14
Fue el golpe de su cabeza al impactar contra el vidrio de la ventanilla que lo hizo despertar. Primero, se sintió desorientado, segundo, se asustó cuando vio a Jimin plácidamente dormido en su regazo. Le tomó un minuto conectarse a la realidad.
Los recuerdos de la noche anterior llegaron uno tras otro. Mierda, aún seguía en el estacionamiento, Sana debía estar preocupada por él ya que no se tomó el tiempo para enviarle un mensaje con una excusa.
Sus orbes color miel se posaron en Jimin, sonrió un poco al verlo fruncir el ceño en sueños. Debía despertarlo ya que el reloj seguía corriendo y necesitaba llegar a casa antes de que reportaran su desaparición, sin embargo, no lo hizo. Sólo se quedó viéndolo dormir como si fuese la cosa más importante del mundo.
Su celular vibró en el tablero del auto y supuso que era Sana llamando. Se imaginó la discusión que se armaría en cuanto entrara por la puerta, vio a Sana furiosa. Jimin se removió en el asiento y acomodó mejor su cabeza en las piernas de Jungkook.
Era hora, debía despertarlo.
-Jimin. -Jungkook lo movió con suavidad. - Jaemin.
-¡Cállate! -gruñó y se cubrió el rostro con sus manos.
-Levántate. Debo ir...
-¡Qué te calles maldita sea! -murmuró.
-Pero es tarde y debo irme. -se quejó.
-No me importa. Cierra la boca. -pellizcó el brazo de Jungkook.
-Eres un grosero. —murmuró Jungkook sobándose el brazo.
-Ajá.
-Maldito bastardo.
-Cierra la boca.
-No.
-Haz lo que quieras.
Jungkook lo alejó un tanto brusco y Jimin se quejó sentándose en el asiento.
-Dije que debo irme. -Jungkook bostezó, su cuello adolorido por la mala posición en la que durmió.
-¿Y? -preguntó despreocupado el castaño.
-No puedes venir conmigo, baja.
-Como digas.
-¿No debería estar muriendo por la resaca?
-No bebí. -empujó a Jungkook y con algo de dificultad abrió la puerta.
-Jimin, espe...
-Adiós. -cerró la puerta.
Jungkook cerró los ojos y suspiró. ¿Qué iba a hacer con Jimin? Era complicado pensarlo. No, mejor no, no quería pensarlo.
Sea lo que sea que estaba ocurriendo, no quería que se detuviera. Aún sabiendo que estaba mal ya que estaba en una relación con la prima del chico causante del caos en su mente y en su interior.
A quién engañaba, su relación era sólo una rutina, aún así debía respetarla. A pesar de todo debía respetar a Sana, aunque creía no estar haciéndolo y eso le traía mucha culpa.
(...)
Fue tal y como lo predijo; ni muy bien entró por la puerta se topó con una Sana furiosa.
Jungkook no tenía ánimos para la discusión que estaba por armarse, estaba muy cansado que temía desmayarse en cualquier momento.
-¡¿Se supone que dónde estabas?! -soltó Sana cruzándose de brazos. ¡¿Dónde pasaste la noche, Jungkook?! -le cuestionó.
El rizado suspiró con cansancio, enserio, quería evitar esto.
-En el trabajo. -dijo sin ánimos. Se encaminó a la habitación seguido por Saba.
-¡¡Te dejé miles de mensajes y no respondiste mis llamadas!! -alegó ella, demasiado furiosa.
-Dejé el celular en el auto. -Jungkook comenzó a desvestirse, ese horrible disfraz de Sailor Moon comenzaba a fastidiarlo.
-¡¡Estás mintiendo!! -se paró frente a él. -¡Llamé a Jin y dijo que te habías ido!
Maldición.
-¡Dormí en el auto! ¿Si? Estaba muy cansado. -elevó un poco la voz.
-¡¿Dormiste solo?!
-Sana ¿qué? -de pronto temió que Sana supiera con quién pasó la noche. — ¿Estás insinuando que dormí con alguien? ¡¿Enserio?!
-i¿Y qué quieres que piense?! ¿Eh? - definitivamente esta discusión no los llevaría a algo bueno.
-¡¡No soy tú!! -se arrepintió al instante, no le importó, igual. -¡¿Crees que soy idiota o qué?! -Sana no debió sacarlo de sus casillas, Jungkook enojado era alguien a quien le puedes temer. -¡¿Piensas qué no sé lo que pasa entre tú y ese pelinegro?! ¡¡No soy imbécil!! -gritó con enojo y fue directo al baño para tomar una ducha, no quería continuar con la discusión, terminaría mal.
