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Capítulo XII: "La niña de los secretos bailables"

Dedicado a soledad11


Narra Verónica

Un año atrás...

¿Qué debo hacer ahora?, siempre tuve que mantener mis opiniones en completo silencio, por respeto... Por miedo. Llegó el día que no esperaba, porque con el viene la renuncia a mi más grande sueño, ¿Por qué no puedo hacer lo que realmente quiero?. Siempre he dicho "SI" a todo. Incluso cuando me cause mucho dolor. Como la vez qué me obligaron a visitar a mi abuela y tener que ver y compartir con ese... "Tipo". El que me robó la inocencia, y las ganas de disfrutar mi niñez, él la enterró. Y yo me fui con ella, se fue lo más puro de mi, y tuve que mantenerlo en silencio.

Siempre he tratado de crear un disfraz. Bajo mi máscara oculto el dolor, la represión, las ganas de gritar y correr lejos de "mi hogar", si es que así se le puede llamar. La chica vivaz, extrovertida, divertida y sin pelos en la lengua, a tal punto que me catalogan algunos como "odiosa". Si tan sólo supieran que es una fachada. He tenido relaciones, si; pero como siempre cuando llega "el momento" huyo cobardemente. Y es que siento que no puedo hacer una vida normal. No después de eso.

Con mi madre simplemente no puedo hablar, no nos entendemos y siempre quiere imponerse. Hoy debo aplicar el examen de admisión en una universidad a la que NO quiero ingresar, postulandome para una carrera que NO quiero estudiar. Yo sólo quiero bailar, ¿es difícil dejarme decidir que quiero para mi futuro?, ¿no tengo elección sobre él?. Mi vida está dejando de ser mía, para convertirse en una copia barata de lo que quería mamá para la suya y no logró.

Mi padre por su parte, es como si no existiera. Creo que a veces siento que no conozco muy bien su voz, y hasta he olvidado el color de sus ojos. Nunca está, y tampoco es que tenga opiniones validas. Aquí todo es como lo diga mamá. A veces siento que me odia porque cuando salió embarazada de mi tuvo que dejar su carrera a medias. Siento que me culpa pero, ¿a caso no habían condones en su época?, como si uno pidiera nacer, no lo entiendo. Es feliz haciéndome infeliz a mi, disfruta de que le tenga miedo, y yo soy una cobarde que no es capaz de pelear por su vida.

-¡Espero que ya estés lista Verónica Andreina!. -Grita mi madre sacándome de mis pensamientos, ¡aff! Odio que me llame por mi segundo nombre, otra cosa más que no me atrevo a decirle

-Salgo enseguida madre

Entro a la cocina con intenciones de comer algo antes y me encuentro con mi madre lista para irnos.

-Si querías comer, debiste levantarte temprano, ya no hay tiempo. -Me dice mientras se acerca a la puerta

-Mamá pero, me llevará casi todo el día presentar la prueba, entre el protocolo y todo lo de...

-¡TE DIJE QUE ES TARDE, Y NO ME INTERESA ASÍ QUE VAMOS YA!. -Me interrumpe con sus gritos tan alarmantes que me hicieron saltar un poco

-Esta-ta bi-bien madre. -Le respondo entre titubeos y aguantando mis lágrimas.

En todo el camino sólo escuchaba a mi madre decirme que debía comportarme "a la altura", que debía sonreír y aparentar que estoy súper feliz por estudiar administración de empresas, para seguir el legado que "por mi" tuvo que interrumpir ella, y recordándome por supuesto que debía olvidarme del baile, que es no más que un "pasatiempo" que no aporta nada a mi futuro. Sólo eso bastó para sentir como mi corazón se partía en partes incontables.

-Bajate, y espero no me decepciones... Como siempre. -Lo último lo dijo casi en un susurro, pero lo suficientemente fuerte para que la escuchara.

Entramos al instituto y la tensión es enorme, de inmediato una chica se acerca y al presentarse me informa a donde debo ir para registrarme. Hay varios chicos en la fila así que debo esperar. Mi corazón se acelera y siento muchas ganas de llorar. No quiero ésto para mi, no quiero ésta vida, no quiero seguir junto a mi madre.

