June llevó una vida típica cuando era joven.  Se cepillaba a diario, estudiaba, comía y dormía como cualquier otra persona promedio.
Tenía ocho años cuando sucedió. La luz destellaba de una cuchilla. Su mamá, cayendo ante sus ojos. Rojo que se refleja en la luz del techo del líquido del suelo. El hombre enmascarado que entró a su casa estaba rompiendo a su familia. Era como una escena de una película de terror, solo que esta era la vida real. June se alejó lentamente del extraño y chocó contra la mesa de comedor de roble.
Como un halcón que arrebata al pájaro de su nido, su hermana pequeña desapareció por la ventana destrozada de la sala de estar.
Un silencio sepulcral se extendió por la habitación.
Las lágrimas nublaron su visión mientras se hundía en el suelo. Podía escuchar a su papá llamando a la policía.
June cerró los ojos, tratando de bloquear la vista que tenía frente a ella. Temblorosas respiraciones entrecortadas escaparon de su boca.
Abrió los ojos y miró por la ventana. El cristal roto en el suelo estaba rojo sangre.
June se acostó en el suelo directamente frente a los ojos de su madre. Escuchó que la gente entraba por la puerta principal.
—¡June, June!
Derek. Necesitaba a su amigo de toda la vida a su lado en este momento. Ella lo necesitaba para ayudarla a superar esto. Los médicos estaban ayudando a su madre a levantarse del suelo y subirla a un strether. Los vecinos se inundaron, tratando de ayudar a limpiar el desorden esparcido por la casa. La policía dijo que archivarían el secuestro y se ocuparían del caso de inmediato.
—¿Estás bien, June?
June trató de levantarse, pero sus brazos y piernas la desanimaron. Su mente también. Había tantos pensamientos corriendo por su cabeza. Dudas, preocupaciones. No podía pensar con claridad, mucho menos responder a Derek. Cada hueso de su cuerpo estaba temblando.
—Está bien, no te muevas.
Derek la levantó.
—Deberías descansar un rato.
Subió las escaleras y colocó a June en la cama con delicadeza. Las sábanas la cubrieron mientras se iba a dormir. Todavía podía sentir la presencia tranquilizadora de Derek mientras se deslizaba hacia un sueño. Un sueño donde su familia podría volver a existir.

Pasaron años antes de que supieran dónde la tenían como rehén: una nota de rescate recibida por correo.

Tengo a tu hija menor. Te la daré, pero a cambio, quiero la mayor. Si no responde, consideraré que ha rechazado esta oferta. No tengo la libertad de decir qué pasará si rechaza esto. Tienes 14 días para decidir tu respuesta.
Ah, y PD, si informas de esto a la policía, la tomaré por la fuerza y ​​me quedaré con los dos. Si está de acuerdo con esos términos, vaya a la heladería del centro y le estaré esperando.

June salió corriendo de la casa.

Cuando llegó junio, vio una cosa en particular que se destacó. La habitación estaba vacía. En ese momento, un hombre salió por la puerta cuadrada cerca de la parte trasera.
—¿Entonces tienes la nota?
—Sí, ahora dame a mi hermana.
—Desafortunadamente, no sé dónde está tu hermana, pero sí sé esto. Ha estado escondida bajo tierra en algún lugar. Por eso la policía no pudo encontrarla. Pero no es por eso que estoy aquí. Estoy aquí para transmitir  un mensaje diciendo que June Lily debe pasar a la clandestinidad y entrenar para cierto Colesseum, —dijo.
—¿Qué es un Colesseum? —June preguntó.
—Es donde las personas se enfrentan entre sí. Pero para esta, hay diferentes especies y los usuarios de la magia están entre los luchadores. Así que es por eso que te estamos inscribiendo. Tu hermana es demasiado joven para participar, por eso llamamos  tú aquí. Solo después de que hayas terminado de entrenar, podrás ver a tu hermana.
June reflexionó sobre esto por un tiempo. Llegó a una conclusión.
—Está bien, lo haré. Pero tienes que prometer que mi hermana está a salvo y que será devuelta a mis padres.
—Sí, está a salvo y será devuelta a tus padres.
—Está bien, —June siguió al hombre hasta la parte trasera de la tienda, el mundo detrás de la puerta batiente. El hombre tiró de una palanca y las escaleras aparecieron del suelo.
—Vamos, sígueme.
June vaciló un momento y luego siguió al hombre escaleras abajo.
Su primera impresión de la guarida: peligrosa. Las armas bordeaban la pared a su derecha. Espadas, hoz y cadenas, arcos y flechas. Armadura forrada en el lado izquierdo de la pared.  Había una estantería en la pared por donde entraron.
—Aquí es donde entrenarás, comerás, dormirás y estudiarás a partir de ahora. Este es tu nuevo hogar, June.
June caminó inspeccionando el piso, las paredes y el techo.
—En primer lugar, ¿dónde está mi hermana?
—Como te dije antes, no sé dónde está. De todos modos, será mejor que comencemos tu entrenamiento de inmediato".
Una mujer entró por la puerta de la pared izquierda.
—Esta será su instructora. Ella le enseñará cómo manejar la mayoría de las armas en esta habitación.
La mujer se acercó a ella.

—Por favor conocerte, soy María, —dijo. Ella se echó hacia atrás un mechón de cabello castaño.
—June.
—Entonces, ¿deberíamos empezar?
—Creo, —respondió June, insegura.
—Bien, entonces, comencemos con lo básico. Combate cuerpo a cuerpo. Intenta golpear y patear a este muñeco.
Un bastón de goma maniquí del suelo. June estuvo confundida por un minuto, pero se aclaró la cabeza. Con toda la fuerza que pudo reunir, le dio un puñetazo en el pecho.  El muñeco se inclinó un poco hacia atrás, pero se enderezó.
—Aquí, déjame mostrarte cómo hacerlo. —dijo María. Ella le dio un puñetazo al maniquí. Salió volando hacia atrás y se estrelló contra la pared frente a ellos.
—Whoa, —susurró June.
—Podrás hacer esto en unas pocas semanas con mi forma de entrenamiento.
—Ok, comencemos entonces. —June dijo. Otro muñeco apareció del suelo. Día tras día, June dio puñetazos y patadas hasta que tocó el suelo al revés. Dos semanas después, June volvió a golpear al muñeco. Esta vez atravesó la pared.
—Buen trabajo, lo hiciste incluso más lejos que yo cuando yo tenía tu edad. Ahora para la siguiente parte de este entrenamiento. Ven a mí con todo lo que tienes.

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La versión original fue escrito por Anaya5125.