Se tomó su tiempo para relajarse bajo el agua caliente de la regadera. Su mente siempre tan traicionera que lo llevaba a la noche anterior, con Jimin. Extrañamente su pecho cosquilleaba cuando pensaba en él, un extraño sentimiento que lo hacía retroceder. Al salir del baño el silencio del departamento le confirmó que estaba solo, seguro Sana había salido a lamentarse con sus amigas. Siempre que discutían era así, Jungkook estaba acostumbrado.
Sus párpados se cerraban por si solos así que decidió descansar un poco, dormir siempre era la solución.
(...)
Jungkook despertó a eso de las cuatro de la tarde, era increíble lo mucho que había dormido y aún así se sentía cansado. Fue a la cocina a preparar algo de comer y se percató que Sana aún no regresaba, estaba un poco preocupado por ella y la culpa lo invadió. No debió hablarle de esa manera, no lo merecía.
Después de comer se sentó en el sofá y prendió la televisión, pasó varios canales y ninguno llamó su atención, finalmente la apagó y bufó. Su celular vibró, le tomó varios segundos localizarlo en isla de la cocina.
-¿Si?-contestó la llamada.
-Jungkook. -reconoció la voz. ¿Cómo consiguió su número? -Antes de que lo preguntes...-Eunwoo hizo una pausa. —La mesera, Daehyun, si bien recuerdo, me dio tu número. -por supuesto.
-Debí suponerlo. —dijo Jungkook regresando al sofá para dejarse caer dramáticamente.
-¿Aún sigue en pie los planes. Irás a la carrera?
-Si, por supuesto. -contestó viendo el reloj pegado en la pared.
-Paso por ti en una hora. Hasta luego, entonces.
-Bien. -murmuró antes de finalizar la llamada y lanzar su teléfono al otro sofá. Se quedó unos minutos viendo a la nada y recordó que Jimin iría a la carrera, él no se lo dijo pero Jungkook estaba seguro.
Se animó y fue a su guardarropa en busca de su vestuario. ¿Qué debía usar? Era una carrera clandestina, ¿debía vestirse como los del club? Optó por unos jeans negros y una camisa del mismo color, al igual que sus botines. Se peinó sus rizos rebeldes y en menos de diez minutos ya estaba listo.
Al principio se sintió muy mal, había tenido una pelea con Sana esta mañana, en cualquier momento regresaría y necesitaba estar allí para arreglar las cosas como las otras veces. No quería que cuando ella regresara pensara mal de él. Pero Sana no daba señales de aparecer, incluso Jungkook dejó un buzón de voz.
Eunwoo le envió un mensaje justo cuando el reloj dio las seis. Se encontraba abajo, bien era hora. Jungkook tomó su chaqueta negra y se guardó las llaves del departamento en su bolsillo, y bajó. Se encontraba un poco ansioso y a la vez emocionado.
-Hey. -lo saludó Eunwoo en cuanto lo vio, el morocho se apoyaba de su European Bobber.
-Hey. -dijo también Jungkook con media sonrisa.
-¿Listo? -le tendió un casco, Jungkook lo recibió al instante.
-Si. -respondió y se puso el casco al igual que Eunwoo. El morocho fue el primero en subir y le hizo una seña al rizado para que hiciera lo mismo. Jungkook no tardó en montar la Bobber y al ver que ésta no tenía parrilla para sujetarse, no le quedó de otra que rodear la cintura de Eunwoo con sus brazos.
Eunwoo rió, sin embargo no dijo nada, no dio señal de que el gesto le molestara y no pareció incómodo.
-Sujetate bien. -le recomendó el motociclista antes de acelerar y conducir en dirección a la autopista abandonada.
Jungkook se estaba acostumbrado a esto, al viendo estremecente y frío. Talvez lo consideraría y compraría una motocicleta.
Hicieron tiempo récord, llegaron antes de los veinte minutos; Eunwoo se estacionó en una fila de motocicletas. Había música y personas de aquí para allá, habían risas y gritos, cerveza y cigarrillos. Justo como lo imaginó Jungkook , una verdadera carrera clandestina.
El rizado notó, era obvio, que todos llevaban cazadoras negras. Le picó la curiosidad cuando vio que no todos llevaban la R roja bordada en la cazadora. Se bajó de la Bobber y se quitó el casco guardándolo bajo su brazo.
-¿Es lo que esperabas? -le pregunta Eunwoo después de bajarse.
-Es justo como lo imaginé. - Jungkook nota las miradas sobre él de los curiosos. Se pregunta dónde podrá estar Jimin y si en realidad llegó.
-Ven aquí. -Eunwoo lo guió a un grupo de chicos amontonados bebiendo y riendo. -Chicos. -dijo llamando la atención de éstos. -Él es Jungkook. -lo presentó.
