009.
—No puedo creer que me hayas convencido de esto.
Habló Jimin horas después mientras observaba el local al frente que parecía estar demasiado lleno de gente y la música se escuchaba desde afuera. Después de que el rubio aceptara la propuesta del pelinegro, continuaron comiendo y charlando hasta que comenzó a oscurecer. Pagando la cuenta, Jeon los llevó en su auto hasta el lugar que tenía en mente para celebrar su cumpleaños.
Jungkook quién estaba a su lado, metió las manos en los bolsillos de sus pantalones y se encogió de hombros.
—A mi no me sorprende, siempre obtengo lo que quiero.
Park le miró con una ceja levantada.
—Qué arrogante sonó eso.
—Estoy bromeando —habló enseguida— En realidad me alegra que hayas aceptado.
El chico suspiró, mirando de reojo el lugar. —Ahg, sinceramente no estoy seguro de que sea buena idea... hace mucho no voy a estos lugares.
—Tranquilo, estarás bien.
—¿Cómo estás tan seguro de eso? —se cruzó de brazos.
—Porque yo te cuidaré.
Jimin alzó sus cejas por inercia, sorprendido. E inmediatamente Jungkook se dió cuenta de lo que había dicho.
—A-Ah, quiero decir que... seré el que conduzca, no puedo tomar tanto. Así que básicamente estaré al pendiente de que no vayas a cometer alguna locura.
—¿Locura? —reprimió una risa— ¿Qué clase de persona crees que soy?
—Bueno... —se encogió de hombros, apartando la mirada al sentirse intimidado por la de Jimin— Nunca se sabe. Puede que termines bailando con algún desconocido, o algo peor.
Jimin soltó una carcajada.
—¿Se te olvida que tengo novio? Jamás haría algo como eso.
Jungkook pasó su lengua por el interior de su mejilla, levantando con sugerencia sus cejas y riendo por lo bajo.
—Eso dices ahora... —murmuró suave.
—¿Qué haz dicho?
—Nada —sonrió de forma inocente para después chasquear su lengua y acercarse al rubio— Vamos a divertirnos, ¿ok? —le tendió su mano.
Park miró de reojo la entrada del lugar y después a Jeon, algo indeciso. Hasta que finalmente suspiró y con una pequeña sonrisa, tomó la mano del pelinegro quién inmediatamente le sonrió devuelta y lo arrastró hasta el club.
Antes de entrar tuvieron que pagar una entrada algo cara pues aquél lugar era bastante popular y cotizado. Literal eran de esos en los que tenías que estar en la lista para entrar pero Jungkook logró sobornar al guardia de seguridad con dinero para que los dejase entrar específicamente a la zona vip, en la cuál tenías que tener reservación previa.
Con éxito, el guardia los dejó entrar como si nada, no sin antes chocar puños con el pelinegro.
—¿Eso no es ilegal? —le preguntó Jimin en voz baja refiriéndose al soborno que había hecho.
—Lo es —afirmó con una sonrisa— Sin embargo cuando eres cliente frecuente, nadie dice nada. Siempre olvido reservar y hago lo mismo, es pan comido.
—¿Cliente frecuente? —repitió, para después mirarlo sospechosamente— Dijiste que te gustaba salir de fiesta pero no pensaba que tanto.
Jeon se encogió de hombros una vez más, con una pequeña sonrisa.
—Bueno, pues ahora lo sabes.
El rubio negó con la cabeza y entonces sintió la mano del pelinegro hacer presión contra la suya antes de comenzar a introducirse en el lugar. De forma inmediata la música golpeó fuertemente contra sus oídos y amplió sus ojos al ver la cantidad de personas, luces y decoraciones que habían. Hace muchísimo tiempo que no visitaba este tipo de lugares y volver a sentirse en ese ambiente sólo logró emocionarle de manera indescriptible. Había un área muy grande, donde estaba el DJ oficial y varias personas saltando y bailando al ritmo de la música, Jimin pensó que irían allí pero entonces Jungkook lo continuó guiando hacia otro lado. En ese momento se dió cuenta que el color de las pulseras que tenían ellos eran diferentes a la de las personas que anteriormente vió.
