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Capítulo 11- You don't Even know me


—Harán equipo para entregar este trabajo. Serán Holmes y Miller,— Nadia miró a Dylan sorprendida y él le sonrió emocionado mientras el profesor de química seguía diciendo los nombres de las parejas al terminar el profesor, Nadia levanto la mano incomoda.

—¿ puede ser individual? Yo estoy mejor sola.— Dijo incómoda  levantando la mano y el profesor la miro y miro a su compañero, como asistente del entrenador necesitaba que su mejor jugador estuviera en el campo ¿y que mejor que emparejarlo con la mejor estudiante del lugar?. Mataba un pajaro de dos tiros. 

- Usted señorita es la que mejor ha trabajado durante estas pocas semanas y el señor Holmes no es muy bueno que digamos, por lo que necesita toda la ayuda posible para que pase este examen, esta vez quiero que usted lo haga con él y sea en E-QUI-PO.— Dijo firme el profesor molesto.

Dylan dejó corriendo a su compañero de mesa y se acercó hacia la mesa de la nueva chica que estaba sola al fondo casi pasando por invisible. 

- Necesito toda la ayuda posible. Si repruebo de nuevo puedo perder la oportunidad de jugar en el juego de el sábado.— susurró sonriendo mientras jugueteaba con un tubo de ensayo vacio— Nadia puso los ojos en blanco molesta y se lo quitó  de las manos ya que quería  jugar con ácido. 

—¿ acaso es mi culpa que no seas aplicado?— Preguntó sarcástica, él tomo un lápiz y empezó a pincharle la mejilla para tratar de borrar el seño fruncido del rostro de la chica. 

- No es tu culpa. Solo me gusta ser así. Es muy difícil estudiar y concentrarme, me gusta más es jugar al fútbol—. Respondió, Nadia le aparto el lápiz de su rostro y lo ignoró. Al salir de clase Dylan la seguía como un perrito.

- Llevan días diciendo que golpeaste al profesor de tu colegio y lo mataste. Te admiro, aunque no lo pareces. Eres mucho más baja que yo y más delgada ¿ tienes tanta fuerza? no pensé que una patada tuya tuviera tanta fuerza— hablaba sin parar.

- No lo mate... Lastimosamente, solo le di un golpe, algo fuerte Pero alguien tenía que hacerlo. ¿Y tu?¿ Por que me estás siguiendo? Le pregunto.

— yo te acompaño para hacer el trabajo, ¿o no? ¿donde lo haremos? ¿En tu casa o en la mía?— dijo golpeando con el codo el brazo de Nadia, aunque su rostro cambió de expresión desilucionado— Vivo con 5 hermanas así que dudo que te guste el ruido — Nadia suspiro y de colocó frente a él tratando de relajarse.

¿ Por que eres tan molesto? Deja de tratar de hablarme, no quiero hablar con nadie en este lugar-¡ya!— se quejó molesta y éste  arrugó  el rostro como un niño regañado.

– fue el profesor que lo hizo. Disculpame —dijo hundiéndose entre los hombros, y Nadia exhalo y siguio su camino, corriendo Dylan fue a unirse a sus amigos en la entrada.

(...)

Nadia Lo veía jugar con su balón lanzándolo al aire, tenía que atravesar el lugar, sigilosamente salio y lo lejos miró a Kurt, abrazando a Amanda y rodeada de otras chicas vestidas de animadoras, estaban con los otros dos compañeros de clase que la habían apodada " bulli" de bulimica, no quería que la vieran y mucho menos encontrarse con Amanda, Nadia observo el rostro de las chicas y las reconoció, ellas habían pertenecido a la academia. ¿ acaso mi mundo no podía ser más chiquito? Pensó cubriéndose con la capucha de su suéter, por mas que tratara de no llamar la atención era el único punto negro Delgado que caminaba nerviosa.

Dylan levanto la mirada del balón y vio a la pequeña compañera pasar entre la gente como si fuera un espia, aunque muy pocos la notaban el siempre la veía, siempre su mirada se iba hacia ella, en clases observaba a la muchacha de rostro delgado y ojos grandes mordisquearse los dedos angustiada o estar siempre alerta, se veía nerviosa, se despidió de sus compañeros y la alcanzo.

