Me desperté en una camilla de hospital pero no parecía estarlo, las paredes eras negras, todo era oscuro, sólo estaba luminado por una diminuta bombilla colgada del techo.

- ¿Hola?- Pregunté con voz ronca-. ¿Hay alguien ahí?- Volví a preguntar.

No obtuve respuesta alguna, quise llevarme las manos a la cara pero no podía estaba atado de pies y manos.

"Genial"-. Pensé.

Luego de un rato se abrió la puerta deslumbrandome los ojos, los cuales los abrí y cerré varias veces para acostumbrarme a aquella luz.

- Marlon, Marlon, Marlon-. Dijo Sasha mientras entraba.

- Amor, ¿por qué me haces esto?- Pregunté no sabiendo nada.

- No me llames así, yo no soy nada-. Respondió con una sonrisa maliciosa.

La miré con cara de no enterder nada, la verdad, no estoy entendiendo nada.

- Eres un mujeriego, te has liado con una tal Clara, no eres fiel ni a tu hermana-. Gritó.

- Yo no he...-. Me interrumpió.

- Yo no soy Sasha-. Lo miré perprejo-. Yo soy Sofi.

Me quedé mirándola por unos momentos y efectivamente, era verdad, tenía un pequeño lunar en el cuello en el que Sasha no tenía.

- ¿Dónde está Sasha? Y lo más inportante, ¿dónde está mi hijo?- Pregunté elevando un poco la voz.

- Los dos están bien, están con nosotros-. Respondió a las preguntas.

- Llevame con ellos-. Exigí.

- Todo a su debido tiempo, machote, ahora tenemos que ir a por un objetivo-. Dijo sin dejar de sonreir.

- ¿Qué objetivo?- Pregunté asustado.

Sofi se fue de la habitación dejandome solo con mis pensamientos, ¿cuál es su objetivo? ¿Hará daño a mi familia? ¿Mi hijo estará con Sasha? Muchas preguntas sin respuesta y eso, eso me estaba matando.