—Público es color azul y VIP es blanca —le explicó Jungkook, leyéndole la mente.
Entonces comenzaron a subir unas amplias escaleras, las cuáles comunicaban al sector privado. Topándose en el camino con personas literalmente comiéndose la boca, fumando o a punto de follar allí mismo. Joder, ¿qué les costaba buscar una habitación? Bueno, igual no era de su incumbencia pero si incómodo de presenciar.
Al llegar a la entrada de lo que parecía ser otro club aparte, Jungkook comenzó a charlar nuevamente con el guardia de seguridad. Mientras tanto Jimin miró de reojo a sus espaldas pues sintió que le habían tocado el hombro en ese momento, y no fue suposición porque inmediatamente se topó con un chico de apariencia más joven que él, completamente tatuado y con una cigarrillo entre sus dedos.
—Hola, guapo. ¿Cuál es tu nombre? —preguntó el chico, dedicándole una sonrisa que no era para nada desagradable. En realidad era lindo, pero poco conveniente.
Jimin tosió un poco, disipando con su mano el humo del tabaco que el hombre había soplado a propósito en su dirección.
—Lo siento, pero no estoy interesado —dijo inmediatamente, pues conocía este tipo de propuestas y para donde iban.
—Auch. Eso dolió... —el contrario hizo una mueca, sin embargo, ignoró la respuesta del rubio e intentó nuevamente acercarse a él.
Sin embargo alguien se le interpuso en el momento.
—Hey —Jungkook inmediatamente se colocó al lado de Jimin, mirando de forma amenazante al tipo al mismo tiempo que entrelazaba sus manos— Viene conmigo, idiota.
El chico alzó sus palmas en señal de derrota. —Claro, amigo. Tranquilo... Lo siento —le dijo a Jimin antes de alejarse.
Entonces Park voltea de forma interrogante hacia Jeon quién suspira y se inclina a su oído para decirle:
—Mira, sonará raro pero tenemos que fingir ser pareja sino quieres que te molesten. Y viceversa, tampoco quiero que lo hagan conmigo. Así funciona en este lugar, si te ven con alguien no hay insinuaciones incómodas. Es un asco, lo sé. Pero ni modo.
Jimin asiente con la cabeza.
—Entiendo.
—Sólo dí que soy tu novio o lo que sea —dijo encogiéndose de hombros.
Finalmente lograron entrar a VIP, el ambiente era diferente, un poco más tranquilo y privado. Habían menos personas que en el primer piso, se sentía más fresco y menos pesado. La música era la misma, la pista de baile más iluminada y a diferencia del otro lugar habían más mesas para sentarse y tomar. No tardaron mucho en elegir una alejada de la pista, pues eran las que se escuchaba menos la música y se podía conversar más. La mesas eran también bastante peculiares, pues el asiento era un sillón para los dos, lo que hacía que quedaran uno al lado del otro. De forma inmediata les entregaron un menú con las bebidas a escoger y hasta bocadillos.
—Es irónico que vengamos de comer y vayamos a comer más —señaló Jimin mientras observaba el menú.
—Te equivocas, la diferencia es que vamos a tomar —agregó el contrario— ¿Qué vas a pedir?
—Uy, no tengo idea —hizo una mueca—Quizás un mojito para empezar y también una botella de whisky, porfavor —pidió al mesero con una amable sonrisa.
Jungkook rió.
—¡Vaya! ¿Y a eso le dices empezar?
—Cierra la boca, ¿querías que tomara? Pues voy a tomar —se cruzó de brazos, mirándole con suficiencia.
Jeon asintió con la cabeza sin quitar la sonrisa de su rostro. —Okay... entonces yo quiero un brandy de frutas y una botella de vino tinto, gracias.
El mesero tomó sus órdenes y se fue, dejándolos solos mientras se miraban de una forma interesante. Comenzaron a hablar un poco hasta que el mesero volvió con sus bebidas más rápido de lo previsto.
