013.
El día comenzó y el sol salió de las montañas, iluminando lentamente todo a su paso. Los pájaros emitieron su melodioso canto mientras que las últimas gotas de la lluvia mañanera se disipaban.
Con ello, provocando que los jóvenes dentro de aquella habitación comenzaran a despertarse por naturaleza.
Jimin abrió lentamente sus ojos, bostezando, sintiéndose extrañamente cómodo y cálido. Específicamente detrás suyo, hasta que sintió como unos fuertes brazos se ajustaron más a su cintura, acercándole más al cuerpo contrario. Inmediatamente se quedó paralizado como sorprendido, y más cuando escuchó un pequeño gemido somnoliento salir del chico que estaba detrás suyo.
Abrazándole.
Entonces como un rayo se alejó del susto e impresión, tanto que terminó por caerse de la cama, soltando un pequeño quejido que hizo despertar a Jungkook.
—Mhm... ¿Jimin? —murmuró el pelinegro con la voz extremadamente ronca mientras frotaba sus ojos y se incorporaba de la cama— ¿Q-Qué haces en el suelo? ¿Estás bien?
—¡Oh! Uhm, claro... —el rubio se levantó al instante, sintiéndose algo mareado pero aún así sonriendo al contrario— Sólo me caí —rió nerviosamente.
—¿Por qué?
—No lo sé —mintió, revolviendo su cabello de forma inocente.
Jungkook rió un poco antes de volver a dejar caer su cabeza a la almohada y soltar un largo quejido.
—Ahg, no quiero ir a trabajar...
Jimin mordió su labio, acercándose y subiéndose un poco a la cama.
—¿Por qué no?
—Tengo pereza, el clima está perfecto para quedarse acostado todo el día y dormir.
—Entiendo, pero... —miró la hora, eran las siete de la mañana y su amigo entraba a las ocho y media— Debes hacerlo.
—Mhm, qué pereza... —soltó el pelinegro, con los ojos cerrados y volviendo a dormirse.
Park frunció el ceño e inmediatamente tomó el hombro de Jeon para comenzar a moverlo con fastidio.
—Vamos, Jungkook. Levántate, tienes que ir a trabajar.
El pelinegro gruñó y le dió la espalda, ignorándole por completo. Entonces el rubio presionó sus labios, tomó una almohada y le golpeó con fuerza.
Inmediatamente Jungkook se despierta y con expresión molesta se incorpora para acercarse a Jimin quién al instante intenta huir pero es atrapado y siendo estampado contra el colchón para después tener al chico encima suyo mientras le sostenía de las muñecas.
La risa les ganó a ambos y sonrieron ante lo ocurrido, siendo conscientes de la posición en la que se encontraban.
—¿Qué pasó, Jungkook? —le retó Jimin en broma, arqueando una ceja— ¿Acaso te gusta el bondage?
Jeon mordió su labio con sensualidad, mirándole fijamente mientras se encoge de hombros.
—Quizás...
Aquello dejó al rubio congelado en su sitio, sonrojándose completamente y sintiendo un escalofrío de pies a cabeza. Realmente no se esperaba esa respuesta y al instante se hizo a un lado, saliendo del agarre del pelinegro.
—B-Bueno —carraspeó, riendo nerviosamente mientras se levantaba de la cama— Creo q-que iré a bañarme...
Jungkook reprimió un risa, viéndole divertido.
—¿Acaso te puse nervioso, Jimin?
—N-No... sólo- ¡Auch! —grita cuando golpea su dedo meñique del pie con un mueble que no observó al estar en pánico— ¡Mierda!
El pelinegro comienza a reír a carcajadas, sin poder controlarse.
Jimin frunce el ceño, presionando sus labios.
—¡Oh, jódete! —le dice antes de entrar al baño y encerrarse allí.
[ ☕ ]
Después de ambos bañarse y desayunar, Jimin le hizo el favor a Jungkook de llevarlo al trabajo pues este debía de recoger su auto en la tarde. Y de paso, decidió también pasar por un café a pesar de haber desayunado. Tampoco tenía mucho por hacer en su casa, y en el fondo quería pasar más tiempo con el pelinegro.