- ¿Estas bien? Pregunto Dylan y Ella negando con la cabeza le respondió, él miro a un lado a su compañeros reunido con el grupo de chicos que molestaban siempre a Nadia, la miró  de vuelta con preocupación, tomando  su bolso la colocó del lado que no la vieran.

- Ven, estas pálida te llevaré en mi auto, no puedes ir asi por la calle. – Nadia lo miró incómoda , por mas que se sintiera nerviosa y Mareada su compañía la cubría de su grupo de "Anti-Nadia" como ella los catalogaba- si quieres vamos a mi casa. Allí mi mamá puede darte algo.no esta lejos son unos minutos.- le propuso mientras su brazo le rodeaba  ocultandola, al salir ella se dio cuenta que  El grupo de Kurt se arrimó a la entrada del estacionamiento ¿ no podía salir de la escuela tranquila? Si salía, se imaginaba la escena en su mente— Nadia miró a Dylan y se sujetó de su manga con fuerza.

Caminando tambaleandose hacia el auto de Dylan y lo miró sorprendida, no se imaginaba que este tuviera un automóvil viejo y él abrió la puerta de atrás algo de fuerza y varios intentos hasta que lo logró — y  empezó a quitar cosas del asiento de atrás Nervioso.

 – lo siento por el desorden si quieres recuéstate allí y yo conduzco— se disculpó  y ella examinó  todo.

-¿ seguro que no habitan las ratas en este lugar? Preguntó arrugando la nariz mientras se recostaba y él simplemente sonrió Miro el piso lleno de botellas y de vasos de gaseosas tirados, encendió el auto y al pasar por la salida saludo a los chicos de lejos.

- voy rápido. Mi mamá me está llamado.— acelerando, se giró y sonrió para hacer sentir bien a la chica. – no creas que lo dije por ti,–si no digo eso es capaz que duramos hablando horas allí y terminó yendo a jugar fútbol. Nos toca salir rapido — Nadia lo miro y se levanto del asiento, al menos ya se sentía un poco mejor, ¿ acaso el maldito psicólogo no podía enviarla a estudiar en casa? Otra crisis de ansiedad de ese nivel y la descubrían. Una loca como ella no merecía  estudiar  alli. Pensó. 

- ¿Eres acaso un acumulador? Si juntamos toda esta basura pude pesar lo mismo que yo.— bromeó sin darse cuenta Nadia mientras pateaba la basura en el suelo.

- Te pareces a mi mamá, estas mejor entonces —Dijo bromeando, él miro sorprendido a la muchacha que tenía en la parte detrás ¿había realizado su primera broma con él? Sonrió alegre, conducieron como por 10 minutos y Nadia se sorprendió en verdad era cerca, además que mostraba cero interés en ella, algo que la aliviaba.

 Ahora procesando todo,  entendía por que su estado de ánimos se había vuelto así: Encontrarse con kurt era algo grande, pero con parte de las representantes del club "anti Nadia" era mucho más grande.

Al llegar Dylan la ayudó a bajar, era una casa de dos planta con un jardín lleno de juguetes en el césped y algo disparejo a comparación con las otras casas. – antes que entres..— Dylan bajo la mirada para ver si nadie estaba en la puerta observando— Está mi mamá ella es muy curiosa, tal vez te incomode por tu look, esta mi hermana menor, tiene 7 y las otras dos tienen 5 son gemelas, debe estar por llegar mi otra hermana y la mayor esta trabajando. Así que no te asustes si te acosan- Advirtió y Nadia sonrió con timidez.

-¿ el unico varón entre todas ellas? Bromeó ella y el muchacho sonrió al verla mas relajada- Nadia miro el tapete rosado y unas muñecas en el frente, abriendo la al abrir la puerta él miro a su alrededor buscando  a su madre. 

- ¡llegué mamá!— quedándose Nadia en el pasillo hacia la sala Dylan dejo su chaqueta allí y ella seguia con su bolso y la patineta esperando a que él le dijera donde dejarlo, mirando todo el lugar era como una casa normal algo desordenada por varios muñecos a su alrededor, él lanzo el bolso al sofá y se dirigió a la cocina a revisar la nevera. -¿ no vas a pasar? O te vas a quedar como perchero? Bromeó y ella dio pequeños pasos. Tampoco la casa era muy grande, ella podía ver desde la entrada todo lo que hacia Dylan.

