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Epílogo


Las personas se movían de aquí para allá saludando y abrazando a los recién casados.

A KyungSoo se le subieron encima los hermanos de JongIn diciéndole que cuidara de su hermano mayor. Ninguno podía creer que en tan poco tiempo de conocerse hubiesen decidido unir sus vidas, era algo poco común, pero ¿Quién podía hacer algo si ya estaban con el anillo bien puesto?

KyungSoo guío a JongIn hasta la mesa que estaba apartada solo para ellos dos, no cabía en la felicidad que lo embargaba, sí bien había sido difícil conseguir la mano de JongIn porque su madre se puso pesada, había sido lo mejor que pudo haber hecho, estaba loco por el moreno que había pasado de cabello negro al chocolate por la ocasión.

Lo miraba de arriba a abajo una y otra vez, porque su sueño porfin se le cumplido, había conseguido un buen esposo, unos cuñados agradables y sobre todo y más importante, alguien que lo amaba por como era.

Sin embargo, estaba un poco ansioso, porque lo que le ocurrió una hora antes de su matrimonio lo tenía con un poco de inseguridad sobra si mismo. Tenía las cosas claras, amaba a su esposo, quería quedarse junto a él, pero sentía culpa por como acabaron las cosas con SeHun.


KyungSoo estaba terminando de arreglarse, solo le faltaban sus zapatos y por fin saldría de su casa en dirección a la iglesia, sus hermanos se le habían adelantado, solo JeongYeon se había quedado para llevarlo, pero ella estaba terminando de arreglarse en su habitación, era temprano todavía.


Decidió llamar a su futuro esposo para decirle que lo amaba y que estaba ansioso por verlo, pero alguien irrumpió en su habitación de la nada. Primero pensó que era su hermana, pero cuando vio que la figura era mucho más alta que él cayó en cuenta de que solo podía ser una persona en específico.


- SeHun, ¿Qué haces aquí?- preguntó algo sorprendido.


El rubio sonrió de lado y se sentó en una de las sillas que había en la habitación que había visitado hace ya como un año. El ambiente todavía olía al perfume de KyungSoo y todo estaba en orden, justo como lo recordaba. Hasta donde sabía, ellos dos se mudarían a China nuevamente, pero tenía la esperanza de que KyungSoo reflexionara y volviera con él, porque no había nadie más perfecto que él para el de cabellos negros que lo miraba con sorpresa y molestia al mismo tiempo.


- ¿No es lógico?- respondió mirándolo a los ojos- Vengo a ayudarte a que no cometas una locura.


- No sé de qué estás hablando. Por favor, retírate, SeHun, no quiero que JeongYeon te vea aquí, ya sabes que se pone pesada contigo- volvió a decir. Y era verdad, su hermana menor detestaba SeHun con todas sus fuerzas, lo veía como un vividor y un inescrupuloso por meterse a su casa, justo como ahora.


- Claro que lo sabes. Por favor, KyungSoo, ¿Haz visto bien a tu prometido? Es un desastre, su piel no es como la nuestra, no tiene el tipo de cuerpo que te gusta, ¿Siquiera has tenido sexo con él?- solo salía veneno de la boca del rubio que seguía mirándolo a los ojos.


- Eso no es de tu incumbencia- respondió el más bajito mirándose al espejo, se estaba acomodando la corbata y se pasó los dedos por el cabello, su padre le había dicho que el cabello era el reflejo de la limpieza de una persona.


- Eso significa que no lo haz hecho, ¿Por qué? Por lo que te estoy diciendo, ¿No? - SeHun se puso de pie y se aproximó peligrosamente al hombre mayor- Sabes muy bien que mi cuerpo es mil veces mejor, tienes de donde agarrar y sabes que puedes ser violento conmigo, yo no me voy a quejar, sino que te daré pl-


KyungSoo no lo dejó terminar porque se volteó y le plantó una bofetada en la mejilla. Solo se oyó el eco sordo del golpe por unos eternos segundos, puesto que ninguno dijo nada, simplemente se enfrascaron en una lucha de miradas cargadas de dolor y cólera. SeHun no pudo evitar hacer resbalar algunas lágrimas, le dolía que KyungSoo defendiera a un poca cosa como JongIn, que no tenía nada que ofrecer.


A los ojos de SeHun, JongIn era un escuálido y pobretón sin gracia, por lo que no alcanzaba a comprender que pudo haberle visto KyungSoo a alguien como él.


- No hables así de JongIn nunca en tu vida, ¿Entendiste?- respondió amenazante- Si lo elegía él sobre ti es porque es justamente eso, superior a ti, es todo lo que necesito y no por su aspecto físico, sino por como es. Porque JongIn jamás me engañaría con mis amigos, jamás me ocultaría cosas, jamás vería a otros que no fuera yo, porque él sí sabe qué es amor, ¿Te queda claro?- KyungSoo lucía como un toro furioso, por lo que SeHun no pudo aguantarlo más y decidió jugar su última carta.