Sin esperar mucho inmediatamente ambos tomaron su vaso y bebieron un trago, haciendo una mueca o sonido después.
—Debo advertirte de algo... —le dijo Jimin a Jungkook, mientras se servía un pequeño vaso aparte con whisky— Me embriago con facilidad.
—¿En serio? —le miró sorprendido— Yo soy todo lo contrario, bebo como loco y nunca me pega del todo.
—Somos opuestos —rió.
Jungkook sonrió pícaro, llevándose después un trago entero a su boca.
—¿Has oído el dicho de que los opuestos se atraen?
—¿Qué? —soltó Jimin, confundido— Eso no es cierto.
—Claro que sí.
—Claro que no.
—¿Ves? Me llevas la contraria, tenemos diferentes ideas. ¿Eso no te dice algo? —insinuó Jeon.
Park comenzó a reír, sintiendo sus mejillas arder. —¡Ya deja de coquetear! —exclamó.
—¡No lo hago! —le siguió.
—¡Mentiroso!
Ambos estallaron en risas y continuaron tomando mientras movían ligeramente sus cuerpos al ritmo de la canción.
—Es más, tenemos muchas cosas en común... —siguió el pelinegro— Mira, ambos somos hijos únicos, nacimos en Busan, nos mudamos a Seúl... Nuestras fechas de cumpleaños están cerca...
—Eso no tiene nada que ver —interrumpió Park— ¡Tu cumpleaños es en setiembre no en octubre!
—Pero son meses seguidos —le guiñó.
Minutos después, Jimin terminaba de tomarse su mojito entero al mismo tiempo que Jungkook abría la botella de vino con un sacacorchos.
—¿Quieres un poco? —preguntó mientras se servía en su copa.
—No estaría mal —aceptó el rubio, extendiendo su copa para que el contrario le sirviera.
Seguidamente Jungkook dejó la botella de lado y levantó su copa al mismo tiempo que Jimin, ambos haciendo ademán de hacer un brindis.
—¿Por quién brindamos? —preguntó el rubio.
—Por ti —respondió Jungkook.
Sin cuestionar nada, Jimin decidió seguirle la corriente y también brindar.
—¡Salud!
—¡Salud!
Chocaron suavemente sus copas y prosiguieron a beber con paciencia. Así transcurrieron los minutos, ambos tomando sin parar mientras hablaban entre sí, contándose historias o anécdotas del otro, hasta chistes que los hacían partirse de la risa. Si tenían algo en común es que a ambos les gustaba hablar muchísimo cuando se ponían ebrios. Pidieron más bebidas y de paso unos snacks para no saturarse sólo de líquidos. Poco a poco el alcohol comenzó a hacer efecto en ellos, Jungkook descubrió que Jimin tenía razón al decir que se embriagaba rápido pues comenzaba a notar los cambios en su personalidad. Al contrario de él, quién si bien tenía algunos efectos, no estaba del todo ebrio.
Y a este punto, definitivamente a Jimin ya le había pegado.
—¡A ver! —exclamó el rubio, con las mejillas rojas y labios hinchados por beber del pico de su botella— ¿Te casarías con la última persona que besaste? —preguntó, leyendo la pregunta desde su celular. Pues decidieron hacerse preguntas mutuas y cuando se quedaban sin ideas se permitieron buscar en Internet.
Jungkook frunció el ceño y negó varias veces con la cabeza.
—¡No! —respondió— Ese chico era un idiota, apuesto a que ni era gay.
Jimin estalló en risas.
—¿Hace cuánto fue eso?
—No lo sé, ¿la semana pasada? Fue en este mismo lugar, un tipo se me insinuó y estaba guapo entonces le seguí el rollo y una cosa llegó a la otra y...
—¿Te acostaste con él? —completó, sorprendido.
—¡Dios, no! —exclamó— Si apenas pude besarlo. Joder, después me dijo que tenía novia y que sólo quería probar y yo le dije que se fuera a la mierda. Odio que me vean como un objeto de pruebas, lo detesto... —rodó sus ojos— Y tras de eso que le sean infiel a sus parejas, me hace sentir terrible después.