-¡¡ Dylan James he dicho que cuando llegues de clases no lances tus cosas en la entrada y en el sofá.!!— Dijo una señora furiosa saliendo a la cocina de lo que parecía una despensa era baja y con el cabello atado rubio y unos mechones rubios, un poco gordita, tenía la misma forma de los ojos y la nariz que Dylan, incluso en el color de su piel.

– mamá, traje invitados—. Dijo apenado mientras sacaba un pedazo de pan de la nevera.

—¿invitados? Tu sigues con invitados y arrojas todo alrededor? Seguro tienes... — Dylan sonrojado le hacía señas con la mirada para que viera a la chica al fondo, la señora se giró y vio a Nadia sorprendida y luego a su hijo.

—Mucho gusto— dijo en voz baja con timidez. Ella la observo de pies a cabeza y sonrió. 

– ¿te vas a casar con él? Eres la primera mujer que él trae a esta casa que yo esté o es... — bajo su mirada al estómago —¿"eso" pasó... "eso"?. Preguntó ella detallando cada parte de Nadia en búsqueda  de una barriga de embarazo.

- No.. respondió nerviosa agitando los brazos.

- ¡no es eso mamá!. Es mi compañera de laboratorio y antes de salir estaba enferma y pensé que si comía un poco de tu caldo se sentía mejor.—Dijo él nervioso corriendo a abrazarla a la cintura. Ella le sonrió y se dirigió hacía ella.

- Soy Grethel, la mamá de ese flojo—Deja esas cosas allí— dijo mientras se las quitaba y las colocaba en la silla,- siéntate niña. Si estas tan delgada, casi no tienes carne en esos brazos. Ven, niña— dijo con dulzura sentándola en la silla de la barra de la cocina- Nadia estaba completamente sonrojada viéndola – veamos aquí tengo.. —  la señora Grethel se agacho  revisando la nevera y tomando algunas cosas.

- No hace falta señora yo puedo irme. — respondió nerviosa.

- Usted se queda. Nadie se va de esta casa sintiéndose mal, estas pálida y tan delgada que el viento podría llevarte. Veamos aquí tengo verduras, hierbas— dijo ella sacándo un racimo de hortalizas que Nadia identificó  como Zanahorias.

- No hace falta. Yo estoy mejor — Nadia Miro a Dylan y él se hundió entre hombros resignado, sabía que ya su madre no dejaría ir a la muchacha ya cuando había tomado sus verduras.

- ¡Usted se queda!, esto estará en poco tiempo además. Necesitaras fuerzas para estudiar con este tarado. — señalo al rubio que tonteaba con la fruta plástica de la mesa —¿limpiaste tu habitación? ¿Vas a subir a esa niña a ese desastre? Pregunto furiosa, aunque sabia la respuesta de aquella pregunta Nadia se cubrió la boca para reírse con timidez.

Mientras picaba varias hierbas, enseguida bajaron las 3 niñas, la mayor era parecida a Dylan aunque las dos pequeñas tenían el cabello rojizo casi castaño eran preciosas y a diferencia de la mas grande eran rellenitas.

—¡hola!. Decían las 3 al mismo tiempo mientras corrían a abrazar Dylan. – ¿hermano, quien es ella? ¿Quién es ella? Preguntaban insistentes bastante   curiosas una y otra vez mientras miraban a Nadia y agitaban a su hermano de un lado a otro por información. 

- ¿ Puedo estudiar aquí con ella? ¿ con ellas alrededor? Preguntó nervioso. Su madre sólo asintió y murmuró en voz baja pero lo suficiente para que Dylan la escuchara... " por eso tienes que limpiar tu habitación " incluso  Nadia lo había  escuchado—El subió con las niñas mientras las arrastraba y su vista  se posó  sobre la adolescente.

–¿ como te llamas? Pregunto la señora Grethel.

- Soy Nadia—. Respondió nerviosa. Mientras Ella seguía cocinando concentrada.

- Ya veo, yo soy Grethel.. a ya lo había dicho ¿tu.. eres la mejor de la clase, no? Su padre habló con los profesores y prometieron ayudarlo , pero es difícil.. ese muchacho solo piensa en el futbol y en fútbol —Dijo ella.

