Posibilidades.

¿Cuántas posibilidades había en esta situación? Más de cuatro se me ocurrían. La primera era que alguno de sus hijos se había descarrilado y él necesitará algo para encubrir su falta de madurez, la segunda que necesitará con urgencia un heredero que no fueran directamente sus hijos, tercero un escándalo para encubrir otro, cuarto solo una salida fácil a un problema que ni yo entendía.

—¿Disculpe?...¿Que fue lo que dijo?

—Te puedo conseguir toda la información que necesites, incluso dejar a ese hombre en la ruina si tú lo quieres solo necesito que te cases con mi hijo.

—¿Su hijo?

Voltee la mirada hacia la mesa respectiva dónde sus hijos estaban bebiendo de sus copas mientras no apartaban ni un segundo sus ojos de su padre.

—No ellos... ninguno de ellos.

—¿Entonces...

—Mi hijo menor, es alguien que no ha sido reconocido pero quiero que ahora él sea parte de mi familia, de mi apellido.

El secreto a voces estaba siendo afirmado ante mí.

—Es...

—Un hijo ilegítimo...así lo conocen en este mundo pero en realidad no es así, mi ex esposa y yo ya habíamos terminado cuando todo sucedió más en ese tiempo sin embargo estaba aún bajo el mandato de mi madre, no podía hacer nada hasta hace poco, quería hacer las cosas bien y eso significaba reconocer públicamente a mi hijo.

—Y-yo...

—No necesitas hacerlo ahora, de hecho preferiría que fuera después, debemos resolver toda tu situación antes de hacer algún movimiento. Piénsalo y cuando te decidas solo levanta tu copa hacia mí.

Lo mire intensamente mientras él se alejaba, podría funcionar su plan y en caso de que no lo hiciera técnicamente ya sería de la familia, no me dejarían caer o eso espero.

La fiesta siguió como de costumbre, los hombres compartían sus palabras falsas y alagos hacia las mujeres de sus conocidos, era importante crear alianzas incluso con ellas.

Yo solo podía observar todo en mi propio mundo, la ignorancia, no tenía hermanos ni familiares cercanos y siempre me mantuve alejada de todo este mundo de negocios más que nada porque mi familia estaba arruinada pensar en el lujo era como un sueño lejano, mi familia, mi padre solo él era capaz de mostrar una imagen completamente diferente y he aquí la consecuencia. Dylan no veía nada interesante en mi o en mi familia, no veía ganancias en unir nuestros apellidos y por eso mismo nunca nos casamos ante la iglesia ni firmamos algún documento que nos vinculara directamente, si yo moría, mi poco dinero seguiría en mi familia y si el fallecía yo nunca recibiría algo.

Era una plaga para su familia y siempre tuve la ilusión de que algún día él me miraría diferente.

Ahora mientras desde lejos lo observo, ya no puedo ver al hombre del que me enamore, solo puedo ver al hombre que me engañó, que nunca me miró, que nunca me tocó y que nunca me amó como lo hace con la mujer que está a su lado, su roces son delicados, llenos de amor.

Con un nudo en mi garganta tomo la copa que está enfrente de mi, la empino bebiendo todo su contenido sintiendo el sabor amargo recorrer mi garganta. Quería emborrachar me hasta perder la consciencia pero no era el lugar ni el momento.

Cuando un empleado pasa por delante de mi lo detengo tomando otra copa y dejando la vacía en la bandeja, busco por todo el lugar sin moverme de dónde estoy al señor Rossi, a lo lejos lo encuentro hablando con otra persona pero sus ojos pasan de él a mi como si estuviera esperando a que yo tomara mi decisión.

Segura levantó mi brazo brindando por una nueva alianza y él me responde el brindis con una sonrisa suave.

Nadie ahí sabía de nuestra unión pero algo en mi interior me decían que todo estaría bien. Ya tenía suficiente con la frialdad y el poco interés, necesitaba tener un plan b porque estaba segura de que las cosas cambiarían con Sophia metida en la mente y corazón de Dylan.

Si tenía que traicionar a mi padre, definitivamente lo haría, nadie se preocuparía si algún día la familia Yakov tomaba la decisión de que ya no era importante mi presencia a lado de Dylan.

Con decisión para dejar mis últimos rastros en su vida caminé hasta él, tome su brazo alejando a Sophia quien con odio me miró cuando le quite el poco acercamiento que podía permitir se en ese lugar.

—Cariño...no me siento muy bien, podrías acompañarme al baño.

Estaba dispuesta a irme siempre y cuando pudiera probar un poco del hombre que odiaba mi existencia.

Sin otra opción acepto a llevarme, salimos mientras las personas nos miraban como si nuestro matrimonio fuera el objetivo de todos.

Al llegar al baño, voltee mirando lo sería, su rostro molesto dejaba en claro el poco interés que tenía de estar ahí pero necesitaba despedirme de este amor de la mejor manera y era probando sus labios que serían fríos y sin sentimientos.

Me puse de punta tomando el cuello de su camisa y tire con fuerza de él logrando acercarlo a mi hasta que nuestros labios se unieron en un beso que apenas y rozaba. Él quería alejarse pero lo mantuve cerca cuando puse mis manos alrededor de su cuello y abrí mis labios dejando salir todos mis sentimientos en ese beso que nunca correspondido.

Mi corazón dolía porque cinco años me llevo a querer estar para siempre con él incluso si no era un gran demostrador de afecto y ahora que logre entender todo, no podía hacer más que aceptar que había perdido.

—¿Que demonios estás haciendo?

Susurró sobre mis labios cuando se alejo un poco de mí, sus ojos intensos me miraban con una furia contenida.

—... Tome de más.

Le susurré casi sin poder hablar, no me sentía fuerte porque por años pedí esto, por años me imaginaba un beso diferente y ahora todo había cambiado.

—Vete a casa, no quiero que sigas aquí o arruinaras todo.