El frío cala más si no estás a mi lado
y aunque en fuego esté yo rodeado,
no hay nada que a mi me caliente
y esto es porque estás tú ausente.

Te necesito a mi lado, es preciso.
Te fuiste por siempre, me dejaste
y no tengo nada de ti, ni un pizco
porque te fuiste y me abandonaste.

Sé que no fue tu intención dejarme
que el cielo decidió de mi apartarte
pero en tu recuerdo sigue mi promesa
que nunca olvidaré, mi princesa.

No puedo con esta incertidumbre
de no saber si a mi lado fuiste feliz
pero de corazón hice lo que pude
para crear nuestro amor desde la raíz.

Cuánto tiempo perdido en discusiones
que no llevaban a ninguna parte,
mejor debí disfrutarlo en diversiones
o por lo menos besarte y abrazarte.

Ahora nunca más estarás a mi lado
para poder con mis manos palparte
y verte ahora solo como un recuerdo
pues ya no podré más amor darte.

Pero mi promesa sigo cumpliendo.
Te sigo amando y lo seguiré haciendo
hoy y los días que Dios me otorgue
hasta que mi alma por fin se sosiegue.

Te sigo amando porque nunca habrá
otra mujer que pueda igualar el amor
que por ti siento, ni ninguna me querrá
como tú me demostraste tu fervor.

Te sigo amando no porque lo prometí.
Te sigo amando porque tú lo mereces
y es que aunque ya no estés tú aquí
tu recuerdo para nada se desvanece.

El amor que en el altar te prometí
no terminará sólo porque no estás aquí
porque sé que estaré otra vez junto a ti
y te daré más amor aún, como el que debí.