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Capitulum secundum: knowing ut ignis, terram, Air quod aqua



mancion prince.

severus leyó de nuevo la nota enviada por su ahijado, Draco dejo en claro que sabia lo que pasaba en el mundo mágico, también le dejaba entre ver que era algo sumamente grave e iban a necesitar ayuda. Por lo que decidió mandar notas a sus profesores, solo ellos eran de confianza, puesto que le había tocado casi maldecir al ministro para que no se metiera en la elección  de los profesores, desde entonces Hogwards era totalmente independiente del mundo mágico, Severus suspiro y sacudió su cabeza, no era momento de recordar todo lo que tuvo que hacer para que el colegio estuviera fuera de las zarpas del ministerio y de los mal llamados héroes del mundo mágico. 

después de escribir las cartas las envió con sus amados familiares, las hadas de la oscuridad. 

seres hermosos pero incomprendidos que llegaron hasta  su lado después de salvarse milagrosamente de veneno de Nagini, en este momento todavía tenia la inquietud de quien o que lo había salvado...

sus familiares eran diferentes entre si, cada una ellas llevaba alas negras de forma y tamaño diferente, sus rostros y  ropas eran variados dependiendo de su personalidad, ellas siempre lo cuidaban y aunque les pregunto el porque  se hicieron sus familiares ellas siempre cambiaban el tema, lo ignoraban o le decían que era un secreto, lo que hacia que su curiosidad sea mayor. 


AL DÍA SIGUIENTE. 

en el colegio de magia y hechicería Severus estaba ordenando la sala de juntas cuando la de chimenea empezaron a entrar uno por uno sus profesores, todos con caras de  preocupación y confusión. 

severus les aseguro que nada malo estaba pasando, solamente que alguien importante vendría el día de mañana para una junta de emergencia. 

todos aceptaron las palabras de su director con algo de preocupación y perspicacia. 

Severus se acostó después de haber ordenado todo y preguntándose que tanto cambiarían las cosas al otro día. 

EL DÍA DE LA REUNIÓN.

todos estaban en la sala de juntas, desayunando y esperando la llegada de la persona misteriosa a la que Severus esperaba. 

de repente, en medio de la mesa apareció una criatura extraña de color verde, parecido a un dragón pero del tamaño de un gato, todos quedaron fascinados por tan singular y extraño visitante,  silva et vita quien miraba a todos con precaución y cariño hablo a sus mentes, pidiendo que bajaran las protecciones para que su señor pudiera ingresar, apenas termino de asimilar las palabras de la criatura Severus bajo las protecciones para que se pudiera aparecerse Draco. 

mientras tanto la mente de los profesores era un caos, todos estaban conmocionados, expectantes, extasiados y preocupados puesto que esa criatura no existía en ningún registro mágico existente, ademas le había escuchado en su cabeza y por sus palabras quien iba a reunirse con ellos era alguien muy importante, estaban tan ensimismados en sus pensamientos que no sintieron la aparición de varias personas en la sala. 

DRACO.

Al entrar a la sala de reuniones quede en shock, no tenia ni la mas remota idea de que las personas que estaban con Severus eran aquellos en quien mas confiaba su padrino, tendría una charla en privado con él después de terminar la reunión. 

todos voltearon a ver a los recién llegados, nadie entendía quienes eran, jamas habían visto esas ropas y mucho menos a personas tan bellas, eran perfectos, todos los magos en la sala estaban sonrojados por estar en presencia de semejantes bellezas. 

Severus saliendo del shock inicial pidió a todos que se sentaran para iniciar la junta y de paso el desayuno, obedientes todos se sentaron para iniciar lo que marcaría el fin e inicio del mundo mágico. 

Después de terminar de desayunar en un tenso silencio, Draco decidió tomar la palabra puesto que era consiente de su cambio físico era por lógica que no lo reconocieran. 