Y aunque técnicamente no pasó el tiempo con él pues estaba trabajando, se abstuvo a verlo desde su mesa ir de un lado al otro con bandejas en su mano, entregando los pedidos con suma delicadeza a los clientes. Entonces apoyó su mentón sobre la palma de su mano, sonriendo levemente mientras le observaba con cierto cariño en sus ojos. Normalmente cuando iba a la cafetería aprovechaba para leer, pero como ya lo había terminado, no tenía nada para entretenerse.
Sin embargo, ese día descubrió que era mucho más entretenido ver a Jungkook trabajar.
El chico tenía esa aura llena de amabilidad que entregaba completamente a los clientes, contagiando su buen humor. Aún podía recordar la primera vez que se conocieron, Jungkook había logrado sacarle una sonrisa sin siquiera conocerlo. Esa era una de las mejores características que tenía y de las más admirables en su criterio.
Soltó un pequeño suspiro mientras contemplaba al pelinegro desde su posición y tomaba un poco de su café con leche, notando como fruncía el ceño mientras escribía los pedidos o como sonreía cuando habían niños presentes en la mesa y también las diferentes expresiones que hacía en su rostro ante cualquier circunstancia. Era bastante entretenido y hasta divertido.
Hubo un lapso en que Jungkook se dió cuenta de que lo estaba viendo y antes de irse a la cocina, le miró de reojo y le guiñó un ojo. Aquella simple acción le hizo sonrojarse fuertemente, sin poder quitar la sonrisa de su rostro y apartando después la mirada. Sintiéndose avergonzado.
Por otro lado, Jungkook ingresó a la cocina sonriendo como un idiota y algo fuera de sí. Lo que hizo que Hoseok le detuviera del brazo antes de que volviese a salir.
—¿Qué sucedió entre tú y Jimin? —le interrogó con la mirada sorprendida.
Jungkook frunció el ceño, sin entender.
—Nada... ¿Por qué?
—Porque no ha dejado de mirarte desde que llegó y eso nunca había pasado... —explicó con emoción en sus ojos— Yo creo que le gustas.
El pelinegro se detuvo en seco y le miró con los ojos totalmente abiertos.
—¿Qué? No, no, no... —negó con la cabeza, riendo nerviosamente— No, y-yo no le gusto a Jimin... Ojalá fuera así, pero la vida no me quiere tanto —bromeó— Sólo somos amigos —aclaró, encogiéndose de hombros.
Hoseok bufó.
—Sí, claro.
—¡Te lo juro!
—Mhm, pues no parecen...
—¿En serio? —alzó sus cejas.
—Por supuesto, ¿acaso no has notado lo muy cercanos que se han vuelto? Todos pensamos lo mismo, pero si tú dices que son amigos pues bueno...
Jeon mordió el interior de su mejilla, haciendo inconscientemente una mueca.
—No sabía eso... —suspiró— De igual forma, no es como que pudiera dar un paso más... Jimin tiene novio.
—¿Y acaso eso te importó desde un principio?
Inmediatamente miró a Hoseok con cara de pocos amigos y este respondió con una radiante sonrisa. Quiso defenderse al respecto pero entonces el castaño se excusa con tener que seguir trabajando, dejándolo pensando profundamente sus acciones.
¿Era correcto lo que estaba haciendo?
[ ☕ ]
Afortunadamente ese día Jungkook salía al medio día de trabajar, lo que hizo que Jimin lo esperara fuera del lugar. Pues habían quedado en salir después, con la excusa de que ninguno tenía nada que hacer ese día, cuando en el fondo era que querían pasar más tiempo juntos.
Comenzaba a hacer bastante frío, así que Jimin se abrazó a sí mismo, frotando sus brazos para darse calor. A los segundos Jungkook salió de la cafetería con una abrigo puesto y otro entre sus brazos, dirigiéndose rápidamente hacia él.
—Toma —dijo el pelinegro, extendiéndole el abrigo— Tenía uno extra en mi casillero.
