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005.

Jimin se encontraba un sábado por la noche comprando el mobiliario en un supermercado con Taehyung, el lugar se encontraba bastante lleno debido a que era finde semana y la gente aprovechaba para hacer lo mismo que ellos. Acomodando mejor su abrigo, avanzó arrastrando el carrito de compras mientras miraba los estantes a su derecha, buscando una buena marca de spaguetti. Pues al ser su comida favorita, era muy crítico y selectivo con el tipo de marca para su consumo.

—¿Cuál salsa te gustaría que hiciéramos? —Taehyung apareció a su lado con dos tipos de salsas en sus manos— ¿Salsa roja o salsa blanca?

El rubio las miró de reojo y después se encogió de hombros, indiferente.

—Me da igual, ambas me gustan.

—Pero tienes que elegir una.

—Ya te dije que ambas me gustan.

Taehyung suspiró de forma exhausta, volteando sus ojos.

—Bien, entonces compremos las dos. Aunque sabes que no soy bueno haciendo la salsa blanca...

—Tampoco lo eres con la roja —respondió aún sin mirarle.

Kim se abstuvo de decir algo y con la cara tensa se alejó para ir a traer más salsas. En el fondo, Jimin se lo agradeció pues aún no soportaba tenerlo tan cerca. Habían pasado exactamente dos semanas desde su fuerte discusión, y prácticamente desde que descubrió que su novio le había estado engañando desde hace un mes con una chica. No eran cosas que se pudieran superar, olvidar, ni siquiera perdonar tan fácil. Y aunque prácticamente había "perdonado" a Taehyung, aún le costaba continuar como antes porque en el fondo seguía resentido y muy dolido. A pesar de haberle obligado a borrar cualquier tipo de contacto con aquella mujer, seguía sintiéndose inseguro, seguía sin volver a tener la misma confianza de antes. Y lo odiaba, porque no quería actuar ni sentirse como un paranoico. Pero es que era bastante difícil volver a recuperar la confianza en tu pareja después de una infidelidad, o si quiera volver a creerle.

Por otro lado, Taehyung era consciente de ello y por eso intentaba a toda costa de volver a recuperarla. Según él, siendo más cariñoso, atento y hacerle caso en todo lo que le pidiera, iba a hacer que su relación volviese a la normalidad. Sin embargo, no estaba dando muchos frutos, al menos no de la forma que él quería. Él quería que fuese rápido, prácticamente de la noche a la mañana, pero claramente no fue así. A veces sentía que las actitudes de Jimin le sacarían de quicio en cualquier momento, sabía que había hecho mal, pero tampoco podía soportar que su pareja le rechazara e ignorara siempre. Era doloroso, pero especialmente molesto.

Jimin finalmente encontró su marca perfecta y favorita de spaguetti así que sin más los echó al carrito, seguidamente suspiró mientras miraba a Taehyung de lejos. Era duro, realmente duro la situación que estaban pasando. A veces sentía que no iba a poder perdonarlo nunca, pero sino lo hacía jamás volverían a estar bien. Pero era muy difícil. La única forma de sobrellevarlo era leyendo libros de ficción en aquella cafetería cerca del parque, le ayudaba a despejar sus pensamientos y a alejarse del tenso ambiente que había en su casa. Además, le sentaba bien pues le ayudaba a relajarse, había ido los últimos días, cada vez más seguido.

Podía decir que se convertiría en su cafetería favorita, y estaría más de agregar que también iba para mirar al caliente y lindo empleado del lugar.

Mierda, se avergonzaba muchísimo de ello y hasta se sentía mal. Porque en su mente estaba estrictamente prohibido fijarse en otra persona que no fuera su novio, sin embargo, esto era diferente, porque lo veía más como atracción. Sí, el chico es muy caliente. ¿Y qué? Al menos tenía algo bueno para ver mientras estaba allí, no se le tenía prohibido mirar y ya.

A pesar de eso, Jungkook siempre le atendía bien y con un característico humor que le hacía reír. Secretamente, él era una de las razones por las que comenzó a ir más seguido a la cafetería. Y no sabía exactamente la razón.

—Amor.

Taehyung volvió a su lado, bastante cerca, pasando una mano por su cintura y dejando un beso en su mejilla.

Jimin estuvo tenso e incómodo en todo momento.

—Ya tenemos lo suficiente... —avisó el azabache— ¿Nos vamos?

—Aún faltan algunas cosas, ¿qué hay de tus cereales favoritos? —recordó, mirándole.

—¡Oh, cierto! —exclamó, pasando una mano por su rostro— Casi lo olvido.

Jimin asintió, alejándose un poco.

—Si quieres yo voy por ellos mientras tú haces fila para pagar, ¿vale?

