18
Era medio día cuando Jungkook regresó a su departamento. No se encontró con Sana ya que posiblemente la pelirubia había ido a su primer día en el trabajo.
Jungkook se dejó caer dramáticamente a la cama con una sonrisa plantada en su joven rostro. Los recuerdos de esta mañana seguían frescos y todavía tenía el toque de las caricias en su piel, los suaves besos de Jimin quedaron tatuados en sus labios.
Y la despedida entre su amante fue un desespero, prometiendo volver a verse cuanto antes. Ambos atandose al sentimiento de ver florecer un amor en medio de la tormenta. Queriendo ver los rayos del nuevo sol anunciado que se quedaría y la tormenta había muerto.
Pero la tormenta no podía morir fácilmente. Y Jungkook lo sabía, conocía en lo que se estaba metiendo y no había manera de terminar con todo muy fácilmente. Leyó los mensajes que Jin había dejado la noche anterior y soltó una risa por lo dramático que era su amigo. Fue a la cocina por algo de comer y se encontró con una nota en la isla.
"Regreso antes de las cuatro.
Te quiero"
Leyó y volvió a dejar la hoja de papel sobre la isla. Soltando un suspiro se dispuso a preparar algo para comer y acallar los rugidos de su estómago. Antes de que pudiera sacar la leche del refrigerador el tiempo sonó. Jungkook caminó sin ganas a la puerta y la abrió sonriendo cuando vio a su hermana frente a él con bolsas de comida.
-Tenemos que hablar. -Jihyoo sonrió y besó la mejilla de su hermano antes de abrirse paso y entrar.
-¿Bueno o malo? -Jungkook cerró la puerta y la siguió a la cocina. Se sentó en un banco y observó en silencio a Jihyoo mientras ella sacaba dos batidos y dos hamburguesas de una bolsa.
-Malo, supongo. -murmuró la castaña. -Saba llamó anoche.
Si, Jungkook estaba en más problemas.
-¿Dónde estabas? -le cuestionó sin salirse de su tono amable. Jihyoo se sentó frente a él a la espera de una respuesta.
-Salí... Con unos amigos. - Jungkook rehuyó la mirada.
-Uhm. -su hermana lo analizó. -Estás mintiendo.
-No, estoy diciendo la verdad.
-¿Entonces porqué no le dijiste eso a Sana?. ¿Porqué tuviste que inventar que estarías conmigo?
-Porque... -tomó una bocanada de aire. -No lo sé. -terminó diciendo.
-Tampoco estabas con Jin.
-¿Lo llamaste?
-Sana lo hizo. -Jihyoo chasqueó la lengua. -¿Me vas a decir que está ocurriendo?
Jungkook dudó, no quería que nadie, absolutamente nadie se enterara de su relación con Jimin. Pero era Jihyoo, su hermana siempre lo apoyaba en sus decisiones y siempre tenía algo que decir, algo que ayudaba a Jungkook. Necesitaba un consejo.
-Conocí a un chico. —dijo al fin sin atreverse a mirar a su hermana.
-¿Y? -ella lo vio con sorpresa.
-Uhm. -murmuró el rizado. -Yo... Anoche estuve con él, y Me gusta mucho.
-¿Te gusta? De gustar gustar o solo gustar.
-Me gusta de gustar.
-Nunca has estado enamorado de Sana ¿cierto?
Jungkook asintió. Se atrevió a verla, con temor a ser juzgado pero solo encontró una mirada comprensiva. Propia de Jihyoo.
-Hay un problema. —dijo Jungkook con desespero.- Él es primo de Sana.
El silencio reinó un buen rato, ambos hermanos sumidos en sus propios pensamientos. Jihyoo comenzó a comer su hamburguesa en silencio. Jungkook movió su pierna con ansiedad y de pronto se sintió muy cansado de todo. Tan cansado que solo quería dormir un largo tiempo y que al despertar todo se habría arreglado.
-Creo que... -Jihyoo habló finalmente. -Deberías terminar con Sana.
Si, Jungkook también quería terminar con ella pero no era tan fácil. Y al estar con Jimin, todo se volvía más complicado. Él estaba colapsando lentamente, tan lento que se estaba cansando y el daño no ayudaba. Se estaba hundiendo.