Jimin sonrió por inercia y lo aceptó sin dudar, pues se estaba congelando. Y cuando se lo puso, sintió un placentero calor junto al delicioso aroma de una colonia. Entonces llevó ligeramente la prenda a su nariz e inhaló con delicadeza.
—Mhmm, huele a ti... —soltó, entregándole una suave sonrisa al contrario— Gracias, Kook.
Jungkook no supo qué responder a eso y sólo atinó a sonreírle de forma nerviosa. Entonces captó que Jimin le había vuelto a llamar con ese apodo e inmediatamente sintió una extraña sensación en su pecho.
—¿Kook? —se atrevió a preguntar.
—¿No te gusta? —Jimin alzó la mirada, interrogativa— Me pareció un bonito nombre, pero si te incomoda dejaré de hacerlo.
Jeon inmediatamente negó con la cabeza.
—No, descuida —entonces sonrió— En realidad... me encanta. Nunca nadie me había llamado así...
Una hermosa sonrisa se formó de los labios de Park, luciendo realmente feliz y orgulloso de haber elegido un buen nombre.
Prosiguieron a cruzar la calle, entrando en el parque que se encontraba al frente de la cafetería, comenzando a caminar tranquilamente por sus alrededores y a una distancia considerable del otro.
—Mientras trabajabas... —comenzó hablando Jimin— Estuve pensando en lo que dijiste ayer, sobre aceptar las propuestas de trabajo que tenía y... quiero intentarlo.
Jungkook le miró de reojo, sorprendido.
—¿En serio?
—Sí... Y acordé una entrevista de trabajo para una prestigiosa línea de ropa, quieren que trabaje para ellos...
Al instante el pelinegro se detuvo en seco, viéndole con la boca abierta.
—¡Oh, por Dios! —exclamó con emoción— ¡Jimin, eso es genial! —le felicitó— Te aceptarán, estoy completamente seguro.
Park sonrió tímidamente, bajando la mirada al suelo mientras escondía sus manos en su abrigo.
—Gracias, e-eso espero... —entonces hizo una mueca, la inseguridad llegando de golpe— Pero... ¿Y si no soy lo suficientemente bueno?
—Ahg. ¿Qué dices? —le miró como si hubiese dicho una barbaridad. Y efectivamente así era— Jimin, he visto tu trabajo por Internet y eres increíble.
—Dices eso sólo porque eres mi amigo...
—Claro que no. En serio, tienes el don de crear y por dios, mírate ahora —se alejó un poco para mirarlo de pies a cabeza— Lograste hacer de mi ropa un auténtico vestuario.
Jimin entonces se sintió avergonzado y negó con la cabeza mientras reía.
—Si tú lo dices...
—¿Cuándo es la entrevista?
—Mañana... —suspiró, ladeando la cabeza— Joder, estoy tan nervioso...
—Te aceptarán —repitió el pelinegro con seguridad mientras retomaban su camino— Sólo ten confianza en ti mismo, ¿vale?
—Vale... —murmuró, tragando saliva.
Justo en ese momento, Jungkook observa a lo lejos una floristería en medio del parque y sonríe al recordar que Jimin amaba las flores.
—¿Cuál es tu flor favorita? —le preguntó con voz suave, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
El rubio hizo una mueca pensativa.
—Mhm... wow, es que me gustan todas. Pero si tuviera que elegir, serían los claveles... ¡No, no, las flores de cerezo son preciosas también! —contó emocionado— O las rosas... Y los girasoles...
—Vaya, es interesante tu gran gusto por las flores.
—Sí... —sonrió de forma melancólica, hasta que en ese momento comienza a recordar algo— Flores, flores... —susurra para sí mismo, intentando hacer memoria hasta que finalmente lo captó.
¡Mierda, las flores de Taehyung! Él debía de estar en su casa para recibirlas y no lo hizo.
Entonces como si lo hubiese invocado su celular comienza a vibrar en su bolsillo, era Taehyung. Tenía once llamadas pérdidas. Le había estado llamando desde hace rato y no se había dado cuenta.
—Mierda —suelta de inmediato, viendo asustado la pantalla.
