Entre por la puerta de la cafetería, quería tomar un café, últimamente no tenía nada que subir y habían 0 ideas, estaba molesto, no poder subir algo era horrible y más si cada vez que salias a la calle, podías ver a los gays caminando felices de la vida, los odiaba, le parecía algo repulsivo, totalmente asqueroso

— Malditos maricas — Murmuro por lo bajo — ¿También te caen mal? — Me voltee  para ver de quién provenía esa voz, pude encontrarme a un chico de pelo negro — Si, me parece repulsivo — Por primera vez, al ver al chico sentí mi corazón palpitar — Igual, es simplemente asqueroso —Sentía mariposas en el estómago y eso me provocaba asco, tal vez, por el hecho de que habían muchos gays cerca, pero me alegraba encontrar a alguien que pensaba como yo

— ¿Quieres tomar un café? — pregunto mirándome fijamente, o eso creía, no podía ver qué miraba con sus lentes negros