- No lo se, yo fui transferida hace poco .. no sabría decirle.— contestó mirándola cocinar, era como debía lucir una mamá, algo cansada con ropa de madre : un pantalón de tela y una camisa holgada de botones, nada que ver con la ropa lujosa que tenia su madre en el closet, incluso la forma de cocinar era lo que más me llamaba la atención, recordándole a la madre de kurt ¿ todas las madres eran asi entonces? Excepto su madre que no tenía esa cualidad de ser "ama de casa" , prefería "trabajar" antes que quedarse en casa cocinando.— pensó Nadia.

- ¿ Tu de donde vienes? La verdad no te había visto nunca y llamas la atención. No lo digo de mala forma — pregunto ella mirándole la perforación de la nariz.

- Yo.. vengo del colegio católico.. pero estudié un tiempo en la secundaria de señoritas del norte. Y antes de eso estudiaba en casa.— respondio sintiéndose en un interrogatorio. Ella levanto la mirada de su sopa.

- ¿Estudiaste en casa? Vaya. Entonces debes ser de bastante dinero para dejar de estudiar en el colegio católico. Solo su mensualidad es la hipoteca que de esta casa—. Dijo sorprendida sonriendo.

Dylan bajó con las niñas ayudándolo a un lado,  traían tubos de ensayos y varias cajas.

– son de mi hermana— dijo sonriendo al ver que Nadia miraba el equipo de trabajo.

– la mayor. Ella si es estudiosa. Se ganó una beca para estudiar en la universidad, estudia Química y a él le falta este año y el otro para mejorar y ver si puede optar por una beca en alguna universidad comunitaria. Es un buen jugador... pero mal estudiando— dijo la señora Grethel amenazándolo con el cucharón —Anda a sentarte yo te llevo la sopa cuando este lista—. Nadia tomo sus cosas y fui a la sala. Mirando cómo Dylan colocaba todo en la mesa de la sala.

- Wow, tu hermana tiene de todo. Podemos empezar si quieres.— Dijo sonriendo y Dylan asintió.

- ¿No te hizo nada mamá? Preguntó en voz baja. Nadia negó y él suspiro aliviado – es por eso que no traigo a ninguna chica o a nadie. Son demasiados intensos aquí y están en modo bajo—Dijo susurrándole y Nadia sonrió y empezaron a estudiar.

El proyecto sería de algunas reacciones básicas por lo que era necesario  todas esas herramientas. 

-¿ prefieres con compuestos que puedes encontrar en casa o algo mas elaborado? Pregunto Nadia mientras miraba su cuaderno y Dylan simplemente sonrió sin saber que decir.

‐ ¿ dime que al menos sabes la formula del azúcar?¿sal común? ¿vinagre? ¿Agua? Pregunto ella encontrando en cada una de sus preguntas una negativa.

- Agua...¿H01? — contestó emocionado Dylan y Nadia inhalo buscando fortaleza Para no explotar furiosa por aquella respuesta tan errónea. 

Al ver que Dylan no sabía algunos términos o la mayoría Nadia se retrasó con la explicación, yendo al principio casi al comienzo de primaria para explicar los compuestos básicos y con las niñas jugando entre ellos, su mamá le trajo la sopa para tener una pausa, acompañada de un jugo de naranja recién exprimido. Al tomarla sentía el calor de tener una familia,¿ acaso una simple sopa podía transmitir eso?.

- ¿Esta Rica? Pregunto la señora Grethel sonriéndole y Nadia asintió emocionada

– esta deliciosa.—

- Luego que te la acabes si quieres más me avisas.— Dijo la señora sonriendo.

Al finalizar el tazón y el vaso de jugo Nadia se sintio con fuerzas para volver a explicarle al muchacho que solo dibuja a en su cuaderno varios garabatos.

- Ves que te dije que mi madre te ayudaría en un momento.¿ Estas mejor? Preguntó sonriendo

- Tenia años que no comía algo tan delicioso. — respondió — siempre compro comida o cuando vivía con mi hermano y mi padre era la señora que trabaja allí en casa que nos preparaba la comida, pero muy pocas veces comía una sopa aso de rica.— dijo apartandose el cabello con timidez, Dylan solo veia a la muchacha de una forma que no entendia, cada ves que ella sonreía algo en él le hacía sentir nervioso y emocionado, viendo como ella ordenaba sus hojas de forma meticulosa, era como verla hacer una rutina de baile, era tan elegante en cada uno de sus movimientos.

