte señorita Miller, cuando la trajeron fue bastante intensa la situación. Si se siente irritada en su garganta o incomodidad, fue que le realizamos un lavado estomacal, lo bueno que resultó que eran productos placebos y lo que tiene ahora siente en su cuerpo es la sensación de los calmantes, debo decir que es como la bella durmiente, descanso como toda una princesa—Dijo la doctora sonriendo al ver que la chica se encontraba estable.
- ¿ Placebos? ¿Mis pastillas para dormir eran placebo? —Pregunto confundida mirando a Cedric que se rascaba nervioso el cuello.
- Si, tienen el mismo efecto si crees que lo son. Eran más que todo vitaminas y unos relajantes naturales—
– ¿fue tu idea? Le Pregunto y Cedric sonrió nervioso.
- Yo, bueno si... si lo fue. Siempre me has preocupado, no te iba a dejar unas pastillas para dormir sin necesitarlas; yo sabia que lo harías en algún momento y mírate como estas, te desmayaste fue por la sangre, no por las pastillas— contesto sonriendo.
- ¡Demonios! Incluso mi intento de muerte fue fallido. Me siento avergonzada.— dijo decepcionada mientras acariciaba su mano.
- Al menos no derivaron una puerta cuando la mucama traía la llave.¿ un punto positivo no? Dijo la señora Miller para darle ánimos.
- ¿Tumbaste mi puerta? Pregunto confundida.
- No fui yo, fueron los dos muchachos. ¿Crees que yo puedo derribar una puerta? Tanta fuerza bruta no tengo.- contestó hundiéndose entre hombros.
—, por cierto... están afuera los dos kurt y el niño guapo pero pobre— dijo sonriendo guiñándole el ojo a su hija
- ¿Están aquí? Le Pregunto inquieta mientras por reflejo arreglaba su cabello nerviosa, Nadia de alguna forma se sorprendió por lo que había hecho y se detuvo avergonzada.
- Tengo que decirte algo, esta un muchacho llamado Thomas, vino con una chica como de su edad y me contaron algunas cosas — Dijo Cedric con su rostro serio, Nadia miro a su madre que trataba de mantenerse fuerte para no llorar, Nadia tenia una idea de lo que iba a ocurrir...
—Espero que lo que dijo madre sea solo por los nervios y...
- ¿Como sabes de él? ¿ Qué te contó— Preguntó interviniéndolo nerviosa antes de hablar miro a su madre, Cedric se sintió tenso por tener que hablar de esa situación y miro a la mujer que estaba frente a ellos.
- Me dijo que era algo que tenías que decirme tú: era tú decisión, pero si no lo hacías él lo iba a contar. Así que empieza a hablar o voy donde el muchacho y lo presionó. — sentenció con firmeza, Nadia sintió el tacto cálido de su madre que sostenía su mano con cariño,era el primer gesto cálido que en mucho tiempo su madre le brindaba.
Tal vez era por los calmantes que le corrían por el torrente sanguíneo de la adolescente, calmada y sedada para contar todo... desde el principio de su historia, contando como comenzó la primera caricia indebida y fuera de lugar terminando en el ataque que acabaría con sus sueños, luego de eso Cedric salió de la habitación y su madre por primera vez estuvo en silencio, sin lograr soportar la vergüenza de ver a su hija al rostro salió a retomar el mal hábito que había dejado años antes de casarse... intentar fumar un cigarrillo para calmarse, quedándose sola miro la puerta que se abrió, entrando una enfermera bastante sonriente que se acerco a chequear el suero y sus signos vitales.
- Que chicos tan guapos los que la esperan afueran, incluso un estudiante de medicina. ¿Cual es su novio? Pregunto curiosa la enfermera mientras sonreía, Nadia arrugo el rostro sorprendida y confundida ¿seria su hermano con su padre?
—¿ chicos? ¿Yo? ¿ no se equivoco de paciente?
—Si dos de ellos llegaron con usted y luego llegó el estudiante, Estoy envidiosa— dijo ella sonriendo con cariño, la señora Miller entro a la habitación y miro a la enfermera y fingió su mejor sonrisa como pudo se sentó en el sofa que estaba al lado de la cama pensando aun en sus errores fue interrumpida por Nadia que se veía ansiosa por algo.
- Mamá,¿ pueden entrar mis amigos?
La señora Miller miro a la muchacha mas calmada y relajada esta asintió, aún con los ojos brillantes por haber llorado escondida sonrió y le pidió el favor a la enfermera de avisarle a los chicos.
Los 3 chicos entraron, los dos menores nerviosos y avergonazados Kurt por la situación que habia empujado a Nadia por culpa de su novia y Dylan por no ser de ayuda, al ver a Nadia despierta se sintieron aliviados, mientras que Thomas ya se imaginaba lo que había pasado suspiró tratando de tomar fuerzas para ver a su amiga que estaba sonriendo para no preocupar a nadie.
- Los dejaré a Solas — dijo la señora Miller saliendo mientras buscaba los cigarrillos de su bolso.
- Entonces.. — incomoda Nadia miro a todos, era un silencio mortal que había en la situación, todos mirándose las caras buscando un tema de conversación para romper el hielo, Nadia decidida sonrió y fue la primera en hablar.
- ¿ Thomas conoces a mis compañeros? Él asintió y continuó el silenció en la sala, Nadia sospechó la pregunta que cada uno quería hacerle colocando los ojos en blanco respondió antes de que alguno hiciera la pregunta del millón
- " Estoy bien" Si me quieren preguntar, solo eran placebos... he vivido engañada por casi 7 años gracias a ellos ¿quien lo imaginaría? — Comento irónica.
Thomas rompió la fila y se acercó para abrazarla con fuerzas, Nadia lo miro sorprendida y acepto el abrazo con cariño mientras sentía las palmadas en su espalda para tranquilizarla.
- Lo que quieras hacer sabes que te apoyaremos.— le dijo mientras sostenía su mano, al apartarse Nadia se limpió unas lagrimas que se derramaban por su mejilla y sonrio y Kurt rompió su silenció.
- Yo tengo que disculparme fui un idiota contigo. No valore tu amistad ni tampoco pude cuidarte cuando tenía que hacerlo, yo ...—
- No te des golpes pecho, ya lo pasado... ¿es pasado? — de alguna forma pronunciar esas palabras le hacían sentir un alivió Nadia sonrio para hacerlo sentir mejor —Ambos éramos niños. Solo dame un abrazo — dijo mientras le extendía los brazos, Thomas se aparto y kurt la abrazo con fuerzas Nadia miró a Dylan limpiándose las lágrimas.
— No llores que me harás llorar— bromeó
- Fue horrible verte allí. Promete que jamás harás eso.—
- Yo . Lo prometo por los momentos en estos momentos estoy lo suficientemente drogada con calmantes para prometerlo, pero.. quiero saber.. ¿Quién de ustedes rompió mi puerta?.
- Si.. bueno, tu mamá se parece a ti mas de lo que crees, mejor dicho te pareces mas a ella de lo que crees— se corrigió Dylan mirando a Kurt, cuando le iba a lanzar toda la culpa del accidente él intervino.
- ¡Ambos! Tu madre Corrió gritándonos y nos dijo que tumbáramos la puerta.—.
- Al entrar, gracias a la señora Carmen... que llego ya cuando la puerta estaba en el piso, tu madre al verte así e se desmayó y tuvimos que cargarlas a las dos para venir al hospital, Tu balbuceabas cosas sobre "el gran final y que ibas a dormir toda la eternidad".-— explicó Dylan
- ¿Yo?... mentiras —
- Es cierto, vistes demasiadas obras de teatro Nadia, aceptalo.— comentó Kurt sonriendole
— Entonces.. mi madre se desmayó , jamás me lo imaginaba. Sabia que era dramática. Pero .. no a ese nivel — contesto Nadia hundiendose entre hombros.
- Ella te quiere. A su forma siempre te ha querido, se debe sentir impotente y pensar que todo esto es su culpa pero.. tienes que entenderla— dijo Thomas mientras acariciaba el cabello de Nadia, ella sonrió agradecida y sintió que las lagrimas volvian a salir sin control
– gracias. Son ustedes buenos amigos de verdad, jamás se los dije... pero los quiero.—
El tiempo pasó con rapidez, tan solo habian sido 20 minutos desde que ellos habian logrado entrar a la habitación hasta que regresó Cedric acompañado del señor Miller y al fondo su madre con una enfermera para notificar que la hora de visita habia acabado.