-Hola. -saludó distraídamente el rizado.
-Hey, hola. -lo saludó un moreno con una cicatriz en la ceja izquierda.
-Un gusto Jungkook. -saludó una chica delgada con una sonrisa ladina.
-Hey. -un pelirojo llamó su atención. -Te he visto. -vio a Eunwoo-¿Es él? -preguntó. -El de la otra noche, en la carretera.
Por supuesto, el pelirojo era el otro motociclista que acompañaba a Eunwoo esa noche.
-Si, soy yo. -dijo Jungkook un poco avergonzado.
-Soy Hyunjin. -se presentó con una sonrisa. -Espero que te diviertas, nuestro club es el mejor. En un rato empieza la verdadera fiesta. -le guiñó un ojo.
-Ven Jungkook, te presentaré a los demás. -Eunwoo lo arrastró con él. Jungkook pensó que probablemente le presentaría a Jimin y a Namjoon, en cambio, le presentó a otros miembros del club. Luego lo llevó por unas cervezas, la chica de la hielera los vio mal.
Se sentaron cómodamente en un sofá que Dios sabe de dónde lo sacaron, la cosa es que allí estaba. Raro.
Jungkook se removió en el asiento e intentó con todas sus fuerzas no girarse escandalosamente cuando escuchó una voz conocida a sus espaldas. Era Jimin hablando, al parecer, con una chica.
-Oh, allí estás. -Eunwoo se levantó. Jungkook se tensó en su lugar. - Cuanto tiempo, Jimin. -escupió con desprecio.
¿Qué?
-Lo mismo digo, Eunwoo. -el desprecio con que lo dijo hizo que Jungkook se quedara viendo un punto fijo.
-¿Listo para perder? -Eunwoo le dio una mirada fugaz a Jungkook. -Seguro ganamos. Como siempre.
-¿Ganar? ¿Alguna vez tu club a ganado? -se burló.
¿Tu club? ¿No eran los mismos?
Mierda.
Jungkook se giró lentamente y posó su mirada en Eunwoo y luego en Jimin. El rubio lo vio de inmediato y funció el ceño.
-¡¿Tú que mierda estás haciendo aquí?! -sus ojos azules recorrieron a Jungkook.
-¿Se conocen? -preguntó Eunwoo con confusión.
-Algo así. -murmuró Jungkook.
-¿Por qué estás con ellos? Traidor. -dijo Jimin con molestia.
-Yo...-Jungkook no supo que decir.
-Maldito. -murmuró Jimin. -Nos vamos. -lo sujetó del brazo.
-¿Qué? -Eunwoo se interpuso. -Él viene conmigo, es invitado de Red.
-¡¿Qué?! -Jimin entrecerró los ojos. — Traidor. -dijo y se alejo, claramente molesto.
-¿De dónde se conocen? -le pregunta Eunwoo.
-Es primo de mi novia. - Jungkook respondió. -¿Compiten contra ellos? - preguntó.
-Ellos son Black y nosotros somos Red, claramente competimos contra ellos. Nuestros clubs no se llevan.
Club Red, eso explica la R roja bordada en la cazadora. Jungkook se siente como un verdadero idiota, todo el tiempo creyó que eran los mismos.
Los gritos y silbidos llaman su atención, el motor de las motos rugen, la carrera está por empezar. Eunwoo y Jungkook se acercan a la multitud, el rizado puede ver a Hyunjin montado en su moto listo para competir contra ¿Namjoon? Si, es Namjoon.
Y entonces pasa, las dos motos salen a mayor velocidad intentando perderse la una a la otra. Jungkook no sabe de que lado estar, si con los Black o los Red, es muy complicado. Ve a Jimin hablando animadamente con una rubia esbelta, Jungkook rueda los ojos.
No es que le moleste verlo muy cerca de la rubia, para nada.
Al cabo de cinco minutos los competidores regresaron, ya sabiendo quién era el ganador. Namjoon se bajó de su moto con una gran sonrisa, eso bastó para que los motociclistas de Black estallaran en gritos y silbidos muy fuertes. Namjoon había ganado.
-Mierda, tengo que correr con él la próxima semana. —dijo Eunwoo.
-Es muy bueno. -murmuró Jungkook viendo a Namjoon a la distancia.
-Ven, vamos. -Eunwoo lo llevó donde Hyunjin,
el pelirojo parecía un poco decepcionado pero se las arregló para sonreír.
-Vamos por una cerveza. —dijo Hyunjin.
Jungkook buscó a Jimin con la mirada, lo encontró montado en su Chopper y lo vio desaparecer. Le hubiese gustado despedirse.
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Se nos equivocó de bando el Jungkook Skksks
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