—Vale, pero antes... —murmuró Taehyung, acercándose íntimamente al rubio para acariciar su rostro y después mirar sus labios— ¿Me das un beso?

Jimin tragó saliva. No había vuelto a besar a Taehyung desde aquél día por razones obvias, además de que no podía. Por lo menos ahora, no sentía la emoción ni ganas de besarlo. Su cuerpo simplemente lo rechazaba completamente y en todo sentido. Lo malo es que sabía lo mucho que esto comenzaba a molestarle a Taehyung, pero no podía ni siquiera obligarse a sí mismo a hacerlo.

Entonces hizo lo de siempre, se alejó y negó.

—Lo siento, no puedo.

Taehyung bufó de forma molesta.

—¿Es enserio? —se acercó para hablarle en voz baja— ¿Cuánto tiempo vas a seguir castigándome, Jimin?

—No lo sé —excusó, resoplando algo frustrado— Y no es un castigo, mierda. Te he dicho que simplemente no quiero hacerlo aún, perdona, pero no puedo.

—Es una tontería.

Park le miró inmediatamente de forma fría.

—¿En serio, te parece una tontería? —espetó— ¿Crees que yo estoy feliz con esto? Es más, ¿quieres que te diga que cosa sí es una tontería?

—Ahg, ya vas a empezar... —soltó Kim, volteando los ojos.

Jimin se calló, mirándole entre furioso y adolorido hasta que simplemente avanzó a pasos rápidos, pasando al lado del azabache.

—Te veo en la caja —dijo saliendo del pasillo.

Taehyung no se movió de su lugar, dejándolo irse y soltando después una largo suspiro lleno de fastidio. Sin más rodeos tomó el carrito y se dirigió a los cajeros del supermercado.

A dos pasillos a la izquierda, Jimin se adentraba al pasillo de "lácteos y granos" donde recordaba haber visto la sección de cereales. Literalmente estaba conteniendo las ganas de romperse a llorar en medio supermercado, pero por razones lógicas no deseaba eso, así que tragó con dificultad el incómodo nudo en su garganta y tomó rápidamente el cereal favorito de su novio.

Sin embargo cuando se giró para irse de allí, inmediatamente se detuvo al toparse de golpe con Jungkook quién tuvo la misma reacción que la suya. Ninguno de los dos había notado la presencia del otro en el pasillo hasta ese momento.

—¡Hola! —le saludó segundos después de forma animada el pelinegro.

Jimin no pudo evitar escanearlo rápidamente de pies a cabeza, era la primera vez que lo veía fuera de la cafetería y no usando su uniforme. Se veía tan diferente que casi no lo reconoció, pues estaba vestido con una camisa negra de cuello tortuga a junto con una chaqueta de cuero y jeans de mezclilla.

"Dios santo, qué guapo", fue lo primero que pasó por su mente antes de reaccionar y sonreírle.

—Hola, Jungkook —devolvió el saludo— ¿Cómo estás?

—Bien, ¿qué hay de ti?

—Estoy igual.

—¿Qué coincidencia de encontrarnos en el mismo supermercado, no? —compartió apoyando el peso en una pierna y cruzándose de brazos.

—Sí, justamente eso iba a decirte.

Jungkook miró de reojo el cereal que tenía en sus manos y amplió su mirada.

—Dime que no te gusta el cereal con pasas.

—Oh, no. Es... es para alguien más, personalmente lo odio —sonrió, no sabiendo el por qué no le dijo la verdad, de nuevo.

El pelinegro suspiró aliviado.

—Joder, respeto los gustos de las personas pero no puedo con esos cereales.

—Uhg, yo tampoco.

Permaneció charlando un poco más con Jungkook hasta que se dió cuenta de que había pasado un tiempo considerable desde que le dijo a Taehyung que lo vería en la caja y el miedo de que regresara y lo viera hablando con otro hombre gobernó de inmediato su interior.

—Como sea... —decía Jeon, aclarándose la garganta y viéndose algo nervioso— Quería preguntarte si te gustaría salir conmigo un día de estos.

Jimin le miró sorprendido.

—¿Qué?

—Ya sabes, siempre nos vemos en la cafetería y pensaba que sería mejor hacerlo fuera de ella. Pues casi no podemos hablar y realmente me gustaría conocerte más... Siento que sería divertido, no lo sé. ¿Qué opinas?

El rubio parpadeó varias veces, aún con el rostro expresivo pues aquello realmente no se lo esperaba.

—A-Ah... yo... —murmuró torpemente, mirando disimuladamente hacia todos lados y detrás del pelinegro.

—¿A quién buscas? —preguntó extrañado el contrario, mirando detrás de su espalda y notando que no había nadie.

Entonces Jimin volvió a mirarlo a los ojos.

