
Capítulo 27: Plan ejecutado
Cuando el jefe nos contó el plan nos miramos unos a otros impresionados, ¿cómo un hombre ocupado tiene tiempo de planear cosas como esas? Teníamos que ejecutarlo el día siguiente.
Pues como era de costumbre en la rutina del padre de Clara, se fue al bar, un bar que parecía eso, un bar normal y corriente, pero allí los crientes pueden exigir pasar un rato con una prostituta, ¿cómo lo supe? Fácil, Catarina trabajaba allí para ejecutar aquel macabro plan.
El padre de Clara entró y yo hice lo mismo, se puso en la barra y yo a su lado.
- ¿Quiéres lo de siempre, Mario?- Preguntó el camarero.
- Sí-. Respondió mientras cogía un periódico desinteresadamente.
El camarero hizo un gesto para indicar a dos chicas que se acercaran.
- Camarero, yo quiero a la nueva-. Dije mirando a la Catarina.
- ¿Sofi?- Preguntó, afirmé con la cabeza y le hizo el mismo gesto a ella.
Cuando Catarina ya estaba a mi lado, el padre de Clara no dejaba de mirarla, lo noté, por lo que me animé a hablarle.
- ¿Guapa?- Pregunté.
- Bellísima-. Respondió.
- ¿La quieres para ti? Es buena-. Dije.
- ¿Por qué no?
Cuando se fueron yo le guiñé un ojo a Catarina porque era su turno para rematar el plan.
Los seguí a unas habitaciones que el bar tenía y pude ver y escuchar todo lo que pasara en esa habitación porque en la habitación de al lado a esa se podía escuchar y mirar en una mirilla todo lo que pasaba en esa.
- Hola, guapa, ¿cómo te llamas?- Preguntó el padre de Clara.
- Sofi-. Respondió.
- Bonito nombre-. Añadió.
Pude ver que el padre de Clara se iba al baño y después de unos minutos volvía con una máscara puesta.
En ese momento llamaron a la puera, era el camarero, traía dos copas y una botella de vino.
- Decidí que estaría bien un poco de vino-. Dijo cerrando la puerta Catarina.
- Bien pensado, me gusta que no tenga que hacerlo yo todo-. Dijo el padre de Clara.
Catarina echó en las copas un poco de vino y con disimulo echó en la copa del padre de Clara una pastilla de veneno, cuando la echó se la ofreció.
- Para más sesiones-. Dijo el padre de Clara mientras chocaban las copas y bebían.
Unos minutos después el veneno empezó a hacer efecto.
- ¿Qué...qué le has...echado a...a mi copa?- Preguntó mientras le faltaba el aire.
Catarina sonrió y cuando él estaba muerto, Catarina se acercó a su cadáver.
- Esto es por no aceptar elecciones de tu hija-. Dijo y lo besó en los labios.
Por la tarde ya estaba el titular en las noticias: "Fallecido el Señor Gordon en un bar de prostitutas".
Cuando el jefe llamó ya lo había leído.
- Buen trabajo, chicos-. Colgó.
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