Jimin asintió, estando de acuerdo.
—Entiendo.
—¿Y qué hay de ti? —se atrevió a preguntar— ¿Te casarías con tu novio?
—¿Qué? —abrió sus ojos como platos—Oh... —rió nerviosamente— N-No lo sé.
Jungkook frunció el ceño.
—Espera, ¿cómo que no lo sabes? Según me dijiste llevan tres años juntos, supongo que a este punto ya debes de imaginarte una vida con él o algo por el estilo...
—Sí, así es. Pero... —hizo una mueca— Es complicado.
—¿Por qué?
—¿Haces muchas preguntas, sabías? —atacó, cruzándose de brazos— Preguntas las cuáles no quiero responder.
—¿Por qué no? —continuó.
—¡Ahg! —Jimin volteó sus ojos y seguidamente se levantó, extendiéndole una mano a Jungkook— ¿Bailamos?
Jeon sonrió lentamente, mirándole con fascinación.
—Claro que sí —aceptó su mano para después él mismo guiarlo hasta la pista de baile.
Estando allí, comenzaron a bailar al ritmo de una canción bastante movida y con letra algo sensual. Las luces del lugar hacían que el ambiente entre la multitud bailando se tornara excitante y emocionante. Jungkook observó los movimientos de Jimin y sintió que se moriría, pues el rubio se movía demasiado bien y además sus expresiones faciales eran de ensueño. Era muy seductor, demasiado para su débil corazón. Podía entender que estuviera tan suelto, pues era obvio que el alcohol le había ayudado. Él no era la excepción, pues también sabía moverse bien. Poco a poco comenzó a acercarse a Jimin, la canción ameritaba eso, la cercanía, el contacto físico, piel con piel y el espacio personal desapareciendo.
Pensó que el rubio se alejaría pero al contrario, correspondió a su cercanía.
Bailaron más de cerca, sin embargo no llegaron a tocarse íntimamente por obvias razones. La gran mayoría de personas en la pista eran parejas, pero ellos eran amigos. No sería moralmente correcto, sin embargo, tampoco era totalmente prohibido.
De improvisto la canción cambió de forma radical y pasó a ser una más movida, al instante muchas parejas cambiaron de posición. Entonces alguien empujó inconscientemente a Jimin en el proceso haciendo que cortara de golpe la distancia con Jungkook, chocando contra su pecho y sintiendo después unas manos sobre su cintura.
A ambos se les cortó la respiración cuando encontraron miradas y se percataron de lo muy, muy, muy cerca que estaban de sus rostros.
Se miraron fijamente, con las respiraciones agitadas y sin extrañamente poder alejarse. En el momento Jungkook observó de reojo los labios de Jimin y este hizo lo mismo. Entonces sin decir nada, ni moverse de su posición, el rubio elevó sus brazos y los envolvió en el cuello del pelinegro. Algo sorprendido, este ajustó su agarre en su cintura, sonriendo de lado.
Y comenzaron a bailar.
—Dijiste que no bailarías con desconocidos... —recordó Jeon sin apartar sus ojos del contrario.
Jimin sonrió.
—Tú no eres un desconocido.
—¿Y qué hay de tu novio?
El rubio reprimió una risa, encogiéndose de hombros. Jungkook pudo notar enseguida que estaba completamente ebrio.
—Él no está aquí... —respondió finalmente, sin quitar la sonrisa traviesa de su rostro— Además, sólo bailamos, no hay nada de malo en eso, ¿verdad?
—Bueno... —tragó saliva, intentando no dejarse llevar por la cercanía que tenían— Luces como si fueras a besarme en cualquier momento.
Jimin frunció el ceño, de forma adorable.
—No... —negó y después miró los labios de Jungkook— Yo no... Yo no... —murmuró, perdiéndose lentamente en su cercanía. Entonces algo pareció hacer click en su cabeza e inmediatamente su sonrisa se borró, al mismo tiempo que volvía su vista a los ojos de Jeon quién le miraba sorprendido. Se detuvo y su cuerpo se tensó. ¿Qué estaba haciendo? Y como un haz de luz, se alejó del chico.