Quien lo iba a reconocerlo, si Draco ahora era un hombre espectacular, su cabello mas abajo de la cintura de color plata, adornado con diadema en plata y oro colocada de tal forma que la parte mas gruesa en forma de hoja mágica quedaba en el centro de su frente, de piel blanca y tersa, nariz pequeña y respingada, labios carnosos, de ojos bicolor, uno azul platinado y el otro de color cobre con toques dorados, su ropa era de color azul con toques dorados parecido a los utilizados por la realeza en Japón y por ultimo en su cuello un tatuaje muy bello en rosado, dorado, rojo, verde y plateado de una flor de loto unida a otras flores que ellos desconocían. 

se aclaro la garganta y dijo:

-padrino, me alegra mucho poder verlo de nuevo- 

después abrazo a  Severus que estaba al  borde de un ataque cardíaco. 

Severus se calmo para poder responderle a su querido ahijado. 

-muchacho del demonio, me has tenido preocupado todos estos años, ¿dónde demonios te habías metido?.

Draco sonrió, ese era su tan amado padrino, mostrando su alegría y preocupación como buena serpiente. 

DRACO.

-padrino, no puedo contártelo todo, pero en un rato explicare lo esencial de donde estaba, ahora déjame presentarte a mis acompañantes:

ellos son:

ignis.

Un joven de cabello dorado, corto en la parte de atrás y largo al frente, de piel blanco medio, con guantes en sus manos en lo que llevaba un arco hermoso, llevaba una tiara en la cabeza con la insignia de fuego, de orejas puntiagudas, labios finos, bellos ojos de color rojo y naranja, tenia una belleza exótica que tenia a mas de uno babeando por el joven, quien les regalo una sonrisa y un saludo con la mano.

terram

Un hombre sumamente bello, pero de peligroso, su cabello negro y largo, vestido con un kimino sencillo verde, abierto en el pecho en donde se podía ver una hermosa cadena con un dije de color rojo sangre, llevaba en la cintura una espada cuya empuñadura era una serpiente, de rasgos varoniles, ojos fuertes de color café oscuro y piel ligeramente tostada. un deleite para las mujeres y algunos hombres, este solamente los miro a todos e hizo un gesto con su rostro como saludo. 

Air.

una chica muy bella pero con mirada de perdida, de cabello rubio cenizo, cuerpo envidiable, una tiara adornaba su cabello y su vestido de color verde con hilos dorados para ajustarlo donde se debe, ella no hizo un solo movimiento como si no los viera.

aqua.

por ultimo joven que no tenia nada que envidiar a sus acompañantes de cabello dorado, piel semi dorada, de ojos verdes que brillaban de forma sobre natural, de facciones finas, orejas puntiagudas, labios carnosos, llevaba una ropa verde ajustada y bastante extraña,miro a todos los presentes y les dio un saludo cordial.

Mis hermanos de magia termino de decir Draco, esperando la reacción de su padrino.

Decir que Severus estaba angustiado era un eufemismo, estaba literalmente al borde de un ataque de nervios, se preguntaba que había pasado para que Draco cambiara tanto y para que tenga ahora hermanos de magia, uno de los términos mas antiguos del mundo mágico, sin contar que para hacerlo se debía hacer un ritual sumamente difícil y peligroso.

DRACO.

Vi a mi padrino al borde un colapso por lo que suspire y lo abrace de nuevo, calmando su descontrol. 

Al terminar de calmar a Severus, decidí saludar a los demás invitados, me moría por ver la cara que pondrían al saber quien soy, ademas entre ellos están personas muy importantes para mi, entre mas rápido mejor, necesitaba con urgencia iniciar los planes y sacar a mi padre de Azkaban, algo me decía que estaba mucho mas delicado de lo que me imaginaba. 

-Buenas tardes a todos, en un placer poder volverlos a ver-

Uno de los profesores pregunto:

-Disculpe la impertinencia pero,¿lo conocemos de antes?

Sonreí con esa auto-eficiencia que hacia años no utilizaba. 

-¿Tanto he cambiado que no me reconocen?-

-Soy....Draco Malfoy, príncipe de Slytherin-

Pasaron unos segundos cuando todos excepto Severus se desmayaron. 

Aqua  se rió y dijo:

-Parece que la conmoción los hizo perder el conocimiento- 

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