"¿Piensas?" Suk se rió entre dientes,
"¿Qué te vas a llevar a mi hijo?"

Jungkook estaba temblando, manteniendo a su hijo detrás de él. Tragó saliva, dando un paso atrás
"Lo haré".

Suk se rió, aplaudiendo histérico.
"¡Un omega, sin pareja, un niño!" El
alfa pisoteó su pie, secándose las
lágrimas de sus ojos. "¿Cómo vas a
trabajar, hm?" Él sonrió, "¿ Crees que
alguien te respetará? ¿Crees que
cualquier Alfa respetable incluso te
mirará?

Jungkook se negó a llorar otra lágrima frente a su futuro ex marido. Se lamió el corte ardiente en su labio, "Nunca me respetaste". Podía escuchar a su hijo gemir detrás de él. "Estaré bien,estaremos bien".

Suk resopló: "Llévatelo, volverás".

Jungkook negó con la cabeza, "No lo
haré". Debería sentirse más seguro,
estaba en un juzgado. Pero nada
estaba a salvo con este hombre,
ni siquiera en un entorno público.
"Cuando firme esos papeles, él es
mío, nos vamos."

Suk sonrió maliciosamente"Adelante,
probablemente no sea mío de todos
modos, nunca produciría un alfa tan
débil".

"Tiene dos" gruñó Jungkook.

Suk le restó importancia "no debería
tener miedo de todo".

"¡El es mi hijo!" Kook gritó: "¡No me
importa de qué tenga miedo!" Sintió
que Soobin se estremecía detrás
de él, apretando su pierna con más
fuerza. Jungkook respiró hondo cuando sintió que el aura de Suk cambiaba. "Nos has golpeado lo suficiente, ya no seremos tus juguetes para el abuso. Debería haberte dejado antes ".

Suk se cruzó de brazos, "volverás".

Kook se relajó cuando se abrió una
puerta, revelando a su abogado.
"Mientras mi hijo respire, nunca
volveré contigo".

(...)

Jungkook acompaño Soobin a su
pequeño apartamento, temblando
por el frío que los seguía. Jungkook dejó su bolso antes de quitarse su gran chaqueta. Se inclinó, sonriéndole a su hijo y se quitó la chaqueta pequeña, "hace tanto frío, ¿no es así, Bin?"

Soobin asintió con la cabeza,
levantando los brazos, facilitando
que su madre le quitara la chaqueta.
El pequeño alfa se frotó el ojo,
"hambre".

"Está bien, precioso" Jungkook colgó sus chaquetas.

El apartamento no era nada especial,
un dormitorio, un baño. A Jungkook
realmente no le importaba mientras
mantuviera el frío y la lluvia fuera,
mientras Soobin estuviera a salvo.

Jungkook tenía un trabajo, no pagaba
mucho pero era suficiente para
alimentar a Soobin y a él mismo.
La mantención de los hijos de Suk
había llegado ayer, liberando a Kook
del alquiler y la factura de la luz del
mes. Habían pasado tres meses
desde que se divorció de él, tomó
todo el dinero que Jungkook ahorró, pero valió la pena.

Jungkook trabajaba en un kiosco
vendiendo joyas, pasaba ahí largas
horas y ahora, gracias al frío, se
sentían incluso más largas.

No ayudaba el hecho de que
Soobin tenía que ir con él, hacía
mucho frío para mantenerlo fuera
pero no había mucho que Jungkook
pudiera hacer al respecto.
Necesitaba un niñero pero no podia
pagarles apropiadamente hasta que
ahorrara un poco más de dinero.

Soobin era el mejor amigo de
Jungkook, tenía tres años ahora; su
cumpleaños había sido hace
dos días. Jungkook pudo comprar un
pequeño pastel y Soobin pareció
disfrutarlo. Eran bastante similares
en cuanto a sus emociones,
ambos siendo controlados por los
sentimientos. Soobin no hacía
amigos, ni siquiera lo intentaba. Era
un niño nervioso y Kook sabía el por
qué, si pudiera, mataría a Suk. Su más
grande arrepentimiento era haber
caído por una sonrisa amable y ojos
azules.

Ser un omega con un alfa abusivo
era algo normal, especialmente
porque nadie podía decir en qué
punto se convertía en abuso. Los
alfas eran reconocidos por ser
agresivos. Suk era su primer alfa
y Jungkook era de esas personas
incapaces de diferenciar el abuso
de la agresividad, pero lo entendió
cuando Suk abofeteó a su hijo tan
fuerte que lo arrojó al otro lado de la
habitación.

En aquel momento, todo dentro de
Jungkook le decía que matara a aquel hombre, pero los omegas no tenían estómago para la muerte. Las
criaturas que dan vida no podían
quitarla pero Jungkook nunca estuvo tan cerca como en ese momento.

Recordó que cuando empacó y
se fue estaba aterrado, no ayudó
que siempre había sido un manojo
de nervios y sumisión. Jungkook
intentó superar eso, por el y por
Soobin. Todo lo que quería era
una familia, pero había aprendido
que Soobin y él eran suficiente.
Eran lo suficientemente felices, no
necesitaba nada más.

"'Aquí tienes unas galletas por ahora,
Binnie" Jungkook le pasó un pequeño bowl verde "Ve a mirar televisión, mami va a preparar la cena."

Soobin tomó una galleta y se la
tendió a Jungkook, éste se arrodilló "esas son para ti, precioso."

El pequeño negó, acercando más la
galleta hacia él "Mami."

Jungkook tomó la galleta con delicadeza "gracias, Binnie."

Soobin asintió, alejándose de la
cocina. Jungkook sonrío, mirando la
galleta antes de darle una mordida.
Se estaba muriendo de hambre, así
que comenzó con la cena.

Soobin era un niño callado, no
muy amigable pero oh, tan amable.
No habla mucho y se asusta con
facilidad, es un niño de mamá y
a Jungkook no le importaba eso. El
pequeño es un alfa y la gente suele
burlarse por lo asustadizo que es.
Eso normalmente termina en Kook
tomando a su hijo en sus brazos y
alejándose porque no es justo. No
es justo que su hijo tenga que ser
de una manera u otra. No era justo
que su hijo tuviera que ver cómo su
madre era golpeado por una persona
a la que se suponía, tenía que
admirar. No era justo que esa misma
persona lo hiciera sentir inferior, que
lo golpeara. La gente no sabía eso
y Jungkook no creía que tenía por qué explicarles.

Soobin era su mundo.

Jungkook tomó una olla mientras
acariciaba la parte trasera de su
cuello. Respiró profundo, tocando
la pequeña cicatriz. Suk lo había
mordido y Jungkook había sido muy
feliz pero ahora todo lo que quería
era arrancarse la piel. Había estado
acudiendo al doctor uno que otro
viernes para las sesiones de láser
donde la removerían. Era muy
doloroso pero cada vez sentía la
marca más pequeña y el dolor valía
la pena.

Era muy mal visto el removerse
una marca, podía imaginar la
cara de Suk si se enterara que lo
estaba haciendo. Suk era un maldito
bastardo que amaba dejar su marca
en las cosas y Jungkook estaba harto
de eso. Harto de que la gente le
preguntara donde estaba su alfa,
harto de la gente en general.

"¡Bin!" Jungkook inspeccionó el
refrigerador en busca del pollo
"Vamos a cenar arroz y pollo, ¿está
bien?"

Soobin mordisqueo su galleta "sí
mami."

"Está bien precioso, te haré saber
cuando esté listo."

Soobin corrió dentro de la cocina,
encontrando su pequeño banquito
(pues le gustaba ayudar a Jungkook a cocinar algunas veces) y se sentó
ahí. Si no estaba ayudándole a
cocinar, simplemente se sentaba ahí
y lo observaba. Comió el resto de
galleta que tenía en su mano.

"¿Te vas a quedar conmigo?"

El niño asintió "sí."

Kook se agachó, depositando un
beso en la frente de su hijo "Gracias,
¿apagaste la televisión?"

"Si" Soobin se levantó cuando
terminó con su comida y usó el
banquito para colocar el bowl vacío
en el fregadero. Al terminar, tomó
nuevamente su banquito y lo llevó a
su posición original al mismo tiempo
que Jungkook sacaba el arroz de la
alacena.

(...)

"Tiene tres años" Jungkook sonrió,
entregándole a una mujer el collar
que acababa de comprar.

"Es tan hermoso, luce exactamente
como tú"

Su sonrisa se hizo un poco más
grande, amaba escuchar eso y
esperaba que su bebé solo se
pareciera a él "Muchas gracias"
Regresó junto a su hijo que estaba
sentado en su silla con un juguete
en sus manos "¿Tienes frío, precioso?"

"No mami" Soobin frotó su nariz
"estoy bien."

"Está bien" Jungkook besó su frente,
su descanso era en diez minutos
y entonces podría conseguir algo
caliente para ambos. Le sonrió a otro
cliente que miraba el kiosco "Hola,
por favor hágame saber si necesita
ayuda en algo."

El alfa no le sonrió de vuelta pero
asintió. Jungkook desvió la mirada,
cruzando los brazos detrás de su
espalda. Dio un salto cuando el
cliente habló.

"¿Es plata de verdad?"

"Uh, sí" Jungkook sonrió con
nerviosismo "lo es, esterlina."