Entonces alza la mirada para darse cuenta que Jungkook había continuado el camino hasta llegar a la fuente que se encontraba en medio del parque.
—¡Jimin, ven aquí! —le llamó animado desde lejos con un movimiento de mano— ¡Mira esto!
Jimin mira de reojo la pantalla de su celular, el cuál no dejaba de vibrar y enseñar la imagen de un Taehyung sonriente para finalmente morder su labio y rechazar la llamada. Rápidamente lo devuelve a su bolsillo y camina hacia el pelinegro, sonriéndole con tranquilidad.
—Ven, mira —dijo Jeon con una sonrisa, guiándolo a la orilla de la enorme fuente para después señalar la gran cantidad de monedas que había en el fondo— Son demasiadas, ¿no crees?
—Sí —hizo una mueca, negando con la cabeza— Cuánto dinero desperdiciado...
—¿De qué hablas? —le miró ofendido— ¡Si son deseos de la gente!
Park reprimió una risa.
—Es una tontería...
Jeon rodó sus ojos y a continuación, saca un par de monedas de su bolsillo.
—Tontería o no, voy a pedir un deseo si no te importa.
—¿Es enserio? —rió Jimin— ¡Eres un niñito!
—Por supuesto —afirmó el pelinegro con una gran sonrisa antes de cerrar sus ojos unos segundos para después abrirlos y lanzar la moneda al agua.
Ambos observaron como se fue hundiendo lentamente hasta aterrizar en el fondo junto a las demás.
—Listo, tu turno —dijo Jungkook, dándole una moneda a Jimin.
—¿Qué? —frunció el ceño— No voy a hacerlo, prefiero quedarme con la moneda.
—Oh, vamos —insistió el contrario— Pide un deseo y lánzala.
Park le dedicó una ceja levantada con una expresión que decía "no lo haré".
—Anda... —siguió Jeon, frotando su espalda y haciendo un pequeño puchero— Hazlo por mí.
El rubio entornó los ojos, soltando un fuerte suspiro antes de aceptar la moneda.
—Bien.
Jungkook sonrió en grande, observando atentamente cuando Jimin cerró sus ojos por unos segundos para después lanzar la moneda. Al instante le aplaudió como si hubiese hecho una buena acción, provocándole una risa.
Poco después, se cansaron de caminar y decidieron sentarse en una banca. Siendo recibidos por la fresca brisa y el relajante movimiento de los árboles. Esta vez se mantuvieron cerca, pues hacía frío y aquello les daba calor. Jimin reposó su cabeza sobre el hombro de Jungkook, quién al instante dejó un pequeño beso en su cien, sacándole una tímida sonrisa.
La cuál borró segundos después al hundirse en sus pensamientos y recordar las llamadas pérdidas de su novio, comenzando a preocuparse por eso. Sin embargo no era en lo único que pensaba, pues los días pasaban rápidos y pronto su pareja volvería. Lo cuál significarían problemas, muchos problemas si seguía viéndose con Jungkook. No sería una sorpresa para él si Taehyung le prohibiese volver a verlo a pesar de ser amigos. Tampoco es como si tuviera planeado contarle, la idea era que no se enterara de nada pero en el fondo él quería seguir viendo a Jungkook. ¿Entonces cómo haría para decirle sin que se molestase? Pensó que quizás pudiese existir la posibilidad de que su novio actuase diferente a lo esperado y hayase cambiado de opinión sobre sus amigos.
Pero Jimin no quería arriesgarse a tener que enfrentarlo, de nuevo. Tampoco podía permitir que Taehyung llegase a decirle o hacerle algo a Jungkook, como pasó con sus anteriores amigos que consideraba como "inapropiados" y logrando que se alejasen de él.
No quería que eso pasase con Jungkook, porque... Jungkook era especial. Era diferente a los amigos que había tenido, hasta podría ser el mejor.
No quería perderlo, pero tampoco quería que le hiciesen daño.
—Kook... —comenzó en voz baja, pensando en lo que le diría— Hay algo que debo decirte...
El pelinegro inclinó un poco su cabeza a su dirección para mirarle.
—Claro, dime.