—A nadie —respondió al instante y seguidamente mordió su labio inferior, mirándole con cierta lástima— L-Lo siento pero la verdad es que tengo novio y justamente me está esperando en el cajero, así que ya debo irme.

Hizo ademán de retroceder pero Jungkook se acercó de nuevo, mirándole sorprendido.

—Espera, ¿tienes novio? —preguntó para saber si había escuchado bien.

—Sí...

—¿Y por qué no lo habías dicho antes?

—Ahm, no pensé que fuese información importante...

Jeon asintió e inmediatamente se encogió de hombros, su sonrisa volviendo.

—No me importa, de igual forma quiero salir contigo.

Park le miró asustado.

—P-Pero...

—Oye, lo entiendo —intentó tranquilizarle con una sonrisa— Lo digo como amigos, una salida casual. ¿Qué te parece?

—Y-Yo... no lo sé, me gustaría, pero...

A Jungkook le resultó extraño como Jimin parecía un paranoico mirando a su alrededor.

—Si quieres puedes darme tu número y lo hablamos después, ¿vale? —sugerió, sacando su celular.

—No —le detuvo inmediatamente el rubio— No, realmente tengo que irme ahora... —excusó, retrocediendo.

—Pero-

—Mañana iré a la cafetería y-y ahí lo hablamos, ¿vale? —le sonrió nerviosamente.

Jungkook se quedó quieto y asintió con la cabeza.

—Vale, Jimin. Nos vemos mañana, entonces —le devolvió una sonrisa tranquila.

La cuál parece que dió resultado en el contrario pues suspiró de alivio y asintió también.

—Okay, adiós.

—Adiós.

Fue cuestión de segundos cuando Jimin salió del pasillo a pasos rápidos, desapareciendo de la vista de Jungkook.

Bien, eso había sido extraño. Bastante extraño. ¿Por qué repentinamente Jimin se había puesto tan nervioso? Y pasó específicamente después de mencionar que tenía novio.

Mierda, Jimin tenía novio.

—Mierda —murmuró también para sí mismo.

Por alguna extraña razón, después de ver a Jimin irse. Jungkook comenzó a seguirle disimuladamente, sólo quería ver a dónde iba. Si le había mentido de nuevo, o si fuese verdad, ver quién era su novio. Terminó por detenerse detrás de un estante de manzanas y naranjas, observando de lejos como el rubio se dirigía a una de las cajas. Cuando llegó a ella, pareció decirle algo al tipo que ya estaba siendo atendido y después agregar el cereal. Jeon no había podido verle bien el rostro hasta que el hombre se inclinó para decirle algo a Jimin en el oído. Y cuando lo reconoció, su rostro se desfiguró.

Oh, mierda. Entonces, era él. Era el mismo sujeto que había visto en la cafetería con aquella chica hace tiempo, era el mismo de la fotografía que Jimin le había enseñado.

No tardó mucho en inspeccionarlo. Alto, delgado y guapo. Esas eran las tres características que más lo definían, especialmente la última. Joder, el rostro del chico parecía de película e irreal. Era muy, muy, atractivo. No podía negar lo evidente. Podía entender el por qué Jimin se habría fijado en él desde un principio. Parecía un auténtico hombre de ensueños, sin embargo, tenía un gran defecto que Jungkook inmediatamente notó. Era demasiado serio, el tipo no sonreía en ningún momento, no sabía si era por su humor o algo... pero se veía de ese tipo de personas que su cara normal era de pocker.

Demonios. ¿Cómo alguien tan sonriente como Jimin podría estar con un chico tan serio como él?

No lo entendía.

Aunque pudo también destacar, que aunque le doliese, ellos hacían linda pareja. Auch.

"Tú harías mejor pareja con él", habló su subconsciente e inmediatamente se autoregañó. ¿Qué le pasaba?

Suspiró mientras los veía hablarse conforme pagaban los comestibles, quizás no sería muy bueno para su salud mental y emocional que estuviera viendo al chico de sus sueños con alguien más. Intentaba que eso no le afectara tanto, pero vaya que sí le afectaba. Hasta llegó a sentir un poco de celos. Sí, celos. Del novio de Jimin. Mierda, qué hombre tan jodidamente afortunado.

Sólo esperaba que supiera realmente lo valioso que tenía a su lado.


Hi, uwu. ¿Cómo andan pasando la cuarentena? Espero que bien, que no se hayan agarrado con sus familias (like me😎) y que estén haciendo caso a las normativas. NO SALGAN LPM. ok, me calmo uwu, sólo si es una emergencia.

Actualizaré más seguido para que tengan algo que leer en cuarentena
:( además porque al igual que a ustedes no estoy haciendo nada, soooo.

A la larga termino este fic más rápido de lo normal 🤩

Buenos, les vi. Tkm, esperen por los demás capítulos que les prometo que serán mejores. ❤️

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