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006.

Pequeño maratón

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Jimin despertó, abriendo sus ojos uno por uno para después bostezar suavemente. Entonces se estiró y en ese momento se dió cuenta que Taehyung no estaba a su lado en la cama, como normalmente acostumbraba a estar. Frunció el ceño e inmediatamente le buscó con la mirada por la habitación hasta que de improvisto lo ve entrar de prisa, mientras arregla su corbata.

—¿A dónde vas tan temprano? —interrogó con la voz somnolienta al ver que eran las 6:30 a.m y su pareja entraba siempre a las 9:00 a.m.

Taehyung detuvo sus pasos y le miró sorprendido para después sonreír.

—Buenos días, amor. Me llegó un correo de la oficina y debo irme ahora. Lo siento mucho si te desperté, vuelve a dormir.

Jimin observó como el azabache continuaba arreglándose en silencio, específicamente mantuvo su vista fija en su atractivo rostro. Taehyung era guapo. Recordó los primeros meses de su relación, cuando se sentía el chico más afortunado del mundo por andar con un hombre tan guapo como él. Sus amigas le decían que había ganado el premio gordo, y así lo fue. Al día de hoy, muchas personas le siguen recordando lo afortunado que era por ser pareja de alguien tan perfecto. Pues Taehyung tenía todo, era guapo y adinerado, y para muchas personas eso significa todo.

Pero Jimin no se había fijado en él sólo por su dinero y buen físico, como todo el mundo pensaba. Jimin se había enamorado de Taehyung por lo amoroso y tierno que era, tenía un gran corazón que hacía que cayera totalmente a sus pies.

Así que grande fue su sorpresa cuando después de unas cuantas citas, Taehyung le hayase propuesto ser novios. Jimin se había sentido tan sorprendido y emocionado, ni siquiera desde un principio podía creer que alguien como Taehyung fuera a salir con alguien como él. Pero había pasado, y era un sueño hecho realidad, tal fue, que no dudó ni un segundo en aceptar.

Jimin aceptó ser novio de Taehyung cuando sólo llevaban un mes saliendo.

Y después de eso, todo cambió. Poco a poco, pero cambió. Quizás la razón era que cuando aceptó ser su novio, no lo conocía del todo, no lo conocía bien, sólo sabía lo que Taehyung quería que viera de él. En el momento en que comenzó a notar los verdaderos rasgos de su personalidad, fue cuando se dió cuenta que era demasiado tarde para dar vuelta atrás.

Pues literalmente Jimin había tocado fondo hasta llegar a un punto en que no podía dejar a Taehyung, no por algo llevaban tres años juntos. De lo contrario, lo hubiera dejado hace mucho tiempo atrás.

La personalidad del azabache fue cambiando conforme pasó el tiempo, los primeros meses de relación fueron maravillosos. Literalmente salidos de una novela romántica, tenían citas hermosas y únicas, los sonrojos y risas nerviosas nunca faltaban. Todas las primeras veces de Jimin, fueron con Taehyung. Su primera cita, su primer beso, su primera relación, su primera vez y así sucesivamente. Desarrollando así una fuerte unión y apego entre ellos, la cuál poco a poco, tuvo sus consecuencias. Al año, las cosas comenzaron a cambiar, especialmente después de que habían tenido intimidad, Taehyung comenzó a desarrollar un fuerte instinto de protección hacia Jimin, o bueno, así lo llamaba él. Cada vez estaba más encima del rubio, preguntándole dónde estaba, con quién estaba y qué hacía cuando no estaban juntos. Se ponía paranico cuando Jimin salía de fiesta con sus amigos, hasta llegar a un punto en que le prohibió volver a ir.

Lo mismo pasó con varias amistades de Jimin, especialmente las que eran hombres. Taehyung intentó alejar a todos, pues no toleraba ver a otro hombre cerca del rubio.

Estas acciones tiempo después traerían su cansancio por parte de Jimin quién le reclamó a Taehyung sobre sus actitudes, diciéndole que le resultaban sumamente molestas. Pero el azabache atacó con respuestas duras y precisas que hicieron al rubio quedarse callado, pensando una vez más que tenía razón. Y le obedeció.

Al segundo año, decidieron irse a vivir juntos y todo pareció empeorar. El amor seguía, pero no como antes. Ahora era más profundo y hasta molesto. Taehyung se había vuelto más intenso de lo normal, además de comenzar a volverse un adicto al trabajo. Hasta le molestaba el hecho de que Jimin fuese a trabajar, prefiriendo que se quedara solo en casa, cosa que el rubio se negaba rotundamente. Taehyung se volvió agresivo, malhumorado y exigente. Cada vez las discusiones eran más fuertes y frecuentes, comenzó a gritarle a Jimin y este hizo lo mismo por inercia, aunque todo dió un giro cuando metió la agresión física. Primero comenzó con empujes y después imponiéndose literalmente a la fuerza, poco a poco iba aumentando. Y aquellas actitudes, hicieron que Jimin desarrollara un pequeño miedo hacia él.

Jimin llegó a un punto en que se limitaba a decir o hacer muchas cosas por miedo a que Taehyung se molestara y le gritara. O peor, le hiciese daño en uno de sus ataques de ira.

Sin embargo, a pesar de todo eso, aún existía cierto amor entre ellos. Taehyung a pesar de sus molestas actitudes, de vez en cuando sacaba ese lado tierno y amoroso del que Jimin se enamoró. Y entonces era cuando sentía que todo volvía a la normalidad.

Pero todo cambió cuando Taehyung le engañó, tras de eso había sido durante varios meses. Y muchas cosas empeoraron después de eso, Jimin en el fondo ya no quería seguir con Taehyung pero también sentía que no le quedaba de otra pues era lo único que tenía.

Entonces, desde su cama, vió los ojos de Taehyung y supo en ese momento que ya no sentía el mismo amor de antes. Y aquello le asustó mucho.

—¿Qué sucede? —le preguntó Kim cuando notó que le estaba mirando.

Jimin parpadeó varias veces, saliendo de su burbuja de recuerdos y le dedicó una suave sonrisa.

—Nada, sólo pensaba.

El azabache sonrió también, acercándose a la cama y sentándose al lado del rubio donde ambos se miraron fijamente con muchos sentimientos guardados.

—Volveré en la noche, ¿okay? —avisó, elevando una mano para acariciar la mejilla del contrario.

—Okay.

—Te amo.

Jimin le miró ligeramente sorprendido. Taehyung estaba viéndole con aquellos ojos profundos e intimidantes, esperando a que le respondiera. Tragó saliva.

—Yo también te amo.

Entonces sin previo aviso, Taehyung le da un pequeño beso en los labios. Dejando a Park confundido, pues habían quedado en que él no quería besos.

—Lo lamento —se disculpó el azabache— Pero odio que estemos mal... Te extraño, amor. Extraño tus besos, tus abrazos y caricias. Extraño que me hables, porfavor, háblame, bésame, abrázame. Lo que quieras. Te necesito...

Jimin apartó la mirada, mordiéndose el labio inferior cuando lo sintió temblar.

—Ni siquiera me escuchabas cuando te hablaba, Taehyung. Siempre me ignorabas... ¿Por qué quieres que te hable si nunca valió la pena?

—Lo siento, te juro que cambiaré.

—Siempre dices eso... —murmuró, tapando su rostro con ambas manos y sintiéndose frustrado.

Taehyung suspiró.

—No es fácil, Jimin.

—¿Fácil? —le miró— ¿Sabes que no es fácil? Obligarme a actuar como si nada hubiese pasado cuando aún sigo resentido por lo que hiciste. Joder, Taehyung. Sólo han pasado dos semanas. No esperes que lo supere de la noche a la mañana. Es difícil.

Entonces drásticamente Taehyung se levanta de un golpe, mirándole molesto.

—Sólo sé una cosa y es que tú estás complicando todo, tú eres el difícil. Yo simplemente quiero que todo esté bien, pero no cooperas en ello.

Jimin le miró anonadado.

—Pero-

—No quiero oírte más, contigo no se puede hablar... —espetó dándose la vuelta para tomar su maleta y salir de la habitación— Hasta luego.

Jimin se quedó solo en la habitación, absteniéndose a llamarle o algo parecido y esperando a que se fuera por completo. En cuanto escuchó la puerta principal cerrarse, rompió en llanto. Dejándose caer lentamente sobre la cama, y enterrando su cabeza en la almohada, comenzó a sollozar con fuerza. No podía, no podía seguir con el hecho de que Taehyung no le entendiera ni un poco. Haciéndolo sentir como un idiota y como el único que estaba exagerando todo. Y lo lograba, porque hacía que se cuestionase sus propias acciones. Si estaba correcto seguir sintiéndose así.

Sin embargo lo que más sentía era cansancio, estaba cansado de todo. Pero por más que quería, no podía irse.

Porque aún amaba a Taehyung.

[ ☕ ]

Horas más tarde, acomodó su cabello antes de ingresar a la cafetería y dirigirse hasta el cajero para pedir a la linda rubia que allí atendía su pedido de siempre. Prosiguió a sentarse en la mesa de al fondo como acostumbraba a hacerlo, esperando pacientemente a que le entregasen su orden. Para ser precisos, estaba acostumbrado a que Jungkook fuera el que lo hiciera, así que también le estaba esperando. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando llegó otro chico diferente, el cuál ya había visto antes.

—Gracias —dijo con una sonrisa al mesero de gran sonrisa y cabello castaño.

—De nada —respondió de la misma forma para después retirarse.

Jimin miró su café y después a las dos personas que allí estaban atendiendo.

¿Dónde estaba Jungkook?

Normalmente estaba trabajando en el cajero o siendo mesero, pero hoy no lo veía por ningún lado. Pensó que quizás estaba adentro o algo por el estilo, pero conforme pasaron los minutos el pelinegro no aparecía.

"Qué extraño", pensó.

¿Será que faltó hoy al trabajo?

Aquella duda que tenía no tardó más tiempo hasta que finalmente lo vió salir de la cocina con el uniforme puesto y una bandeja en su mano, entregándola a una mesa cercana.

Y antes de que se fuera, decidió llamarle.

—Jungkook —murmuró cuando el chico pasó cerca de su mesa.

Este inmediatamente se detuvo y su rostro se iluminó con una gran sonrisa cuando chocaron miradas.

—Hola, Jimin —se acercó.

—Hola —sonrió— ¿Por qué no estabas hace un rato?

—¡Oh! —exclamó, llevando una mano a su frente— Me quedé dormido haciendo tareas de la universidad que por idiota dejé a última hora.

Jimin no pudo evitar reír.

—¿En serio? Uhg, debes de ser más organizado en eso. Puede acumularse mucho después.

—Sí, lo sé... —resopló, volteando los ojos para después darse cuenta de algo y devolver la sonrisa en su rostro—¿Acaso estabas esperándome?

Park elevó sus cejas, sorprendido y de forma inconsciente se sonrojó.

—Oh, bueno. Podría decirse que sí —rió suave— Si más recuerdo ayer te dije que vendría.

El pelinegro relajó su expresión, pasando a tener un rostro tranquilo.

—¿Entonces vienes a hablar de lo que te propuse ayer?

—Algo así.

—¿Entonces aceptas? —volvió preguntar con una sonrisa.

Jimin no lo pensó dos veces antes de responder.

—Sí, claro.

—¿En serio? —le miró sorprendido— Vaya, pensé que me rechazarías de nuevo...

—No. Mira, cuando me lo propusiste no estaba en un buen momento entonces lo dudé mucho, pero después de pensarlo creo que sería buena idea.

Jeon volvió a sonreír.

—Genial, yo debo seguir trabajando, entonces... ¿qué opinas si te doy mi número y después lo hablamos?

Entonces el rostro del rubio se contrajo, pensando en que sería arriesgado tener conversaciones con Jungkook en su celular sobre una salida teniendo la posibilidad de que Taehyung lo revisase sin su permiso y después malentendiera todo. No, no, no. Es una muy mala idea, para empezar, Taehyung no debe de saber que saldría con otro chico. Aún si fuese como amigos, no le agradaría.

—No, prefiero hacerlo en persona —respondió inmediatamente y con voz seria— Uhm, ¿qué tal si espero a que termines de trabajar para que hablemos?

—Pero si salgo en la noche, Jimin. Y apenas son las diez de la mañana... —rió un poco para aligerar el ambiente—¿Por qué no quieres darme tu número?

—Es que... —mordió su labio inferior, pensando en una buena excusa para decirle pero nada se le ocurría. Mierda.

Jungkook frunció levemente el ceño cuando se tardó más de lo común. Esto era muy raro y sospechoso.

—Bueno, si quieres me das tu número y yo te llamo. ¿Qué te parece? —sugerió en un tono alegre.

Jimin hizo una pequeña mueca, pensativo.

—Está bien —respondió finalmente sonriendo.

Entonces Jeon asintió y sacó su celular para apuntar el número que el rubio le dictó.

—Okay, entonces espera mi llamada —avisó mientras guardaba el celular.

—Lo haré —aseguró con una sonrisa.

Jungkook le devolvió el gesto.

—Nos vemos —se despidió, guiñándole rápidamente un ojo para después retirarse.

Jimin se sonrojó, intentando ocultar la sonrisa que se formó inconscientemente en sus labios. Mierda. Esto estaba mal. Sin embargo, Jungkook le caía muy bien, era un chico lindo y amigable. Se convenció de que sólo aceptaba salir con él para poder establecer una amistad, ya que necesitaba a alguien con quién hablar y más si era nuevo en la ciudad. Sí, Jimin era nuevo en Seúl. Se mudó hace casi un mes y sentía que moriría del aburrimiento.

Aunque el verdadero problema era, ¿cómo carajos haría para salir con Jungkook sin que Taehyung se diese cuenta?


La continuación está publicada en el siguiente capítulo así que vayan a verlo. 🖤

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