Capitulo 4: ¿un nuevo inicio?
Cuando mi nueva amiga me recibió en su hogar, su madre me hizo un nuevo peinado, junto con lo que parecía ser un extraño robot.
– te queda genial Edgar - dijo Pam, dándome un pequeño espejo para verme.
Al mirarme, quedé sorprendido. Mi nuevo peinado era mucho mejor que el típico emo que llevaba hace unos meses, cubriendo toda mi cabeza de una manera realmente bonita.
– ¿Soy yo? - pregunté, asombrado por el cambio.
Jessie sonrió y me dio un pequeño golpe en la espalda, mostrándome un gesto cariñoso. Sin embargo, Edgar la tranquilizó para evitar problemas con su bufanda.
– No fue nada malo - acarició la bufanda, provocando un gesto de cariño.
– Parece que has cambiado mucho en estos últimos meses, Edgar.
El emo sonrió levemente, pero la chica no sabía que su corazón seguía amando a la chica peliblanco de meses atrás.
El tiempo que pasamos fue divertido y diferente, aunque Colette no dejaba indicios de querer seguir siendo amigos. A pesar de esto, a Edgar no le importaba, ya que seguía amando a Colette y si ella era feliz con su novio, él también lo sería.
– Jessie, vamos a comer, yo invito - comentó Edgar entre risas.
– Sí, igualmente te iba a quitar el dinero, ya que ese peinado no era gratis - bromeó Jessie.
– Pensé que era gratis - refunfuñó en tono humorístico.
Una llamada inesperada sorprendió a Edgar, era Colette quien le llamaba.
– ¿Qué pasa? - preguntó preocupado por la llamada repentina.
Colette le preguntó por cómo estaba y luego le dijo que quería hablar con él de algo importante. Después de despedirse de Jessie, ella se sintió muy decepcionada.
– Edgar, pareces seguir siendo el mismo - refunfuñó la chica.
– ¿Qué dijiste? - preguntó, sin haber escuchado el comentario.
– Nada, puedes ir con tu amiga - se despidió la chica.
Antes de irse, Edgar acarició suavemente el pelo de Jessie, haciéndola sonrojar un poco. Jessie le pidió que bajara para darle un regalo y le dio un pequeño beso.
– Estúpida - rió un poco.
– Vamos, no finjas, ve con ella, Edgar - habló Jessie con una gran sonrisa tras el gesto de amor de la chica.
– Gracias por todo, Jessie, eres la mejor.
Así fue su retirada de la casa de su amiga, con un sentimiento de amor no correspondido por parte de Edgar.
– Maldición, no pude hacer nada - habló en tono burlesco después de que se fue Edgar.
Vamos Edgar es hora de redimir el pasado
El joven llegó al lugar acordado por la chica, que parecía no haber cambiado mucho, aunque su apariencia era más cuidada que meses antes. Ambos se saludaron de manera fría y casi desconocida, pero al menos aún conservaban la amistad que los caracterizaba años atrás.
– Edgar, ha pasado tanto tiempo. Incluso cambiaste de turno en el trabajo para evitar verme. ¿Qué tan inmaduro pudiste ser? - comentó la chica entre burlas, intentando revivir la amistad.
– Lo siento, actué de manera torpe. Espero que una disculpa sea suficiente para dejar el pasado atrás - propuso Edgar, estrechando la mano con firmeza.
Sin embargo, Colette no quería tomar esto como un simple tratado, así que se acercó a Edgar y le dio un cálido abrazo, lo que reavivó un poco el afecto guardado en el corazón del antiguo amigo.
– Yo también lo siento, no debí dejarte solo durante este tiempo. Espero que puedas perdonarme, como en los viejos tiempos.
Ambos apreciaron las disculpas del otro, y tal vez la amistad podría revivir, aunque llevaría tiempo. Entablaron una conversación rápidamente, compartiendo muchos gustos en común. Salieron a comer, al parque y a jugar a los arcades, reviviendo viejos recuerdos mientras disfrutaban de la compañía del otro.
– ¿Y qué pasó con tu novio Kevin, Colette? - preguntó Edgar con un helado en la mano.
– Bueno, la verdad es que no quería mencionarlo, pero está desaparecido. Llevo un mes sin verlo, es como si hubiera desaparecido.
Edgar la miró extrañado, pero ella solo devolvió la mirada y mostró el típico gesto de no saber nada. Le pregunté si estaba preocupada.
– Los primeros días sí, pero después de no saber nada durante tanto tiempo, la mente empieza a pensar en cosas malas. Solo espero que esté bien donde quiera que esté - habló Colette.
– Está bien, hacen buena pareja, así que espero que las cosas se arreglen cuando regrese - respondió Edgar.
– Sí, eso espero.
Después de la conversación, optaron por ir al cine para desconectar, y ambos estuvieron de acuerdo en ver una película de terror. Así pasarían la tarde juntos, como buenos amigos.
Y tal vez iniciar desde cero
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