Jimin tragó saliva, sintiendo su corazón latir fuertemente y sin saber la razón exacta.
—Q-Quizás n-no podamos seguir viéndonos después de esta semana...
Jungkook frunció el ceño.
—¿Qué?
—Quiero decir, no tan seguido. Mhm, talvéz una vez por semana... o menos... pero no-
—Espera, espera... —le interrumpió el contrario, alejándose para poder verse ambos fijamente a los ojos y quedando de frente— ¿De qué estás hablando? ¿Por qué dices todo eso?
Park mordió su labio, apartando la mirada.
—Es... es complicado de explicar...
—¿Complicado? —repitió, sin entender nada.
—Sí... —suspiró— Verás... ¿Recuerdas cuando salimos en mi cumpleaños? ¿La noche en la que me emborraché? —el contrario asintió— Bien, uhm... creo recordar haberte dicho que no le había avisado de nada a mi novio de que saldría contigo... Y obviamente no tiene que enterarse de que salimos durante todos estos días o lo malinterpretaría, me reclamaría e iniciaría una gran discusión que no tendría fin... Y-Y a pesar de ser amigos, él me obligaría a alejarme de ti porque es una persona muy desconfiada. Y realmente yo no quiero eso, pero tampoco me gustaría que llegase a peores... entonces-
—Pero, Jimin... —Jungkook volvió a interrumpirle, mirándole completamente anonadado. Por un momento pensó que estaba bromeando pero grande fue su sorpresa al enterarse de que lo estaba diciendo en serio. Mierda, no era una broma. No sabía que le impactaba más, si lo que estaba diciendo Jimin o la tranquilidad con la que lo decía, como si nada, como sino fuese algo que estuviese sumamente mal y dañino.
¿Qué tan acostumbrado debía de estar para hacer eso?
—¿Qué? —insistió Jimin pues no le había dicho nada desde que le detuvo.
Jungkook se relamió los labios, negando con la cabeza y sin quitar esa expresión de su rostro.
—¿Acaso te estás escuchando? —dijo finalmente, preocupado— ¿No te das cuenta de lo que estás diciendo?
Jimin parpadeó varias veces, con el rostro serio y sin comprender.
—No entiendo... —murmuró, inseguro.
—¿Recuerdas que eres un ser humano? —insistió Jeon, su voz cada vez más neutral y firme— ¿Recuerdas que eres una persona que puede valerse por sí misma sin necesidad de depender de otra?
Park suspiró. Ya sabía a donde se dirigía esta conversación y no quería escucharlo.
—Jungkook...
—No, vas a escucharme —sentenció mirándole con seriedad y dejando al rubio congelado en su sitio— Yo no voy a alejarme de ti, ¿entendido? Ni tampoco voy a permitir que te sigas desvalorizando de esa manera, joder. ¡Es tu vida! Puedes hacer lo que quieras y nadie tiene el derecho de prohibirte cosas, especialmente una pareja. Porque no es tu dueño, Jimin —recalcó, mirándole fijamente a los ojos— No lo es, ni tampoco tu padre o madre. Es tu novio, nada más. Y eso no le da la autoridad o el derecho de mandarte.
Jeon contempló como poco a poco los ojos de Park comenzaban a llenarse de lágrimas y le dolió saber que era el causante de ello, quizás estaba siendo demasiado rudo pero era la verdad y ya no podía seguir guardándola.
—Es... es muy difícil —habló el rubio, con la voz a punto de romperse y negando con la cabeza— No lo entiendes...
—Lo entiendo, Jimin. Pero sabes perfectamente que no eres feliz así... no eres feliz, ¿verdad? —preguntó.
Jimin negó con la cabeza, bajando la mirada y derramando unas cuantas lágrimas. Jungkook le miró con dolor.
—Que el factor tiempo no sea una excusa para seguir con él —continuó—Han durado mucho, lo sé. Y probablemente tengas un fuerte apego que no te imaginas tu vida sin esa persona, pues ya te acostumbraste mucho a él. Pero el hecho de que sea así, no quiere decir que esté bien seguir o que sea una excusa para no romper.