—L-Lo siento.
Dicho esto rápidamente se dió media vuelta para salir de la pista.
—¡Espera! —le llamó el pelinegro, siguiéndole.
Jimin vuelve a su mesa para comenzar a recoger velozmente sus cosas.
—¿Qué haces? —le preguntó al instante Jungkook.
—Y-Ya debo irme —avisó, tomándose de paso lo que le quedaba de un vaso—Gracias por todo.
Jimin hizo ademán de irse pero inmediatamente Jungkook se interpuso en su camino, mirándole confundido.
—Hey, ¿qué sucede? ¿por qué debes irte de repente?
—Yo... —mordió su labio inferior, su respiración estaba agitada y su mirada angustiada— Fue mala idea. No debí aceptar venir desde un principio.
—Pero-
—Quiero irme, ahora.
Jeon parpadeó confundido pero de igual forma asintió con la cabeza, respetando su decisión.
—Bueno, entonces vámonos.
Park retrocedió.
—No, me iré solo. Llamaré un taxi o lo que sea pero quiero irme solo.
—¿Qué? Pero son las tres de la mañana, Jimin. No permitiré que hagas eso... Además, no estás en condiciones.
—E-Estoy bien.
Justamente hizo ademán de irse otra vez pero entonces chocó la frente contra una pared que no había notado que estaba ahí.
—Mierda... —gruñó por el dolor, llevando una mano a su cabeza al sentir que le daba vueltas.
Jungkook suspiró y tomó el brazo de Jimin para colocarlo alrededor de su cuello— Vamos —dijo, avanzando juntos hasta la salida del sector privado, bajando después las escaleras y saliendo finalmente por la puerta principal del club.
—Creo que voy a vomitar... —avisó el rubio cuando el aire fresco golpeó sus rostros, notando la oscuridad de la noche que era iluminada por los postes de luz— N-Necesito sentarme.
—Sólo aguanta un poco, el estacionamiento está al lado.
Jimin negó con la cabeza, llevando una mano a su garganta al sentir una sensación extraña.
—J-Jungkook, lo digo en serio, suéltame.
El pelinegro obedeció, alejando al instante sus brazos de él y Park no supo de donde sacó las fuerzas para inmediatamente avanzar hasta un bote de basura y vomitar en él.
Jeon hizo una mueca lastimosa y rápidamente se colocó a su lado, sobando su espalda. Pasados unos cortos minutos Jimin acabó y alzó su rostro, limpiando su boca con la manga de su camisa.
—¿Te sientes mejor? —preguntó el pelinegro.
Jimin negó con la cabeza, respirando algo agitado— No... —respondió, avanzando dos pasos hasta dejarse caer en la orilla de una acera. Llevando inmediatamente ambas manos a su rostro.
Jungkook se sentó a su lado.
—Hey... —le llamó suavemente, tomándole del brazo— Vamos, ¿sí? No falta mucho, te sentirás mejor en casa.
Sin embargo dejó de insistir en el momento en que escuchó al rubio sollozar de forma inesperada.
—¿Jimin? —preguntó, completamente sorprendido. Pero el chico no respondió, sólo siguió llorando y eso hizo que se preocupara más— ¿Qué sucede?
Park alejó sus manos de su rostro, limpiando inútilmente sus lágrimas.
—S-Soy un idiota...
—¿Qué? Claro que no —dijo inmediatamente, tocando su brazo— ¿Por qué dices eso?
—No debí bailar contigo, no está bien. M-Mierda... Me siento fatal...
—¿Pero...? —frunció el ceño, sintiéndose confundido— No hicimos nada malo, Jimin. Somos amigos, podemos hacer eso. Es normal... No significa que debe de haber algo detrás, ¿o sí?
—N-No lo sé... pero-pero siento que hice algo incorrecto...
Jeon se mantuvo pensativo.
—¿Piensas que le fuiste infiel a tu pareja al bailar conmigo o algo así?
—Sí... —sollozó.