- Por favor, Soo, vámonos, prometo cambiar, prometo que seré mejor, seré como él si quiere, pero no me dejes, te lo suplico - las lágrimas no dejaban de caer por las mejillas de SeHun y KyungSoo se sorprendió con lo que dijo, puesto que no se lo esperaba.


- ¿De qué estás hablando?- respondió alejándose de las manos escurridizas de SeHun, quien trataba de abrazarlo o como mínimo, aferrarse a su cintura.


- Vámonos a Francia o a China, no me importa, pero vámonos, seamos felices lejos de todos, me quedaré contigo, sé que sientes algo por mí, pero por favor, quédate conmigo- el llanto del rubio se volvió ruidoso y estridente, daba nervios el escucharlo así, puesto que él era muy seguro de sí mismo .


KyungSoo no pudo evitar conmoverse, así que se agachó para ayudar a levantarlo, le daba pena verlo en esa situación tan vergonzosa, pero le sirvió para darse cuenta de que salir con SeHun tampoco fue una coincidencia, porque si ahora lo tenía así, significaba que JongIn definitivamente había sido destinado para él, porque con todo lo que decía SeHun, se dio cuenta de dio cuenta de que estaba muy enamorado del moreno y nada lo apartaría de él.


- Tengo un compromiso con él, SeHun, las cosas no funcionan así- lo levantó con cuidado y le habló con voz suave, tratando de apaciguar su llanto que ahora se transformaba en hipidos.


- Es que tú debes estar conmigo, no con él, soy yo quien te quiere, soy yo quien debe estar contigo no él- volvió a decir el más alto y KyungSoo sonrió de lado, se había respondido a sus dudas en tan solo un par de frases.


- Esa es la diferencia entre JongIn y tú, SeHunnie. JongIn no me necesita, soy yo quien lo necesita a él y él no me quiere, no puede hacer, porque me ama, así no hayamos tenido relaciones, me ama y yo lo amo tanto que he esperado para tenerlo de esa manera luego del matrimonio, porque alguien así de especial, merece todo el respeto posible. De verdad lo siento, pero me tengo que ir, mi prometido me espera- y KyungSoo lo dejó arrodillado en medio de su habitación, llorando por las palabras que había soltado.


Se sentía mal por hacerle eso, pero ya había decidido qué quería para él y ningún calentón lo alejaría de su camino a la felicidad, así fuese una mera coincidencia.



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- ¿Qué hacía esa zorra en tu habitación? Oppa, no estarás engañando a JongIn, ¿Verdad?- reclamó JeongYeon cuando se subieron al auto, pero KyungSoo solo le respondió con una sonrisa de lado.


- Amo a mi moreno- soltó y JeongYeon entrecerró los ojos antes de ponerse en marcha, la iglesia los esperaba.




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- Entonces... ¿Esto significa que estamos casados por completo? - dijo JongIn sentándose en la cama matrimonial que ocupaba casi la mitad de la habitación de esa enorme habitación en Jeju.


- Sí, muy casados, Señor Do- respondió KyungSoo mientras se quitaba el pantalón de vestir. Ya se le habían esfumado todas las palabras que SeHun le había dicho hace horas.


- ¿Qué-é h-haces?- preguntó JongIn sonrojándose al ver a su esposo desvistiéndose delante de él.


Había imaginado muchas veces verlo semidesnudo y porqué no completamente, pero ahora que se daba la ocasión no podía contener los retortijones en su estómago. Se sentía ansioso y emocionado, algo afligido porque ya no vería a sus hermanos tan seguido, pero aun así lo embargaba la felicidad de tener a KyungSoo a su lado, por todo el tiempo que su matrimonio se lo permitiera.


- Me alisto para ir a nada a la playa y creo que deberías hacer lo mismo- le respondió su esposo abriendo la maleta para sacar su ropa de baño.


JongIn asintió, pero no se movió, simplemente esperó a ver como su marido se terminaba de arreglar y en el proceso, se deleitó con la figura que le mostró. En el proceso se perdió la cuenta de los lunares que decoraban la piel de su esposo, porque con cada movimiento iban apareciendo uno tras otro. Hasta antes de la boda solo había visto los de su cuello, oreja y rostro, pero ahora podía ver los de su pecho vientre, piernas y se moría por saber si debajo de la tela del bañador habían más, pero jamás lo diría en voz alta.


- Te quedarás mirándome todo el día- rompió el silencio KyungSoo cuando terminó de arreglarse y le sonrió. Se acercó hasta la cama y se arrodilló frente a él, tomó uno de sus pies descalzos y lo acarició, luego comenzó a acariciarle la pierna suavemente.


