La amistad era predecible dada la similitud en nuestros comportamientos y la compatibilidad en diversos términos.

Cuando recibí una llamada de la chica en plena madrugada, me anunció, entre lágrimas, que habían encontrado el cuerpo de su novio, desaparecido desde hacía meses y completamente quemado y destrozado. La razón aún era desconocida. Esa misma noche, en plena madrugada, ella tocó a mi puerta con el rostro bañado en lágrimas.

- Está muerto -musitó entre lágrimas Colette.

Cuando se abalanzó sobre mí para abrazarme, no pude evitar contener una pequeña sonrisa, pero rápidamente me aparté.

- (Edgar, no seas tonto) -pensó el chico preocupado por el estado de la chica.

Tuve que hablar con ella durante la noche hasta que finalmente se durmió.

- Qué hermosa es -me acerqué a ella y acaricié suavemente su pelo mientras cerraba las persianas para poder descansar-. ... Te amo -susurré al verla respirar de manera tan suave.

Después la moví un poco con mi fuerte bufanda y le preparé un pequeño colchón en el suelo. Cuando la hermosa chica abrió los ojos y me pidió que me acostara con ella, una ligera brisa movió las persianas, tomándome por sorpresa, ya que era la primera vez que la veía de esa manera.

La encantadora sonrisa, los resplandecientes ojos en la oscuridad de la noche y, especialmente, el cabello blanco, me llevaron a no poder resistir la petición de mi amiga Colette.

- Torpe -la chica mordió suavemente la oreja de Edgar para iniciar una conversación.

Esto me tomó por sorpresa y me levanté, le di un ligero golpecito en la frente.

- Loca traviesa -dije un poco avergonzado por la acción de mi amiga Colette.

Ella simplemente sonrió y me dio un beso en la nariz, dejándome completamente embobado.

- Gracias Edgar, eres el mejor amigo del mundo.

"Crack" ¿Escucharon eso? Sí, exacto, fue la zona de amigo que se rompió, pero lo que me importaba era verla feliz. Tal vez no seamos pareja, pero me gustaría que esa noche fuera eterna, porque mi corazón latía a toda marcha.

Cerramos nuestros ojos fuertemente mientras nos abrazábamos hasta quedar profundamente dormidos. Y aunque la noche había sido común, ella había creado un hermoso recuerdo que atesoraría en mi mente. Quizás, en el futuro, podríamos avanzar y convertirnos en algo más que amigos. Solo esperaría a que me viera de la misma manera que lo hacía con él.

Te amo Colette, te amo muchísimo. Eres la única que pudo sacarme de ese hoyo hace años. Espero poder verte durante toda la vida.

Al despertar, acaricié suavemente mi rostro y, al abrir los ojos, me encontré con Colette con una pierna sobre mí. Su acción adormecida me provocó una carcajada, y luego me levanté y me puse mi bufanda característica.

- Es hora de ir al trabajo - dije mientras estiraba mis brazos.

A pesar de que debía despertar a Colette, ella lucía tan adorable que decidí hacerme cargo yo mismo y decirle a Griff que se había enfermado. Bostecé.