—Oh, Jimin —negó con su cabeza, pensando que el chico estaba exagerando debido a los efectos del alcohol en su cuerpo— Está bien, tranquilo. No hay nada de malo en eso.
—¡Claro que sí! —exclamó, mirándole—Ni siquiera debimos salir juntos... Mierda, si él se enterara de esto me mataría... —comenzó, cubriendo su rostro.
Jungkook le miró atento y con extrañeza— ¿De qué hablas? ¿Acaso no le dijiste a tu novio que ibas a salir conmigo?
Jimin bufó.
—Por supuesto que no.
—¿Por qué no?
—Porque me lo hubiera prohibido totalmente. Aproveché que salió del país para poder hacerlo...
Jeon frunció el ceño, sintiéndose extremadamente confundido al respecto.
—No entiendo. ¿Por qué le tendrías que pedir permiso para salir? Es tu novio, no tu padre.
Park suspiró.
—Lo sé, no tiene sentido. Pero él es una persona súper celosa y posesiva conmigo y... ahg, no sé como explicarlo. Es complicado, prefiero no hacerle enojar.
El pelinegro se quedó inmóvil en su sitio, analizando profundamente sus palabras. Esto era raro, normalmente el rubio evitaba sus preguntas respecto a su pareja pero ahora estaba respondiendo a todo como si nada. Sabía que ocultaba algo, y comenzaba a hacerse una idea de lo que era. También sabía que el contrario lo hacía simplemente por estar ebrio, finalmente estaba diciéndole la verdad y por molesto que sonase, se iba a aprovechar de eso.
Entonces observó a Jimin, quién había dejado de llorar temporalmente y permanecía observando sin expresión alguna el suelo.
—¿Cómo se llama tu novio? —preguntó.
—Taehyung...
Jungkook asintió, relamiendo sus labios.
—Háblame sobre él... —se atrevió a decir— Bueno, su relación.
Jimin hizo una mueca, suspirando.
—Pues... tenemos la misma edad, trabajábamos juntos y vivimos juntos desde hace dos años. Es adicto a su trabajo, siempre está en eso... A veces ni tiene tiempo para mí... Tenemos muchas discusiones por eso, últimamente peleamos muy seguido. Dehecho quedamos mal ayer porque discutimos debido a que olvidó mi cumpleaños...
—¿Lo olvidó? —repitió, mirándole asombrado.
Jimin asintió lentamente con la cabeza.
—Oh, es por eso que no querías celebrarlo... —concluyó el pelinegro— ¿Entonces están en un mal momento?
—Desde hace tiempo.
—¿En serio? —alzó sus cejas.
—Sí... Específicamente desde... desde... —sus ojos comenzaron a lagrimearse al mismo tiempo que sintió su labio inferior temblar— Desde que me fue infiel... —terminó en un hilo de voz para después romper en llanto.
Jungkook le miró anonadado.
—¿Qué? —soltó, captando después que el rubio estaba llorando desconsoladamente y de inmediato le abrazó— Mierda, Jimin.
El mencionado se aferró a él como si fuese lo último que haría, sollozando sin parar y quebrándose por completo. Tan así, que logró asustar Jungkook quién no sabía que hacer. Aunque estaba más sorprendido que asustado.
—E-Es un imbécil... —habló Jimin entre sollozos— M-Me engañó durante un maldito mes sin que me diera cuenta, valiéndole mierda nuestros años de relación, acostándose con otra persona que ni siquiera es otro hombre. Y-Y aún así me obligó a que le perdonara...
Jeon permanecía en shock ante toda esa información, sin embargo eso no impidió que le prestara más atención a esas últimas palabras y frunciera el ceño.
—¿Te obligó?
Jimin asintió lentamente con la cabeza.
—¿Cómo lo hizo? —volvió a preguntar.
—A la fuerza, con amenazas... como siempre lo hace...
—Espera... —el pelinegro lo alejó un poco para tomar sus muñecas y observar que aún conservaban ráfagas de aquellos moretones que hace una semana había visto— ¿Él te hizo esto, verdad? —preguntó, mirándole fijamente a los ojos pero Jimin no respondió, bajando la mirada— Jimin, respóndeme —insistió— ¿Él te hizo esto?
