Capítulo 24: Mensajes
Estabamos en el hospital, no podía creer que mi madre se salvara, sus análisis daban muy mala pinta pero ha conseguido salvarse.
- ¿Ves? No había nada en el qué preocuparse-. Le dije a mi hermano mientras le daba pequeñas palmaditas sobre en su espalda.
- Menos mal-. Me abrazó.
Le seguí el abrazo, hacía mucho tiempo que mi hermano no me abrazaba de esa manera, la verdad es que lo extrañaba mucho.
Un mes después le dieron el alta médica a mi madre y la pudimos llevar a su casa, yo me quedé con ella para poder cuadarla, al igual que mi hermano, parecía que nos habíamos vuelto a unir después de diez años sin hablar.
- Clara, me voy a trabajar-. Dijo mi padre mientras cogía las llaves de su ferrari.
- Vale, ten cuidado-. Dije sin dejar de mirar al periódico.
- Veo que no has cambiado en absoluto-. Dijo mientras se recargaba en el marco de la puerta.
Levanté la mirada del periódico y le sonreí-. ¿En qué sentido?- Pregunté sin borrar mi sonrisa.
- Sigues leyendo el periódico todas las mañanas, tal y como lo solías hacer cuando vivías con nosotros-. Contestó.
- Desde siempre me ha gustado estar informada-. Dije moviendo la cabeza de arriba hacia abajo levemente.
- Me gusta ver que no has cambiado esa loca manía-. Dijo mientras se guardaba su móvil en su pantalón.
- Papá, vas a llegar tarde si no te vas ya-. Dije señalando al reloj.
- Oh, sí, es verdad, adiós-. Dijo mientras se dirigía hacia la puerta principal.
Al cerrarse la puerta yo ya había leído el periódico, a ver, todo el periódico no, porque la sección de deportes como que no me interesaba mucho, pero sí hasta los sucesos.
Iba a abrir el frigo cuando mi móvil vibró, eso sólo podía significar una cosa, un mensaje, lo abrí sin ver de quién era.
"Tenemos que hablar, es importante"-. Me escribió ¡¿Marlon?!
Lo leí varias veces, pues no me esperaba que Marlon me escribiera un mensaje si estaba preso, detenido o a saber que demonios era eso, decidí ignorarlo.
Mi móvil volvió a vibrar, otro mensaje.
"Sé que tienes motivos de sobra para ignorarme pero es muy importante"-. Volvió a escribir.
Pasaron unos minutos y volvió a vibrar, estaba ya cansada de esos estúpidos mensajes.
"Sé que los lees, por favor, necesito sólo una respuesta tuya"-. Volvió a escribir.
Me daba pena, pero sabía que estaba haciendo lo correcto, no quería saber nada de él.
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