Continuaron estudiando hasta que apareció la madre de Dylan con una bandeja llenas de galletas colocándola frente  a la mesa y los muchachos se miraron. 

- Pausa para comer galletas—. Dijo sonriendo. Las niñas salieron de su habitación corriendo gritando hacia la mesa, y ella llevo unas aparte para los chicos que estudiaban.

- ¿Galletas? ¿Tu mamá quiere engordarme? Preguntó mirando Nadia las galletas de chocolate en la bandeja, aunque la tentación era grande... no debia cohibirse, no seguía bailando.

- Ella es así. Siempre puedes venir a comer galletas. Tienes la aprobación de ella al parecer— le guiño el ojo mientras tomaba una galleta y la mordía, Nadia se sonrojo por eso y aparto su mirada y la volvió a posar en la mesa.—

- Mirame, mirame, mirame- repetía ordenando la niña mas grande con una galleta.

- Dime pulga.—Le dijo Dylan con la boca llena y miraba a la niña saltando frente a ella.

- Aprendi esto—. Dijo ella mientras se paraba de puntas. Aunque perdía el equilibrio y se tambaleaba a los lados—¿. Ves? Lo hice—. Dijo orgullosa.—  Y mira. — se señalo mientras levantaba una pierna y trataba equilibrarse con sus brazos—. Estoy en posición de ballet.— Dijo ella sonriendo.

- Yo te veo torcida — dijo él hundiéndose entre hombros sin prestarle atención.

  – ¡eres malo!— Le grito la niña molesta mientras le arrojaba la galleta, Nadia no pudo reírse por ver a su compañero todo lleno de migajas de galletas, al parecer la niña tenía mas puntería que equilibrio 

— solo tienes que apretar el abdomen.— dijo Nadia señalandola, la niña la miro como si no entendía lo que ella decia— y Nadia se levanto para enseñarle.

— ve, este es mi abdomen — dijo señalándose y la niña se sostuvo el pecho — allí no— dijo sosteniéndole el abdomen con la mano delante y detrás. – respira y lo sostienes. ¡Aquí.!— le señalo, la niña seguía sin entenderle y miro a Dylan intentarlo sentado, y coloco los ojos en blanco, por lo visto o ella no era muy buena explicando o la pequeña era igual de despistada que su hermano.

– mirame, así como estas agarras aire al inhalar, y vas subiendo la pierna acorde con tu respiración.— Dijo enseñándole, al menos la sala de los Holmes era bastante amplia, por lo que podia hacerlo— esta figura la sostienes con concentración y con tu respiración, te puede ayudar visualizar un punto en la pared frente a ti — dijo demostrándole. – ¿ves?. De esta posición puedes formar varias con el mismo método. Y así una coreografía completa.— Dylan aplaudió emocionado y la niña sonrió —inténtalo tu — le dijo a la niña.

- Vaya. Le enseñaste algo a la pulga. No me imaginaba que fueras bailarina, eres maestra de química, bailarina y maestra— Dijo aplaudiendo, Nadia lo miro sorprendido y vio la mirada de Dylan dirigirse hacía su cadera y ella se dio cuenta y estiro su suéter y él aparto la mirada sonrojado.

- no.. no lo soy....— . Respondió apenada.

- Que lindo hiciste eso.— Dijo la mamá de Dylan desde la cocina.

- Discúlpeme .— dijo rápidamente.

- ¿Porque te disculpas.? Le enseñaste un paso a esa niña , además te ves muy bonita. ¿Eres bailarina? Pregunto orgullosa

- Algo así. — respondió apenada se fui a sentar.

- ¿ y sabes bailar twerking? Pregunto la niña corriendo hacia ella.

- ¿Twerking? -nooo, eso ni siquiera es baile- se quejo Nadia arrugando el rostro.

- Mi hermano tiene en su computador muchas cchicas bonitas en uniforme bailando, incluso una que se llama Niki minaj bailando –

– ¡callate pulga! La interrumpió Dylan rápidamente arrojando un cojín al rostro de la niña.

- ¡Mamá ¡ se quejó molesta la niña yendo hacia su madre.

 — ¡yo no hice nada!se paro rapidamente Dylan y su madre lo miró molesta, entre aquel espectáculo, Nadia aguantaba las ganas de reirse.