—¿Estás... estás diciéndome que termine con él? —levantó su mirada, limpiando sus ojos y mostrándose algo sorprendido.
—Es la mejor decisión que podrías tomar ahora.
Jimin negó con la cabeza.
—No, no puedo.
—¿Pero, por qué? —insistió, comenzando a desesperarse.
—Yo... n-no lo sé, solamente no puedo... lo intenté una vez y al final no pude... —le miró con dolor en sus ojos— No puedo hacerlo, lo siento...
Jungkook suspiró pesadamente, intentando controlar el sinfín de emociones que sentía en ese momento.
—Te lo dije antes y lo volveré a decir, no mereces esto, Jimin... —murmuró, relajando su expresión y tomando su mano— Y él no te merece... Ni yo tampoco... —bajó levemente la mirada, tragando saliva— Porque eres una persona maravillosa, ¿sabías? —le miró nuevamente a los ojos— Tienes un gran corazón, lleno de ternura e inocencia. Tan puro que no tiene ni una pizca de maldad... y no merece ningún maltrato, sólo cariño. Eso es lo único que necesitas: amor. Mucho amor. Das tanto y recibes tan poco... No tienes por qué seguir aguantando esto, lo has hecho por tanto tiempo que te acostumbraste a ello y lo sientes como una normalidad cuando no lo es. Se supone que una pareja te debe ayudar a ser mejor persona, ¿entonces por qué él sólo te hunde más y más? —cuestionó— Lo único que ha aportado a tu vida son angustias, tristezas y dolor... ¿Crees que eso es amor?
Jimin mordió su labio inferior al sentirlo temblar sin control, aguantando las ganas de romperse allí mismo y más porque estaban en un lugar público.
—Ya no sé que es amor en realidad... —susurró con voz rota.
—Quizás porque nunca lo haz recibido de corazón... ¿De verdad crees que él realmente te ama? Porque si es así, ¿por qué dudarías tanto de eso? —suspiró— No va a cambiar, Jimin. Y lo sabes... no te dejes engañar más, no te dejes manipular más, no te dejes dañar más, porfavor...
Entonces Jimin no puede resistirlo más y finalmente rompe en llanto, llevando una mano a su boca y cerrando con fuerza sus ojos. Inmediatamente Jungkook se acerca y lo atrae a sus brazos, comenzando a acariciar su cabello rubio con cariño. Este esconde su rostro en su cuello, aferrándose a su cuerpo como si fuese lo último que haría.
—N-No puedo... soy débil —sollozó.
—No tengas miedo, cariño... —le susurra Jeon al oído— Tú puedes hacerlo, confío en ti porque eres más fuerte de lo que te imaginas... Y no estarás solo... porque me tienes a mí, yo estaré contigo... Te lo prometo... —sentenció, dándole un casto beso en su mejilla.
Jimin lloró más y Jungkook le abrazó más fuerte, como siempre lo hacía, sin soltarlo en ningún momento, sin dejarlo ir, sin dejarlo solo. Hasta que sus penas se fueran y volviera a sonreír, no se alejaría de él. Porque lo que sentía era algo mucho más fuerte que un abrazo, era algo mucho más fuerte que unas palabras reconfortantes y un beso en la frente.
Era amor.
La tarde llegó, pero aún así permanecieron abrazados y sin querer alejarse del otro. Hasta que llegó un momento en el que tuvieron que hacerlo, pues el frío les ganó y con ello la despedida.
Sin darse cuenta ninguno de los dos que estaban siendo fotografiados desde hace horas.
Bros, ya ni sé cuántas veces a llorando Jimin en este fic :(( im so sorry honey, you'll be fine soon, i promise. Por otro lado, el personaje de Jungkook es uno de los personajes más lindos y hermosos que he hecho, tbh. 🥺
Estamos cerca del punto cúspide de esta historia, como notarán la estoy actualizando seguido y continuaré haciéndolo así que no la dejen morir uwu
También si les aparecen que subí capítulos o los resubí, muchas veces wattpad envía notificaciones tardías o me publica cosas sin mi consentimiento cuando no las he terminado :((( anyways, gracias por seguir leyendo <3
See u. ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro