Capítulo 5: "Llámame"
Durante cuatro meses fui al café para poder verla, pero como los días anteriores, ella no vino, ¿dónde estará? esa pregunta rondaba por mi cabeza cada vez que iba y no la veía, la verdad, sin ella no tendría sentido que viniera al café, la verdad, no sabía el por qué iba si no estaba ella.
Un día fui y me la encontré en su mesa de siempre, pero ella no era la de siempre, estaba en una silla de ruedas y acompañada por un chico muy parecido a ella, me supuse que era su hermana.
- Tuvo un accidente-. Me dijo mientras me servía lo de siempre.
La miré extrañado de lo que había dicho hace unos segundos-. Al salir del café, intentó cruzar por el paso de cebra pero un conductor borracho no la vio y la atropelló, está inválida, no se sabe si de por vida o temporal.
No podía creer lo que mis oídos estaban diciendo, debería ser muy duro estar inválida por un borracho.
- El conductor que la atropelló...-. Me interrumpió.
- Ha salido ileso-. Concretó.
Sin saber por qué, mi cuerpo se inundó de impotencia, ella no se merecía estar en esas condiciones.
La miré y pude notar como posaba su mirada en mí, quise saludarla pero el chico de levantó de la silla y se fue a mi lado-. ¿Qué miras? Mi hermana está inválida pero tampoco tenéis que mirarla como un bicho raro-. Me gritó el muy capullo.
- Lo siento, no era mi intención mirarla de esa forma, además-, hice una breve pausa-, no la estaba mirando de esa manera-. Concluí orgulloso por mi buena contestación.
Pude notar como Clara ponía en funcionamiento su silla de ruedas para venir a donde nos encontrábamos.
- ¿Qué sucede?- Preguntó, tenía una voz bonita y profunda.
- Nada, me he imaginado cosas que no eran-. Dijo en tono de arrepentimiento.
- Vicent, porque me miren no significan que me están marginando por estar así-. Miró al suelo y de la nada me formuló una pregunta-. ¿Tocas la guitarra?- Dijo señalándome a la funda de la guitarra.
Asentí sin saber que decir o hacer-. ¿Me podrías enseñar?- Preguntó entusiasmada.
Volví a asentir pero su hermano dijo que no y se fueron, metí mi mano en el bolsillo del pantalón para sacar mi cartera y un papelillo cayó al suelo, lo cogí y lo desdoblé, ponía un número de teléfono y arriba ponía Clara y un "llámame", sonreí al ver que ella conseguía sus objetivos y eso me gustaba.
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