- No le hagas caso, ella alucina, no tengo nada de eso.. – dijo nervioso y Nadia solo sonrio y continuo anotando las formulas.

—...

- Enserio, no me mires asi.— volvio a intervenir

- Haz tu tarea, y ya — le respondio sin mirarlo. 

- Eres increíble— dijo en voz baja y Nadia  sonrió  alagada. Mientras continuaban estudiando las horas pasaban y ya había anochecido.

— Ya es tarde— dijo Nadia mirando la hora en el reloj de la sala.

- No te puedes ir así. Espera la cena—. Dijo la señora desde la cocina, estaba desde allí espiándonos y cuidando que su hijo si estudiara y no se distrajera con cualquier ruido. La puerta se abrió y entro un hombre alto bastante musculoso, de cabello encanecido y traje marrón.

- ¡Llegue mis niñas! Dijo el hombre sonriendo, estaba vestido de traje y tenía un maletín gastado que coloco en la mesa de la cocina a a Nadia le llamo la atención que pesar de que parecía ya pasado los 40 no era tan feo, conservaba aun un atractivo, miro a Dylan y miro al señor y sonrio " al menos Dylan al envejecer no sería feo y tampoco calvo" penso y luego se sacudió aquella idea de la cabeza, el señor con sus hijas pequeñas en cada brazo se fijo en la compañía de su hijo.

- ¿Querida, y esta niña? Pregunto al ver a la delgada muchacha en su sala.

- Es la amiguita de Dylan. Se quedará a comer. — respondió mientras llevaba las ensaladeras.

. – yo .. — balbuceo nerviosa.

– ya te vio papá.. o te quedas o te quedas— susurró Dylan .

—Vengan niñas ayúdenme a poner la mesa y ustedes recojan todo ese desastre — nos ordenó y Dylan hizo señas con la cabeza para que recogieran los libros.

- Al menos adelantamos bastante, mañana continuamos...Gracias. — Dijo guiñándole el ojo a Nadia, arreglaron la sala rápidamente mientras la casa se impregnaba mas de aquel delicioso aroma a guiso —

Dylan llevo las cosas al piso de arriba y Nadia se dio cuenta de como sus padres hablaban en la cocina y la veian, se sintió algo incomoda por estar allí.

- ¿Cuando me enseñarás otro paso? Pregunto curiosa la niña mientras iba a abrazarla con cariño, Nadia vio a la pequeña incómoda .

- Yo no bailo — respondió nerviosa.

- Anda. ¡Enséñame, enséñame enséñame! No seas mala — insistía le jalaba el sueter, al parecer ser insistentes era de familia.

- Ey, pulga no la molestes— Dijo Dylan cargando a la niña para que dejara de molestar a su invitada

– a la mesa todos incluida tu pequeña— dijo el señor refiriéndose a Nadia, Dylan la empujo hacia la mesa y ella se sentó avergonzada, habían pasado ya un año desde la ultima vez que tuvo una cena familiar en su casa, y era porque su hermano la había arrastrado a la cena de la familia de su esposa de acción de gracias, mirando a todos reunidos, falta los dos asientos de las dos hermanas mayores de Dylan.

Antes de servir se tomaron las manos para orar y Nadia miraba sin saber que hacer o decir mientras sostenía la mano cálida de la pequeña a su izquierda y a su derecha Dylan, al finalizar la oración todos abrieron sus ojos y empezaron a pasarse los contornos.

- Tradición de mamá- susurro Dylan- mientras ella miraba como todos comían Dylan la miro y tomo su plato para servirle un contorno de papas y zanahorias con carne guisada. – come tranquila – dijo Dylan mientras le servía más papas.—

- Yo estoy bien así. —Dijo sonriendo mientras rechazaba la otra cucharada de papas.

- Es que casi no tienes comida en el plato.—Dijo la señora Holmes.

- Es que como muy poco la verdad.— respondió mientras escarbaba las papas.

La cena pasó entre risas, Nadia se sentía celosa por la calidez y la tranquilidad que aquella cena ruidosa le brindaba, al terminar y ayudar a recoger los platos se despidio para irse.