— Muchachos, les agradezco lo que han hecho por mi hija, pero como dijo la enfermera, tendrán que irse. Pueden venir mañana pero en verdad necesitamos hablar con Nadia a solas, en este momento — el señor Miller había conseguido una habitación en la zona Vip pero lo que no habia logrado conseguir era alargar la hora de visita de su hija, Dylan y kurt se miraron, no se habían dado cuenta que estaban a varias horas de su casa y al regresar les esperaba a cada uno un regaño correspondiente
- Pueden quedarse en mi casa, hay espacio suficiente para ustedes— Dijo con amabilidad Cedric.
- Yo estoy bien, vayan.— se despidió Nadia y los muchachos siguieron a Cedric hasta la salida que le dio las llaves de la casa, Thomas se quedaría en su de estudiante y Cedric subió nervioso a la habitación, sabía lo que ocurriría, le había contado todo a su padre antes de venir a ver a su hija la conversación no sería agradable para ninguno, ni para Nadia ni para su madre...
Nadia sabia lo que ocurriría, pero de alguna forma al ver a su familia reunida por primera vez en mucho tiempo la hacia sentir en el pasado... aunque la situación no era la mejor de todas.
- Tenemos que hablar contigo—. Dijo colocándose frente a la cama, el señor Miller no encontraba como mirar a los ojos a su hija se sintió culpable de todo lo que había ocurrido, todo por estar pendiente de sus negocios.
- Ya sabes todo, me imagino— respondió Nadia.
- Hay que demandarlo y meterlo preso que le pongan más años a su condena no puede salir— Dijo cedric molesto lleno de ira.
- ¿Pero si ella denuncia que dirá la gente? ¿Ustedes lo han pensado? — dijo la señora Miller preocupada.
—¿hablas enserio? No es por el que dirán la gente. Es por nuestra hija— Le gritó furioso el señor Miller mientras golpeaba la pared.
—¡ Ya no quiero que griten!. Si sabía esto tomaba detergente de en vez de esas pastillas de porquería — grito Nadia molesta.
- Yo no quiero que ella sufra, suficiente la hemos juzgado ¿ No sabes lo crueles que son las personas en esta situaciones?. No lo merece es apenas una niña, ya tuvo demasiadas críticas de mi parte... yo no soportaría verla sufrir más, ¿no te acuerdas de la chica del club que se suicidó después de lo que paso con su padre?— Gritó ella mientras iba a abrazar a su hija.
- A mi no me importa esa mierda, yo mismo voy a poner la denuncia. — dijo cedric molesto.
- No se sientan así, se que esto se sabe arruinara el apellido de la familia, no puedo arruinarlos mas de lo que ya he hecho... Tanto que papá tiene en juego para que yo— respondió tartamudeando Mientras abrazaba a su madre.
- ¡A mi no me importa perderlo todo! Lo que realmente me importaba ya lo perdí — dijo mirando a su hija y a su esposa —Yo ya perdí a esa niña risueña que bailaba por los alrededores, demasiado castigo fue por arruinar mi matrimonio. Eso era lo que me importaba, me importaban ustedes dos y las descuide— dijo el señor Miller sentándose al otro lado de la cama
- Yo soy la culpable, me descuide y yo confíe mi hija en ese...— dijo la señora Miller llorando.
- No lo eres mami, él es u enfermo, yo no se que hacer en estos momentos. Simplemente me siento extraña con todo esto— se quejó incomoda.
– ¿estas mareada? Le Preguntó preocupada.
- No, simplemente siento que no me importa más nada, estuve a un paso de morir dos veces ya... y aquí estoy. Es irónico, se que puedo superarlo soy una Miller, somos una familia con un gran pasado, el bisabuelo no tuvo miedo de luchar durante la guerra, nuestra familia ha sido tan... heroica y yo en estos momentos me siento como si no...
- Te apoyamos como familia. Aunque seamos individuos con metas distintas somos familia y no une un lazo mas grande que un apellido —Dijo Cedric sonriendo mientras iba a abrazarme
– A ese hombre hoy mismo le parto la cara— grito furioso el señor Miller.
- No haga nada papá, Yo.. tengo que pensar la decisión que tomare... todo esto no es fácil —
— Nos tienes a nosotros... tu familia — dijo la señora Miller sonriendo mientras besaba el rostro de su hija.
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No ilviden si tienen un dolor o algo que les incomeden
busquen ayudita, tener un secreto que no les deja vivir es algo horrible.
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