El hombre asintió, mordiendo el
interior de su mejilla mientras
pensaba. Jungkook y aquel hombre
reaccionaron ante el sonido de
un lloriqueo "Eh, un segundo; por
favor" Trotó hacia su hijo, que tenia
lágrimas en los ojos "¿Qué sucede,
cariño?" Tomó al pequeño en sus
brazos y lo meció suavemente.
Soobin lloró más fuerte,
aferrándose a la chaqueta de Jungkook  "Háblame, Binnie."

"Papi."

El cuerpo de Jungkook se puso rígido. Miró alrededor "¿Dónde?" Sus ojos se detuvieron en aquel alfa que conocía bien. Estaba entrando en su auto, con un pequeño omega pegado a su brazo. Kook sostuvo más cerca
a Soobin, acariciando su espalda
"Está bien bebé, mami está aquí. El
no volverá, ¿si ?" Besó la mejilla del
pequeño "¿Está bien, Bin?"

"Si, mami."

Kook rápidamente se movió lejos del
cálido cuerpo detrás de él. Soltó una
pequeña risa "lo siento señor" Meció
un poco a su hijo "¿se ha decidido
por algo?"

El hombre asintió lentamente,
sujetando una delgada cadena de
plata "¿Estás bien?"

Jungkook asintió "lo estoy."

"Estás temblando... él está
temblando."

Jungkook ni siquiera lo había notado.
Negó con la cabeza "estoy bien, ¿eso
es todo?"

Aquel hombre presionó sus labios
juntos "es todo."

Jungkook intentó sonreír y sin soltar a su hijo, completó la transacción.
Su mano se congeló al notar la
marca en la mano del contrario.
Mordisqueó su labio "¿militar?"

"Sector tres, Wolf Baring*" el hombre
tomó su tarjeta de vuelta "¿tú eres
militar?"

"No" Acercó más a Soobin a su
cuerpo cuando una ráfaga de viento
los golpeó. Se ruborizó un poco
"mi madre lo era"Arrulló a su hijo,
intentando mantenerlo caliente
"Sector tres" Jungkook repitió, "eres un lobo."

El hombre asintió "Lo soy, puro."

Jungkook entrecerró los ojos, mirándolo "¿Qué haces aquí, con civiles?"

"Dimití" el alfa guardó su nueva
cadena en su bolsillo "Jimin."

Las mejillas del omega volvieron a
ponerse rojas "Jungkook, este es mi hijo, Soobin."

"Es un placer conocerte Jungkook...
Soobin" Jungkook sintió al niño
tensarse en sus brazos "¿no tiene
frío?"

Jungkook bajó la mirada "él no...
sé que no debería estar afuera en el frío"

Soltó un suspiro "no puedo costear
una niñera en estos momentos."

Jimin asintió "yo no trabajo" se
encogió de hombros, mirándolo con
seriedad "puedo cuidarlo."

Jungkook no se movió, ni siquiera
parpadeó.

Jimin arregló su largo abrigo "No
cocino,¿y tú?"

Kook asintió lentamente, sin notar
que clientes se acercaban al kiosco.
¿Qué se supone que debía hacer?
Este era un alfa de una clasificación
muy alta y le estaba hablando a él.
Jimin no era solamente un militar,
estaba marcado como militar y
Jungkook estaba seguro que debajo de ese abrigo habían aún más marcas cubriendo su cuerpo. Probablemente debería estar haciéndole una reverencia al hombre, era un lobo, era extremadamente raro encontrar a un lobo de verdad.

Pero, ¿Jimin estaba ofreciéndose a
cuidar a su hijo a cambio de comida?

"No tienes que pagarme, puedes
enseñarme a cocinar" Jimin tomó
una tarjeta de presentación de su
cartera y se la extendió "Llámame."

Hubiera sido más reconfortante si
Jimin hubiera mostrado una sonrisa
al menos una vez.

"¡Yo... Yo puedo pagarte!" Jungkook
aclaró "solo que.. no mucho."

Jimin negó con la cabeza "no
necesito dinero, solo enséñame a
cocinar" metió las manos en sus
bolsillos "Llámame, a menos que
decidas que no quieres" se encogió
de hombros mientras caminaba lejos
de ahí.

Jungkook se mantuvo de pie en el
mismo sitio, sentía la respiración
de Soobin en su oído. El pobrecito
se había quedado dormido entre
sus brazos. La única cosa que lo
movió del lugar en el que estaba fue
una mano en su hombro. Se giró
rápidamente "¿si?"

La mujer frente a él sonrió "¿me
preguntaba cuánto sería de estos
pendientes?"

Louis respiró profundo "sí, sí, claro
que sí."

(...)

Wolf baring : hace referencia a un sector donde los lobos están siempre en su forma animal.