- Yo te llevo es muy tarde.— dijo Dylan tomando las llaves

- Voy sola, tranquilo. —intervino Nadia tomando sus cosas

- Vamos. Es mi deber— dijo tomandola del brazo con delicadeza, incomoda ella lo apartó y el sonrió apenado.– disculpa—

Ya en el carro, él abrió con fuerza la puerta y apartó las cosas del asiento delantero para la parte de atrás y sonrió orgulloso.

- ¿Así es tu cuarto, como tu carro? Pregunto mientras se sentaba y apartaba algunas cajas vacias de ¿Donnuts?

– un poco, por eso no quería que subieras. Durante el camino el hablaba de fútbol, de sus hermanas, de más fútbol, solo haciendo una pausa para encender la radio, en ella tocaron una canción que le encantaba a Nadia y ella subió el volumen.

(...) "Running in circles,

Coming up tails, Heads on a science apart

- Nobody said it was easy

- It's such a shame for us to part

- Nobody said it was easy

- No one ever said it would be this hard

- Oh, take me back to the start

- I was just guessing

- At numbers and figures  Pulling the puzzles apart...

- Questions of science  Science and progress (...)" era su canción  favorita  de Coldpay Nadia cantaba emocionada y Dylan simplemente sonreía hipnotizado viendo a la muchacha hacer los solos de guitarra y todos los sonidos, cantaba tan desafinado que la hacia ver tierna, al darse cuenta que había terminado la canción lo miró sonrojada y él trato de no comentarle lo mal que cantaba. Luego de aquella canción habia un silenció en el auto que ella decidió romper primero

- ¿.. tu eres co capitán, no? Pregunto curiosa.

- Si, con kurt, ambos somos el dúo dinámico. — respondió, orgulloso, ya llegando al destino de Nadia Dylan miraba sorprendido el lujoso lugar, lleno de edificios de cristal  y arboles en cada metro. 

. – ¿este es tu vecindario? Es bastante lujoso.

- Yo lo veo normal, eso no quita que tu tengas una familia unida. – dijo ella con tristeza.

- Mas bien yo te envidio... ¿sabes lo que es compartir el baño con 5 chicas? A cada rato se quejan que baje la tapa— Nadia sonrió celosa por esa falta de calidez en su vida.

- mi hermano después de ... algo allí fue que se dio cuenta que yo existía, y mi mamá anda en su mundo, feliz en el mundo de la ignorancia — contestó sonriendo con tristeza.

- ¿ Y tu padre? Pregunto curioso.

- Divorciados. No vive aquí, aunque siempre hablo con él.— respondió mientras le señalaba el camino —en dos manzanas más y hacia la derecha.

- Es bastante lejos y querías venir sola... mis padres se iban a divorciar un tiempo atrás. Pero siempre regresaban. Cosas de adultos. — Dijo el sonriendo

Al llegar al edificio él lo miro sorprendido –¿ De verdad vives aquí? Con razón estudiaba en el colegio católico—

- no le digas a nadie. Gracias por todo. Mañana no podré reunirme porque tengo un compromiso, será después que te pase tu parte— parte respondió saliendo del auto.

- yo también tenía práctica por eso no podía- ¿Lo dejamos para hacerlo entre clases? Pregunto él y ella asintió sin importancia.

-Nadia — la llamo él saliendo del auto, la muchacha se giro y lo miró a la espectativa.

— te ves linda cuando sonries... tú, quiero que confíes en mi, yo quiero ser tu amigo— dijo sonrojado.

— Tu no sabes nada de mi ni tampoco  te debería  interesar por lo que no veo porque deberiamos ser amigos, gracias por lo de hoy... pero no te confundas... lo hago por compromiso — respondió caminando hacia la entrada.

—¡Nadia! Al menos dejame la oportunidad de conocerte— le insistio Dylan y Nadia se giró y lo miro con aquella expresión inexpresiva y fría, colocando siempre su típica  pared frente al muchacho. 

-no te confundas, Holmes—  respondió  con frialdad volviendo a su camino para subir al edificio dejando al Capitán  del equipo desilusionado  en la entrada. 

Al llegar a su perfecto apartamento solitario dejo sus cosas encima de la cama y fue al lavado para intentar vomitar la cena, miro su reflejo lloroso en el espejo y se apartó el cabello del rostro.

¿Por qué mi vida llego a ser tan miserable? Pensó mientras se limpiaba las lágrimas de su rostro, se sentía mal por haberse divertido, pensando que no merecía la diversión... ni muchos menos la felicidad—

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