Nos despertamos conforme nos habíamos acostado, completamente desnudos y abrazados.

Miré a Sasha por unos momentos, seguidamente me levanté y me vestí.

Cogí mi guitarra y me dispuse a tocar alguna canción aleatoriamente pero no conseguía dar con la canción adecuada a ese momento, me frustraba.

- No pasa nada si no consigues tocar-. Puso sus delicadas manos en mis hombros y se acercó lentamente a mi oído-. Tiempo al tiempo-. Susurró y se fue al dormitorio.

- Sasha, ¿y si...hablase de mi vida? Es decir, de nuestra vida-. Pregunté cogiendo un cuaderno con un lápiz.

Sasha apareció por la puerta de la sala donde me encontraba y me miró con cara interrogante-. No creo que el mundo quiera saber que te enamoraste de tu hermana menor y te casaste con ella a escondidas porque tus padres dijeron que no querían verte ni a ti, ni a ella nunca más.

- Hermanita, tiendes a dramatizar-. Dije soltando una pequena carcajada.

- No, todo lo contrario, escribe nuestra historia, puede que as8 te venga la inspiración perdida-. Dijo dándome una taza de café.

- ¿Cold Coffe?- Pregunté señalando a la taza.

- No, hot coffe-. Contestó riéndose de lo que havía preguntado.

Sasha de inmediato cogió la guitarra, lo puso encima de un sillón y seguidamente se sentó en mis piernas-. Tocame como si fuera una guitarra-. Susurró con voz sexy antes de que me diera un beso en la boca.

- Con mucho gusto-. Dije siguiendole el beso.