Finalmente el rubio alzó su mirada cristalina y mordió su labio inferior, asintiendo con la cabeza pues no se vió capaz de decirlo. Entonces Jungkook le soltó, mirándole con los ojos y boca abiertos. Y fue suficiente para que Jimin volviera a romper en llanto, cubriendo su rostro con sus pequeñas manos.
Jeon no tardó mucho envolverlo nuevamente entre sus brazos, dejando que sollozara sobre su pecho y se aferrara a su camisa.
—T-Taehyung es un maldito conmigo, n-no puedo seguir más con él... —murmuró el rubio— Sigo sin poder perdonarle y se enoja porque no puedo hacerlo... Lo sigo amando... P-Pero en el fondo ya no quiero seguir... Ya no puedo...
—¿Y por qué no lo haces? —interrogó Jeon, sonando molesto— ¿Por qué no lo dejas de una vez por todas, Jimin?
—Lo he intentado, pero... pero es-es muy difícil... —sollozó— N-No lo entenderías, él es lo único que tengo... él es la única persona que me ha amado de verdad... Aunque últimamente dudo de si realmente m-me ama... No quiero dejarlo, porque lo amo, pero ya no puedo seguir... Es como una pesadilla que se repite constantemente y de la cuál no puedo salir.
Jungkook no quedó satisfecho con esa respuesta, sin embargo prefirió no seguir preguntando. Ya había abierto mucho la herida de Jimin, quizás demasiado y ahora se sentía culpable de sus lágrimas. En vez de eso, le abrazó más fuerte, porque en el fondo sabía que lo necesitaba.
Y no estaba lejos de la realidad, Jungkook no tenía toda la culpa pues Jimin había acumulado bastante tiempo sus sentimientos y quedado callado durante mucho tiempo. Literalmente no había tenido a nadie con quién hablar desde hace un mes, no le había contado a nadie lo que sentía. Solamente a Taehyung pero estaba claro que este lo ignoraba.
Permanecieron sentados sobre esa acera durante media hora, en la que Jimin se la pasó llorando sin parar y Jungkook le consoló hasta que comenzó a tranquilizarse de a pocos, al punto de comenzar a dormirse.
—Jimin... debemos irnos... —susurró el pelinegro, haciéndole reaccionar de a pocos— Lo siento, pero me duele el trasero de estar tanto tiempo sentado aquí.
Ambos rieron suavemente.
Park asintió e hizo ademán de levantarse junto con Jeon, pero inmediatamente volvió al suelo pues se sentía muy débil y mareado para hacer tal acción. Entonces Jungkook se agachó a su altura, tomó el brazo de Jimin y lo colocó detrás de su cuello para después rodear con su brazo sus piernas y alzarlo con facilidad. Sin esperar más, lo cargó hasta llegar al estacionamiento donde lo metió en su auto, específicamente en el asiento copiloto y abrochó su cinturón.
Seguidamente rodeó el auto y se sentó en su asiento para después cerrar la puerta.
—Bien... —comenzó mientras abrochaba su cinturón— ¿Dónde vives? —preguntó volteando a ver al rubio, notando enseguida que se había quedado completamente dormido.
Jungkook suspiró y llevó sus manos al volante, haciendo una mueca pensativa. No quería despertarlo, pero a la vez necesitaba saber dónde vivía... Aunque estaba considerando si sería buena idea dejar a Jimin solo en su casa y con esa condición. Probablemente despertaría con una horrible resaca y no tendría a nadie que le ayudara. No. Definitivamente no sería buena idea.
Jimin estaría mejor con él.
Literalmente las palabras de Jungkook tienen un doble sentido, uwu.
¿Creen que Jimin recuerde todo lo que le confesó a Jungkook?
¿Creen que Jungkook haga al respecto?
Anyways, le dejo con el pensamiento. Este cap va dedicado a heemang1 gracias por siempre apoyarme, tkm ❤️
Les vi, chau.
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