JongIn se estremeció por dentro y observó a su esposo abrirle el pantalón y luego desabotonarle la camisa con toda la paciencia del mundo, cuando descubrió el pecho de JongIn, los ojos de KyungSoo centellaron y se murió de ganas de besar cada recoveco de su cuerpo, pero se contuvo, todavía no era momento.


Le pasó la ropa de baño y comenzó a alistar las cosas que llevarían a la playa. Por otro lado, JongIn estaba sonrojado a más no poder, se moría por que su esposo lo besara y lo tomara de una vez por todas, pero nada pasaba, simplemente lo evitaba y ya se estaba sintiendo morir.


Se quitó la ropa y la colocó en una de las sillas del hotel, luego se puso la maya.


Ya listos ambos salieron en dirección al mar para pasar su luna de miel en paz. Habían parejas y familias por todos lados, todos los saludaban y los felicitaban, ya que por lo visto los empleados sabían que eran recién casados. El día y la tarde se les fue entre conversaciones tranquilas, comparación de perspectivas a futuro, secretos compartidos, besos suaves, abrazos y miradas llenas de amor.


La noche llegó más pronto de lo que esperaban, sobre todo para JongIn que se debatía acerca de qué haría si su marido no lo hacía suyo esa noche o lo haría. Se sentía un loco desesperado, pero las hormonas y la increíble espalda ancha de su marido, acompañada de ese trasero marcado por el bañador lo estaban volviendo loco cada que lo abrazaba por detrás en medio del océano o cuando fueron a ver la fauna de la isla y nadie los observaba demasiado.


JongIn estaba por llegar a los cuarenta grados con cada paso que daban en dirección a la habitación del hotel, no sabía que hacer, quería atacar a su marido por sorpresa, pero tenía miedo de que lo detuviera como antes ya había hecho, así que en su nerviosismo solo pudo abrazarse a su esposo cuando el ascensor se cerró. Le llevaba unos centímetros de altura, pero no le impidió hundir su nariz en el cuello de su pareja, olisqueando el perfume que se mezclaba con la arena y el mar. KyungSoo le respondió el abrazo con todo el cariño del mundo y cuando las puertas se abrieron en su piso quiso separarlo, pero le fue imposible, porque JongIn estaba completamente aferrado a él, sin ánimos de separarse. Fue ahí cuando el mayor entendió el mensaje que JongIn le transmitió de manera silenciosa.


Sin separarse, caminaron juntos hasta la habitación, JongIn no podía mirar a los ojos a KyungSoo por el sonrojo, se estaba muriendo de la vergüenza, pero KyungSoo solo podía reírse por lo tierno que era su esposo. La habitación los recibió con un fuerte olor a flores y velas aromáticas, por lo que JongIn no pudo contener las lágrimas como hace unas horas en el altar, cuando KyungSoo aceptó permanecer a su lado por todo el tiempo que le fuese posible.


- Perdón por ser reacio a tocarte de más- le dijo KyungSoo a su lloroso esposo-. Solo quería que conservaras eso que me gusta de ti hasta ahora.


JongIn o miró con los ojos acuosos y sorbió por la nariz, se había emocionado.


- ¿Qué te gusta de mí?- preguntó mientras se abrazaba a sí mismo.


KyungSoo lo tomó de la cintura y formó círculos invisibles con sus pulgares. Fue tocando su vientre que en algún momento esperaba que pudiese llevar algún bebé suyo y luego fue subiendo hasta el pecho de su joven esposo, acarició sus hombros, brazos, cuello y finalmente mejillas. Acunó su rostro y lo miró con toda la ternura del mundo.


- La pregunta correcta sería qué no me gusta de ti y eso sería, muy difícil de responder, porque me encantas JongIn, eres todo lo que más amo, lo que deseo, lo que necesito, lo que me faltaba y hallé en ti. Si no me acosté contigo fue porque no quería que nuestra relación se basara en el sexo, sino en lo que mi corazón siente por ti, en todo el amor que te pude expresar sin el deseo de tenerte entre mis brazos.


JongIn solo pudo seguir llorando por las hermosas palabras de su esposo, estaba tan conmovido que las ganas de hacer el amor se le fueron y solo quiso besarlo y abrazarlo y agradecerle a todo lo bueno del mundo por haberse encontrado con KyungSoo, aunque pudo haber sido tan solo mera coincidencia.




❤️❤️❤️



Bueno, este es el fin, LOVE IS THE MOMEEEENT (Se me pegó de Nati xD ) ¿Qué les pareció? Muy romanticón, creo xD

Gracias a los que leen esto.


Se lo dedico a mi amors -dazzl que ya llegó a las 3k de seguidores y si no la sigues, síquela e_e okno xD


Me gustó hace esto, aunque haya demorado una vida, gracias a 100Eclipses por el reto y la oportunidad, en mi perfil están las demás historias de los retos.


Bueno, nada más, Rivers22S ❤️



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