Descubre... Yo era sólo un mal sueño.

Necesito dormir un poco, no puedo seguir así.

Jack se había desmayado dos veces en un día.

Durante todo el día se había sentido mareado, con los parpados cerrándose a cada minuto del día, y sus piernas temblando a cada paso que daba. Jack pensó que era normal, que eran los síntomas – o más bien consecuencias – de haberse quedado toda la noche despierto. Lo último que recordaba era haberse caído en uno de los tantos pasillos de la escuela, para luego ver nada más que oscuridad; Repitiéndose el mismo escenario en el salón de clases. La enfermera de la escuela lo había atendido aquellas dos veces, con un ceño fruncido en preocupación y una mirada severa, como si estuviera regañándolo. Hasta que luego de unos segundos de silencio, la enfermera le dijo las causas de todo.

Trato de contar ovejas, pero hay una a la que siempre extraño.

Jack estaba tan cansado que ya ni siquiera se preocupaba en comer.

La enfermera la dijo que necesitaba descansar y comer, tomarse un descanso de todo para volver en cierta forma a la normalidad y que aquello no desencadenara en algo más grave. Jack la miro, observo cada uno de sus gestos y escucho cada palabra que salía de los labios de la enfermera, sin prestar mucha atención en el asunto. Él no podía dormir, y no era estrictamente necesario, mientras que con lo respecto a la comida probablemente comería algo en el camino a su casa o algo así. Para ser francos, Jack presto atención a todo menos a lo que decía la mujer vestida de blanco. Limitándose a voltear su vista a la mujer cuando esta menciono a sus padres.

-¿Cómo dijo? – pregunto el ojizarco mientras miraba confundido a la mujer a pocos pasos de él.

-A penas puedes mantenerte en pie por ti mismo, debes ir a casa y podrías desmayarte en cualquier momento, incluso a medio camino. Así que llamare a alguno de tus padres para que vengan a buscarte.

Todos dicen, que estoy quedándome estancado.

Tal vez fue compasión o las miles de suplicas lo que permitió que Jack volviera solo a su casa.

Jack tomo su cosas del salón de clases, bajo la atenta mirada de sus compañeros que lo miraban con lastima y con burla. La enfermera le había brindado unas vitaminas antes de salir del consultorio, para asegurarse de alguna manera de que el joven peliblanco no se fuera a desmayar en pleno camino hacia su casa. Y Jack estaba agradecido.

El camino hacia su casa era largo, o más bien, Jack lo sentía de esa forma. Caminando no eran más de quince minutos, pero para el peliblanco se sentían como miles y miles de kilómetros para su agotado cuerpo. Las personas en la calle se volteaban a verlo con impresión y lastima, sintiéndose afortunados de no padecer lo que aquel joven ojizarco padecía. Jack trataba de ignorarlos, de hacer que esas miradas acusadoras no le importasen, pero en el fondo las odiaba. Pero todo valía la pena, todo iba a valer la pena cuando cayera la noche.

Todos dicen, "solo tienes que dejarlo ir".

Y tal vez la noche había llegado antes de lo acordado.

Jack vio hacia el cielo infinidad de veces, asegurándose de que el sol realmente estaba allí y que él no estaba alucinando. Comprobó la hora, notando que eran las 13:20 y no las 21:40 como todos los días. Jack se pellizco infinidad de veces, dejando su brazo rojo en el proceso. Y Jack parecía un demente, y hasta el mismo ojizarco llego a preguntarse si no se había desmayado a mitad de camino por lo que estaba viendo ante sus ojos. Y Jack sonrió, y Jack lloro, y Jack grito de alegría al ver a la persona frente a sus ojos.

Porque Elsa se encontraba a pocos pasos frente a él, sonriendo.

Jack corrió hacia donde ella estaba, tropezándose con varias personas en su camino que lo miraban entre molestas y confundidas. El las ignoro. Simplemente corrió y corrió, hasta que finalmente estuvo a pocos pasos de ella, y Jack rio, y Jack lloro y casi se sintió desfallecer cuando aquellos ojos oceánicos apuntaron a su dirección. Jack creía que estaba soñando, y si era así, no quería despertar nunca. Porque Jack prefería estar miles de veces en aquella idónea realidad a que estar completamente solo en su asquerosa vida.

Necesito dormir un poco, es hora de acabar con este viejo asunto.

Y Jack juro que casi le dio un infarto cuando unos pequeños brazos se envolvieron a su alrededor.

Quedo estático, completamente abrumado, con lágrimas en el borde de sus ojos y algunas descendiendo libremente por sus mejillas. Su cuerpo entero temblaba, intentando acostumbrarse a la sensación de tener aquel pequeño cuerpo contra el suyo pese a ya haberlo tocado miles de veces. Fue cuando el agarre de Elsa se hizo más fuerte cuando Jack decidió corresponder aquel abrazo. Y entre rizas y sollozos, Jack la tomo en sus brazos, besando su frente infinidad de veces y abrazándola tal vez con más fuerza de la necesaria. Pero a ninguno le importaba.

Porque medio mundo podía estar mirándolos, pero a ninguno de los dos le importaban.

Estoy totalmente absorbido, y las ruedas siguen girando.

-Estas aquí, e-estas aquí, estas aquí – comenzó a balbucear las mismas dos palabras infinidad de veces, depositando besos en la cabellera de la platinada con miedo a que esta desapareciera. Y lo dejara solo, como tantas otras veces.

-Sí, estoy aquí.

Jack juro escuchar la voz de un ángel.

Jack jamás supo la hora, el lugar o cualquier cosa que rodeara a su alrededor. Podrían estar en la punta de un risco y lo mas importante para el seria la pequeña chica de cabellos platinados que acaparaban toda su atención. No escuchaba a nadie, excepto a la voz angelical del ángel ante sus ojos. Jack tampoco era consciente si había comido, bebido o siquiera respirado, no tenía consciencia de nada mas aparte de ella. Elsa lo estaba salvando, y tal vez destruyéndolo de cierta manera.

Todos dicen, que estoy quedándome estancado.

Pero todo era muy bueno para ser verdad.

Negro, todo fue negro. Escuchaba murmullos, personas hablando a su alrededor de cosas que no llegaba a comprender. Quería moverse, pero su cuerpo se sentía como si hubiera corrido un maratón. También quería saber que era lo que pasaba a su alrededor, pero sus parpados eran muy pesados, y sinceramente, solo quería dormir un poco. Sin embargo, la realidad lo golpeo en la cara como nunca antes lo había hecho.

Abrió los ojos, intentando recomponerse rápidamente, fallando en el intento. Sentía nauseas, pero sabía que nada saldría de su estómago, incluso aunque lo intentara. Sentía manos tratando de ayudarlo, sosteniéndolo por sus hombros y pecho. Ninguno de aquellos tactos era frio. Vio rostros de personas desconocidas, ojos de todos los colores, pero ninguno azul. Nada no había nada. Solo lágrimas, y un llanto desgarrador que quedo grabado en el corazón de todas las personas que rodeaban al pobre chico.

Tal vez Jack también se había desmayado una tercera vez. Y tal vez Jack no quería aceptar lo obvio.

Todos dicen, "solo tienes que dejarlo ir".

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🌈 Multimedia: Els - I need some sleep

Este capítulo lo había empezado en febrero y recién ahora lo termino... Todo bien.

Espero que les haya gustado este capítulo si es así háganmelo saber mediante votos y comentarios. 🌼

All the love in the World for you 💓