-También lo he pensado. - Jungkook suspiró. -No quiero hacerle daño.
-El daño ya esta hecho, Jungkook. -Jihyoo también suspiró.
-Yo no quería...-su pecho se oprimió dejando paso al dolor y la culpa.
-Hey. Está bien. -se apresuró a decir. -No tienes la culpa, nadie la tiene. De hecho, el primo de Sana llegó justo a tiempo, gracias a él te diste cuenta de lo que hace tiempo sabías pero no lo aceptabas. Va estar bien.
-Pero... No sé como hacerlo. No sé como seguir sin que la culpa me dañe.
-Debes seguir a tu corazón. Sé que te sientes culpable pero también debes sentirte bien al saber que vas a liberarte y a liberar a Sana. Ninguno de los dos merece seguir así.
-¿Y qué le diré? ¿Qué la estoy dejando por su primo? -elevó la voz y se arrepintió al momento. -Lo siento. -se disculpó con pena.
Jihyoo soltó una carcajada que hizo a Jungkook fruncir el ceño.
-Eres tan patético. —rió la castaña. — Solo a ti se te ocurre enamorarte del primo de tu novia.
Jungkook se sonrojó furiosamente y sonrió de lado.
-Es muy guapo. -murmuró con vergüenza.
-Ya. ¿Cuándo lo puedo conocer? Por favor que sea después de que arregles las cosas con Sana, no esperes más. Ninguno lo merece.
-Lo sé.
(...)
La puerta se abrió dando paso a Sana. Jungkook la miró desde el sofá mientras comía unas palomitas, le dedicó una sonrisa que fue correspondida.
-Hola. -saludó Sana acercándose para sentarse junto a su novio.
-¿Cómo te fue? - Jungkook dejó un casto beso en la mejilla rosada de la pelirubia.
-Bien. Mañana viajaré a Londres para visitar a mi mamá. —le explicó cuidadosamente. -Me iré una semana.
-¿Por qué no me dijiste antes? Pudimos viajar juntos. - Jungkook miró directamente a sus ojos, por un momento volviéndose a sentir culpable.
-Te lo iba a decir anoche pero no estabas. -Sana se removió en el sofá.
-Lo siento. -tragó saliva junto con las palabras que quiso decir desde un principio. -¿Cuándo te vas?
-Mañana, lo acabo de decir. -rió con suavidad. -Además, comienzas a trabajar en unos días. De todas maneras no podrías venir conmigo.
-Lo sé, lo sé. Pero me hubiese gustado acompañarte. -murmuró cerrando los ojos con cansancio. Quiso hablar, abrir la boca y decirle todas las palabras atoradas en su garganta que eran como cuchillos que daban pequeñas puñaladas sin sangrar. Pero Sana tomó la palabra callándolo.
-Iré a preparar la cena. -se levantó y dejó un beso en sus labios antes de marcharse a la cocina.
Jungkook la vio tararear una canción mientras se lavaba las manos y sacaba una lechuga del refrigerador. Antes le gustaba ver a la chica bailar, ahora alguien más estaba bailando en su cabeza.
(...)
-Te llamaré todos los días. - dijo Sana viendo a los lados. El aeropuerto estaba casi vacío, al ser muy temprano las personas no tomaban vuelos. Jungkook se recargó sobre la pared y asintió repetidas veces.
-Ve con cuidado, esperaré tus llamadas. -la atrajo hacia su pecho y besó su frente. Internamente rogando y pidiendo perdón por haberle fallado. Por ser un cobarde con palabras muertas que no estaban dispuestas a salir ya.
-Lo haré. Te quiero. -unieron sus labios en un beso corto. Jungkook se sintió incómodo pero se las arregló para sonreír. La radio anunció su vuelo y Sana abrazó una última vez a Jungkook antes de partir.
El ojimiel se quedó parado en la nada viendo a un punto que pronto se volvió vacío. Un sentimiento lo atrapó y quiso gritar por no ser valiente y afrontar las cosas. Se dio la vuelta con lentitud y regresó a su auto.
______________________________________
Vamos mal Jungkook pero yo te entiendo 😞
ⓒ ByliliB
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro