No sentía las puntas de sus dedos, pero si cómo el frío comenzaba a subir por su mano, jurándole llegar hasta el corazón y detenerlo ante las bajas temperaturas de esa noche. La luna llena reflectaba una suave luz y creaba sombras al chocar con las grandes lápidas, a lo que cualquiera con mucha imaginación y nada escéptico le hubiese causado un terror horrible ante semejante escena tétrica.

La tabla yacía en el suelo y la luz de las cinco velas yacían a su alrededor, iluminando cada rincón de esta y revelando la posición del puntero en la palabra "si". Sus labios se surcaron en una sonrisa, levantando la vista y divisando cómo de entre la oscuridad de los árboles frente al cementerio emergía un ser de ojos rojos, mirándolo con un anhelo tan profundo por su alma que el muchacho no pudo evitar el escalofrío que le recorrió la columna vertebral.

Cuando la luz de la luna empapó al ser que tomó una forma humana sintió un salto en su corazón y su sonrisa se ensanchó, incapaz de creer que finalmente todo eso estaba sucediendo.

­­­—Finalmente te he encontrado.

Chanyeol supo esconder bastante bien su extrañeza, él sabía que las personas que lo llamaban con intención eran personas muy fuera de sí, porque había sentido de inmediato como aquella alma aclamaba por ser tomada por algún demonio y él había tenido la suerte de ser el elegido, justamente en el momento más conveniente ante su palpitante sed de energía.

—Finalmente estamos nuevamente juntos, Chanyeol.

Sin embargo, todo su deseo de un alma pasó a otro plano al percatarse de la mirada fascinada del humano frente a él y quien había pronunciado su nombre con tanto deleite que hasta tuvo el salvaje impulso de volverse por entre las sombras y alejarse completamente de aquel lugar.

—¿Quién mierda eres? —preguntó sin pelos en la lengua, usando una de sus voces distorsionadas y macabras que a cualquiera le hubiese espantado, pero que al humano simplemente le causó gracia.

Una gota de nostalgia atravesó el brillo de su mirada por unos instantes, entre feliz y triste de volver a ver aquel rostro que por mucho tiempo no pudo quitar de su cabeza y que, como sospechaba, no parecía saber quién era. Dio un suspiro y alejó todos esos pensamientos, volviendo a su fascinación inicial y provocándole más desconcierto al ser demoniaco frente a él.

Si Chanyeol no recordaba, él le ayudaría.

—Soy la persona que lleva buscándote por muchísimo tiempo, mi querido Chanyeol.

🔥🔥🔥

Sin duda ver al demonio temprano por la mañana era algo completamente extraño, ya que por lo usual este sólo hacía sus apariciones por la tarde. Sin embargo, aquella situación no estaba resultando ser tan extraña para Sehun, mucho menos desagradable, no cuando él y su libido se mantenían sobre un sonrojado demonio que fue victima de su hambre sexual mañanera.

No estaba en los planes de Luhan estar esa mañana con Sehun debido al feroz fuego que lo devoraba por dentro cuando estaban juntos, pero no pudo resistirse a volver a la cómoda cama del humano después de la noticia que les amargó la noche a todos los demonios. Necesitaba perder el control un poco y la única manera de conseguirlo era estando cerca del humano.

Luhan era consciente que aquello no pasaría más allá de unos cuantos besos, ya que rápidamente se volvería llamas y Sehun se alejaría al quemarse con su piel y todo seguiría siendo igual de repetitivo hasta que ambos conectasen realmente de la manera que dos enamorados lo harían. Cuando eso pasase, la conexión sincronizaría cada célula del cuerpo del humano y cada molécula de energía del demonio, compatibilizándolos y acatando una de las reglas impuestas a los demonios.

Hasta entonces, su humano seguiría quedando frustrado como justamente sucedió un segundo después con Sehun apartándose de golpe con los ojos bien abiertos y evitando todo contacto posible.

—Creo que ya desperté por completo, así que gracias —murmuró Sehun, frotándose la cara para volver un poco en si—. Jodido demonio, yo pensé que te habrías ido cuando saliera el sol.

—No soy un vampiro, Sehun —rodó los ojos Luhan, aún recostado sobre la cama del otro—, pero te confieso que si me fui por unas horas, aunque decidí volver porque nada es tan calentito como tu culo.

—Como si pasaras frío, mald-

—¡Yah~ se me antojó un café!

A regañadientes salió de la habitación, preguntándose por qué le había tocado tan fastidioso demonio y no otro menos toca pelotas.

Por su parte, Luhan se sentó lentamente en la cama y miró con un ceño fruncido la puerta por la que Sehun había desaparecido, aflorando todo lo que el día anterior había visto y sentido con respecto a la hermana brujita de la niñita enamorada de su humano. Podía hacerse el loco todo el tiempo, pero estaba en alerta y se volvería escéptico de todo lo que Sehun y su alrededor harían desde ahora.

No dudaría en matar a quien se le interpusiese en el camino, incluso si se trataba de Sehun queriendo deshacerse de él.

Se levantó de la cama y se dispuso a caminar hacia donde se encontraría el castaño, sintiéndose de un muy buen humor como para seguir fastidiándolo hasta que le aventase la taza de café directo en la cara. Se iba acercando lentamente hacia donde este estaba con la idea de pillarlo desprevenido y asustarlo porque se encontraba con un ceño fruncido mirando el hervidor, como si eso obligara al agua calentarse más rápido.

Estaba sólo a unos cuantos pasos de posar las manos sobre sus hombros cuando de pronto el timbre del departamento hace eco por toda la instancia, tomando por sorpresa a ambos.

—Debe ser Jongin —dijo el humano con extrañeza ante la mirada fija del demonio—, ha estado desaparecido en asuntos que no me ha querido decir.

El gruñido que emitió Luhan causó cierta gracia en Sehun, quien le pellizco con burla la mejilla antes de caminar hacia la puerta y verificar la inoportuna visita de su mejor amigo. Luhan contempló cómo el hervidor emitió vapor y se apagó indicando que el agua ya estaba lista, al igual cómo lo hizo su sangre cuando una vibra extraña le perturbó los sentidos.

En ese justo instante, Sehun abrió la puerta y sus ojos se abrieron de manera desmesurada al pensar erróneamente que se trataba de Jongin. Yeonwoo y su hermana yacían paradas con una sonrisa, cargando con unas bolsas desconocidas.

—Más te vale que no nos cierres la puerta en la cara, eh —advirtió Yeonwoo—. No fue idea mía, esta mocosa quiso venir porque le caíste bien por ayudarme con sus libritos ayer y te quiso traer comida especial.

Sejeong le sonrió animosamente a Sehun y mucho significó para ella que este le devolviese le gesto con amabilidad, totalmente contraria a la que ciertos ojos rojos le transmitieron desde el momento en el que se abrió la puerta.

Sabía que su hermana estaba enamoradísima de Sehun y por la misma razón quería indagar un poco más a fondo en él para descubrir más acerca del dichoso pacto que tenía con un demonio, saber si él quería librarse de este y así poder actuar para aniquilar al ser demoniaco de una vez.

Se rió para sus adentros al recordar lo sucedido la noche anterior junto a sus amigas, ya que realmente se habían divertido mucho exterminando al inocente demonio que invocaron para experimentar ciertos hechizos y fórmulas nuevas.

Por su parte, Sehun realmente pensó si dejaba pasar a las chicas o si les inventaba alguna vaga excusa, pero había una energía agradable rodeándolas que le impedía poder decir que no.

Era extraño, pero después de estar rodeado siempre con la energía demoniaca de Luhan, algo en él anhelaba algo de tranquilidad y luz.

—Ya están aquí, así que pasen. —negó con una suave sonrisa, echándose hacia atrás para que ellas pudiesen entrar.

Yeonwoo fue la primera en entrar, alabando cada rincón del departamento por lo bonito y minimalista que era, así que cuando fue el turno de Sejeong una fuerte corriente eléctrica le erizó los pelos de una manera inesperada, tal y como si la furia de un demonio le estuviese advirtiendo de no entrar en su territorio.

«Soy más fuerte de lo que te imaginas, maldito»

¿Si era peligroso lo que estaba haciendo? Si, muy peligroso, pero ver a Sehun no le hacía dudar de nada. Era un buen chico y quien sabe por qué haría algo tan estúpido como darle su alma a un ser maldito, pero liberarlo era más simple de lo que todos se imaginaban y era cuestión de tiempo para ganarse la confianza del muchacho y adentrarse más en ese mundo con el cual se estaba familiarizando.

En su omnipresencia, Luhan no daba crédito a lo que su maldito humano había hecho a no ser que realmente no supiese nada de la brujita buena, pero aun así la traición palpaba su interior y el rojo de sus ojos era cólera en su máxima expresión.

—Más vale que cuides lo que dices y haces, ovejita.

Murmuró en voz baja desde otro plano de la dimensión humana, esperando que su advertencia llegara a la mente del castaño. Cuando lo hizo, notó cómo Sehun entrecerró los ojos en confusión y miraba hacia todas partes con algo de disimulo para que las chicas no se percataran.

—Maldita bruja, me echó a perder el café mañanero. —a regañadientes se marchó de la dimensión humana y entro al infierno, deseando encontrar a Chanyeol y hacer algo malvado para desahogar toda esa rabia acumulada que tenía.

En definitiva, todo estaba cada día más jodido, pero una mínima parte de su mente estaba expectante a lo que se avecinaba: querían jugar con fuego y, claramente, él jugaría. 

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Me enfermé, mi compu murió, perdí todo y estoy empezando desde cero :(

¡Gracias por esperar!