-¿Estás nerviosa?. -Escucho preguntar al chico tras de mi

-¿Es conmigo?. -Le pregunto yo

-Pues, considerando que no hay nadie más ni atrás, ni a los lados... Creo que si. -Sonríe

-Ja, pues será... -Arqueo una ceja, ¿a éste que le pasa?

-Eh, perdón. No soy bueno con los chistes

-Se nota. -Digo entre dientes

-¿Estás nerviosa?. -Vuelve a preguntar

-No, estoy molesta

-¿Y cual es la razón de tu molestia?

-¿Debo decirte a caso? No te conozco chamo. -Suelto amargamente

-Hey calma, sólo queria ser amable. -La culpa me invade, éste chico no es responsable de mis desgracias

-Hmmm, disculpame ¿si?, estoy de mal humor y... No suelo hablar con desconocidos, pero no debí tratarte así. -Me cuesta disculparme

-Tranquila, a veces soy extraño. Igual supongo que pronto seremos "conocidos", digo; ya que estudiaremos juntos

-Pues para eso hay que pasar el examen antes. -Le digo sin interés alguno

-Pues se te ve aplicada, y yo me queme las pestañas estudiando. Así que de seguro lo lograremos, ¿no te emociona?. -La sonrisa no cabe en su rostro

-Aja, que emoción. -Digo entre dientes

-¿No quieres esto cierto?

-¿Quien te lo dijo?. -Pregunto sorprendida

-Pues fuera de tu ánimo, me lo acabas de confirmar. -Muestra una sonrisa pícara

-Pues me atrapaste. La verdad no quiero estar acá, ni tampoco quiero estudiar ésto.

-¿Qué haces aquí entonces?. -Pregunta con interés

-Por... Obligación, aparentemente no puedo elegir mi destino, al menos no en esta vida

-¿Quien lo dice? Vamos, no tienes que estar aquí si no lo deseas, es tu futuro el que está en juego

-¡JA!, intenta decirle eso a mi madre. -Sonrió sarcástica

-Con que eso es lo que sucede. Tu familia te está obligando

-Pues... Si. Y no puedo hacer nada al respecto, tengo 16 años, ellos me mantienen y si pretendo revelarme moriré asesinada. Mejor lo evitamos

-Creo que estás exagerando con lo último

-Creeme que eso quisiera. -En serio eso quisiera

-Mmm... ¿Qué quieres estudiar realmente?

-Jaja, no te diré, probablemente te burles como todos los demás cerebritos y dirás "eso no es una carrera, vas a morir de hambre"

-No me conoces, no puedes dar eso por sentado. Vamos, confía en un desconocido y cuentale tus secretos

Algo dentro de mi quiere gritar todo lo que he callado, necesito desahogarme con quien sea... ¿Qué puedo perder?

-Pues... Quiero ser bailarina profesional. -Suelto con los ojos cerrados

-Sabia que eras artista. -Dice muy seguro

-¿Cómo que sabias?

-Los artistas de reconocen, tienen un aura totalmente diferente. Son auténticos, y eso veo en ti.

-Wow pues, gracias supongo. -Me sonrojo

-Jaja, nada que agradecer. Quisiera ser como tu pero... Mejor me va con los números

-Pues bien por ti, yo a duras penas logro resolver una multiplicación de dos cifras

-Jajajaja, no te pases. Pero a ver, ¿en serio renunciaras a tus sueños? Seguramente eres muy buena. ¿Lo dejarás ir?

-Mi instructora dice que lo soy y que podría llegar lejos con ésto. Es lo que amo ¿sabes?, siempre intente obtener las mejores calificaciones porque era la principal condición para que me dejaran tomar clases. Claro, eso luego de que mi tía interviniera porque según mi madre, es una pérdida de tiempo. De hecho al ingresar a la universidad debo arrojar las zapatillas y el leotardo. Ya me dijo que no podré tomar más clases. No mientras ella viva. -Inevitablemente cae una lágrima por mi mejilla

-Hey, no, no llores por favor. Ahmm cómo imaginarás no soy bueno consolando a nadie pero... Si soy muy objetivo y claro al decir las cosas. ¿Sabes que creo?, que deberías intentar hablar con tu madre, quizás guardas silencio por miedo pero, ¿y si actúa diferente?. Nunca sabrás si ella accederá y te dará la oportunidad de elegir lo que quieres para ti, si no te pronuncias y hablas con ella

-Creeme que la conozco y se que ni siquiera dejará que termine de hablar. -Me encojo de hombros

-Me parece que estás siendo muy cobarde, y perdón que te lo diga. Pero si tu no luchas por lo que quieres. Nadie lo hará por ti. ¿Por qué no lo haces ahora? Nada pierdes. Cualquier cosa te guardo el puesto en la fila. Hay muchos chamos por delante aún

No sé como las palabras de un total extraño pueden lograr en mi ese ánimo que siempre necesité, quizás sea la seguridad que refleja al hablar, o el hecho de que probablemente tiene razón. La verdad es que en estos últimos años he dejado de opinar para sólo acceder a la voluntad de mi madre. ¡Dios!, debo estar loca, no puede ser que vaya a hacer esto

-¿Sabes qué desconocido?, cuidame el puesto. Si no regreso es porque tenías razón. -Le digo alejándome de la fila para ir a donde mi madre

-Así me gusta desconocida, ve bailando a tu destino

-¡Ah! Y... Gracias. -Vuelvo hacia el y le doy un beso en la mejilla, que supongo no esperaba por el color que tomaron sus mejillas.

Salgo de la sala para llegar a donde está mi madre, al ubicarme con la mirada me fulmina con la misma. De inmediato el temor me invade pero, es tarde para arrepentimientos

-Madre, ¿podemos hablar?. -Le pregunto sin rodeos

-¿Qué coño haces aquí Verónica?. -Dice entre dientes y simulando una sonrisa, siempre manteniendo apariencias

-Necesito decirte algo por favor, y tiene que ser ahora

Me toma por el brazo y puedo sentir sus uñas enterrándose en mi piel, estoy cansada de contenerme, necesito explotar

-¡BASTA MAMÁ!. -Le grito y me suelto de ella atrayendo la atención de todos

-¿Disculpa?. -Me dice con gran impresión en su rostro

-¡Basta mamá!, estoy cansada de hacer siempre tu voluntad, de que no me dejes siquiera decidir que quiero para mi vida, de que me alejes de todo lo que me gusta y me hace feliz. Siempre digo que si, siempre accedo a lo que tu dices aunque duela. Estoy harta de ser una cobarde. Y sobre todo harta de sentirme responsable de los errores que tú cometiste, porque sí. Se que eso soy para ti, ¡UN MALDITO ERROR!, se que no sientes ni el mínimo afecto por mi, pero yo no te mande a tirar con papá sin prot...

Siento su mano en mi mejilla con la fuerza de mil tsunamis, y en seguida el ardor en ella, quizás me excedí, pero hay tanto veneno en mi interior

-Eres una basura Verónica. Y si, tienes razón ¡TE ODIO!, porque tu representas para mi frustración, obstáculos y desgracias... Tuve que dejar todo por ti, casarme con un hombre OBLIGADA por tú culpa, sólo para que mi familia viera por mi. Si intento hacer de ti una gran mujer, es para ocultar la vergüenza que me causas bajo un titulo universitario que obtengas. Pero eres tan poca cosa como tu padre, y simplemente maldigo el día en que naciste.

Siento que todo se derrumba en mi interior, como si el mundo se detuviera y retumbaran sus palabras como redobles en mi cabeza. Caen las lágrimas y el dolor es tan fuerte que no me deja ni pensar bien. ¿Cómo puede una madre hacerle tanto daño a su propia hija?, ésto simplemente es irreal para mi. Puede que lo sintiera desde siempre, pero que lo confirme de ésta forma... Es un infierno.

Todo es borroso y yo sólo corro como si no existiera un mañana, sin una dirección fija y ahogada en llantos. Me detengo por falta de respiración y estoy en la plaza de la ciudad. Tomo asiento en uno de los bancos y sólo se me ocurre llamar a la única persona que me ha mostrado amor en lo que llevo de vida. Mi tía Génesis.

~~
-¿Aló?

-Hola tía, bendición , es Vero

-¿Vero? Hija, ¿estás bien?. ¿Por qué lloras?

-Tia ven por mi por favor, te necesito, no se que hacer

-Pero calmate mami por favor, ¿dónde éstas?

-En la plaza Andrés Bello. Ven rápido por fa

-Voy de inmediato, no te muevas de allí por favor, no hagas nada, ya voy

-Te espero tía

***

Al cabo de unos minutos veo el carro de mi tía estacionarse y a ella bajar del mismo corriendo hacia mí. No puedo esbozar palabra alguna, sólo me fundo en un abrazo que parecía eterno, cálido y lleno de resguardo. Mi tía ha sido como una madre para mi, de no ser por ella jamas habría conocido ese sentimiento.

-Ya mi niña, todo estará bien. -Dice mientras acaricia mi cabello

-Ees-s q-que. -No puedo decir nada

-Shhhh, vamos a casa mami, todo está bien

De camino a casa de mi tía Génesis, yo sólo lloraba, y ella respetó mi silencio. Un par de veces colocó su mano en mi hombro y con eso me invitaba a calmarme. Estoy destrozada y... Perdida. Al llegar entré a la habitación que siempre ha tenido ambientada para mi. No tiene hijos, y creo que por esa razón es así conmigo, cosa que agradezco porque yo necesité siempre a una madre. Entra con una torta de chocolate, y un vaso de leche, siempre sabe como hacer que me sienta mejor.

-¿Me quieres contar que pasó?. -Me pregunta en un tono muy cálido

Luego de un largo suspiro le cuento lo que sucedió, ella se limita a escucharme. Cuando concluyo me dice

-Hija, sabes perfectamente que te quiero como si fueras mía, creo que lo mejor es ir a conversar con mi hermana, es lo correcto. Eres menor aún y no puedes quedarte aquí conmigo sin hacerlo legalmente. Pero sinceramente, yo no tengo problemas en que te quedes conmigo. En ayudarte con tus estudios, apoyarte en lo que te gusta. Eres una niña de principios Vero, y con un corazón enorme. No mereces pasar por esto. Pero hay que hacer las cosas bien. Se que las cosas que te dijo... Bueno, ni debió. Pero estaba molesta y no pensaba claramente.

-Se que tienes razón tía, pero no la quiero ver. Y se que tampoco le importará nada. ¿Que no pensaba claramente?, perdón tía, pero ni tu misma puedes convencerte de eso

-Se lo que sientes, pero no digas que no le importas, eres su hija y en el fondo se que te quiere

-No lo se, me dejó muy en claro que sólo fui un tropiezo en su vida. -Caen las lágrimas

-Ay pequeña, por hoy no le daré mas vueltas a ese punto, estás herida y agotada emocionalmente. Pero sólo diré algo. A lo largo de la vida te conseguirás con pruebas infinitas, y golpes que por muy dolorosos que sean, traen con ello algo bueno para ti, ésto por ejemplo será tu motor de aquí en adelante para demostrarte a ti misma que eres fuerte y valiente, es hora de cerrar bocas pequeña. Es hora de luchar por ti y lo que quieres, es hora de demostrarle a tu madre que es ella quien está equivocada. Así que por ahora ve a descansar con eso en tu mente. Y te aseguro que te sentirás mejor. -Besa mi frente, y sale de la habitación.

Quizás tiene razón, quizás es hora de que olvide mis miedos y que no me vuelva una víctima por tener una madre a la que le importa un pito, he pasado  algo peor y he lidiado con ello sin morir en el intento.

Quien diría que un "desconocido" sería quien me diera el valor de enfrentar ésta situación, creo que debo agradecerle. Ojalá supiera su nombre al menos. Si no fuera por él no se habría armado este problema claro. Pero como dice mi tía, todo pasa por algo, y estoy segura de que está no es la excepción. Ojalá pudiera verlo algún día, y decirle que gracias a él podré cumplir mis sueños. Todo por revelar mis secretos a alguien que no conozco.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Espero les guste💗

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