Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23: Enfrentamiento.

Frustrada era poco para todo lo que atacaba su menudo cuerpo. No comprendía el por qué Sehun se aferraba tanto a ese demonio e invalidaba su ayuda, su alma podía volver a pertenecerle y viviría como cualquier otro ser humano.

No obstante, se sentía un tanto nerviosa al saber que estaba a merced de un demonio enfurecido que la amenazó de muerte, intuyendo lo fuerte que podría llegar a ser Luhan por aquella vez que se manifestó en sus pesadillas. Estaba pensando seriamente en hablar con sus amigas y pedirles ayuda, ya que no sabía si realmente sus capacidades serían suficientes para hacer desaparecer al demonio.

Perdida en sus pensamientos, Sejeong no se percató que su camino hacia casa tuvo un pequeño desvío hacia el bosque, entrando en cuenta de ello al tropezar y casi caer.

—¿Qué está pa-...

—¿Te das cuenta de lo débil que eres? Siquiera notaste que desvié tu camino.

Entrecerró los ojos con desconfianza al ver la silueta de un chico encapuchado apoyado a unos cuantos árboles lejos de donde se encontraba, la imponente presencia de este dejando más que claro de qué se trataba.

—¿Qué quieres de mí?

Sonriendo con diversión, Bai Xian descubrió su rostro y a paso lento fue acercándose a la chica, gozando el nerviosismo que ella demostraba y que intentó ocultar con una mirada mordaz.

—O te disculpas con el demonio o los aquelarres nos tendremos que encargar de ti en este instante.

Sin comprender bien a lo que se refería, soltó un bufido.

—¿Qué estupidez estás diciendo?

—¿Sabes cómo terminan las brujas que han osado a entrometerse en el pacto entre un humano y un demonio? Los aquelarres y los guardianes de Lucifer se encargan de ellas.

—Pues me importan una mierda porque voy a exterminar a ese asqueroso demonio.

¿Qué tan poco entendimiento podía tener una persona? Irritado y sin ninguna pizca de paciencia, Bai Xian decidió darle el bendito ultimátum para terminar aquella situación de una vez. Sacó las manos de sus bolsillos y con un rápido movimiento de dedos provocó que la menor cayese al suelo abruptamente.

—¡¿Qué estás haciendo, maldito infeliz!? ¡Déjame ir!

Intentó moverse, pero sus brazos parecían estar siendo presionados por alguna fuerza invisible, quedando a merced del hombre que la observaba con desprecio.

—Si no eres capaz de competir contra mí, olvida que le podrás ganar a ese demonio.

Movió sus dedos nuevamente, esta vez afianzando más el lazo invisible con el que sujetó a Sejeong para evitar que se moviese.

—Espero no seas estúpida y utilices esas neuronas para meditar muy bien tus acciones.

Tan rápido como apareció, desapareció y dejó a Sejeong sumida en la desesperación por no poder soltarse de esa poderosa fuerza. No conocía nada que pudiese sacarla de esa situación sin usar sus manos, mucho menos estando aprisionada y temía que en cualquier momento apareciese Luhan para aprovecharse de aquello.

Primero Sehun enojándose con ella y ahora un hechicero amenazándola. ¿Qué tenían en la cabeza? Solo deseaba liberar un alma de las garras de un demonio, no es como si estuviese planificando asesinar a un humano.

Realmente quería ayudar al chico que amaba su hermana, pero estaba cien por ciento convencida que Luhan había hecho de las suyas y consiguió dominar por completo a Sehun. ¿Por qué todos le decían que no estaba haciendo las cosas bien entonces?

Intentó entrar en calma para poder canalizar su energía, ya que algo de verdad tuvo aquel hechicero durante esa corta y extraña conversación. Si no era capaz de combatir contra una magia más poderosa, ¿Cómo podría extinguir a un demonio como Luhan? Le arrancaría el corazón en un pestañeo.







Al anochecer se pudo dar de ganadora, sintiéndose completamente agotada de haber estado batallando con ese hechizo durante horas. Se mantuvo unos minutos más sentada en la fría tierra, recuperándose y dándose ánimos para volver a casa para seguir estudiando sus libros de magia.

Pero eso no estaba en los planes del demonio que se encontraba a sus espaldas.

Destellantes ojos rojos, las partículas de su cuerpo sedientas de sangre y venganza, las venas de su rostro resaltando con su pálida piel y una sonrisa diabólica que lucía unos filosos colmillos. Luhan estaba listo para acabar con todo y sin importarle las consecuencias, pero no iba a ser justo que la atacara sin más cuando ella siquiera tenía la energía suficiente para percatarse de su imponente presencia en la oscuridad del bosque.

Levantó su pie lentamente y con fuerza pisó una rama, el crujido sobresaltando a la chica que con temor se dio la vuelta y le regaló a Luhan una de las imágenes más complacientes de terror expreso en una mirada.

—Te doy diez segundos para correr.

Sejeong se había quedado inmóvil, miles de escalofríos recorriéndole el cuerpo por la intensidad de esa mirada rojiza que reencarnaba el mal. Sin dudarlo un segundo más, sacó todas sus fuerzas para levantarse y correr como nunca lo había hecho, agitándose en demasía al saber que no tenía energías suficientes para enfrentarse al demonio en ese instante.

¿Acaso aquel hechicero estaba aliado con él? No podía creerlo, aún no era el día y no estaba preparada para ello todavía, mucho menos con la intervención de hace unas horas.

La luz de la luna le daban la visibilidad que necesitaba para seguir corriendo, rogando poder llegar a la zona urbana del otro extremo antes de ser atrapada.

De pronto, una silueta se cruzó en su camino y, completamente sorprendida, resbaló y dio de lleno contra el suelo, raspándose las manos y sintiendo pequeñas piedras incrustándose en sus heridas.

Miró hacia atrás y su cuerpo se congeló al ver que Luhan caminaba hacia ella con la misma expresión de venganza, anticipando que todo se acabaría en un par de minutos. Comenzó a arrastrarse, percibiendo un dolor inmenso en su pierna derecha por la caída y sin fuerzas para poder levantarse. Escuchaba las pisadas del demonio cada vez más cerca y por instinto presionó los ojos, esperando lo peor.

Sin embargo, las pisadas se detuvieron y alguien se interpuso entre ambos.

—No te vas a acercar a ella, Luhan.

Al reconocer la voz, miró hacia atrás y sin dar crédito a lo que estaba sucediendo contempló la espalda del hechicero de hace unas horas.

—¿Quién mierda eres para decirme que hacer? No es asunto tuyo, así que lárgate de aquí.

Desde otra dirección sintió unas pisadas que rápidamente llegaron hasta ella y la ayudaron a levantarse, atónita de ver que se trataba de Sehun y, para su mala suerte, de Yeonwoo.

—¡¿Esto es lo que has estado haciendo, Sejeong?! —La voz de la mayor sonaba rota y su corazón se hundió al observar la rabia y desilusión en su mirada— ¡¿En qué mierda te metiste?!

—Después podrás hablar con ella, ahora debes sacarla de aquí lo antes posible —Sehun sonaba tan serio que se le erizó la piel—. Nosotros nos encargaremos de él.

Al visualizar a Sehun junto a Sejeong, Luhan sintió su interior arder de cólera, reafirmando cada una de sus sospechas.

—¡Vaya, vaya! Así que tenía la razón al final.

Su corazón latía con fuerza y su respiración era irregular, pero aún así se puso por delante de Sejeong en señal de protección y enfrentó a su demonio con decisión.

—No dejaré que la mates, Luhan —de reojo pudo notar la mirada de Bai Xian clavada en él, siguiendo el plan que este había ideado para evitar aquel fatal destino—. Si quieres ir por ella, primero tendrás que matarme a mi. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro